Antes de que Jamie Foxx cambiase los grilletes por el revólver,
estos 'cowboys' afroamericanos ya campaban por el cine. Seguro que
Tarantino los conoce a todos. Por YAGO GARCÍA
"No me llames 'negrata', blanquito".
Con toda la rabia de alguien que ha conocido las cadenas de la esclavitud, y con todo el desparpajo de un personaje de
Quentin Tarantino, Jamie Foxx llega hoy como protagonista de
Django desencadenado. Una película que nos ha gustado muchísimo, y de la que merecen la pena desde las genialidades de
Christoph Waltz hasta
las documentadas broncas entre Leonardo DiCaprio y el genio de la gran mandíbula. Ahora bien: puede que
Django... apunte desde ya como una de las mejores películas de 2013, que su director se haya llevado el
Globo de Oro al Mejor Guión gracias a ella y que
su ausencia de nominación al Oscar clame al cielo. Pero también hay que admitir que su premisa no ha inventado la pólvora: bien sea en películas
blaxploitation o en trabajos de más reputación,
los pistoleros negros llevan mucho tiempo cabalgando por el western. En este informe te presentamos a los 10 más ilustres,
protas todos ellos de filmes que (apostamos) Tarantino se sabe de memoria.
El sargento negro (John Ford, 1960)
El héroe: Sargento Rutledge (Woody Strode)
La hazaña: Grande como siempre, John Ford tuvo la elegancia de titular esta película sencillamente
Sergeant Rutledge, como
el personaje protagonista: un suboficial de caballería acusado de matar
a su superior y violar a su hija. Pero en España, ya se sabe, las
traducciones de títulos son las que son. El filme está considerado como
una obra menor del cineasta, y su estructura a base de
flashbacks le convierte más en un ejemplo de cine judicial (pero en el Lejano Oeste) que en un
western al
uso. No obstante es antológica la secuencia en la que Rutledge,
sabiendo la que le espera, vuelve a su guarnición para prevenirla de un
ataque indio.
¿Cómo se llevaría con Django? Tirando a mal: seguro que, visto en las mismas, el heroe de Tarantino decidiría irse con los Pieles Rojas. No le culparíamos...
Lola Colt: Cara a cara con el diablo (Siro Marcellini, 1967)
La hazaña: Antes de que
Cleopatra Jones, Foxy Brown y otras heroínas de ébano hicieran tragar plomo a los malos en los 70, una chica afroamericana llegó al cine... En un
spaghetti westernde pura raigambre almeriense e intenso olor a
salsa di pomodoro. En
uno de sus escasos papeles protagonistas, Lola Falana (bailarina de
larga carrera en Broadway) se pone en la piel de una chica de
saloon que no sólo toma las armas contra un bandido apodado
El Diablo, sino que además se lía con un chico blanco en una escandalosa (para la época) pareja interracial.
¿Cómo se llevaría con Django? Con Django, suponemos que bien. Eso sí, suponemos intensas peleas con
Broomhilda (Kerry Washington) en cuanto la espabilada de Lola mirase a su hombre más de cinco segundos seguidos.
La leyenda de Nigger Charley (Martin Goldman, 1970)
El héroe: 'Nigger' Charley (Fred Williamson)
La hazaña: ¿Creías que el héroe de Tarantino era el
primer esclavo fugitivo metido a cazador de recompensas? Pues va a ser
que no: hace cuatro décadas y pico, el ex atleta metido a actor Fred
Williamson encarnó a este personaje cuyo nombre le causaría desmayos a
Spike Lee, en un clásico del cine
blaxploitation. En la cancha, Williamson era conocido como
'El Martillo' dadas
sus contundentes maneras como defensa (incluyendo golpes de karate en
los cráneos de sus rivales), con lo que puedes imaginarte que su talante
en este filme es muy guerrero. Y en las secuelas
The Soul of Nigger Charlie y
Boss Niggger, todavía más.
¿Cómo se llevaría con Django? Formidablemente:
estamos hablando de un precursor directo del personaje. Sólo tendrían
problemas cuando llegara la hora de repartirse el negocio.
El Cóndor (John Guillermin, 1970)
El héroe: Luke (Jim Brown)
La hazaña: Antes hemos dicho que, de verse atrapado entre la Caballería y los indios, el protagonista de
Django desencadenado preferiría
asociarse con estos últimos. Pues bien: eso es justo lo que hace Luke,
un presidiario fugitivo que (atención) tiene como amigo nada menos que a
Lee Van Cleef. El blanco, el negro y los pieles rojas
van en busca de un tesoro oculto en una fortaleza que, según el guión,
está en México, pero cuyo emplazamiento real, según los créditos de la
película, es nuestro querido
Desierto de Tabernas, en Almería.
¿Cómo se llevaría con Django? Si no supiéramos que Django sólo tiene ojos para su Broomhilda, afirmaríamos que estaría más interesado en el personaje de
Marianna Hill, quien alegra la película con un par de desnudos frontales.
Los trotamundos (Paul Bogart, 1970)
El héroe: Jason (Louis Gosset, Jr.)
La hazaña: ¿Recuerdas el timo en el cual eran especialistas
Clint Eastwood y
Eli Wallach en
El bueno, el feo y el malo? Bueno, pues aquí el futuro sargento de
Oficial y caballero y su amigo
James Garner realizan
una variante adecuada a los tiempos de la esclavitud: el timador negro
se hace pasar por un esclavo, y el timador blanco va de pueblo en pueblo
vendiéndole al mejor postor. Por supuesto, una vez que ha picado un
primo, ambos salen por piernas quedándose con las ganancias. Además de
su humor, esta película ofrece el interés de ver a Gosset luciendo un
copioso tomo de pelo afro.
¿Cómo se llevaría con Django? Seguramente, nuestro
héroe aplaudiría la forma en la que Jason se queda con la pasta de los
blancos esclavistas. Ahora bien, donde esté la acción directa...
Buck y el farsante (Sidney Poitier, 1972)
Los héroes: Buck (Sydney Poitier) y el Predicador (Harry Belafonte)
La hazaña: Conocido por roles como
En el calor de la noche, Sydney
Poitier era seguramente el único actor afroamericano de Hollywood capaz
de despedir a un director que le caía mal y ponerse él mismo delante de
la cámara. Lo cual es justo lo que hizo en este
western, cuyo protagonismo compartía con el insigne músico Belafonte, el hombre que puso de moda esa
Banana Boat Song que tanto nos hizo reír en
Bitelchús. La
pareja da vida a dos atracadores de bancos con una buena causa: robar
las ganancias de los terratenientes que usan a los trabajadores negros
como mano de obra barata.
¿Cómo se llevarían con Django? El héroe de Tarantino
sugeriría a la pareja un enfoque ligeramente distinto. En lugar de ir a
por sus cuentas bancarias, ¿por qué no dar caza a esos mismos
terratenientes y hacerles bailar al extremo de una soga?
Sillas de montar calientes (Mel Brooks, 1974)
El héroe: Bart (Cleavon Little)
La hazaña: Todavía rompedor y creativo, el futuro autor de
El jovencito Frankenstein planteó en esta comedia un órdago a la grande al
western. Porque,
vale, el personaje comienza la historia en una situación apurada, pero a
los pocos minutos del filme se ha convertido en
el primer sheriff negro del Lejano Oeste. Y, además, con un ayudante blanco encarnado por
Gene Wilder (no podía ser otro). El guión, coescrito por un
Richard Pryor al
que los productores vetaron como protagonista, contiene escenas tales
que la del atracón de judías y un final que es todo un ejemplo de
metalenguaje, y que nos hace aclamar a Bart como uno de los héroes más
simpáticos de este informe: él siempre tendrá
"¡un brillante plan para salvar a nuestra ciudad!".
¿Cómo se llevaría con Django? Según hemos señalado,
Bart es un héroe con todas las letras. Aun así, Django abandonaría
pronto su compañía para no volverse completamente loco.
Silverado (Lawrence Kasdan, 1985)
El héroe: Malcolm Johnson (Danny Glover)
La hazaña: Eran los 80, el
western era un
género al que muchos daban por muerto en pantalla grande. De modo que,
cuando Lawrence Kasdan lo retomó en esta película, decidió dejarse de
moderneces y reivindicar sus esencias más puras e idealistas. Sólo que,
como los tiempos habían cambiado, incluyó a un afroamericano como el
miembro más razonable de la cuadrilla encabezada por
Kevin Kline y
Kevin Costner. En
Maverick, Glover dedicaría un doble guiño a esta película y a su papel en
Arma letal junto a su compañero
Mel Gibson.
¿Cómo se llevaría con Django? Sospechamos que no muy
bien: aunque a él también le toca sufrir los golpes del racismo, y
aunque también los contrarreste a balazos, Mal es un tipo demasiado
centrado y le sobra la pachorra.
Sin perdón (Clint Eastwood, 1992)
El héroe: Ned Logan (Morgan Freeman)
La hazaña: Si nos atenemos a lo que dicen por ahí,
Ned Logan no era ningún santo en su juventud. Algo esperable tratándose
de la mano derecha de
William Munny, el hombre que
dinamitó el expreso Rock Island & Pacific en 1869 matando a mujeres y
niños. Pero el Ned maduro es un granjero que mantiene los pies pegados a
la tierra mientras su colega se pierde en divagaciones sobre la
naturaleza del bien y del mal, las consecuencias del crimen y las
enfermedades de sus cerdos. Huelga decir que William Munny le quiere
como a un hermano: pobre de aquel que se atreva a hacer daño a su
amigo...
¿Cómo se llevaría con Django? No nos atrevemos a
adivinarlo. Ahora bien: con quien sí que haría unas migas estupendas el
héroe de Tarantino es con Munny, aliándose con él para arrasar el pueblo
de
Big Whiskey hasta los cimientos.
Renegados (Mario Van Peebles, 1993)
La banda: Jesse Lee (Mario Van Peebles) y sus muchachos
La hazaña: En 1993, el
western era de nuevo popular gracias a
Sin perdón, y Mario Van Peebles era uno de los jóvenes directores más populares de EE UU gracias a
New Jack City. Por ello, el hijo del cineasta
Melvin Van Peebles decidió recordarle al público algo que el género había olvidado demasiadas veces: que los
cowboys negros
también existieron, y que podían tener muy malas pulgas. Junto a una
cuadrilla de compañeros de armas, el soldado Jesse vuelve a un Oeste ya
domesticado para vengarse de los
whiteys que lincharon a su padre, en un filme con mucha música en el reparto (los raperos
Tone Loc y
Big Daddy Kane, así como la leyenda del soul
Isaac Hayes, tienen papeles en él) y fuera de él, gracias a su banda sonora hip-hop. Woody Strode
(El sargento negro) ejerce como narrador en
off.
¿Cómo se llevaría con Django? Dado que el filme transcurre a principios del siglo XX, nuestro héroe
tarantiniano ya estaría mayor para acompañar a los
protas. Pero nos lo podemos imaginar observándoles de la distancia, asintiendo y diciendo "¡Estos son mis chicos!".
Via:Cinemania