La actriz protagonista de la saga 'Harry Potter', Emma Watson,
se ha convertido en la principal candidata para protagonizar la futura
película en imagen real y 3D del clásico cuento de hadas, 'Cenicienta' (Cinderella), cinta que será dirigida por Kenneth Branagh ('Thor').
Según informa Variety la actriz tiene todas las papeletas para
acompañar a Cate Blanchett en el reparto, esta última en el papel de la
malvada madrastra.
Watson viene de protagonizar la película de Stephen Chbosky, 'Las ventajas de ser un marginado' y próximamente la veremos en la adaptación de la historia bíblica del Arca de Noé de Darren Aronofsky, 'Noé';
la cinta de Sofia Coppola sobre un grupo de ladrones adolescentes que
robaron en las casas de numerosas celebridades durante 2008 y 2009
titulada, 'The Bling Ring'; y 'Juerga hasta el fin', película dirigida por Seth Rogen y Evan Goldberg,
Producida por Simon Kinberg, la nueva película de Cenicienta fue escrita originalmente por la guionista de
'El diablo viste de Prada', Aline Brosh McKenna, para posteriormente ser revisado por el director de 'La saga crepúsculo: Luna nueva', Chris Weitz. Se espera que la producción de comienzo este otoño en Londres.
Era de prever que esa agradable sorpresa que fue 'Sinister'
tendría secuela, especialmente dentro de un género como el fantástico
y/o de terror cuyos costes de producción generalmente muy moderados
animan al primer síntoma de éxito a probar suerte otra vez.
Y el filme protagonizado por Ethan Hawke, producido por apenas 3
millones de dólares, sumó a finales del año pasado casi 90 en todo el
mundo. Lo dicho, era previsible, y más teniendo como productor a Jason
Blum quien a través de su Blumhouse Productions ha auspiciado otras
rentables películas de bajo presupuesto que igualmente han tenido
descendencia como 'Paranormal Activity' e 'Insidious'.
Dicha secuela ya es oficial y Deadline informa de que Robert Cargill y
Scott Derrickson, guionista y director del filme original, ya trabajan
en el desarrollo de la historia de este segundo filme que, sin embargo,
no será dirigido por Derrickon, muy ocupado con las adaptaciones de 'Breathing Method',
uno de los cuatro relatos que forman la novela 'Las cuatro estaciones'
de Stephen King (que también producirá Jason Blum), y de 'Deus Ex: Human Revolution', traslación a la gran pantalla del exitoso videojuego.
De
momento se desconocen los detalles en torno a su posible argumento, si
bien se da por sentado que las cintas super-8 que tanta inquietud
provocaron en el primer filme volverán a tener su parte de protagonismo.
eOne se encargará de financiar esta secuela tras la adquisición de
Alliance Films (que operaba en España a través de Aurum) mientras que
IM Global volverá a llevar las ventas internacionales de un filme que en
Estados Unidos, con toda probabilidad, volverá a ser distribuido por
Lionsgate/Summit.
Halle Berry habló recientemente con el medio "Shadow and Act", quienes
le preguntaron si retomaría su papel de Tormenta en la película de Bryan
Singer, 'X-Men: Days of Future Past'.
La actriz, que no quiso darlo por hecho puesto que todavía no es
oficial, sí dijo que había un 90% de posibilidades de que participe. “No puedo asegurar que sea definitivo, pero será así casi seguro”, dijo mientras asistía con la cabeza.
Berry también añadió que había algunos detalles de la fase de
negociación que no podía desvelar. La contratación parece que se hará
oficial en breve, puesto que la producción del film dará comienzo en
abril y es muy poco probable que, en este punto, las conversaciones se
vengan abajo y los productores se pongan a buscar una sustituta en el
último minuto.
Hugh Jackman, Ian McKellen, Patrick Stewart, James McAvoy, Jennifer
Lawrence, Michael Fassbender, Nicholas Hoult, Anna Paquin, Ellen Page,
Shawn Ashmore y Peter Dinklage también estarán en este proyecto que
llegará a las carteleras el 18 de julio de 2014.
Más de 20 años han pasado desde el estreno de 'El ejército de las tinieblas', tercera y por ahora última entrega de la saga 'Evil Dead' protagonizada por el inmortal personaje de Ash (Bruce Campbell).
Desde entonces la posibilidad de hacer una cuarta entrega siempre ha
estado ahí, una pregunta más que recurrente a la hora de entrevistar a
Sam Raimi, su productor, director y guionista, quien aunque durante años
se limitó a decir que no siempre dejó la puerta abierta a dicha
posibilidad si la ocasión merecía la pena (como cuanto se habló de la
posibilidad de que Ash mediara entre Jason Voorhees y Freddy Krueger en
la nunca concretada secuela de 'Freddy Vs. Jason').
Aunque la idea parece ser que se dejó definitivamente de lado una vez se puso en marcha el remake que se estrenará este inminente mes de abril, durante la promoción de su último filme que se estrena esta misma semana, 'Oz. Un mundo de fantasía',
desde Bleeding Cool tuvieron con la oportunidad de hablar con él. Y a
la pregunta de rigor sobre el tema en esta ocasión Raimi sorprendió
respondiendo... lo que encontraréis tras el salto.
'I would love to make Evil Dead 4. My brother and I plan to work on the script this summer".
O lo que es lo mismo, "Me encantaría hacer 'Evil Dead 4'. Mi hermano (Ted Raimi) y yo tenemos planeado trabajar en su guión este verano".
Si bien esto no quiere decir nada y siempre es susceptible de que sea
una estratagema como otra cualquiera para dar de que hablar en favor del
remake que produce el propio Raimi, la intención de que el director
tenga presente la posibilidad siempre es una buena noticia de cara a los
que hemos crecido en paralelo a las aventuras de Ash, personaje al que
para nada nos importaría ver en una nueva entrega... si realmente merece
la pena, por supuesto.
No revela nada nuevo ni sorprendente, pero el logo oficial de '300: Rise of an Empire'
ha sido publicado hoy en la página oficial de Facebook de la película,
algo que hace confirmar que la cinta sigue viva y que llegará... este
año. La que será la secuela de '300', nuevamente inspirada en un relato
de Frank Miller, esta vez estará dirigida por Noam Murro y protagonizada
por Rodrigo Santoro y Eva Green. En la nueva película, Xerxes será un
hombre en la busca de la divinidad tras la muerte de su padre, y para
ello tendrá que luchar contra un guerrero ateniense llamado Temístocles.
A la espera de saber quién prestará su voz a Rocket Raccoon en la película de Marvel, 'Guardianes de la Galaxia', desde Heat Vision informan que otro mapache, en este caso villano de la película de animación, 'The Nut Job', contará con la voz de Liam Neeson ('Taken'). La película estará basada en el corto de Peter Lepeniotis, 'Surly Squirrel', estando previsto su estreno para finales de año.
El propio Lepeniotis dirigirá este largometraje que contará con Neeson como uno de sus protagonistas. El director declaró: “Tener
el talento del distinguido Liam Neeson como el villano mapache es el
toque final perfecto. Su contribución cumple con esa necesidad dramática
en nuestra aventura cómica. En es un honor trabajar con él”.
El resto del elenco de voces incluye a Katherine Heigl ('Anatomía de Grey'), Will Arnett ('Arrested Development') y Brendan Fraser ('La Momia'),
en una comedia que pretende estar repleta de acción establecida a
finales de los años 50's en una ficticia Oakton (Virginia), donde
veremos las andanzas de una traviesa ardilla (Surly) y su compinche rata
(Buddy), quienes planean un atraco a un almacén de nueces que se les
acabará yendo de las manos.
'Surly Squirrel', corto en el que estará basada la película
El hombre que transformó a David Bowie en alienígena y a Anjelica
Huston en bruja nariguda es el protagonista de nuestra reivindicación
cinéfila del día. Por YAGO GARCÍA
El equipo de CINEMANÍA sigue aprovechando
la resaca de los Oscar para darte a conocer a esos directores
extremadamente extraños que se merecen tu tiempo y tus retinas. Esta
vez, tras vampirizarnos con Neil Jordany pasear por el lado salvaje junto a Eloy de la Iglesia, nos lanzamos a territorios realmente exóticos, porque la obra de Nicolas Roeg (Londres,
1928) merece ser considerada como una de las más inclasificables jamás
proyectadas en una pantalla. Aprendiz al servicio de David Lean (Lawrence de Arabia) y
prestigioso director de fotografía, después, este cineasta inglés no
suele aparecer en las listas de mejores directores de la historia, pero
su peculiarísimo lenguaje visual ha dejado huella en el cine, los
videoclips y el cómic. Sus méritos: un montaje fragmentado con muchas
influencias de la Nouvelle Vague, una afinidad más que
anecdótica con el mundo del rock, y sobre todo unas ganas de inquietar
al público que le hacen pasar, a veces, por el primo británico y rarito
de Brian De Palma. ¿Estás preparado para sumergirte en su extraño mundo?
Performance (1970)
¿Por qué nos gusta? Más conocida por el público en general, y por los fans de los Rolling Stones en particular, como "esa peli tan rara en la que sale Mick Jagger", Performance es
un producto de su tiempo. Un tiempo en el que un director con las ideas
claras (o muy distorsionadas, químicamente) y maña para torear a los
productores podía convertir un vehículo interpretativo para una estrella
del rock en un desparrame psicodélico en el cual nadie (ni los
personajes, ni el público) tienen del todo claro qué está pasando en el
plató o en la pantalla. La historia del gangster (James Fox) cautivo
en las redes de una perversa estrella del rock (¿adivinas quién?) sigue
resultando inquietante y desconcertante, pese al paso de las décadas y
de las modas. Momento cumbre: La sinuosa aparición de Anita Pallenberg. Saber que, por entonces, la actriz y modelo era la novia de Keith Richards sólo añade morbo al conjunto.
Walkabout (1971)
¿Por qué nos gusta? Si te gustan las películas africanas de Claire Denis, si consideras que Bestias del sur salvaje es la única nominada a los Oscar de este año que merece la pena, y si lo único que te interesó de Australia fue su retrato de la cultura aborigen, ya estás tardando en ver este filme. Sorprende que, después de una barrabasada como Performance, Roeg
fuese capaz de derrochar tanta delicadeza en este cuento: su sencilla
pero alucinógena historia narra el periplo de una adolescente y su
hermano pequeño (interpretado por el hijo del director) perdidos en el outback, y de su amistad con un chaval nativo que realiza un viaje ritual por la isla-continente. Momento cumbre: Tras tanto tiempo juntos recorriendo
el desierto, el chico aborigen y la joven anglosajona descubren que se
gustan. Pero las barreras culturales entre ambos son demasiado
fuertes...
Amenaza en la sombra (1973)
¿Por qué nos gusta? Si tuviéramos que escoger la película más inquietante de los años 70, con la condición de que no la firmasen Kubrick o Polanski, seguramente este filme protagonizado por Julie Christie y Donald Sutherland lo tendría fácil para hacerse con el primer puesto. Cambiando a la Nouvelle Vague por Hitchcock y
su suspense, pero sin renunciar al experimentalismo, Roeg sigue los
pasos de una pareja que viaja a Venecia tras la muerte de su hija
pequeña. Por supuesto, el ambiente está cargado de mal rollo, y la
intriga (con ribetes paranormales incluidos) no tardará en desatarse. Momento cumbre: El coito de Christie y Sutherland en una habitación de hotel. Warren Beatty, pareja de la actriz por entonces, se cabreó muchísimo al verlo...
El hombre que cayó a la Tierra (1976)
¿Por qué nos gusta? Ya sabemos que Dentro del laberinto, El truco final y Feliz navidad, Mr. Lawrence (entre otras) contradicen radicalmente esta afirmación, pero no mentimos al decir que, para muchos cinéfilos, David Bowie es
uno de los peores actores de la historia. Aun así, cuando el músico
inglés debutó en los cines con esta película, muchos le auguraron una
gran carrera dramática. ¿Por qué? Pues porque Roeg aprovechó la
alienígena presencia de Bowie (y su cocainómana delgadez) para hacerle
encarnar a un visitante de otro planeta. Señalemos que un maestro de la
ciencia-ficción como Philip K. Dick (Blade Runner) se quedó pasmado con El hombre que cayó a la Tierra: eso debe significar algo... Momento cumbre: Una escena de sexo aún más grimosa que la de Amenaza en la sombra, si ello es posible. Incluso David Cronenberg sentiría grima al verla.
La maldición de las brujas (1990)
¿Por qué nos gusta? Los 80 fueron una década muy
dura para los cineastas con ambiciones, y eso incluyó a Roeg: tras un
par de experimentos muy afortunados (Contratiempo e Insignificancia) y un par de desastres (Eureka, Robinson Crusoe por un año),
el director se vio 'reducido' (es un decir) a rodar una película para
niños. Pero, claro, teniendo en cuenta que dicha película adaptaba una
de las novelas más cafres de Roald Dahl (Charlie y la fábrica de chocolate) y que contaba como villana con una Anjelica Huston en plenitud de su capacidad para dar mal rollo, pocos de los peques que la vieron en su año de estreno salieron indemnes de la experiencia... Momento cumbre: Anjelica y sus compañeras de
aquelarre se despojan de sus máscaras, apareciendo en todo su esplendor
brujeril. Un montón de niños gritan en la sala...
Los peluqueros y los maquilladores hicieron lo que pudieron, pero el
parecido entre estos intérpretes y las figuras reales a las que
encarnaron siguió siendo cuestionable. Por YAGO GARCÍA
La realidad y el cine suelen chocar frontalmente en muchas ocasiones. Y, cuando se trata de biopics y películas basadas en hechos reales, la
colisión de turno puede llegar a ser más violenta que un accidente
ferroviario. No es sólo que en estos casos los guionistas tiendan a
embellecer las historias para darles más atractivo, es que en la vida no
hay directores de casting, por lo que muchos personajes que hicieron
historia han sido, bien feos, bien sencillamente poco fotogénicos. Si a
eso le sumamos la necesidad de poner en sus roles a actores famosos...
Pues tenemos una situación que puede poner en aprietos a los
maquilladores y peluqueros más pintados. Aquí tienes unos ejemplos.
W. A. Mozart y Tom Hulce (Amadeus, 1984)
La diferencia: Según sus retratos, el músico de
Salzburgo era un señor de complexión fuerte y enorme nariz, muy
diferente al esmirriado Hulce. Pese a todo, las crónicas nos indican que
Mozart solía portarse como un impresentable y que escuchar su risa daba
dolor de oídos, algo que sí le emparenta (y mucho) con esta
interpretación nominada al Oscar.
Bonnie Paker y Faye Dunaway (Bonnie and Clyde, 1967)
La diferencia: Muy estilosa y muy fatale, la
estampa de la Dunaway en esta película marcó al mundo de la moda
durante una década larga (y puede que durante más tiempo). Según nos
revelan sus fotografías, el papel de la auténtica compañera de Clyde Barrow como icono fashionista hubiera sido, siendo generosos, cuestionable.
Erin Brockovich y Julia Roberts (Erin Brockovich, 2000)
La diferencia: Estudiando sus fotos, parece que la
secretaria convertida en activista y la actriz (que ganó un Oscar por su
papel) sólo tienen una cosa en común: una sonrisa tan ancha como la
Falla de San Andrés, y como ella capaz de provocar terremotos, bien
sentimentales, bien jurídicos.
George Bush, Jr. y Josh Brolin (W, 2008)
La diferencia: Puede que su carrera como director ya no sea la que era (y después de Alejandro Magno, menos aún), pero Oliver Stone puede apuntarse el tanto de haber creado un nuevo género: el biopic con
actores que no se parecen ni en pintura al personaje real. Valga como
ejemplo el contraste entre las imágenes del auténtico ex presidente de
EE UU y del hijo de James Brolin.
Richard Nixon y Anthony Hopkins (Nixon, 1995)
La diferencia: Antes de poner a Brolin en el papel
del benjamín de los Bush, Oliver Stone lanzó un órdago a los directores
de maquillaje en su primer biopic presidencial. El director
alegó el fichaje de Anthony Hopkins diciendo que el galés era perfecto
para transmitir la megalomanía y la soledad de 'Dick el tramposo'. Y, la verdad, tenía razón.
Meryl Streep y Lindy Chamberlain (Un grito en la oscuridad, 1988)
La diferencia: Después de ver La dama de hierro, estamos
seguros de que la Streep puede dar vida a cualquier ser humano que haya
pisado la Tierra. Pero eso no es óbice para reconocer que, lo que es
aquí, su caracterización y el personaje real no se parecían ni en el
peinado.
Patsy Cline y Jessica Lange (Dulces sueños, 1985)
La diferencia: La difunta reina de la música country
tenía una voz de ángel, pero también unos cuantos kilos de más y unos
labios inmensos. Jessica Lange, por su parte... Pues es Jessica Lange.
Lo cual implica un gran atractivo (salvo cuando sale en American Horror Story), y también un gran talento: por eso, pese a su poca similitud física, consiguió conquistar al público en este aclamado biopic.
Mahatma Gandhi y Ben Kingsley (Gandhi, 1982)
La diferencia: El intérprete del Mandarín en Iron Man 3 no es ningún Adonis, pero aún así resultaba todo un sex symbol comparado
con el padre de la independencia de la India. Como en tantas otras
ocasiones, aquí el parecido viene dado a partes iguales por una buena
caracterización y por un talento enorme. Tan enorme, de hecho, que
Kingsley se llevó el Oscar.
Harvey Milk y Sean Penn (Mi nombre es Harvey Milk, 2008)
La diferencia: Pese a sus rasgos algo cubistas, el actor y director puede pasar por un tipo muy sexy, al menos para parte de sus fans. Algo que no pudo decirse de Milk, político y activista gay encarnado por Penn a las órdenes de Gus Van Sant. Además de mediante un pelazo setentero, Penn resolvió la papeleta mediante su gestualidad y su carisma, lo cual le llevó a otra interpretación oscarizada.
Katharine Hepburn y Cate Blanchett (El aviador, 2004)
La diferencia: Menuda papeleta le endosó Scorsese a
la británica en este filme: nada menos que dar vida a una de las
mejores actrices de la historia de Hollywood. Por suerte, la Hepburn no
sólo poseía unos rasgos peculiares (y hechiceros), sino también clase y
encanto por toneladas. Cualidades ambas que le sobran a la Blanchett, y
gracias a las cuales se llevó... pues sí: otro Oscar.
Cole Porter y Kevin Kline (De-Lovely, 2004)
La diferencia: El autor de So In Love, Let's Misbehave y
tantas otras grandes canciones tenía cara de lo que era: un señor de
buena familia con mucho mundo corrido y un hedonismo bastante amoral.
Kline, sin embargo, tiene cara de buena persona, algo que lastró (hasta
cierto punto) su trabajo en esta película.
Sid Vicious y Gary Oldman (Sid y Nancy, 1986)
La diferencia: ¿Un talento en bruto, o un descerebrado? Los teóricos del rock aún no se han puesto de acuerdo sobre si el bajista de los Sex Pistols era
una cosa u otra. Lo que sí tenemos claro nosotros es que, cuando se
pone, Gary Oldman puede ser todavía más intimidante que el propio Sid en
la vida real: mira atentamente la imagen y responde, ¿con cuál de ambos
te haría menos gracia cruzarte en un callejón oscuro?
Julianne Moore y Sarah Palin (Game Change, 2012)
La diferencia: La ex gobernadora de Alaska y la
madurita pelirroja más interesante de Hollywood no se parecen, como dice
la expresión, ni en el blanco de los ojos. Aun así, el talento de la
Moore le procuró este año un flamante Globo de Oro. Su compañero Ed Harris, que tampoco es muy parecido que digamos al auténtico Dick Cheney, se llevó otro.
Naomi Watts y María Belón (Lo imposible, 2012)
La diferencia: Gracias a su proeza de supervivencia en la Tailandia del tsunami, la
española Belón no sólo ha visto a historia se convierte en una película
multimillonaria (en todos los sentidos) También tuvo el privilegio de
escoger personalmente a la actriz que habría de interpretarla: Naomi,
explicó, es su intérprete favorita gracias a su papel en 21 gramos. Lo cual nos parece muy bien, y muy bonito, pero lo que es parecerse... En fin, mejor miramos la foto.
En la obra del director de 'El pico' hubo mucho más que 'cine
quinqui' y chulazos callejeros. Compruébalo en esta segunda parte de
nuestro serial reivindicativo. Por YAGO GARCÍA
"¡Más rabo que la Pantera Rosa!".
Para comenzar este serial sobre directores reivindicables, en CINEMANÍA repasamos la obra de Neil Jordan. Pero, llegados al segundo capítulo, decidimos rendir tributo a un cineasta más nuestro, algo para lo cual Eloy de la Iglesia nos
venía que ni pintado. No es sólo que este autor (nacido en Zarauz en
1944, fallecido en Madrid en 2006) esté casi huérfano de una muy
merecida revisión crítica, sino que también reune en su persona, y en la
de su guionista habitual Gonzalo Goicoechea, muchas de las virtudes que apreciamos en la gente de cine.
¿Cuáles son esas virtudes? Pues, por ejemplo, su gran talento detrás
de la cámara, en absoluto incompatible con la capacidad para rodar a
toda velocidad y con presupuestos de risa, valor al defender sus ideas
(De la Iglesia era comunista y homosexual, algo que permea su trabajo) y
una solvencia en el cine de género en absoluto reñida con las
influencias de Rainer Werner Fassbinder y Stanley Kubrick, entre
otros grandes. Échale un vistazo a esta selección de joyas y
comprobarás que, en la obra del director vasco, había muchísimo más que
'cine quinqui'... Aunque sus películas con navajazos, robos al tirón y
"varitas en el jopo" sean estupendas.
La semana del asesino (1972)
¿Por qué nos gusta? Mientras que, en España, De la
Iglesia ha pasado a la historia como uno de los directores por
excelencia del 'cine quinqui', en el extranjero se le considera un
precursor del género gore. Y ello es, además de por trabajos primerizos
como El techo de cristal y Nadie oyó gritar, debido a esta tremebunda película, conocida en el mundo anglosajón como Cannibal Man (¡ahí queda eso!). Para el público español de la época, fue todo un patatús ver a Vicente Parra (¿Dónde vas, Alfonso XII?) cambiando
su habitual registro amartelado por las truculencias de un carnicero
convertido, por azares de la vida, en asesino en serie. Momento cumbre: Aparte de los sangrientos asesinatos, destacamos esos momentos a pie de piscina en los que Eusebio Poncela le tira los tejos (disimuladamente) al protagonista.
Una gota de sangre para morir amando (1973)
¿Por qué nos gusta? Mientras que el resto de
películas de este informe nos parecen obras de gran mérito
cinematográfico, este filme de larguísimo título se gana su lugar aquí
por resultar una anécdota histórica. Pero qué anécdota. No es sólo que,
en él, De la Iglesia le lanzara su particular órdago a Kubrick,
agenciándose incluso a Sue Lyon (Lolita) como protagonista femenina. Ni
el choque frontal entre el futurismo de plastiquillo y el casposo
Madrid de los 70. Es que el guión, que le valió a la película el apodo
de La mandarina mecánica, está firmado (en parte) nada menos que por José Luis Garci. Sí, el mismo de Holmes & Watson: Madrid Days. ¿Entiendes ahora por qué la incluimos? Momento cumbre: La versión Garci-De la Iglesia del Tratamiento Ludovico, con el prota Chris Mitchum (hijo de Robert Mitchum) luciendo pecholobo y pelucón seventies.
Los placeres ocultos (1977)
¿Por qué nos gusta? Ya con Franco criando
malvas, De la Iglesia se convirtió en el primer director abiertamente
gay de la España de la Transición. Algo que no era moco de pavo, porque
la Ley de Peligrosidad Social aún coleaba, y mostrar en
público tus preferencias afectivas podía costarte una estancia en
comisaría... O una temporada en la cárcel. Siempre fiel al influjo de
Fassbinder, nuestro héroe convierte la historia de la relación entre un
señor de buena familia (Simón Andreu) y un joven proleta (Tony Fuentes) que se deja querer por dinero en un atinado drama sobre las relaciones de clase y la hipocresía. Momento cumbre: La intervención de Paco España, comediante y transformista que cuenta un chiste políticamente muy incorrecto.
El diputado (1978)
¿Por qué nos gusta? Trabajando a destajo, como siempre, De la Iglesia facturó en el plazo de 12 meses la incalificable La criatura (sobre una relación zoofílica entre Ana Belén y un voluminoso perro) y esta película, mucho más seria y que nos da una prueba de su química director-actor con José Sacristán. El
cual interpreta aquí a un respetable político (probablemente del PCE)
cuya carrera se ve comprometida por su homosexualidad. Puede que hoy
parezca raro, pero recordemos que, por aquellas fechas, la actitud de
muchos partidos de izquierda era terríblemente homofóbica. Momento cumbre: La mujer de Sacristán (Maria Luisa San José) descubre el rollete de su marido con José Luis Alonso. En un gesto muy tolerante, y muy de la época, decide resolver la crisis matrimonial mediante un trío.
Navajeros (1980)
¿Por qué nos gusta? La puerta de entrada de De la
Iglesia en el 'cine quinqui' propiamente dicho se debe a esta memorable
película, en la cual el director materializó su amor por lo marginal
fichando (en todos los sentidos) a José Luis Manzano, el
que habría de ser su actor fetiche, pareja sentimental y, dicen, el
responsable de su primer contacto con la heroína. Remotamente basada en
hechos reales, Navajeros funciona tanto como documento de un país y una época (ese escalofriante y sórdido Madrid de descampaos y barrios marginales) como ejercicio de desparrame ultraviolento, animado además por una memorable banda sonora de Burning. Momento cumbre: La orgía de destrucción naranjimecánica organizada por Manzano y sus amigos para vengarse del capo Enrique San Francisco y su secuaz Kid Marino (por mal nombre "la Mari Trini").
El Pico 2 (1984)
¿Por qué nos gusta? Reformulamos la pregunta: ¿por qué elegimos la secuela de El Pico (1984) frente a la primera parte, cuando esta tiene el prestigio de la original y, además, toca el tema abertzale con
valentía? Pues porque nos parece que, de las dos entregas, esta está
mejor escrita, mejor dirigida y, además, se beneficia del talento de Fernando Guillén. Por
no hablar de un nivel de cinismo que supera con mucho al del original,
si es que esto es posible. Tras este peliculón con todas las letras, De
la Iglesia volvería al cine de terror (Otra vuelta de tuerca), regresaría a ambientes marginales (La estanquera de Vallecas) y desaparecería durante años para regresar, antes de su muerte, con la muy testamentaria Los novios búlgaros. Películas todas ellas muy por debajo de lo que permitía su talento. Momento cumbre: Haciendo cola en Carabanchel para
ver a su hijo (Manzano, cómo no), Guillén descubre que los demás
familiares de presos no están nada por la labor de acoger a un guardia
civil. La consiguiente humillación pone los pelos de punta.
Este viernes llegaba a los cines españoles ‘Hansel y Gretel: Cazadores de brujas‘ (‘Hansel & Gretel: Witch Hunters’, 2013), la primera película norteamericana de Tommy Wirkola, director lanzado a la fama por ‘Zombis nazis‘
(‘Død snø’, 2009), su segundo largometraje. Wirkola, al igual que otros
muchos, inició su carrera de forma oficial en el mundo del cortometraje
con ‘Remake‘, obra codirigida junto al desconocido Kit McDee en el año 2006 y que ahora os traigo para que podáis valorar por vuestra cuenta.
Rodado con un exiguo presupuesto de 1.000 dólares australianos
durante la estancia de Wirkola en la Bond University de Australia, no
es realmente la primera obra rodada por él – hizo varios cortometrajes
durante su estancia en dicha universidad e incluso uno de ellos llevaba
el mismo título de su último trabajo tras las cámaras- , pero sí el
primero rodado de forma más o menos profesional – es el único que figura
en su filmografía en imdb- junto a uno de los amigos que hizo en aquel
país.
La premisa de ‘Remake’ es bastante simpática: Una pareja se ve
obligada a pasar la noche en un motel y deciden hacer uso de la oferta
de poder alquilar películas gratis para ver en el obsoleto Betamax que
hay en su habitación. Los escalofriantes encargados del local – uno de
ellos interpretado por el propio Wirkola- le dejan una película, pero al
ponerse a verla se dan cuenta de que no es la versión original, sino
una especie de remake – el término suecada parece más apropiado- rodada por ellos mismos, pero las cosas serán bastante menos amables que lo que pudimos ver en ‘Rebobine, por favor‘ (‘Be Kind Rewind’, Michel Gondry, 2008). ¿Qué os parecido ‘Remake’?
Vía | Film School Rejects
Daniel Radcliffe está esforzándose por dejar atrás la etapa de Harry Potter. Tras protagonizar la nueva película fantástica de Alexandre Aja, ‘Horns’,
donde encarna a un chico al que le crecen cuernos, el joven actor
inglés se ha comprometido a encabezar el reparto de una peculiar versión
de la historia de ‘Frankenstein’. Concretamente, Radcliffe dará vida a Igor,
el ayudante jorobado del Dr. Victor Frankenstein. En esta nueva
versión, el personaje se describe como “patológicamente sucio y vestido
con ropa vieja de payaso”.
El proyecto parte de un guion de Max Landis
—‘Chronicle’ (Josh Trank, 2012)—, que ha declarado que esto es lo mejor
que ha escrito en su vida (tiene 27 años); al parecer, un día se dio
cuenta que el personaje de Igor estaba siendo olvidado y quiso
convertirlo en el protagonista de una película, contando la historia de
la novela de Mary Shelley desde su punto de vista. Promete que será un
relato “divertido, triste, terrorífico y conmovedor”. Ojalá sea así. Paul McGuigan
—‘El caso Slevin’ (‘Lucky Number Slevin’, 2006), ‘Push’ (2009)— se
ocupará de la dirección. Está previsto que el rodaje comience este otoño
y en principio el estreno debería producirse en 2014. PD: Este año se estrena ‘I, Frankenstein’ (Stuart Beattie, 2013), con Aaron Eckhart en el papel del monstruo.
Vía | Screencave y Aintitcool
Sigue creciendo el espectacular reparto de la nueva entrega de la saga ‘X-Men’. Bryan Singer
—que acaba de estrenar en EE.UU. su último film: ‘Jack el caza
gigantes’ (‘Jack the Giant Slayer’, 2013)— ha anunciado hoy que el
francés Omar Sy se ha incorporado al cada vez más interesante proyecto. Sy es ya mundialmente conocido por ser uno de los protagonistas del mayor éxito de taquilla de la historia del cine francés, ‘Intocable’ (‘Intouchables’, Olivier Nakache, Eric Toledano, 2011).
De momento, y con Halle Berry diciendo que está “segura al 90%” de que también se unirá al reparto, Singer ha confirmado que en ‘X-Men: Days of Future Past’ estarán Michael
Fassbender, James McAvoy, Jennifer Lawrence, Hugh Jackman, Nicholas
Hoult, Anna Paquin, Ellen Page, Shawn Ashmore, Ian McKellen, Patrick
Stewart, Peter Dinklage y Omar Sy. Aún no se sabe qué papeles van a interpretar los dos últimos, los únicos nuevos rostros en la franquicia. Simon Kinberg
firma el guion de la película, que como recordaréis se basa en el arco
argumental de ‘Días del futuro pasado’, el cómic de Chris Claremont y
John Byrne. El 18 de julio de 2014 estará en los cines (en 2D y 3D).
PD: A Jackman como Logan/Lobezno lo veremos antes en
‘Lobezno inmortal’ (‘The Wolverine’, James Mangold, 2013); se estrena el
26 de julio.
Joe Wright consiguió llamar la atención de la comunidad cinéfila con ‘Orgullo y prejuicio‘ (‘Pride & Prejudice’, 2005), su primer largometraje, algo que refrendó con ‘Expiación, más allá de la pasión‘ (‘Atonement’, 2007), pero luego no consiguió el éxito inesperado con sus siguientes trabajos, incluida su adaptación de ‘Ana Karenina‘ (‘Anna Karenina’, 2012), su reencuentro artístico con Keira Knightley,
que llegará a los cines españoles el próximo 15 de marzo – ¿Cuándo
aprenderán las distribuidoras a quejarse menos de la piratería y a no
dejar tantos meses respecto a su estreno original para estrenar una
película en nuestro país?- . Sin embargo, Wright no desiste en su empeño
y acaba de confirmarse que va a ser el director encargado de llevar a
imágenes ‘The Ocean at the End of the Lane‘.
Estamos ante lo que será la adaptación de una novela de Neil Gaiman
que aún no ha sido publicada y, como es habitual en él, será un relato
de fantasía ambientado en la actualidad. La acción comienza cuando un
inquilino roba el coche familiar y se suicida con él, despertando así
antiguos poderes que sería mejor haber dejado tranquilos, ya que libera
criaturas de otro mundo que pone en peligro la existencia del
protagonista y sus seres queridos. Las adaptaciones cinematográficas de
Neil Gaiman no han gozado hasta ahora del éxito comercial deseado, pero
en Hollywood están empeñados en que eso cambie, lo cual no podría
hacerme más feliz, ¿y a vosotros?