"Para vosotros, es domingo por la tarde, pero aquí
en Wellington es lunes por la mañana: está claro que internet es una
máquina del tiempo". Estas fueron las primeras palabras de un
Peter Jackson muy ufano en el evento
online de presentación de
El Hobbit: La desolación de Smaug. A la segunda parte de las aventuras de
Bilbo Bolsón (Martin Freeman) todavía le quedan nueve meses para su estreno el
13 de diciembre, pero
el cineasta neozelandés sabe mantener en ascuas a su público, y por eso
nos ha ofrecido este encuentro cibernético acompañado del actor
Jed Brophy (el enano
Nori) y del montador
Jabez Olsen. CINEMANÍA estuvo conectada al encuentro, y a continuación te ofrece su crónica del mismo.
Lo primero que debemos destacar es un
tour a cargo del propio Jackson y de Jed Brophy por las instalaciones de
Park Road, su
taller de postproducción. Entre otras imágenes para el recuerdo, nos
quedamos con las del plató donde se ruedan las escenas con captura de
movimiento (un lugar que
Andy Serkis debe conocer muy bien), y las de un corredor cuyas paredes adornan los pósters de todas las películas de
James Bond (menos, qué cosas, el de
Skyfall). Esto, claro está, es sólo un aperitivo antes de llegar al
"sancta sanctorum": la parte del complejo dedicada a los
storyboards, los efectos
digitales y el montaje. Los empleados que trabajan en ellas se
esfuerzan por poner buena cara ante la cámara, pero la tónica la marcan
los ojos somnolientos y la palidez de recién levantado. Está visto que
los lunes por la mañana son todos iguales, sin importar la latitud o la
longitud.
Es en esta zona donde nos llevamos la primera sorpresa: Jackson nos anuncia que vamos a ver
un diseño de Smaug El Dorado, el dragón que arrebató la Montaña Solitaria a los ancestros de
Thorin (Richard Armitage).
Tras un primer farol (en realidad, un fondo de escritorio de uno de los
currantes) vemos por fin una silueta que podría corresponder, o no, a
la del reptil alado con la voz de
Benedict Cumberbatch. "Parece un T-Rex con alas",
comenta el cineasta jocosamente. ¿Estará siendo legal con nosotros, o
se tratará de otra broma? Echadle un vistazo a la imagen y opinad por
vosotros mismos.
Que Jackson tiene un sentido del humor bastante esquinado no es
ninguna novedad, pero tenemos una nueva prueba al llegar a una de las
salas de montaje: la habitación la preside un póster en 3D de
Elrond -Hugo Weaving-.
"Sea la hora que sea, él siempre te está mirando",
nos informa uno de los trabajadores, y a nosotros nos parece una medida
eficaz, si bien cruel, de control laboral: cualquiera se atreve a
perder el tiempo con esos ojos clavados en el cogote. A continuación, en
la sala de visionado, Jackson nos informa sobre el gusto que da
disponer de
"una tele muy grande" para ver los copiones a alguien como él, que se pasó tantos años montando y revisando sus filmes en una moviola.
A continuación, llega uno de los puntos fuertes del evento: el
director nos muestra una colección de tomas de una sola escena, un breve
diálogo entre Martin Freeman y sus compañeros enanos a bordo de un
barco fluvial (con la obligatoria pantalla verde de fondo). Entre
explicación y explicación sobre la importancia del montaje para hacer
una buena película, Jackson nos dice que miremos bien las imágenes,
porque sólo una de las alternativas llegará al estreno. Nosotros sólo
podemos constatar que Freeman lo borda en todas las ocasiones: nos
costaría quedarnos sólo con una. Eso sí, lo más probable es que la
elegida sea aquella en la que el protagonista comparte encuadre con
Aidan Gillen: "Queremos sacarle todo lo posible, porque es el enano que está más buenorro", apunta Jabez Olsen.
Mientras Jackson nos obsequia con la visión de sus enormes pies (
"Sólo voy calzado cuando estoy rodando en exteriores", explicará más adelante), llega el primer saludo pregrabado de uno de los actores de la película. Se trata de
Luke Evans, el intérprete de
Bardo el Arquero. Según nos cuenta el director, su intención al plasmar a este personaje (apenas caracterizado en el libro original) es darle
"un aspecto a lo Robin Hood", pero a nosotros sus acrobacias y su perilla nos recuerdan más a las de
Jack Sparrow. Cuestión de gustos. Respondiendo a la vídeo-pregunta de un fan, el neozelandés prosigue explicando que
La desolación de Smaug será una película
"mucho menos lineal que Un viaje inesperado: al igual que pasó con El Señor de los anillos: las dos torres, en esta parte de la historia todo se ramifica y comienzan a aparecer subtramas". Jackson nos dará algún (velado) detalle sobre estas subtramas más adelante, pero no adelantemos acontecimientos...
No conviene adelantarse, más que nada, porque a continuación llega la primera sorpresa: imágenes de rodaje de
Orlando Bloom en su regreso al papel de
Legolas. Acompañado, además, de su papá
Thranduil (Lee Pace), el rey de los elfos del
Bosque Negro. Cuando dos encantadoras
fans de Pekín le preguntan a coro
"¿Se parece Orlando a Legolas en la vida real?", Peter Jackson responde que no:
"Orlando es un tipo muy divertido, mientras que Legolas es bastante estirado".
Bloom también ha mandado un saludo en vídeo, y la verdad no parece la
alegría de la huerta. Todo lo contrario que Lee Pace, quien en su
intervención pregrabada afirma que desea
"tener a esos malditos enanos a mi merced y en mi territorio".
Parece que la cosa va de elfos, porque el siguiente personaje en aparecer es
Tauriel, la elfa guerrera a la que da vida
Evangeline Lily. Sobre esta señorita, concebida por él mismo, Peter Jackson nos informa de que pertenece a
"la Guardia de los Bosques, algo así como el cuerpo de protectores del rey Thranduil".
Según podemos ver en el vídeo de rigor, donde la chica casi degüella
ella sola a un prisionero orco, parece que Tauriel tiene un carácter tan
puntiagudo como sus orejas. Nosotros estamos deseando conocerla.
Después, le toca aparecer a toda una institución británica:
Stephen Fry, quien interpreta al gobernador de la Ciudad del Lago. Está claro que a este actor (cuyas lorzas recordarás si has visto
Sherlock Holmes: Juego de sombras) o se le ama, o se le odia, pero lo que sí resulta innegable es que parece habérselo pasado pipa rodando
La desolación de Smaug. Obedeciendo a su don para el humorismo, Fry ha rodado un saludo en vídeo que es en sí mismo un
gag: la intervención resulta tan larga que Jackson tendrá que detenerla varias veces a fin de poder seguir con sus presentaciones.
A continuación, toca un momento entrañable: tres jovencísimos
fans brasileños, rodeados de coleccionables de
El Señor de los anillos, le preguntan al director
"¿Cuál es su arma favorita de la Tierra Media?". 'Casualmente', Jackson tiene dicha arma a mano:
"La
espada de Theoden, el rey de los jinetes de Rohan. Es una auténtica
espada de acero y bronce, modelada como si fuera vikinga o anglosajona y
decorada con caballos labrados. Es mucho más pesada de lo que parece".
Volvemos a las intervenciones estelares, en este caso la del presentador estadounidense
Stephen
Colbert. "¿Se notará en la película que Legolas y Thranduil son de
ascendencia Sindarin, mientras que sus súbditos del Bosque Negro
pertenecen a un linaje élfico distinto?", pregunta el responsable de
The Colbert Report. Y Jackson responde:
"Sí,
se notará. Pero tengo una pregunta para ti: cuando fui a tu programa el
año pasado, ¿por qué me regalaste una taza tan pequeña?". El siguiente en intervenir es otro viejo conocido:
Billy Boyd, alias
Peregrin 'Pippin' Took. Este veterano de
El Señor de los anillos le
pregunta a su ex jefe qué nuevos lugares de la Tierra Media conoceremos
en esta película. Y 'casualmente' (otra vez), resulta que Jackson tiene
a mano unos bocetos del Bosque Negro,
"un lugar que, por suerte para vosotros, no visitásteis en La comunidad del anillo". Hay que decir que las ilustraciones son imponentes, y delatan la maligna influencia de la fortaleza de
Dol Güldur en el paraje. Lástima que no se vea en ellas a una mísera araña gigante...
Otro saludo, en este caso el de Evangeline Lilly, da pie a otra
exhibición de ilustraciones. En este caso, las de la fortaleza
subterránea del rey Thranduil.
"El problema fue dar la imagen de un lugar élfico, majestuoso, pero sin el aspecto acogedor de Lothlorien o de Rivendel", explica el director.
Y, por si fuese poco con un antiguo hobbit, aquí tenemos al segundo:
Dominc Monaghan, también conocido como
Meriadoc 'Merry' Brandigamo. Fiel
a la naturaleza chistosa de su antiguo personaje, Monaghan le pregunta a
Peter sobre el rumor más disparatado que circula sobre su persona en
Nueva Zelanda.
"En cierta ocasión, se dijo que quería mudarme
con toda mi familia a un barco en aguas internacionales para no pagar
impuestos. Hubo miembros de mi familia que llamaron para preguntarme si
era verdad", responde Jackson.
"Sólo hay dos inconvenientes: me mareo en alta mar, y además, aunque suene raro, me siento feliz de pagar impuestos". Hay gente para todo, desde luego. La segunda pregunta de Monaghan:
"¿Sabremos más sobre el Necromante en La desolación de Smaug?". Jackson responde con un desesperado esfuerzo por poner cara de malo, y pronunciando un escueto
"sí".
Y lo mejor (o así) llega al final. Porque, aunque
Ian McKellen no ha grabado una intervención en este evento, Jackson sí puede mostrarnos una breve escena en la que su
Gandalf y
Radagast (Sylvester McCoy) investigan
un lóbrego subterráneo. El clip dura menos de un minuto y no revela
ninguna sorpresa sobre el filme, pero oye, menos es nada...
"¡Nos vamos a desayunar!", avisan Jackson y su
equipo antes de despedirse. Y nos dejan con un aceleradísimo montaje de
escenas en plató. Algunas de las que hemos podido reconocer son: un
Bilbo contentísimo dándose chapuzones de oro, cual
Tío Gilito, en
la cámara del tesoro de Smaug, los enanos haciendo lo posible por
entrar en unos barriles muy estrechos, y el equipo entero cubierto por
repugnantes y viscosas telarañas en el Bosque Negro. Si has leído
El Hobbit, todas
estas escenas te sonarán de algo... Habrá que esperar hasta diciembre
para verlas con su adecuada cobertura de efectos especiales y sonidos
primordiales.