Nunca podríamos decir que existe la maldición del Oscar al mejor actor, ni
mucho menos. Lo que sí existe es mala suerte, peores decisiones o una gestión
deficiente de la estatuilla por aquellos a quienes poco les sirvió oir su
nombre, subir las escaleras y soltar la parrafada de tres o cuatro minutos.
Los hay grandes (
Tom Hanks ganó dos años seguidos), los hay que son una
muesca más en su valía como intérprete (Daniel Day-Lewis,
Sean Penn), y
los hay que se consagran de una vez por todas (
Colin
Firth)…pero también los hay que les dura la alegría un plis plas:
Roberto Benigni: En la retina de todos quedarán
sus saltos en el patio de butacas ante la estupefacción de los yanquis, que no
se creían cómo este italiano arrasaba con todo gracias a
‘La Vida es Bella’. En 1999 se hablaba de un nuevo Marcelo
Mastroniani, pero no llegó muy lejos. Tras ser una de las estrellas de ‘Asterix
y Obelix contra César’, su proyecto para llevar al cine ‘Pinocchio’ se granjeo
el desprecio de la crítica, y lo peor, de la taquilla.
Con 40 millones de euros de presupuesto no llegó ni a los 8 en su primer fin
de semana del 2002 y ni a los 30 mundiales. Desde entonces un sólo largometraje
en solitario, puso la voz en otro y el olvido de aquellos que le premiaron.
Forest Whitaker: Es de los que más trabaja pero no
ha vuelto a ser reconocido en el cine como en aquel ‘El último Rey de Escocia’
del 2007 y sus últimos films han pasado de
puntillas
por el público (’En el Punto de Mira’, ‘Donde Viven los Monstruos’). Eso sí, la
televisión la pisa como si fuera su casa: ’Urgencias’, ‘The Shield’, ‘Mentes
Criminales’. Para el 2013 tiene tres películas pero no termina de ser una
estrella hiperpopular.
Philip
Seymour Hoffman: Puntualización sobre este actor, no hablamos de
patinazos interpretativos, si lo mencionamos es porque solo ha conseguido un
éxito taquillero contundente tras su recogida del Oscar en el 2006 y eso no
suele ser muy habitual.
En la taquillera ‘Mission: Impossible 3′ era el villano de lujo, pero el
resto de su filmografía desde
‘Truman Capote’ hasta ahora ha sido ni fu ni fa a su paso
por las salas: ‘Radio Encubierta’, ‘La Guerra de Charlie Wilson’, ‘La Duda’,
‘Increíble pero Cierto’, ‘Los Idus de Marzo’. Ahora ‘Moneyball’ triunfa, pero
desgraciadamente para los Estudios Seymour Hoffman no es tan llamativo en los
carteles como podría esperarse, y eso que estamos ante un monstruo de la
escena.
Jamie
Foxx: Muchos dicen que
‘Ray’, por la que se le otorgó el Oscar en el 2005, fue un
golpe de suerte, estar en el momento adecuado en el lugar adecuado.
Foxx no ha faltado de nuestras carteleras ni una vez en 8 años, alternando
grandes producciones (’Corrupción en Miami’, ‘La Sombra del Reino’) con
patinazos (’Stealth’) y aciertos (’Dreamgirls’, ‘Historias de San Valentin’,
‘Salidos de Cuentas’)…pero no ha conseguido que la industria lo incluya en la
lista pata negra o se ha interesado por buscar e intentar hacerse con un film de
esos independientes que a uno le salvan el año ante sus compañeros.
Trabajo no le falta: rueda ‘Django Unchained’ con Tarantino.
Adrien
Brody: Lo más surrealista que he visto en años era ver a Brody
encima de un tractor con su ex-novia Pataky haciendo el chorra en ‘Hola!’. No ha
dado una a derechas este tipo desde que ganara la estatuilla en 2003 con
‘El Pianista’: el fracaso de ‘The Singing Detective’, el
descenso popular de Shyamalan en ‘The Village’, el ‘King Kong’ a medio gas, las
ignoradas ‘The Jacket’, ‘Splice’, ‘Manolete’ o ‘The Experiment’ y el gran
regreso de ‘Predators’ no tan ‘gran’.
Sólo con ‘Midnight in Paris’ ha vuelto a las bocas de sus compañeros en forma
de halagos…10 años después de los aplausos.