martes, 25 de febrero de 2014

Por qué 'La gran estafa americana' no debería ganar el Oscar

Porque lo dice Boyero. ¡Qué no! Te damos cinco razones propias por las que la última película de David O. Russell debería irse de vacío en los próximos premios de la Academia. Por ANDREA G. BERMEJO

por que la gran estafa americana no deberia ganar el oscar

O la amas o la odias. Con las películas de David O. Russell pasa siempre lo mismo. Pero como en esta serie de CINEMANÍA lo que pretendemos es ponernos tacañones con los títulos que corren hacia la meta final de los Oscar, vamos a odiar mucho La gran estafa americana. Éstas son nuestras cinco razones por las que la ganadora de tres Globos de oro debería irse a casa de vacío el próximo 2 de marzo.

Pero… ¿no es una parodia?

En serio, pensé en Zoolander, pensé en Tropic Thunder, una guerra muy perra, y sobre todo, pensé en Zohan: licencia para peinar. Así que vi la película, en un cine del Soho lleno de periodistas chachis neoyorquinos, la mar de feliz. Me parecía la bomba que David O. Russell, ese director tan consternado que nos había hecho llorar y bailar en El lado bueno de las cosas, se riese un poco de Casino o de Uno de los nuestros o de su propia tendencia a ser tan intenso como los ojitos chisporroteantes de Bradley Cooper. Pero en la rueda de prensa, el director de La gran estafa americana me quitó la ilusión. Su película no era una parodia de nada, era un ente fílmico en sí mismo. Vaya, David, las intenciones importan, chico. Júranos aquí mismo que esta secuencia de amor y prendas lavadas en seco es para tomársela en serio.



Personajes problemáticos

Todo el mundo sabe que el fuerte de David O. Russell son los personajes. Menos yo. Me cuesta entender qué clase de disfunción psicológica padecen o si simplemente están drogados porque son los 70. Vestidos con sus mejores galas, Jennifer Lawrence y su obsesiva compulsión con no sé qué pintauñas; Bradley Cooper debajo de sus rulos rosas o Christian Bale repeinándose el bisoñé, me hacen estar más preocupada por su estabilidad mental que por su construcción como seres de ficción. Y sí, a pesar de todo, Jennifer Lawrence es una diosa, aunque ella no se lo crea.


¿Quién se ha llevado la trama?

Como la historia va de unos estafadores, imagino que ellos. Porque en la película cuesta encontrar su rastro. Anda por ahí la trama diseminada entre momentazos bailongos, planos de seguimiento –¿pero a dónde?– y diálogos alocadamente exagerados de presuntas estafas futuras. Sí, hay escenas brillantes –la confrontación de Jennifer Lawrence con Amy Adams previo morreo, por ejemplo– pero el resultado total es una nueva película amorfa –eso no tiene que ser necesariamente malo, pero en este caso es una estafa–, desmadrada, estirada y tan excesiva como Tom Jones cantando Delilah.


Saca el cheque y dale al Play

Vale, esta razón está un poco de relleno… Pero, ¿os imagináis que podríais hacer vosotros, directores jovenzuelos, si tuvieseis el dinero para pagar los derechos de I Feel Love, de Donna Summer o How Can You Mend a Broken Heart, de los Bee Gees. Seguro que hubieseis dejado White Rabbit de los Jefferson Airplain tal cual está. Es decir, perfecta.


¿Quién ha invitado a Robert De Niro?


Yo no. Cuando el veterano actor aparece en escena han pasado tantas cosas sin que pase verdaderamente nada que ya ni te hace ilusión. Sucede un poco lo mismo con Louis C.K, un personaje secundario con cara de qué pinto yo aquí durante todas sus secuencias. Y ahora que lo recuerdo, me sucedió también con Dustin Hoffman en Extrañas coincidencias, la cuarta película del director. ¿Cómo pudo conseguir O. Russell que no me gustase una película sobre detectives existencialistas protagonizada por Hoffman, Jason Schwartzman y Naomi Watts con peto vaquero?

Documental: La foto más legendaria de la historia del cine

En 1972, los directores más importantes de Hollywood se reunieron para homenajear a un Luis Buñuel nominado al Oscar. El documental 'Los chicos de la foto' te lo cuenta todo sobre esa instantánea. Y puedes verlo aquí. Por YAGO GARCÍA

documental la foto mas legendaria de la historia del cine

De izquierda a derecha y de arriba abajo: Robert Mulligan, William Wyler, George Cukor, Jean-Claude Carriére, Serge Silberman, Billy Wilder, George Stevens, Luis Buñuel, Alfred Hitchcock, Rouben Mamoulian.
¿Cómo de especial puede ser una fotografía? Si esta se toma durante un encuentro casual entre compañeros de trabajo, en principio no mucho. Ahora bien: si en la imagen aparecen nueve de los mayores directores de la historia del cine, entonces la cosa cambia, ¿verdad? Esa es justo la historia que cuenta Los chicos de la foto, el documental de Juan José Aparicio e Iván Reguera que puede verse gratis en internet (nosotros te lo ofrecemos a continuación, sin ir más lejos) y que narra uno de los episodios menos conocidos, y más entrañables, del celuloide: el día de 1972 en el que George Cukor decidió invitar a comer en su mansión a Luis Buñuel, que se encontraba de paso por Los Ángeles.
En realidad, los encuentros entre cineastas en la casa de Cukor eran una cosa habitual. Gran amigo de la vida social, el director de My Fair Lady y Ha nacido una estrella solía celebrar una tertulia anual de viejos amigos en la víspera de los Oscar. Pero aquel año fue especial: Buñuel era candidato a Mejor Película Extranjera (un trofeo que acabaría ganando) gracias a El discreto encanto de la burguesía, y Cukor, un gran admirador suyo, no había conseguido conocerle en persona durante su periplo estadounidense en los años 30. De modo que, además de contactar con el genio de Calanda, el anfitrión tiró de agenda: a su llamada acudieron Alfred Hitchcock, Robert Mulligan, Billy Wilder, William Wyler, Robert Wise, George Stevens, Rouben Mamoulian y un John Ford que, muy anciano ya y aquejado de cáncer, tuvo que abandonar el sarao antes de que el fotógrafo Marv Newton apretase el disparador.
Los chicos de la foto cuenta con un testimonio de primera mano de aquella reunión: Jean-Claude Carriere, el guionista habitual de Buñuel, quien posó también junto al productor Serge Silberman y Rafal Buñuel, hijo del invitado de honor. Por otra parte, a los aficionados también les gustará saber que Carlos Pumares aporta sus conocimientos enciclopédicos (y su talento para las frases lapidarias) a la película. Además, también interviene el crítico Diego Galán, que organizó en 1986 una retrospectiva del mismo título en el Festival de San Sebastián. Durante sus testimonios se deslizan anécdotas como que Billy Wilder, haciendo honor a su fama de borde, se negó siempre a asistir al certamen donostiarra afirmando, según una leyenda, que "todos los que van allí se mueren al poco tiempo".
Ahora bien: hablando de exhibiciones de mala leche, las del propio Buñuel se llevan la palma. Para empezar, el aragonés (que no se pasó por la ceremonia de los Oscar, ¡faltaría más!) tenía una opinión más bien pobre de los colegas que se congregaron para recibirle, y en realidad estaba más interesado en conocer a Fritz Lang, quien se excusó de la reunión por hallarse indispuesto y con el que acabaría entrevistándose al día siguiente. Para colmo, su mayor admirador entre los presentes no era otro que Hitchcock, un director al que el homenajeado tampoco apreciaba en exceso. La mayor buñuelada de todas tuvo lugar cuando John Ford se levantó de la mesa: ante la marcha de su venerable colega, Buñuel musitó un españolísimo "Este se nos va". Suponemos que el mejor resumen de su talante durante la reunión está en el gesto, tirando a reconcentrado, que muestra en la instantánea.

En todo caso, Los chicos de la foto supone una mirada a una imagen excepcional (y a un momento excepcional) que no conviene perder de vista. Y, además, ejerce como complemento perfecto para El banquete de genios, el libro (publicado en 2013) en el que Manuel Hidalgo rememoró el encuentro con ocasión del 30 aniversario de la muerte de Buñuel. Como todo lo que te hemos contado habrá despertado tu curiosidad, lo dejamos por hoy: no te lo pienses dos veces, y dale al play.

Vídeo del día: Las nominadas al Oscar, interpretadas por niños

¿Es posible convertir 'El lobo de Wall Street' o 'Gravity' en trabajos 'riquiños' con actores de preescolar? Sí, y este trabajo de CineFix es la prueba. Por CINEMANÍA

video del dia las nominadas al oscar interpretadas por ninos


Por muy distintas que sean entre sí, y mira que lo son, las nominadas a Mejor Película en los Oscar 2014 sólo tienen una cosa en común: ninguna, salvo la posible excepción de Gravity, es en absoluto apta para menores. Por eso el órdago que se ha marcado CineFix (ese equipo que nos ofrece versiones pixeladas de películas de culto) es apabullante. Se trata, nada menos, que de recrear escenas de los filmes candidatos usando actores infantiles. Ya sólo el morbo de ver qué momentos de La gran estafa americana, Capitán Phillips y, sobre todo, El lobo de Wall Street han escogido los realizadores debería justificar el visionado de este clip... Ahora bien: sus responsables admiten que les ha temblado el pulso en lo que se refiere a 12 años de esclavitud y Philomena, llevándose ambas sendos gags como disculpa.

Por qué 'Philomena' no debería ganar el Oscar

¿Un sensible drama humano, o un trabajo 'telefilmero' de lágrima fácil? Judi Dench, Steve Coogan y Stephen Frears son las siguientes víctimas de nuestro asalto a las nominadas. Por YAGO GARCÍA

por que philomena no deberia ganar el oscar

Como marca nuestra tradición particular, en CINEMANÍA calentamos motores antes de los Oscar 2014 poniendo en solfa a las candidatas a Mejor Película. Y esta vez, tras haberle buscado las cosquillas a un trabajo tan aparentemente intocable como 12 años de esclavitud, hemos optado por un blanco más reposado. Algunos dirían, incluso, que demasiado fácil. Se trata de una señora de edad avanzada, que además ha padecido una de las peores tragedias que pueden asolar a un ser humano: el robo de su hijo, en forma de adopción forzosa. Pero no nos engañemos, porque la señora de marras no es otra que Judi Dench, y con ella como mascarón de proa Philomena aspira a cuatro estatuillas doradas. Sin más dilación, ni miedo a los bolsazos, comenzamos nuestro asalto.

La sombra de lo que fue Frears

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A través de sus hitos, la carrera de Stephen Frears nos ofrece la imagen de un director extremadamente versátil: puede ser costumbrista (Mi hermosa lavandería), esteta (Las amistades peligrosas), minucioso (The Queen)... Y también, como nos demuestra Philomena, tan funcional y tan vacío de personalidad como un realizador de telefilmes de sobremesa. El cineasta inglés pasaba por un momento de relativa sequía desde su última candidatura al Oscar en 2007, y está muy bien que haya vuelto a ganar el favor de los académicos, pero no nos parece tan positivo que se haya ganado dicho favor a través de uno de sus trabajos más acomodaticios, tan desprovisto de riesgo formal que la etiqueta de "para todos los públicos" le supone una tacha en lugar de un logro.

Tan sutil como un pellizco de monja

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La ordalía que la protagonista de Philomena sufrió en su adolescencia tuvo lugar en una de las llamadas 'Magdalene Laundries', internados en los que al menos 30.000 jóvenes irlandesas fueron condenadas a la reclusión y el trabajo forzoso hasta su cierre definitivo en 1996. Tras haber visto cómo Peter Mullan retrataba el interior de uno de esos infiernos en Las hermanas de la Magdalena, Philomena podría habernos ofrecido un estudio sobre las secuelas que dejaron en la psique de sus víctimas. Pero que si quieres arroz, Catalina: el filme acaba ofreciéndonos una perspectiva en blanco y negro cuyos matices caen víctimas de la ausencia de sutileza. Ítem más: describiendo a uno de los personajes más importantes de la película, ésta podría haber indagado sobre los conflictos de un hombre gay, y enfermo de sida, que trabaja para el Partido Republicano durante el muy homofóbico mandato de Ronald Reagan. Pero de dicha cuestión, también jugosa, sólo nos llegan leves ecos.

El listo (pero menos) y la tonta (pero no tanto)

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Estamos seguros de que la auténtica Philomena Lee debe ser un personaje fascinante en sus contradicciónes, al igual que Martin Sixsmith (el periodista que la acompañó y que narró su historia). Lástima que Philomena reduzca dichas contradicciones a la mínima expresión: a lo largo del relato, el guión de Steve Coogan se limita a ofrecernos una 'extraña pareja' como ya ha habido miles en la historia del cine. Cuando, en el planteamiento del filme, observamos el contraste entre la anciana (con su religiosidad elemental, su bonhomía y su incultura) y el reportero intelectual, ateo y bilioso, podemos apostar a cómo acabará la cosa: la primera atravesará un periplo que la hará enfrentarse a los fantasmas de su pasado, mientras que el segundo aprenderá el valor de los sentimientos y todas esas cosas gracias a presenciar ese trance. ¿Nos sorprende Philomena a este respecto? Pues va a ser que no...

¿Alguien dijo "condescendencia"?

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Sí, ya sabemos que Judi Dench está fantástica en su papel, pero dediquémosle unas líneas a cómo Philomena retrata a su protagonista. Así como el periodista Sixsmith y su redactora jefe se complacen en subestimar a esta mujer (para ellos, no deja de ser "una ancianita irlandesa" más simple que un cubo sin asas), la película se complace en mostrarnos esa sencillez a base de brochazos. ¿Cuál es el resultado? Pues que Philomena apenas aparece como un ser pensante, siendo definida casi por completo desde la dimensión emocional a través, por ejemplo, de su afición por las novelas románticas. Algo que, si bien sirve para despertar la empatía en parte del público,  también delata una molesta condescendencia por parte de los guionistas: "Ay, pobrecita, que aparte de ser tonta del haba le robaron al niño", parecen querernos decir.

Un vehículo de lucimiento

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Como hemos visto, las debilidades que hacen a Philomena indigna del Oscar son básicamente dos: la pereza formal de un Stephen Frears en piloto automático, y un guión que esquiva las complejidades en pro de lo lacrimógeno. Y, ¿quién es -parcialmente- responsable de ese guión? Pues quién va a ser: Steve Coogan. Hasta el corvejón, suponemos, de que el público de habla inglesa le vea sólo como un comediante (la sombra de Alan Partridge, su personaje más famoso, pesa demasiado), el intérprete de Manchester ha trazado una historia de esas que pueden elevarte al Olimpo de la seriedad y el interés humano, produciendo además el filme y reservándose un rol a su medida. Tal vez Coogan consiga dar un salto a Hollywood con todas las de la ley gracias a esta maniobra, pero a nosotros nos parecería injusto: Steven, asume que cuando mejor estás es cuando tu amigo Michael Winterbottom te hace interpretarte a ti mismo (Tristram Shandy, The Trip) y déjate de zarandajas telefilmeras, porque a la larga estas no te llevarán a nada bueno.
Via:Cinemania

Por qué '12 años de esclavitud' no debería ganar el Oscar

Nos liamos a latigazos (con perdón) con la gran favorita para arrasar en la noche de premios. Porque la terrible odisea de Solomon Northup se merecía algo mejor. Por DANIEL DE PARTEARROYO

por que 12 anos de esclavitud no deberia ganar el oscar

Continúa el serial de CINEMANÍA en el que damos motivos por los que las 9 candidatas a los Oscar 2014 no merecen llevarse el máximo galardón de la Academia de Hollywood. Después de hacer naufragar al Capitán Phillips y sacarle los colores a Philomena, le ha tocado el turno a 12 años de esclavitud. Porque por mucho que el filme de Steve McQueen se llevase cinco estrellas en la crítica de la revista, consideramos que sus virtudes no son suficientes para tapar graves problemas que, quizás debido a los altos vuelos que se le suponen a su autor, aquí resultan todavía más escandalosos. Y es que, sin caer en el reprobable insulto personal en el que han incurrido otras voces disgustadas con McQueen, estos son los motivos por los que 12 años de esclavitud nos parece su película más cuestionable hasta el momento.
Hacer de la necesidad simpleza
12 años de esclavitud
No vamos a negar que la esclavitud en EE UU fue uno de los momentos más bajos de la Humanidad, una aberración moral todavía escalofriantemente reciente, una herida abierta que debe cicatrizar con debates, reconocimiento, exposición y denuncia en vez de que con tabúes y silencio, y que el cine tiene una deuda histórica con este tipo de relatos. ¿Pero el hecho de hacer una película que aborda de manera frontal el tema ya es suficiente? ¿Simplemente por eso debe ser digno de elogio y alabanza ciega? La película de Steve McQueen cuenta un hecho real terrible, tiene grandes interpretaciones y momentos visuales apabullantes (gran fotografía de Sean Bobbitt, colaborador habitual del cineasta)... pero también hay decisiones narrativas que convierten las peripecias de Solomon Northup en una historia de autosuperación con aroma hollywoodiense de lo más cargante, y no sólo por la efectista banda sonora de Hans Zimmer (ni punto de comparación con el desasosegante uso que dio el director a la partitura de Harry Escott en Shame). El esquematismo maniqueo del guión de John Ridley, donde cada nuevo personaje blanco alcanza cotas de repugnancia cada vez mayores (más sobre esto después) y los negros hacen poco más que sufrir sus vejaciones diarias, lleva el relato al terreno del cliché y la pobreza argumental. ¿Qué hace Sarah Paulson aparte de ser una arpía odiosa? Un peaje de simplificación al tratar un tema tan grave que no deberíamos celebrar a estas alturas. Ay, si hubiera más escenas al nivel de la del personaje de Alfre Woodard... normal que el guionista considere que fue la más difícil de escribir.

Esta canción (sensacionalista) ya me la sé
12 años de esclavitud
En su ímpetu por hacer La Película Definitiva Sobre La Esclavitud, es una pena que McQueen y Ridley no consigan contarnos nada nuevo y se mantengan dentro del recinto de seguridad de lo que cualquier espectador podría esperar de una película con esta temática. Claro que la agonía por la que pasó Solomon Northup, igual que millones de personas durante los siglos de funcionamiento de la esclavitud, fue horrible, la reducción de seres humanos a poco más que objetos que se poseen y exprimen hasta la muerte es escalofriante, el maltrato físico, psicológico y el abuso sexual eran realidades cotidianas... El caso es que, todo eso, por desgracia, ya lo sabemos. De un artista tan atrevido como el cineasta británico nos esperábamos algo más que una sensacionalista sucesión de torturas lanzadas contra el patio de butacas (cada pocos minutos de metraje toca una nueva sesión de torture porn sufrida por Chiwetel Ejiofor o Lupita Nyong'o: los horrores de la esclavitud, dispuestos como el mecanismo de un reloj). Incluso a lo largo de la película se entreven otros aspectos del sistema esclavista que podrían haber dado para cuestiones menos sobadas, pero quizás no habrían revuelto estómagos tan facilmente como la sangre salpicada por la espalda de Patsey al recibir latigazos en plano secuencia.

El videoartista encadenado


La carrera de McQueen ha tenido una progresión muy curiosa: se gestó en el terreno del videoarte y el audiovisual experimental (premio Turner en 1999), con exposiciones en la Tate Modern o el MOMA, después recogió multitud de premios en las aguas del cine de autor con sus dos primeros largometrajes (Hunger, Shame) y actualmente se acomoda en el epicentro del Hollywood más clásico y convencional a través de 12 años de esclavitud. Según quien observe esa evolución, constatará una ampliación del espectro de espectadores receptores de su obra o una disolución cada vez más acusada de la fuerza personal, atrevida y subversiva de su discurso para acomodarlo a los canales de comunicación masivos. Pero el ejercicio es más sencillo: basta con comparar la crudeza visual y opresión sensorial de Western Deep (2002) [lo puedes ver aquí], su filme para la documenta de Kassel grabado en Super 8 dentro de unas minas de oro sudafricanas consideradas las más profundas del mundo, a más de 3 kilómetros bajo tierra, con la ampulosidad y textura de "gran relato" que mantiene 12 años de esclavitud durante todo su metraje. Queda muy claro lo que se ha (hemos) perdido por el camino. McQueen debería luchar contra las cadenas del cine comercial, en vez de meter los pies dentro y apretar el grillete.

Hola, soy el productor
12 años de esclavitud
Dejando a un lado dudosas decisiones de márketing o esa enumeración del tráiler donde se suceden nombres estelares con muecas serias (¡es una película sobre la esclavitud!) que hacen pensar en los avances falsos del comienzo de Tropic Thunder, quizás el momento de claudicación más vergonzosa del filme reside en el pequeño papel reservado para Brad Pitt, uno de los productores. Con una duración sólo ligeramente superior a lo que consideraríamos un cameo, el actor posee el único papel positivo para un blanco que hay en todo el guión. Si la cosa quedara en esa (fea) particularidad tampoco habría demasiado problema ("bueno, al fin y al cabo el hombre ha puesto dinero para hacer la película, así que se ha quedado con la barba más molona y el rol más amable"), pero es que el agravio se acrecenta debido a la construcción realmente plana de su personaje: Bass, un carpintero canadiense con el que Solomon construye un cenador y no sólo da la casualidad de que repudia la esclavitud (¡claro, es canadiense!) sino que además se toma como una misión personal sacar a su compañero del infierno en el que se encuentra. ¡Si casi parece una versión caucásica del tópico del "Magical Negro"! Gracias, Brad Pitt, por llegar a última hora a salvar el día.

¿Más o menos que la suma de las partes?
12 años de esclavitud

Desde que 12 años de esclavitud ganó el relevante Premio del Público en el Festival de Toronto, la crítica internacional contribuyó a elevar el estatus de la película por las nubes. En la Wikipedia hay hasta un apartado que recopila su aparición encabezando listas de lo mejor del año. El hype fue persistente y refrendado por docenas de premios y galardones en asociaciones de críticos y otros profesionales. Ante este torrente de estatuillas diversas, ¿qué sucedió con termómetros de los Oscar tan importantes como los Globos de Oro o los británicos BAFTA? La película ganó los respectivos premios gordos de cada convocatoria, pero llama la atención que ese mérito global fuera el único reconocido: el de Mejor Película dramática fue su solo Globo de Oro (La gran estafa americana, galardonada con el de Mejor Película comedia sí sumó premios de actuación), en los BAFTA ganó Mejor película, pero fue Gravity la que vio reconocido a su director Alfonso Cuarón y a sí misma como obra unitaria gracias a la excusa de nominarla en la categoría de Mejor película británica. Dos competidoras que se lo pueden poner difícil a 12 años de esclavitud la noche del 2 de marzo si no es capaz de elevar el valor de sus elementos individuales por encima de la suma. ¿O es que resulta serio que sea la Mejor película si no tiene la Mejor dirección, las Mejores interpretaciones, el Mejor guión, la Mejor fotografía, etc.? ¡Ni siquiera Argo apuntó tan bajo!

Via:Cinemania

Marvel busca director para 'Doctor Extraño'

Cada vez está más claro que el hechicero supremo formará parte de la Fase 3 del estudio, que ya tiene una lista preliminar de cineastas candidatos para dirigir la película. Por CINEMANÍA

marvel busca director para doctor extrano

Aunque nos gustaría que en algún momento Marvel Studios tomara buena nota de nuestra propuesta con 10 actores que podrían ser el Doctor Extraño, la división cinematográfica de la Casa de las Ideas no quiere empezar la casa por el tejado y, antes de fichar al encargado de encarnar al Doctor Stephen Vincent Strange en el cine, primero necesita un director. Todo indica que la película del Doctor Extraño formará parte de la Fase 3 del estudio, esa que comienza el año que viene con Ant-Man, así que aunque todavía no está anunciada oficialmente ya se ha puesto en marcha la búsqueda mientras Jon Aibel y Glenn Berger (Kung Fu Panda) le pegan un nuevo repaso al primer borrador de guión obra de Thomas Dean Donnelly y Joshua Oppenheimer (no, no el director de The Act of Killing, sino el guionista de Dylan Dog y Conan el bárbaro... glups). 

The Hollywood Reporter adelanta los nombres de los cuatro principales candidatos que está barajando el estudio. Son los siguientes:



Nikolaj Arcel

Experimentado realizador danés, conocido sobre todo por su cuarto largometraje, Un asunto real. Premiado en el Festival de Berlín, nominado al Oscar y su trampolín de entrada a Hollywood, donde prepara un proyecto de lo más suculento: la adaptación de la novela El poder del perro, de Don Winslow. Hay que señalar que, de ser el cineasta elegido, quizás podría atraer a Mads Mikkelsen para interpretar al Doctor (uno de nuestros candidatos), posibilidad de lo más interesante para Marvel que algunos rumores ya dan como decisiva.


Mark Andrews

 Procedente de la escudería Pixar, colaborador muy cercano de Brad Bird, fue el encargado de sustituir a Brenda Chapman al frente de Brave. Suyos son el corto pixariano One Man Orchestra (arriba) y el de acción real Violet, además de intervenciones en el guión de John Carter o la serie Samurai Jack. En teoría también está preparando su propio largometraje para el estudio del flexo saltarín.


Jonathan Levine

El director de Memorias de un zombie adolescente quizás puede parecer una opción menos estimulante, pero no tanto si recordamos su poco vista ópera prima All the Boys Love Mandy Lane, una variación muy interesante sobre el género slasher protagonizada por Amber Heard, o el drama indie con cáncer de por medio 50/50, con Joseph Gordon-Levitt, Seth Rogen y Anna Kendrick. Si hay algo que no se le puede reprochar a Levine es escasa variedad de registros.



Dean Israelite

Por último THR también nombra a un cortometrajista, llamado a debutar este año con la película de viajes en el tiempo en plan found footage Welcome to Yesterday, que ha contado con producción de Michael Bay.

¿Qué desvela y qué oculta esta foto de 'Star Wars: Episodio VII'?

La última foto oficial de producción enseña la cara de los responsables de la nueva entrega de la saga galáctica, pero también hace un cameo cierta nave espacial... Por CINEMANÍA

que desvela y que oculta esta foto de star wars episodio vii?

Como cada semana, los rumores sobre Star Wars: Episodio VII siguen rebotando por cada rincón de la Red (lo último es que Jack Reynor (Transformers: La era de la extinción) podría haber fichado para un papel principal), sólo que esta vez también tenemos material oficial con el que avivar el fuego de la especulación. Se trata de la fotografía de arriba, publicada por Ain't It Cool News, donde se ve una reunión creativa de la gente cuya misión es dar nueva vida a la saga galáctica: J.J. Abrams (de espaldas), Kathleen Kennedy, Rick Carter, Jason McGatlin, Jon Knoll y Kim Libreri. Pero no están solos: al fondo, pueden verse algunos diseños de concept art capaces de hacer correr ríos de píxeles elucubradores. En Empire han hecho zooms a discrección para poder apreciar mejor los detalles y lo más evidente de todo es que ahí está el Halcón Milenario. No es la primera vez que se rumorea con la reaparición de la mítica nave espacial de Han Solo y Chewbacca, pero si esos dibujos son efectivamente para el Episodio VII ya podemos darla por confirmada. Ahora queda saber quiénes son los enigmáticos personajes que también aparecen retratados...
Star Wars
Star Wars
Star Wars


Bradley Cooper protagonizará 'American Blood'

Apenas quedan unos días para que Bradley Cooper descubra si consigue llevarse el Oscar al mejor actor secundario por su interpretación en ‘La gran estafa americana‘ (‘American Hustle’, David O. Russell, 2013). Sin embargo, su victoria sería toda una sorpresa y parece que hasta él mismo es consciente de ello, por lo que ha estado más ocupado últimamente decidiendo cuáles serán sus siguientes movimientos profesionales, habiéndose confirmado hace apenas unos minutos que liderará el reparto de ‘American Blood‘.

Eso sí, lo más sorprendente del anuncio es que estamos ante lo que será el salto a la gran pantalla de una novela que no se publicará hasta otoño de 2015. Sí, no habéis leído mal, y es que por el momento no es más que un manuscrito que ha causado cierto furor en Hollywood. ¿El motivo? Pues que será el primer libro americano de Ben Sanders, un joven neozelandés de 24 años que ya tiene tres best sellers en su haber. Andrew Sodroski será el encargado de adaptar el original literario de Sanders.

Bradley Cooper dará vida en ‘American Blood’ a Marshall Grage, un agente de la policía de Nueva York que se infiltró en la mafia y que actualmente disfruta de una nueva vida en Nuevo México en el programa de protección de testigos. Sin embargo, su tranquilidad pronto se verá alterada cuando se vea involucrado en un nuevo y peligroso caso que podría causar que ciertos resentidos se enteren de su nueva localización. Se espera que sea la primera aventura de una lucrativa franquicia, pero ya veremos en qué acaba la cosa.

Vía | Hollywood Reporter

'La herida' y 'Las brujas de Zugarramurdi', triunfadoras de los Fotogramas de Plata 2014


Anoche se entregaban en Madrid los premios Fotogramas de Plata 2014 que entrega la mítica revista Fotogramas todos los años, una de las últimas paradas de la temporada de premios del cine español —la última serán los premios de la Unión de Actores—. En esta ocasión son los lectores de la revista de cine los que se encargaban de elegir a los ganadores y lo mejor del año, resultando como ganadora ‘Las brujas de Zugarramurdi’ de Álex de la Iglesia. Eso sí, los críticos también tienen su oportunidad y eligieron ‘La herida’ de Fernando Franco como la mejor película del año.

En una amena gala conducida por Anabel Alonso —la maestra de ceremonias por excelencia de los Fotogramas de Plata— y celebrada en la céntrica sala madrileña Joy Slava, los Fotogramas de Plata siempre son los premios favoritos de la industria por su carácter informal y fiestero. Y sin más dilación, os dejamos con los ganadores.

- Mejor película española (votada por los críticos)
‘La herida’

- Mejor película española (votada por los lectores)
’3 bodas de más’
‘La gran familia española’
‘Las brujas de Zugarramurdi’

- Mejor película extranjera
‘La vida de Adèle’

- Mejor actriz de cine
Marian Álvarez, ‘La herida’
Inma Cuesta, ’3 bodas de más’
Aura Garrido, ‘Stockholm’

- Mejor actor de cine
Javier Cámara, ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’
Mario Casas, ‘Las brujas de Zugarramurdi’
Quim Gutiérrez, ‘La gran familia española’

- Mejor actriz de televisión

María Castro, ‘Vive cantando’
Michelle Jenner, ‘Isabel’
Adriana Ugarte, ‘El tiempo entre costuras’

- Mejor actor de televisión
Raúl Arévalo, ‘Con el culo al aire’
Paco León, ‘Aída’
Rodolfo Sancho, ‘Isabel’

- Mejor actriz de teatro
Macarena García, ‘La llamada’
Concha Velasco, ‘Hécuba’
Maribel Verdú, ‘Los hijos de Kennedy’

- Mejor actor de teatro
Juan Echanove, ‘Conversaciones con mamá’
Asier Etxeandia, ‘El intérprete’
Luis Merlo, ‘El crédito’

- Premio especial homenaje

Juan Diego

- Mejor cortometraje
‘La colla’


Vía | ecartelera

Amanda Seyfried será la protagonista femenina de 'Ted 2'

Parece que Seth MacFarlane ha encontrado a su nueva musa en Amanda Seyfried, con quien ya había colaborado en la aún pendiente de estreno ‘Mil maneras de morder el polvo‘ (‘A Million Ways to Die in the West’, 2014). Se ve que MacFarlane acabó tan contento con ella que ha decidido que sea la protagonista femenina de ‘Ted 2‘ (2015), la secuela de su exitosa ópera prima.

Lo más llamativo de la noticia es que lo suyo hubiera sido que Mila Kunis repitiese al frente del reparto, ya que hace tiempo que estaba confirmada la participación de Mark Wahlberg y ambos eran una pareja en ‘Ted’ (2012). No obstante, lo más probable es que la actriz que pone voz al personaje de Meg en la televisiva ‘Padre de familia‘ (‘Family Guy’, 1999-2003 y 2005-En emisión) finalmente sólo aparezca brevemente si es que tan siquiera llega a formar parte del reparto de ‘Ted 2‘.

Habrá que ver qué es lo que quiere hacer exactamente MacFarlane en la película, ya que aún está en pleno proceso de gestación de la historia que luego él mismo convertirá en guión con la ayuda de Alec Sulkin y Wellesley Wild. Eso sí, ya puede ir dándose prisa, porque el estreno está previsto para el 26 de junio de 2015.

Vía | Deadline

'The Equalizer 2' ya está en marcha

En Sony Pictures no han querido esperar más y ya han dado luz verde a una secuela de ‘The Equalizer’. ¿De qué? Bueno, es que la primera aún no ha llegado a los cines. De hecho, ni siquiera hay un tráiler todavía, solo una foto oficial… pero así funciona la industria.

‘The Equalizer’, que en España nos llegará como ‘El protector’, se estrenará el 26 de septiembre, sin embargo, el estudio tiene total confianza en que al público le va a encantar lo nuevo de Denzel Washington y ha contratado a Richard Wenk para que se siente a escribir la historia de ‘The Equalizer 2’.
Wenk es el guionista de la primera parte, una adaptación de la serie de TV de los años 80 creada por Michael Sloan y Richard Lindheim que aquí se conocía como ‘El justiciero’ —¿por qué no dejar ese título?—. Dirige Antoine Fuqua y, además de Washington, en el reparto figuran Chloë Grace Moretz, Melissa Leo, Bill Pullman, Marton Csokas, Haley Bennett y Robert Wahlberg, entre otros.

Vía | TheWrap

Harold Ramis (1944-2014)



En Illinois nació, hace 69 años y en Illinois residió. Es algo extraño para un actor que también fue director de cine y lo hizo en el sistema de estudios de Hollywood. Es, quizás, un signo de coherencia. Harold Allen Ramis nació el 21 de noviembre de 1944. Tras graduarse en la Washington University, empezó a escribir obras de teatro satíricas y descubrió que la escritura humorística era lo que más lo motivaba.


Donde Ramis obtuvo su oportunidad fue en el programa de sketches canadiense ‘Second City’. Es todavía relativamente desconocido, pero fue una gran escuela: entre sus actores, Rick Moranis, Eugene Levy, Martin Short, el imparable John Candy y el propio Ramis. Como era lógico, el programa comenzó en 1976, y Hollywood se fijó en él. Pero ¿qué sucedió entre la universidad y la industria? Una revista de bufonadas que no sería solamente eso. Sería una revista legendaria.

Una revista legendaria


Deberíamos dedicar algún día artículos a explicar el furor de National Lampoon. Porque Ramis, antes de empezar en televisión, fue escritor de humor para este exitoso magacín de papel distribuido, fundamentalmente, en las universidades norteamericanas.
De esta revista, salieron horneados los mejores talentos de la comedia norteamericana que tanto estableció las coordenadas y los temas fundamentales de nuestro ahora. Y, según cuentan los que la hubieron leído con asiduidad (dejó de publicarse en el 98), la época del 72 al 75 fue la más inspirada. En la revista, destacaría también otro nombre clave: John Hughes, el otro lord de los ochenta estadounidenses y la fuerza motora de la comedia de gran audiencia.
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Ramis escribió sus guiones con socios siempre, como tantos otros grandes escritores de comedia. El cine era un trabajo colectivo y Ramis no rompió nunca la regla básica de escribir para televisión o cine. Su oportunidad como guionista llegó pronto. Firmó la primera de las películas basadas en National Lampoon, ‘Desmadre a la americana’ (National Lampoon’s Animal House, 1978) pese a las reticencias de los productores de dar la oportundiad a lo que, hasta el momento, solamente era un escritor de sketches apenas fogueado en un programa de la televisión canadiense. Ramis firmó el libreto junto a otros dos escritores de la revista, Douglas Kenney, el cofundador de la revista, y Chris Miller, otro de los nombres de la primera escuadra.

Junto a Hughes, Ramis firmaría el guión de una comedia más, la primera de las desventuras de una peculiar família de botarates inolvidables, los Griswold, con un inspiradísimo Chevy Chase. ‘Las vacaciones de una chiflada família americana’ (National Lampoon’s Vacation, 1983) tiene un guión de Hughes que Ramis revisó junto al propio Chase y fundó una escuela de humor, basada en el contraste entre las costumbres, a ratos nada refinadas e idiotas, de una família suburbial estadounidense en período vacacional y cuya figura paternal es poco menos que un memo. ¿Os suena, verdad? ¿No es la base de la mayor parte de comedias estadounidenses recientes? Ramis puso una piedra más en esta vasta tradición humorística.

Un emblema de los años ochenta


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Se hace muy difícil hablar de la comedia norteamericana reciente sin mencionar a Ramis. Como actor, deja dos interpretaciones humorísticas, con qué frecuencia desdeñadas y aún ignoradas por aquellos que creen que la lágrima y la carcajada son no solamente emociones distintas sino desiguales, que yo considero para el recuerdo.

La primera está en el ‘El Pelotón Chiflado’ (Stripes, 1981) cuyo guión lleva su irrepetible firma. La segunda es, claro está, ‘Los Cazafantasmas’ (Ghostbusters, 1984). Con un cásting sensacional, y en ambas con Bill Murray en pleno apogeo hacia el más evidente de los estrellatos, llega para convertirlo en leyenda y dejar a un empollón capaz de explicar espectros y colisiones nucleares con precisión desternillante. Para entonces, la cantera de National Lampoon había dado sus frutos: el éxito de los cazafantasmas estuvo dirigido (y producido) por Ivan Reitman, el responsable de Desmadre a la Americana.

No conforme con eso, Ramis dirigió ¡y menuda carrera! Empezó con una comedia olvidadísima sobre golf, algo que los norteamericanos, con insistencia y pasos en falso, han conseguido convertir en una suerte de subgénero entrañable: el de la humorada deportiva, en la que la competición misma es una excusa para la mayor parte de bromas. ‘El club de los chalados’ (Caddyshack, 1980) ha ido mejorando su reputación con los años, quizás porque su grupo de cómicos nunca estuvo tan acertado como ese período.
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En los noventa, Ramis fue un maestro de la comedia del alto concepto (high concept). Además de su película más famosa, suyas son las estupendas ‘Una terapia peligrosa’ (Analyze this, 1998) o la subestimada ‘Mis dobles, mi mujer y yo’ (Multiplicity, 1996) y tuvo tiempo hasta para dirigir un capítulo de la versión norteamericana de The Office y tener un rol secundario en ‘Lío Embarazoso’ (Knocked Up, 2007) a modo de invitado de lujo por uno de sus alumnos más indudables, el siempre inteligente Judd Apatow.

Una repetición maravillosa

Dice un buen amigo que un escritor es sus libros buenos, bien, pues, aunque Ramis dejó películas menos recordables, creo pensar que un cineasta es también sus grandes películas y hallazgos.
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De Ramis, recordaremos, fundamentalmente, al humorista. Y del humorista, recordaremos su inventiva. Y de su inventiva, recordaremos, por encima de todas sus películas, ‘Atrapado en el tiempo’ (Groundhog Day, 1993), una obra maestra del cine y una comedia lo suficientemente sabia para ser desolada y lo suficientemente luminosa para no serlo todo el tiempo.
En aquella película, Bill Murray interpretaba a un hombre del tiempo condenado a vivir el mismo y no demasiado inteligente día de la marmota en un extraño e inexplicable loop. De lo que podía parecer una invitación a la conducta sin consecuencias, llegamos a una conclusión todavía más desoladora: a lo mejor, durante gran parte de la vida, estamos condenados a vivir el mismo (y pésimo y no demasiado memorable) día gris de trabajo y hacia adelante.

Pero el amargado hombre del tiempo encuentra en tanta reiteración y existencialismo infernal una oportunidad para amar, para conocerse y para, irónicamente, no perder su tiempo. Al final, después de tantas veces el mismo día, teníamos que dar las gracias, audiencia y personaje, por una repetición maravillosa.

Via:blog de cine