Arranco el post con la siguiente información sobre el cine español de los últimos tres años:
Datos de recaudación:
Año 2010: 69,7 millones de euros.
Año 2009: 104 millones de euros.
Año 2008: 81,6 millones de euros.
Descenso 2010/2009: 34,3 millones de euros.
Espectadores:
Año 2010: 10,7 millones de espectadores.
Año 2009: 17,5 millones de espectadores.
Años 2008: 14,3 millones de espectadores.
Descenso 2010/2009: 6,8 millones de espectadores.
Cuota del mercado (%):
Año 2010: 10,8%.
Año 2009: 15,5%.
Año 2008: 13,1%.
Descenso 2010/2009: 4,7%.
Lo que más me ha llamado la atención: recaudación del cine español: 69,7 millones de euros/ Subvenciones: 89,39 millones de euros. El sector recibió en ayudas más de 20 millones de euros de lo que recaudó en taquilla.
Con estos dato es claro y evidente que los números no salen.
Con los trajes preparados y la gran alfombra roja casi lista para adornar el Teatro Real de Madrid para la gran fiesta del cine español el próximo 13 de febrero de 2011, se publican las cifras de nuestra industria cinematográfica del año pasado. Y son desastrosas.
Una vez más dan una señal clara y evidente que nuestro cine sigue sumido en una crisis de identidad que dura ya demasiado tiempo. Hay que remontarse a 1996 (14 años hacia atrás) para encontrar un dato peor (10,4 millones de espectadores), al de la cosecha del pasado año. Este descalabro de nuestra cinematografía también se traduce en la recaudación del cine patrio que descendió un 34%.
La cuota de mercado del cine español en 2010 se sitúa en un lamentable 10,8 %. Hay que mirar muy atrás, hace ya diez años en el 2000 para encontrar un dato peor, que fue del 10 por ciento, un porcentaje que ni mucho menos es cercana a la tradicional aspiración de nuestros productores, que siempre han pretendido estar en una cuota de mercado del cine patrio cercana del 20 %.
El año que más nos acercamos fue 2001, fecha de estreno de la película más vista de nuestro cine ‘Los Otros’, cuando se llegó a un impensable hoy 17,9% de cuota de mercado.
Las subvenciones le soluciona la papeleta, y la brecha entre la taquilla del cine español y esas ayudas que se reciben contando sólo las del Estado (es decir, sin tener en cuenta las partidas procedentes de las autonomías) se hace cada vez más grande.
La industria recibe ayudas del Fondo de Protección a la Cinematografía, gestionado por el Instituto del Cine del Ministerio de Cultura y dotado con 89,39 millones de euros.
Al comparar esta partida con la taquilla conseguida, se comprueba de forma sorprendente que durante el año pasado el cine español recibió casi 20 millones de euros más de lo que logró recaudar en la taquilla, la rentabilidad parece no importar.
Además, este retroceso no se puede achacar a una menor asistencia a las salas, ya que el comportamiento del cine extranjero ha mejorado. Mientras que en 2009 recaudó 566,6 millones de euros, en 2010 subió hasta los 575,1 euros.
El presunto ‘éxito’ de nuestro cine en los últimos meses del año 2010 ha sido gracias con películas que han funcionado muy bien en taquilla como ‘Tres metros sobre el cielo’ (8,5 millones de euros) y ‘Los ojos de Julia’ (6,8 millones de euros). La excepción del primer semestre de 2010 fue ‘Que se mueran los feos’ (6,7 millones de euros).
Sin embargo, esto no ha sido suficiente para maquillar el resultado de este año al que podemos calificar como uno de los peores ejercicios de nuestra cinematografía. También es notable que ninguna cinta española esté entre las diez más vistas en nuestras salas.
El sistema no funciona, los criterios de rentabilidad parecen no existir y ésta es una tarta que me parece a mí que se la reparten unos cuantos, sin primar la eficacia, ni la calidad de las producciones. Parece que la intención es hacer cualquier cosa y pillar la pasta.
La orden ministerial que ha desarrollado el equipo de Ángeles González-Sinde pretende, creo que con bastante criterio, que no se produzcan tantos títulos que al final se quedan en cajones sin que vean la luz y que no lleguen ni a estrenarse. El ‘chollo’ de las subvenciones parece que se repartirán en 2011 de acuerdo con este nuevo criterio, aunque permitidme que sea escéptico.
Hay que establecer criterios serios con los que ayudar a la industria cinematográfica como hacen países saneados en este aspecto como Francia o Italia.
El año 2011, debe ser un año de esperanza y de sueños, creo que ya solo nos queda eso. Películas como ‘Primos’, ‘Torrente 4′ o ‘La piel que habito’ posiblemente nos hagan sonreir de nuevo a los que nos gusta el cine patrio. De momento los números del 2010 son para echar lágrimas como puños.
- Vía | LaRazon.es
- Vía:Tu blog de cine
- Texto.jose manuel jimenez