Este pasado viernes llegaba a los cines españoles ‘
La jungla: Un buen día para morir’ (‘A Good Day to Die Hard’, John Moore, 2013), quinta entrega de la franquicia iniciada hace 25 años por
John McTiernan con la estupenda ‘
Jungla de cristal’ (‘Die Hard’) que ayuda muy poco a desterrar el tópico de que las secuelas son, por regla general, una porquería.
Lo cierto es que la propia saga ya dio muestras de poder darnos cine de calidad sin la necesidad de ser la primera entrega con ‘
Jungla de cristal III. La venganza’
(‘Die Hard with a Vengeance’, John McTiernan, 1995), pero son otros los
títulos a los que se suele aludir cuando no sólo se quiere defender la
existencia de las
secuelas, sino incluso decir que
pueden ser mejores que sus primeras partes. El caso más representativo es el de ‘
El padrino. Parte II’
(‘The Godfather: Part II’, Francis Ford Coppola, 1974), pero ha habido
espacio de sobra para debates similares con títulos como ‘
Terminator 2: El juicio final’ (‘Terminator 2: Judgment Day’, James Cameron, 1991) o la más reciente ‘
Toy Story 3’
(Lee Unkrich, 2010). Dada la terrible decepción que ha supuesto para mí
‘La jungla: Un buen día para morir’, he querido retomar ese fenómeno
para comentaros
diez secuelas que considero que superan a sus primeras entregas y así poder mantener un poco de fe en el aluvión de continuaciones que nos aguarda en el futuro.
‘El caballero oscuro’
El fanatismo hacia
Christopher Nolan está alcanzando unos límites algo exagerados, pero hay que remontarse a ‘
El caballero oscuro’ (‘The Dark Knight’, 2008) para encontrar su auténtica plataforma de lanzamiento. ‘
Batman Begins’
(2005) ya nos había demostrado de lo que era capaz, pero aquí se
deshizo de toda polémica posible con la puesta en escena de las
secuencias de acción y
Heath Ledger ofreció una actuación tan memorable como Joker que a punto estuvo de comerse la película.
‘Agárralo como puedas 33 y 1/3’
Las comedias paródicas están pasando por su peor momento, ya que en
los últimos tiempos impera la idea de que no importan que los gags
tengan gracia con tal de apelotonar el número de bromas a costa de otros
títulos. Sin embargo, este tipo de cine estuvo asociado durante muchos
años a la figura de
Leslie Nielsen, siendo el detective
Frank Drebin su papel más recordado. Hay que remontarnos a la pequeña
pantalla para encontrar sus orígenes, pero es en ‘
Agárralo como puedas 33 y 1/3’ (‘Naked Weapon: The Final Insult’, Peter Segal, 1994) donde encontramos
su punto álgido con el tramo final ambientado durante la ceremonia de entrega de los Oscar.
Tengo que reconocer que el resto está a un nivel parejo a sus
predecesoras, pero esas escenas la permiten erigirse como la mejor – y
por desgracia última- entrega de la franquicia.
‘Harry Potter y el prisionero de Azkaban’
‘
Harry Potter y el prisionero de Azkaban’ (‘Harry
Potter and the Prisoner of Azkaban’, 2004) ya era la novela más valorada
por muchos de los seguidores de las aventuras del joven mago, pero
Alfonso Cuarón
supo aprovechar muchas de sus virtudes para darle un tono propio a la
historia, con una mayor importancia de las relaciones humanas –
excelente la relación entre el protagonista y Lupin, el profesor
interpretado por
David Thewlis- y un cuidado tono
visual que no tiene problemas en abrazar abiertamente lo oscuro cuando
los temibles dementores hacen acto de presencia.
‘El imperio contraataca’
Son pocos los que se atreven a discutir la opinión mayoritaria de que ‘
El imperio contraataca’
(‘Star Wars: Episode V: The Empire Strikes Back’, Irvin Kershner, 1980)
es lo mejor que ha salido del universo Star Wars. Ya sólo por la
revelación final se ha ganado un lugar de privilegio en la historia del
cine, pero es también la cinta donde se exploran todas las posibilidades
de la historia con acierto – no hay desequilibrio alguno, ya sea por la
necesidad de introducir la historia, ñoñerías románticas o la aparición
de criaturas de dudoso gusto intelectual- y el eficaz trabajo tras las
cámaras de Kershner ayuda mucho a que esta segunda – o quinta- entrega
supere holgadamente a su predecesora. No tengo mucha esperanza en que la
nueva trilogía pueda estar a su nivel, pero si aciertan con la elección
de
los spin-offs ya anunciados
y el director al frente de las mismas, quizá pueda surgir una nueva
esperanza de revivir esa magia que el propio Lucas casi se carga por
completo hace unos años.
‘Destino final 2’
El cine de terror es uno de los que más ha sufrido el efecto de
pésimas nuevas entregas que básicamente clonan al título original para
sacar todo el dinero posible al espectador. Todo indicaba que ‘
Destino final 2’
(‘Final Destination’, David R. Ellis, 2003) iba a ser otro caso más en
esa línea, pero lo cierto es que no fue así, ya que supieron mantener
las virtudes de la primera entrega y mejorarlas, especialmente a través
de
la planificación y puesta en escena de las muertes que van sucediéndose a lo largo del relato, logrando así una cinta entretenidísima.
‘Indiana Jones y la última cruzada’
Lo único en lo que la abrumadora mayoría de los fans de Indiana Jones
coinciden es en que su cuarta entrega sobraba – o al menos lo que
acabamos viendo en pantalla- y era indigna de la calidad de las tres
anteriores. Luego los hay que defienden alguna de sus otras aventuras
por encima del resto, pero yo soy de la opinión de que ‘
Indiana Jones y la última cruzada’
(‘Indiana Jones and The Last Crusade’, Steven Spielberg, 1989) está por
encima del resto, ya que nada tiene que envidiarlas en cuando a puesta
en escena, calidad de la historia o capacidad de entretenimiento, pero
sólo aquí podemos ver a
Sean Connery dando lo mejor de sí mismo como el padre del protagonista.
‘Misión Imposible: Protocolo Fantasma’
Brian de Palma había puesto el listón muy alto con ‘
Misión imposible’
(‘Mission: Impossible’, 1996), su adaptación cinematográfica de la
serie televisiva de título homónimo. Dos secuelas se estrenaron después
con desigual fortuna – la primera una tomadura de pelo y la siguiente
apenas un correcto entretenimiento-, pero he aquí que Brad Bird aceptó
el reto que le llegó de convertir ‘
Misión imposible: Protocolo fantasma’
(‘Mission: Impossible – Ghost Protocol’, 2011) y consiguió una de las
películas más entretenidas de los últimos años, en especial en las
partes ambientadas en Dubai, donde Bird dejó en ridículo a la gran
mayoría de directores de acción que pululan actualmente por Hollywood.
‘Los mercenarios 2’
Apenas tenemos que remontarnos unos meses en el tiempo para encontrar el caso más reciente, ya que ‘
Los mercenarios 2’
(‘The Expendables 2’, Simon West, 2012) fue lo que debió haber sido su
primera entrega en su momento: Un gran entretenimiento de acción que
sabe aprovechar el carisma de sus protagonistas – mítica la aparición de
Chuck Norris-, con un villano de primer nivel – la secuencia de
presentación del personaje de
Jean-Claude Van Damme es estupenda- y una necesaria capa de humor – en ‘
Los mercenarios’
(‘The Expendables’, Sylvester Stallone, 2010) apenas se notaba- para no
caer en el error de tomarse demasiado en serio a sí misma.
‘El ultimátum de Bourne’
‘
El caso Bourne’ (‘The Bourne Identity’, Doug Liman,
2002) no causó excesivo entusiasmo en su momento – un buen pasatiempo y
como tal fue recibida-, pero sí tuvo el suficiente éxito como para que
Universal quisiera seguir adelante con nuevas aventuras del personaje
creado por Robert Ludlum. Eso sí, decidieron cambiar de director y
apostar por un relativamente desconocido
Paul Greengrass,
pero seguro que ni ellos esperaban que éste lograse combinar prestigio
artístico y un gran éxito comercial con sus dos aportaciones a la saga.
Lo cierto es que podríamos incluir ambas en esta lista, pero ‘
El ultimátum de Bourne’
(‘The Bourne Ultimatum’, 2007) es la más lograda con diferencia, ya que
sabe controlar mejor su peculiar visión de las escenas de acción, las
complejidades de la trama se concretan sin caer en absurdeces y es un
acertado el colofón al periplo del protagonista.
‘Scream 2’
Siempre recordaré que la primera vez que me planteé seriamente la idea que ha generado este post fue por una escena de ‘
Scream 2’
(Wes Craven, 1997) en la que varios personajes debatían al respecto.
Las charlas cinéfilas ya tenían mucho peso específico en la primera
entrega – no hay más que pensar en las preguntas que hacía el asesino en
los minutos iniciales de ‘
Scream’ (Wes Craven, 1996)- ,
pero Craven y Williamson no quisieron optar por la mera repetición, así
que decidieron – con mucho acierto-
acercarse más a las formas del giallo italiano,
sin por ello dejar de confiar en la eficacia de los diálogos del
segundo y la habilidad del primero para la puesta en escena de los
asesinatos.
Via:Blog de cine