Jeff Bridges es un experto fotógrafo, Meryl Streep rellena
crucigramas, a Ryan Gosling le ha dado por el ganchillo... Nuestros
intérpretes favoritos saben cómo aliviar el tedio antes de salir a
escena. Por YAGO GARCÍA
¿Cuál es la peor faceta de ser una estrella de cine? ¿El acoso de la prensa? ¿Los
fans y las
fans siempre incordiando? ¿Ese Oscar que nunca acaba de llegar? Pues no: es
el aburrimiento. Porque,
aunque no lo parezca a veces, esto de hacer películas es un trabajo
largo y complicado, con lo cual nuestros intépretes favoritos suelen
pasar largos, larguísimos ratos muertos mientras el equipo técnico hace
lo suyo para que salgan guapos en la pantalla. Ante esta situación,
muchos intérpretes suelen aliviar el tedio entregándose a
pasatiempos y aficionesantes de que el director les llame a escena. Después de contarte
los hobbies más extraños de Hollywood, en
CINEMANÍA nos acercamos a los platós y te contamos las formas más acreditadas de matar el tiempo en las pausas de rodaje.
Meryl Streep y los crucigramas
Con los años, o más bien las décadas, esto se ha convertido en un
lugar común, pero por repetirlo que no quede: la actriz de los tres
Oscar y las 14 nominaciones mata el tiempo durante las pausas del rodaje
resolviendo palabras cruzadas. Y nosotros suponemos que, dados su
cacumen y sus años de experiencia, debe ser toda una virtuosa. Por otra
parte, nosotros estamos atentos por si alguna vez nos encontramos
aquello de
"Famosa actriz de Hollywood, 11 letras" en las horizontales o las verticales.
James Franco y la lectura
Selena Gomez, Ashley Benson y
Vanessa Hudgens nos lo comentaban, pasmadísimas,
cuando las entrevistábamos a cuenta de
Spring Breakers: pese a su atavío
gangsta en
esa película, un chico tan culto y universitario como James Franco no
perdía el tiempo en las pausas de rodaje, dedicándose en su lugar a
hundir la nariz en tochos de alta literatura.
"Era impresionante verle", remachaba la Hudgens. Por si alguien siente curiosidad, los escritores favoritos de James son
Charles Bukowski, Ernest Hemingway y
William Faulkner.
Daniel Craig y la cocina
¿Alguien se imagina al intérprete de
James Bond arrimándose
a los fogones y preparando la comida para un equipo de rodaje? Pues así
ha sido unas cuantas veces: antes de que su carrera como actor se
estabilizase, el inglés trabajó como cocinero en un pub, de modo que no
sólo se le da bien lo de guisar, sino que se especializa en grandes
cantidades.
"No sé cocinar para menos de 20 personas", explica. Ahora bien, Craig ha reconocido que alguna vez (como en la producción de
Cowboys and Aliens) la cantidad de comensales era tan grande que prefirió colgar el delantal y llamar al catering.
"Uno prepara unos cuantos filetes, y ya tiene una nube de gorrones alrededor", sentenció.
Emma Watson y el tenis de mesa
Además de guapa, famosa y talentosa, la chica que fuera
Hermione Granger es imbatible en otro campo: el del
ping pong. Según comentó
Rupert Grint en su día, el trío protagonista de la saga
Harry Potter solía montar una mesa verde en los platós para entretenerse en los tiempos muertos, pero tanto él como
Daniel Radcliffe decidieron cambiar de pasatiempo a la altura de
El misterio del príncipe tras
constatar que Emma les daba unas palizas memorables. Según declara ella
misma, la experiencia por este deporte le viene de familia, ya que sus
padres son muy aficionados. ¿La veremos alguna vez compitiendo con
Susan Sarandon?
Ryan Gosling y el ganchillo
No, no es una alucinación: el chico de
El diario de Noa, el
arquetipo moderno de la masculinidad sensible, halla alivio al estrés
de los rodajes con las agujas de tricotar en la mano. Gosling se inició
en el "uno al derecho, otro al revés" documentándose para su papel en
Lars y una chica de verdad, algo que le llevó a compartir una sesión de punto con
"un grupo de señoras mayores".
"Fue el día más relajante de mi vida", sentencia Gosling, quien desde entonces se confiesa un entusiasta. Imaginaos su estampa en el rodaje de
Drive, con la chupa del escorpión puesta y un tapete a medio tejer en las rodillas. ¡Ay, qué mono!
Jennifer Aniston y el yoga
Dado el estrés que conlleva su trabajo, muchos actores gustan de
practicar técnicas de relajación antes de salir a plató. Y, según
explica ella misma, la actual prometida de
Justin Theroux lleva esto un paso más allá, dedicándose a las
asanas en
cuanto tiene un rato libre. Aniston, que suele rematar sus sesiones de
meditación con unos minutos de gimnasia, afirma que esta práctica no
sólo ha contribuido a mejorar mucho su paz espiritual y su forma física,
sino que además le ayudó a superar su ruptura con
Brad Pitt.
Simon Pegg y las bromas
Siguiendo la estela de
Leslie Nielsen, otro grande de la comedia, al
Scotty de
Star Trek le
gusta animar los rodajes gastando bromas muy largas y muy complicadas a
sus compañeros de reparto. Sin ir más lejos, durante el rodaje de
Star Trek: En la oscuridad Pegg persuadió a
Chris Pine, Zachary Quinto y al resto del reparto de que necesitaban
"crema de neutrones" (mejor
no nos preguntamos de qué se trataba en realidad) para filmar una
escena en particular. Al parecer, el que pasó más tiempo sin pillar la
jugarreta fue
Benedict Cumberbacht: "El pobre decía que los iones en el aire le estaban dando dolor de cabeza", reveló Pegg en
The Jimmy Kimmel Show. "Así
que le hice firmar un formulario en el que se leía: 'Acepto que debo
llevar esta crema puesta, y que la crema es una broma y yo soy un
idiota'. ¡Y lo firmó!".
Jeff Bridges y la fotografía
Ojo, en el caso de nuestro
'Nota' favorito no
estamos hablando de una simple forma de matar el tiempo. Porque Bridges,
quien gusta desde los 70 de pasarse los rodajes con la cámara al
cuello, le ha cogido el tranquillo a su afición de tal manera que ha
organizado exposiciones, ha publicado un libro
(Pictures, 2003) y, en mayo de este año, ganó el prestigioso premio
Infinity de fotoperiodismo. Si quieres ver más instantaneas con su firma, échale un vistazo a
su página web, donde también se encuentran (de su puño y letra) consejos técnicos para colegas fotógrafos.