Steve Carell o Ashton Kutcher (Aunque con matices, pues empezó en televisión) han probado que regresar a la pequeña pantalla es un asunto digno, aquí viene un post llevando la contraria: el talento (cómico) de cinco actores que no han tenido la suerte deseada, este post se propone descubrir cinco perlas de la comedia (televisiva) que deberían estar creando iconos (fílmicos)
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5. Jim Parsons. Razones Catódicas.: Su Sheldon Cooper, ganador de dos flamantes emmys, en ‘The Big Bang Theory’ (2007-) es, seguramente, el gran icono cómico de nuestro tiempo: adorable genio de la física caracterizado por un (fuerte) Desorden obsesivo-compulsivo y una biografía cargada de (adorables) paradojas, incluyendo una educación asexual y ultra-cristiana que le permiten brillar en la ciencia.
Tiempo en Cine: Pequeños papeles en ‘Algo en común’ (Garden State, 2004) o ‘Escuela de Pringaos’ (School for Schoundrels, 2006) como sus trabajos más relevantes permiten ver como de insignificante ha sido el trabajo de Parsons en la gran pantalla.
Posible redención: ¿Podéis imaginaros a Parsons en una comedia de Woody Allen? La neurosis nunca ha encontrado mejor declinación y además serviría para que el actor probara su eficacia cómica más allá del geek tierno y adorable, puntilloso, viendo como su asombrosa capacidad para recitar diálogos a una velocidad endiablada encuentra nuevos territorios.
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4. Kat Dennings. Razones Catódicas.: Brillando como esa chica urbana de Brooklyn de la reciente Two Broke Girls (2011-), Dennings es un prodigio cómico, un torrente con una sensualidad que parece llevar esa escuela de picardía que fundara Rita Hayworth a un nuevo nivel. La comicidad nunca había sido tan voluptuosa, ni tan (francamente) divertida.
Tiempo en cine: ‘Nick y Nora. Una noche de música y amor’ (Nick and Norah’s infinite playlist, 2008) o la reciente ‘Thor’ (id, 2011) son muy poca cosa para una actriz de tanto carisma, capaz de llevar perfectamente un papel protagonista y además la anclan a papeles de poca relevancia (ya sea la chica adorable y alternativa o la )
Posible redención: ¿Recordáis ‘Los caballeros las prefieren rubias’ (Gentlemen prefer them blondes, 1952) de Hawks? El talento cómico de Dennings precisa obras maestras como las de Dennings: comedias gravísimas revestidas de ligerezas, papeles que exploten su variedad de registros y no pierdan un segundo en usar su capacidad para la ironía.
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3. Zooey Deschanel. Razones Catódicas: La reciente ‘New Girl’ (2011-) demuestra que Deschanel puede ser no solamente una divinidad para todo adicto a la música indiepop (no en vano tiene un grupo, She & Him, y su pareja sentimental es Ben Gibbard, el líder de Death Cab For Cutie) sino un (adorable) motor para el caos y una forma (inteligente) de combinar ese sentido encantador con excentricidades desternillantes.
Tiempo en cine: Deschanel ha tenido dos papeles relevantes en cine y multitud de secundarios en películas independientes, pero tanto ‘El Incidente’ (The Happening, 2008) como ‘500 días de verano’ (500 days of summer, 2009) exploraban su lado como musa romántica, fascinante y en la última decididamente indie. Como secundaria robaescenas, tanto en ‘Los feos también mojan’ (The new guy, 2002) como en ‘Di que sí’ (The Yes Man, 2007) quedaba reducida a mero interés romántico. Si en la cinta de Carrey su excentricidad tenía más peso, la servidumbre del papel a los clichés de una comedia romántica (anacrónica) anulaba por completo el talento de la actriz.
Posible Redención: ¿Hay alguien decidido a rescatar el espíritu de aquella screwball comedy que produjo obrasmaestras como ‘La fiera de mi niña’ (Bringing Up Baby, 1938)? ¿A dibujar actrices cómicas tan maravillosas como Lucille Ball (cuyo talento fue también más aprovechado en la pequeña que en la gran pantalla)?
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2. Seth McFarlane. Razones Catódicas: Ha creado ‘Padre de família’ (Family Guy, 1999-2002; 2005-) y ‘American Dad’ (2005-) además del spinoff dedicado al personaje de Cleveland y es, seguramente, uno de los tipos mejor pagados por Fox, pero allí donde todas sus series demuestran un desprecio al arte de la animación, se desvelan como auténticos prodigios de la comedia gracias a unos guiones decididamente sofisticados y rompedores y a su talento vocal para dotar de un carisma único a todos sus personajes, desde un alienígena tierno (Stan) pasando por un perro meditabundo (Brian), un genio del mal (Stewie), un irlandés orondo e idiota (Peter) o un peligrosísimo pervertido (Glenn Quagmire).
Apariciones fílmicas: Como el inolvidable Johan Kraus en ‘Hellboy 2: El ejército dorado’ (Hellboy 2: the golden army, 2008) y debutando como director, guionista y, de nuevo, voz en la venidera ‘Ted’ (id, 2012). Y, con todo, el talento de McFarlane se antoja desaprovechado, cuando fue capaz de provocar inmensas carcajadas con un papel tan pequeño como el que tuvo en la película de Del Toro.
Posible redención: ¿Existe en la tierra alguien más divertido que McFarlane? Capaz de dar voz a un pedante, con aires a medio camino entre Rex Harrison y Orson Welles, o de imitar a la perfección a Frank Sinatra, estamos, quizás, ante el gran secundario de oro y, también, una personalidad vocal de tal calibre que las chequeras de Pixar, Walt Disney o cualquier persona que quiera rodar una comedia (digital o no) debería contar con él.
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1. Ricky Gervais. Razones Catódicas: Cambió la historia de la comedia con ‘The Office’ (2001-2003), seguramente la comedia más incómoda, depurada y moralmente arrolladora de la década pasada. Prosiguió su discurso sobre la humilllación con un brillantísimo comentario sobre la cultura de la fama llamado ‘Extras’ (2005-2007). Y presentó los globos de Oro con un verbo inflamado e inolvidable, una de las pocas veces en las que una gala de premios de Hollywood se ha convertido en un lugar de sudores fríos y muecas forzadas, casi deformes.
Tiempo en Cine: Decepcionante. Su comedia ‘Increíble pero falso’ (The invention of lying, 2009) empezaba con una idea digna de su talento (que las mentiras son un gran invento para el progreso humano) pero le redimía . Todas sus actuaciones anteriores parecían destinadas a convertirle en simpático secundario, con papeles en películas familiares como ‘Noche en el Museo 2’ (Night on the Museum: Battle of the Smitshonian, 2009), antes que en el auténtico huracán cómico que es.
Posible redención: ¿Sacha Baron Cohen adaptó su formato mockumentary a dos películas que no perdieron su aliento (subversivo) y Gervais nos está haciendo esperar para firmar lo que sería un posible ‘Teléfono Rojo, volamos hacia Moscú’ (Dr. Strangelove or How I stop to worry about the bomb, 1964) o, sencillamente, una cinta que aprovechara todo su potencial para encarnar a cualquier personaje digno de Charles Dickens? ¿Hay algún actor cómico con todo el potencial lenguaraz, de registros que éste? ¿A qué diantres estamos esperando para que Gervais haga una obra tan amoral y ácida como ‘Luna Nueva’ (His Girl Friday, 1940)?
Vía:blog de cine