A falta de pan buenas son tortas. Aunque yo no cambiaría el ‘pan’ Johnny Depp por la ‘torta’ Ewan McGregor. Pero es lo que hay.
Terry Gilliam ha buscado por todos los medios tener al mediático Depp en su nuevo intento de estrenar ‘The Man Who Killed Don Quixote’, para así terminar con la maldición que supuso su primer rodaje.
Lleva cuatros años moviéndose para sacarse la espinita de aquel desastroso proyecto, que acabó a la seis días de empezar a rodar, allá por el año 2000, y que sirvió para colocarle el San Benito de ‘gafe’ (desde entonces nadie quiere viajar con él en avión … es broma).
Y su intención era, por supuesto, tener de nuevo al protagonista ’sanchopancero’ que tuvo a sus órdenes hace 10 años, y que hoy es una estrella rutilante de Hollywood.
Varias han sido las veces que Gilliam ha confirmado en los últimos meses que Depp estaría de nuevo a sus órdenes para este segundo intento de llevar al cine su particular visión de ‘El Quijote’, incluso hasta el punto de hacer una confirmación oficial de su fichaje hace un año, justo en la edición pasada de Cannes, pero nada.
La agenda de Johnny no cuadra (o no quieren que cuadre) y Terry se ha tenido que buscar la vida para encontrar a otro actor que sea ideal para sustituirlo.
A Don Quijote ya lo tenía hace tiempo, al que dará vida el veterano, siempre resolutivo, Robert Duvall, y el ahora confirmado para el papel de su particular escudero es Ewan McGregor.
La nueva versión de aquel clásico de nuestro Miguel de Cervantes Saavedra girará en torno a un director de cine (McGregor), quien está encantado de unirse a la eterna búsqueda de Don Quixote (Duvall) por su amada, convirtiéndose en un involuntario Sancho Panza.
En fin, ya sabéis las paranoias que se monta Gilliam.Y esta vez tendrá que rentabilizar bien los 20 millones de dólares (la primera presupuestó 35) que cuesta esta vez esta ‘paranoia’.
Vía:tu blog de cine
Texto:David Cárdenas
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