Son jóvenes, son guapas, son sofisticadas y actúan muy bien.
Entonces, ¿por qué Allen no se ha agenciado sus servicios para alguno de
sus mil y un proyectos? Por YAGO GARCÍA
Con los años que llevamos en esto, deberíamos andar ya sobre aviso. Pero, en el día de ayer, recibimos otra prueba de que
Woody Allen sigue sabiéndoselas todas pese a su provecta edad. Para su próxima película, el genio de Manhattan cuenta nada menos que con
Emma Stone, una de nuestras jóvenes estrellas favoritas. Así, tras quedarse a las puertas del Oscar con
Criadas y señoras y alcanzar la gloria
friki (algo que ella es, y orgullosamente) como
Gwen Stacy en
The Amazing Spider-Man y su secuela, Emma pasará a formar parte de esa nómina de 'chicas Allen' en las que se han incluido
Diane Keaton, Scarlett Johansson, Penélope Cruz y (ejem, ejem)
Mia Farrow, por citar sólo unas pocas.
De la nueva película de Allen no se sabe apenas nada. Como es
habitual, todavía no tiene título, y el único dato fiable es que se
rodará en el sur de Francia. Pero eso no nos importa, porque todos
sabemos que a Woody le encanta barajar varias docenas de proyectos a la
vez. De modo que proponemos una lista de actrices con las que el
director de las gafas debería ir contando desde ya.
Emma Watson
¿Por qué debería trabajar con Woody? Ya que el de
las gafas se ha agenciado los servicios de una chica joven y talentosa
llamada Emma, ¿por qué no repetir la jugada fichando a su tocaya
británica? La chica que fue
Hermione Granger se ha sacudido sin apenas esfuerzo el peso de la saga
Harry Potter, instalándose sin problemas en su estatus de icono
fashion y probándonos que sabe actuar. Además, en breve volverá a estar en boca de todos (más aún) gracias a
Sofia Coppola y
The Bling Ring.
Zooey Deschanel
¿Por qué debería trabajar con Woody? Cosmopolita y sencilla a la vez, la protagonista de
(500) Días juntos y la serie
New Girl viene a ser el epítome de la
manic pixie dream girl. Un arquetipo al que, podríamos alegar, Allen contribuyó a dar forma en
Annie Hall, con una ayudita de
Diane Keaton. Así
pues, ¿necesitamos decir más? Sólo nos queda la duda de cómo le
sentarían a Zooey un sombrero de ala ancha y un traje sastre...
Emily Blunt
¿Por qué debería trabajar con Woody? Británica también, la Blunt ha demostrado que puede desplegar un porte majestuoso
(La reina Victoria) para después, sin pestañear, volverse más
campurriana que las amapolas, como vimos en
Looper. Dicha
versatilidad la convierte en material de primera para cualquier
director, y Allen no debería ignorar esto. Por cierto, ¿recuerdas que el
biopic de la soberana británica fue producido por
Scorsese? Pues más a nuestro favor: Emily llegaría al universo Allen recomendada por un amiguete.
Michelle Williams
¿Por qué debería trabajar con Woody? Otra actriz con experiencia en los tejemanejes de 'Marty', que la dirigió en
Shutter Island, Michelle Williams es contrastadamente camaleónica. No en vano sabe alternar filmes muy comerciales
(Oz. Un mundo de fantasía) con trabajos tan arriesgados como
de su amiga
Kelly Reichardt (Wendy y Lucy, Meek's Cutoff). Así pues, Woody podría contar con ella tanto para una comedia como para un dramón a la manera de
Ingmar Bergman. Y, además, Michelle
colecciona ediciones raras de libros clásicos. Lo cual proporcionaría al cineasta muchas charlas
culturetas durante las pausas de rodaje.
Rooney Mara
¿Por qué debería trabajar con Woody? Vale, aceptamos que que la reciedumbre mostrada en
Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres puede poner en aprietos a un señor tan tímido como Allen. Pero si recordamos a la
Scarlett Johansson de
Match Point, o a la
Jennifer Tilly de
Balas sobre Broadway, tendremos
claro que en los filmes de Woody también hay sitio para personajes
femeninos vulgares y malhablados. Al fin y al cabo, estamos hablando de
la chica que llamó
"gilipollas" a
Mark Zuckerberg (Jesse Eisenberg) en
La red social.
Kristen Wiig
¿Por qué debería trabajar con Woody? Hasta el
momento, en nuestra lista no ha salido ninguna comediante de oficio. Y
Kristen está aquí para arreglar eso: no en vano tiene en su historial
cinco años, cinco, en la nómina de
Saturday Night Live. Además de un éxito como guionista y protagonista
(La boda de mi mejor amiga) y una aparición en
Portlandia, la serie que hace con la juventud
gafapasta lo mismo que los clásicos de Allen con la
intelligentsia de Nueva York. Sólo se nos ocurre un "pero": posibles discusiones a pie de plató sobre cómo rematar un
gag o hacer más gracioso un diálogo.
Lily Collins
¿Por qué debería trabajar con Woody? Como sabemos gracias a
Hanna y sus hermanas, Woody
Allen odia el rock sobre todas las cosas. Pero con Lilly no tiene de
qué preocuparse: más que a los discos de su papá en solitario, la hija
de
Phil Collins es tan pálida, tan delicada, tan lánguida y tan así que recuerda (y eso como mucho) a sus tiempos como batería en
Genesis cuando
Peter Gabriel dominaba el cotarro. Cuando ella se harte de la idolatría
teen que, a buen seguro, despertará gracias a la saga
Cazadores de sombras, un encuentro
alleniano puede servirle como pasaporte al prestigio crítico.
Carey Mulligan
¿Por qué debería trabajar con Woody? Tras sacar a
Scott Fitzgerald como personaje en
Midnight in Paris, nos parecería genial que Woody trabajase con la protagonista de
El gran Gatsby en persona. Como ha dejado ver en
An Education, Shame y
Drive, Mulligan
es de esas actrices que dan mucho más de sí en producciones
independientes con un punto de riesgo que en trabajos de gran
presupuesto. Además, es una chica cosmopolita y habla alemán a la
perfección, con lo que Woody podría contar con ella para una de sus
vacaciones pagadas con pretexto fílmico.
Aura Garrido
¿Por qué debería trabajar con Woody? Sí, vamos en serio: apostamos por que la actriz de
Física o química y
Ángel o demonio se
convierta en 'chica Allen' en un futuro no muy lejano. ¿Por qué? Pues
porque Garrido, además de ser guapísima, ha intervenido en una comedia
tan chispeante como
Promoción fantasma y, más recientemente, apareció en
Los ilusos como musa del muy erudito
Jonás Trueba. Todo ello sin olvidar su nominación al Goya en 2010. Aun con todo nuestro amor a
Penélope Cruz, nos encantaría que hubiera más actrices españolas en los filmes de Allen, y Aura puede ser una opción estupenda.