sábado, 15 de febrero de 2014

[Berlín 2014] Yamada, el bello; McDonagh, la bestia

En la última jornada oficial de la Competición, la Berlinale empieza a encarar el cierre de su 64ª edición recordándonos, por si lo habíamos olvidado, que un año más, ha sido capaz de lo mejor y de lo peor. La línea ascendiente empieza con Christophe Gans, sigue con Yoji Yamada y culmina con John Michael McDonagh. Por VÍCTOR ESQUIROL

[berlin 2014] yamada el bello mcdonagh la bestia

¿Con qué película nos hemos despedido este año del Palast? Con La bella y la bestia, nueva (y enésima) adaptación cinematográfica del clásico de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont. Como viene siendo habitual, la organización ha cedido el honor (?) de la clausura a una película alejada de lo a priori considerado como cine de autor (ahora entramos en esto), ideal para reavivar, una vez más, los debates snobs concerniendo esa duda existencial que rodea a este tipo de certámenes desde prácticamente sus orígenes. Para entendernos, “¿Qué -diablos- hemos venido a hacer aquí?” Respondamos a lo Claudia Llosa, es decir, con otra pregunta:“¿Acaso tanto molesta ver en uno de los templos del séptimo arte la presentación de una producción tan cercana al prefijo “súper-”?” Pues la verdad es que un poco sí. Descoloca, más que nada. Pero no está de más recordar que no estamos en la Competición, y que, tal y como anuncia su cometido en el programa, de lo que se trata aquí es de empezar con las despedidas, que como en todas las grandes ocasiones, deben ser largas, pero sobre todo placenteras. Por ejemplo, el año pasado pocas quejas hubo (todo lo contrario) en ese mismo escenario cuando terminó la proyección de Los Croods. Una aventura prehistórica. Milagros de Nicolas Cage, sí, pero también la bocanada de aire fresco que supone el ver, después de tanto documento social y ensayo reivindicativo, una película alejada de cualquier pretensión más allá de la noble voluntad de hacernos pasar un buen rato.
Es quizás por esto que lo nuevo de Christophe Gans (sí, volvemos a La bella y la bestia) no ha acabado de cuajar, y dejémoslo ahí, por aquello de no hacer leña del árbol caído. Primero porque, ironías del destino, esto es, les guste a unos o no, cine de autor en estado puroPara bien o para mal, la mano del cineasta detrás de trabajos como El pacto de los lobos o Silent Hill (¿la única adaptación buena que el cine le ha ofrecido al videojuego?) se nota en cada plano, en cada encadenado y en cada resolución. Lo (sobre)cargado se descubre como irrenunciable firma, en lo que es una descontrolada fiesta rococó. Segundo, la apuesta del director es tan fuerte, y éste se empecina tanto en ella, que el producto acaba muriendo víctima de su propia naturaleza. Ahogado en el exceso. Es, eso sí, uno de esos desastrillos fílmicos con los que cuesta cabrearse del todo. Al fin y al cabo, siempre se percibe en él una valentía y un inconformismo que, por qué no admitirlo, nos dejan algún que otro momento de gran belleza visual / conceptual. Por desgracia, el ridículo acaba confirmándose en la mayoría de ocasiones... y eso que en el montaje final se ha tomado la seguramente muy sabia decisión de doblar el francés del personaje de Eduardo Noriega. Por lo demás, se confirma que Abdellatif Kechiche está dando saltos de alegría ante el nuevo proyecto de su “amiga” Léa Seydoux, y que la detestable Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton, de momento, ha hecho más daño que cualquier otra cosa.


 
¿Con qué película nos hemos despedido de la Competición? Oficialmente con The Little House (otra adaptación, en este caso del libro de Kyoko Nakajima), aunque lo cierto es que mañana, antes de la entrega de premios, todavía habrá tiempo para repescar la última: Macondo. Antes, tiempo de sobra (dos horas y cuarto) para pelearse con la última Sesión del Diablo de esta 64ª edición. Los culpables afirmarán lo contrario, como casi siempre, pero las bajas por sueño profundo se han vuelto a contabilizar por docenas. Culpa, como ya sabemos, de estos horarios digestivos, y en parte (sólo en parte) culpa también de Yoji Yamada, quien después de sorprender el año pasado con Una familia de Tokio, modélico remake de la imprescindible Cuentos de Tokio, de Ozu, ha vuelto a lo tradicional (a lo más-tradicional) con esta cinta que nos lleva al centro mismo (neurálgico y emocional) del melodrama. El cine de familia con el que cada director nipón (sea novato o veterano) parece sentirse tan cómodo, sirve sólo como excusa narrativa para llevarnos al Japón de mediados del siglo XX. Peligro. A raíz de la reciente muerte de una anciana, toda su familia se desplaza hasta su hogar para rapiñar (de forma no-agresiva) todos los objetos de valor que se encuentren ahí, y de paso para empaparse con los recuerdos de la difunta. Su inacabada autobiografía será precisamente el vehículo para hacer posible el mencionado viaje en el tiempo. En el pasado, la narradora (en off, por supuesto) era la criada de una adinerada familia. Su trabajo, como ya nos han enseñado otras muchas novelas del mismo género, implicaba no sólo el velar por la felicidad del matrimonio de sus “jefes”, sino también el enterarse, como quien no quería la cosa, de todas sus intimidades. Yamada conjuga bien el -convulso- retrato colectivo con el más íntimo, recreándose tanto en la forma que, colores aparte, nos parece estar realmente ante una película hecha en aquella época. Más allá de la nostalgia, se percibe también (y ahí está el peligro) el olor a naftalina, a cerrado y a aire viciado. A pesar de esto, el savoir faire artesanal del maestro basta -y sobra- para enamorarse, una vez más, de ese inconfundible costumbrismo japonés, y también para que esta clásica historia de pasiones e infidelidades (extra)conyugales sepa hasta aprovecharse de todo aquello con lo que podría atacársela, es decir, de un ritmo de caracol perezoso, de un factor cursilón, que de algún modo u otro siempre se filtra en este tipo de protestas... Se confirma, por cierto, que bien entrado el siglo XXI, pocas cosas hay tan incómodas como verse obligado a analizar la historia contemporánea de la Nación del Sol Naciente. Para hacernos a la idea, el que ahí se refieran al horror de Nankín como el “Incidente de China”, es algo tan bestia como si aquí nos diera por hablar de, por ejemplo “el malentendido de Guernica”. Poca broma, que no estamos tan lejos...


 
¿Qué es el Zoo Palast? Es la última y remodelada joya de la corona de la Berlinale. Un espacio de naturaleza operística en el que a uno le entra la sensación de estar viviendo, como mínimo, en el siglo XXIV. Unos cines que, por el contrario, cuando uno sale de ellos, tienen la desagradable manía de hacernos creer que hemos retrocedido, por lo menos, hasta el siglo XVII. Prohibidísimo, por cierto, entrar cualquier tipo de alimento o refresco en cualquiera de sus salas, que lo tenemos todo nuevecito y recién estrenado, y no queremos que se nos manche a las primeras de cambio.
¿Qué hemos visto ahí? En Panorama (y desde Sundance... combinación 100% fiable), el esperadísimo segundo largometraje como director de John Michael McDonagh, quien con Calvary, y después de la simpática El irlandés, huye de la consideración de One Hit Wonder. La confirmación (de que estamos ante un cineasta que puede marcar época) llega de la mano de una historia que decide aparcar (aunque no del todo) el tono cómico para llevarnos al infierno (interior y compartido) vivido por un cura al que, en una de sus rutinarias sesiones en el confesionario, le confiesan (claro) que le matarán en una semana. El cineasta londinense firma una película prodigiosa en todos los sentidos, en la que, por difícil que resulte de creer, el gran Brendan Gleeson (protagonista del calvario, a través del cual se filtra toda la acción) no es el único en comerse la pantalla. Es este un banquete con muchísimos comensales, a cada cual más inspirado (y con más hambre), y en el que cada plato servido nos hace salivar de manera casi indecente. Impecable tanto en la preparación como en la presentación del envoltorio y del el contenido, McDonagh saca toda la intensidad de los tonos verdes y anaranjados característicos de 'Isla Esemeralda' para narrar, siempre con un altísimo nivel de auto exigencia, un cuento único, precioso y terrible. Tan divertido como devastador. Porque lo que empiezan siendo las amables locuras de una pequeña localidad irlandesa, se convierten, sin previo aviso, en un desgarrador réquiem en siete movimientos, dedicado a aquello que tanto tiempo lleva resistiéndose a morir. De repente, el cacique del pueblecito se baja la cremallera de los pantalones y descarga toda la orina acumulada sobre el cuadro Los Embajadores, de Hans Holbein. La gamberrada, por supuesto, hace gracia, pero vista más de cerca, y una vez pasada la carcajada refleja, adquiere la categoría de salvajada... y el pobre servidor del Señor se ve envuelto en el acto final de la Fuenteovejuna (en versión gaélica) más cruel. “Todos a una”; toda la comunidad, como ya sucediera con aquellos Perros de paja, en contra de un individuo que pagará por ser inocente. El canto funerario va dirigido a lo venerable, a lo sagrado... a todo aquello que ya no se respeta. Y se confirma, una vez más, que Dios (si así lo prefieren) ha muerto, que sus sesos están esparcidos por la costa de Irlanda, que cada vez le quedan menos vidas extra con las que jugar... y que a cada día que pasa, le queda menos gente a la que pedirle ayuda.


 
Y nosotros, ¿a quién le hemos pedido ayuda? A todo ser humano (conocido o desconocido) que tuviera la mala suerte de sentarse a nuestro lado. A la izquierda o a la derecha, poco importaba, la sesión tampoco... y tampoco importaba demasiado la dignidad, que anda perdida y muerta de hambre por Berlín desde hace días. La petición ha sido siempre la misma: “Mire, no le voy a engañar, le confieso que llego al final de esta Berlinale al límite de mis fuerzas. Voy con el depósito de reserva, de modo que si durante la proyección ve que mi cabeza empieza tambalearse demasiado, hágame el favor y ahórreme el espectáculo. No se corte con el codazo, y por lo que más quiera, ¡no permita que ronque!” Éste era el drama de los niñatos del Elm Street, y no se lo deseo a nadie. Pero claro, “¿Quién vigila al vigilante?” ¿Qué pasa cuando en casi todas las sesiones, el que se suponía que iba a ser tu salvador, ha acabado más dormido de lo que a ti se te ha permitido en todo el festival? ASÍ de crueles están las cosas en estas últimas jornadas.
¿Quién ha mojado antes que nadie? Alain Resnais. Su última película, Aimer, boire et chanter, ha conquistado el premio FIPRESCI, otorgado por la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica... y claro, por razones como ésta, no hay manera de que a uno le devuelvan las llamas desde dicha organización. Algún día... esperemos.

Osómetro: A falta de la repesca de última hora de Macondo, la ultimísima película que veremos en la Competición de esta 64ª Berlinale, poco se han movido los pronósticos con respecto a un Palmarés cuya composición conoceremos en pocas horas. Ahora mismo, el nombre que más sigue repitiéndose, tanto entre los entusiastas como entre los más escépticos (que también los hay), es el de Richard Linklater, quien con su colosal Boyhood tiene todos los números para conquistar, en poco menos de un mes, dos catedrales como Sundance y Berlín. Casi nada. Pero como la decisión está en manos de un Jurado compuesto por unos miembros de los cuales desconocemos (no nos engañemos) sus gustos, siempre queda espacio para la especulación. Por ejemplo, 71, de Yann Demange, tiene todos los elementos (compromiso y espectacularidad, mayormente) para triunfar en Berlín, y La tercera orilla, de Celina Murga, ha recuperado las mejores sensaciones para un cine latinoamericano que últimamente se siente muy cómodo en esta cita. Por su parte, la rumorología apunta al director del certamen Dieter Kosslick, quien viendo muy cercana su retirada en el cargo, podría presionar para que al cine alemán se le hiciera el caso que se merece: en esta línea, no hay que descartar ni Jack, de Edward berger, ni mucho menos Stations of the Cross, de Dietrich Brüggemann.

[Berlín 2014] Linklater, la infancia, el tiempo... y todo lo demás

Y llegó el gran día. Y nadie salió decepcionado. Al contrario. ‘Boyhood’, último trabajo de Richard Linklater, desembarca por fin en la Berlinale haciendo buenos todos los informes llegados desde Sundance. Hoy, en el Palast, la historia del cine ha quedado un poco más definida. A su lado, parece que ya nada importe. Por VÍCTOR ESQUIROL

[berlin 2014] linklater la infancia el tiempo y todo lo demas
¿De dónde salen tantos aplausos? Del Berlinale Palast, como no podía ser de otra manera. Los cuatro gatos que hará ya casi un mes nos estábamos congelando en el invierno de Utah, lo advertimos tanto como se nos permitió, tanto como se nos escuchó y, en definitiva, tanto como lo merecía aquel monstruo de película. “Aquel”, que hoy en Berlín se ha convertido en “este”. La penúltima jornada competitiva de esta 64ª edición era la que más tinta roja había acaparado en los calendarios de los asistentes, y a pesar de los peligros del efecto ‘hype’, se han confirmado los mejores pronósticos. El pase de prensa de Boyhood, último filme del gran Richard Linklater, ha sido despedido con una calurosísima ovación por parte de los miembros acreditados. Como exigía la ocasión o, mejor dicho, como exigía la historia. Pues histórica es la película que se ha rodado, con plena consciencia, a lo largo de tres olimpiadas (esto es, doce años, que se dice pronto)... y más increíble es el que el resultado final no sólo no se vea eclipsado por el ambiciosísimo planteamiento, sino que además hasta consiga que nos olvidemos de él. Porque ahí está el verdadero milagro (es lo que es) de San Richard, y es que ha conseguido que la vida (en mayúsculas, con todo lo que implica) fluya por una pantalla de cine, y que el espectador, atónito ante lo que está experimentando, se olvide se olvide de esos famosos doce años, que pesan, sí, pero que pasan literalmente volando. Las casi tres horas de metraje, ni falta hace decirlo, también, porque le pone cara un ejército de actores perfectamente fusionados con sus personajes (que no son tales, sino personas tan reales como tú o yo), porque están escritas con una naturalidad implacablemente certera... porque están dirigidas por un cineasta en pleno control de sus (súper)poderes. Por Richard Linklater, el hombre que habla, que vive... y que nos hace vivir. Los aplausos, continúan.



¿De dónde salen tantas risas? Una vez más, del Palast. Y es que al parecer, la Competición ha recibido ese empujoncito que le faltaba para encarar con las fuerzas necesarias (tanto para ella como para nosotros), el sprint final. Como si estuviéramos aprovechando el rebufo de Linklater, parece que ahora todo entra mejor, que ahora todo es más ingenioso... que ahora todo tiene gracia. Lo de No Man’s Land ciertamente la tiene. Más todavía si se logra analizar fríamente el -delicioso- caos propuesto por el enloquecido director Ning Hao (suya era aquel delirante intento de adaptar ‘Los dioses deben estar locos’ a su territorio, titulado Crazy Stone). Imagínense que el Sean Penn más gafe de la estupenda (e injustamente infravalorada) Giro al infierno, se topa no con uno, sino con dos (o más) diablos sobre ruedas. Pongamos que en las carreteras por las que circula, reina la ley de la jungla como lo hacía en el asfalto de, por supuesto, la saga Mad Max. Añadámosle, por último (aunque podríamos seguir), que el protagonista de este embolado es un abogado decidido a que el imperio de la ley conquiste el salvaje oeste... y que tarde o temprano se va a dar cuenta de que hay sitios simplemente ingobernables (Ford, Leone... quién quieran). La muerte, ni falta hace decirlo, siempre anda con la guadaña bien alta. Como sucediera ayer, urgen las aclaraciones geográficas a pie de página. No, no estamos en Estados Unidos; tampoco en Australia... seguimos en China, nación que, por lo visto, está viviendo, ahora mismo mientras hablamos, su propio proceso de westernización. El Far West en el Oriente Lejano más rabiosamente actual. Genial. Sin complejos y con perfecto conocimiento de causa, Ning Hao nos va envolviendo en una espiral tan absurda (en este universo de colores saturados, los caballos vienen con GPS incorporado, para los jinetes más despistados), como violenta, como (y esto es lo que nos pierde) divertida. Al igual que con casi todas las películas que deciden empezar con la quinta marcha puesta, a la larga la función y el mensaje (sí) acaban perdiendo fuelle, aún así se muestra siempre como una muy estimable muestra de esas dos facetas que, al fin y al cabo, hacen tan grande a este arte. La diversión viene avalada por las risas, que las ha habido y muchas; el estudio (de género, se entiende) se magnifica no sólo al destruir todas las fronteras que se le plantan delante, sino al demostrar que 111 años después (imagínense), sigue habiendo uno que los gobierna a todos. En el western (que se nos presenta en su faceta “noodle”), ya lo ven, sigue cabiendo todo.

¿De dónde salen tantas feromonas? De los Cinestar, donde hemos podido impregnarnos, por fin (y en Panorama, cómo no), de uno de esos programas dobles tan en la sombra pero que a la vez tan bien definen no sólo lo que es la Berlinale, sino también la loca (en negrita) ciudad que la acoge. Berlín es, por lo que cuentan y por lo que se ve, la excepción a la regla alemana. La ley aquí es quebrantada, la prohibición se transforma en permisión y lo mal visto hasta puede llegar a la categoría de maestro de ceremonias. En parte por esto nos encanta estar aquí. La sesión grindhouse compuesta por dos documentales empieza con Fucking Different XXY. La tercera entrega de la trilogía Fucking Different, (dedicada a dignificar / regodearse-en / celebrar todo lo que en algún momento u otro de la historia haya entrado dentro de lo considerado como “sexualmente raro”) se centra ahora en el colectivo trans- (-sexual, -género, -vestido, etc.), a través de la recolección de testigos de todas las procedencias. A veces tirando de -excesivamente- emotiva entrevista; otras haciendo lo propio con material pornográfico, esta obra conjunta muestra lo mejor de sí cuando se entrega al espíritu festivo que, al fin y al cabo, es lo que tanto nos gusta del certamen como de su ciudad (¿ven?). La segunda píldora subidita de tono lleva por título Vulva 3.0 (vamos bien), y trata precisamente sobre... aquello. “Todo lo que siempre quiso saber sobre la vagina y nunca se atrevió a preguntar”. Y así, Claudia RicharzUlrike Zimmermann nos llevan al interior del “Sagrado Agujero”. En sus conductos, puntos y trompas nos topamos con cirujanos estéticos de “ahí abajo”, con fotógrafos obsesionados con la zona púbica, hasta con genios del photoshop especializados en que “las partes íntimas” luzcan perfectas en las publicaciones picantonas. Festival (¡¿lo ven?!). Lo mejor: que el Cinestar 7, lleno hasta los topes, se empapó del mismo ambiente que aquellas legendarias proyecciones de The Rocky Horror Picture Show. Interacción total. En la fila de abajo, dos señores se besan y magrean como si no hubiera mañana; dos más arriba, una señorita (?) se magrea los pechos mientras poco a poco su bulto de la entrepierna va haciéndose más y más grande. Un guiriGAY como el coño de la Bernarda, vaya. Sólo posible en la Berlinale, porque recuerden, esto es Berlín, y esto no es escandaloso, mucho menos grotesco... es simplemente una de sus muchas fiestas. Y mientras, en un lugar del mundo, a James Franco, el más guarro de todos, le entró, sin que nadie (ni él mismo) le tocara, uno de esos orgasmos para la historia. Entonces, supo que en Berlín todo iba bien. Nosotros, también.

¿De dónde salen tantos remordimientos? De todos los sitios en los que hemos logrado rapiñar comida. Cualquier alimento se mostraba hoy tan repulsivo como, en el fondo, apetitoso. Los plátanos, peras, melones y sandías (en honor a Tsai Ming-Liang, quien por cierto todavía no ha llegado a la rueda de prensa) de la mañana. El señor bratwurst del mediodía, con la condimentación de patatas fritas manchaditas de mayonesa. Las almejas de la noche, bañadas debidamente con una jarra de espumosísima cerveza... ¿Pero esto qué es? ¿Qué está pasando aquí?

¿De dónde sale Claudia Llosa? De Perú, claro. Y del círculo ártico... y del Hotel Regent de Berlín, donde aparte de enamorarnos (en serio) en el cara, ha intentado arrojar un poco de luz sobre su última película respondiendo, con -nuevas- preguntas, a las que nosotros íbamos planteándole (poetas...) Como por ejemplo... “¿Qué es más importante, el llegar o el viaje hecho?” Lo desconocemos, Claudia, pero se agradece profundamente esta nueva duda existencial. La meditamos y la consultamos con la almohada. “Llegar”, almohada, “viaje hecho”, almohada...


Osómetro: Como en los equipos deportivos más descompensados, aquí van a jugar Richard Linklater... y 19 más. Ahora mismo, parece que sólo un ataque de celos por parte del festival (recordemos, esta obra maestra fue presentada hará ya casi un mes en Sundance, ¿dónde si no?) podría arrebatarle el Oso de Oro a Boyhood. Todo apunta a que Ning Hao al igual que “todos los demás”, y a pesar de su buen papel, tendrá que quedarse con las ganas.

Via:cinemania

Esta podría ser la Fase 3 de Marvel

La Casa de las Ideas ya tiene cerrada la alineación de su tercera tanda fílmica, según rumores recientes. ¿Quieres saber qué héroes acompañarán a Ant-Man los próximos años? Por CINEMANÍA

esta podria ser la fase 3 de marvel

Todavía estamos en el ecuador de la Fase 2 del universo cinematográfico de Marvel, con películas como Capitán América: El soldado de invierno, Guardianes de la galaxia y The Avengers: Age of Ultron ocupando los puestos de nuestros estrenos más esperados, pero muchos fans de la Casa de las Ideas tienen la costumbre de vivir de la anticipación, por lo que las elucubraciones, especulaciones y deseos sobre la Fase 3 también están a la orden del día. De momento, la única constatación oficial es que será Edgar Wright con Ant-Man quien inicie en verano de 2015 el tercer bloque de películas de Marvel Studios. Cuáles serán los títulos y personajes que vendrán a continuación todavía se mantiene como una incógnita, pero desde la web Schmoes Know ya se lanzan a apuntar una lista basándose en la información de una fuente anónima cercana al estudio.
Así que, como siempre, lo mejor es tomarse con un poco de incredulidad el rumor, pese a que incluye proyectos ya confirmados, como las nuevas secuelas de Thor y Capitán América. "Las películas que 100% seguro formarán parte de la Fase 3 son Ant-Man, Capitán América 3, Thor 3, Los Vengadores 3 y Doctor Extraño", según el informador de la web. También comenta otras posibilidades que se han barajado recientemente en algunos medios: "Puedo confirmar que al menos hasta finales de enero Marvel no tenía planes para hacer Guardianes de la galaxia 2. El plan con Guardianes es que sea una y listo. Así que a no ser que hayan dado un giro de 180 grados en las últimas semanas, dudo seriamente que vaya a haber Guardianes 2". Aunque claro, todavía está por ver si la taquilla de la película de James Gunn lleva a cambiar de opinión.

¿Y qué ocurre con otros proyectos, como Pantera Negra o Los Inhumanos? "Están en trámite, pero su estado es muy similar al de Doctor Extraño y Ant-Man hace dos años: quieren hacerlas y muy probablemente las harán, pero es una cuestión de tiempo", según la misma fuente. "No obstante, esas cinco películas (Ant-Man, Capitán América 3, Thor 3, Doctor Extraño y Los Vengadores 3) son cosa segura y puede garantizar que las anunciarán en la Comic Con o antes". 

Nuevas imágenes de 'X-Men: Días del futuro pasado'

Magneto (Michael Fassbender), Mística (Jennifer Lawrence), Lobezno (Hugh Jackman) y Xavier (James McAvoy) aparecen en nuevas fotos de la gran reunión mutante del año. Por CINEMANÍA

nuevas imagenes de x-men dias del futuro pasado

X-Men: Días del futuro pasado
X-Men: Días del futuro pasado
Imágenes vía Total Film.

X-Men: Días del futuro pasado se estrena el 23 de mayo.

'Guardianes de la galaxia': Primer vistazo a Mapache Cohete y Groot en movimiento

El supergrupo espacial de Marvel estrenará tráiler el martes de la semana que viene, pero ya podemos ver brevemente al pequeño mamífero y el árbol alienígena en acción. Por CINEMANÍA

guardianes de la galaxia primer vistazo a mapache cohete y groot en movimiento

Marvel Studios ha sabido retrasar las primeras imágenes en movimiento de una apuesta supuestamente tan atrevida como Guardianes de la galaxia mientras hacía crecer la expectación, pero al parecer la espera terminará el próximo martes 18 de febrero con el primer tráiler del filme dirigido por James Gunn. Mientras, en ComicBookMovie han dado con la filtración de lo que parece un concept art animado donde podemos ver por primera vez en acción a dos de los personajes más peculiares de este supergrupo intergaláctico: el extraterrestre con forma de árbol Groot (con la voz de Vin Diesel en la película) y el inquieto Mapache Cohete (que hablará como Bradley Cooper), quien parece de gatillo fácil. Un sabroso aperitivo de cara al tráiler de la semana que viene.
Guardianes de la galaxia

Guardianes de la galaxia se estrena el 22 de agosto.

¿Conseguirá Viuda Negra (Scarlett Johansson) su propia película en Marvel?

La letal espía rusa tendrá mucha más importancia en la secuela de 'Los Vengadores' como preparación para una futura película enteramente protagonizada por ella. Por CINEMANÍA

conseguira viuda negra (scarlett johansson) su propia pelicula en marvel?

Esta bien, sabemos que por algún incomprensible miedo atávico Hollywood parece incapaz de hacer películas de superheroínas e incluso un personaje tan popular como Wonder Woman va a presentarse en la segunda película de otro superhéroe que ya incluye a otro importante justiciero como invitado especial, pero es posible que sea Marvel Studios quien se decida a dar el paso y brinde a Viuda Negra su propia aventura individual. Después de todo, si Scarlett Johansson lleva cuatro superproducciones interpretando a Natasha Romanoff como secundaria quizás los ejecutivos consideren que el personaje está suficientemente rodado como para tener la voz protagonista en un filme.

En declaraciones para Total Film acerca de la secuela de Los Vengadores, el presidente de la división cinematográfica de la Casa de las Ideas Kevin Feige asegura que el proyecto de una película de Viuda Negra está en marcha. "Aprenderemos muchas cosas sobre su pasado", dice Feige en relación a la profundización en el personaje que tendrá lugar en la futura secuela de Joss Whedon. "La idea de explorar de dónde viene y cómo ha llegado a ser quien es en su propia película sería fabulosa, y tenemos cierto trabajo de desarrollo en el tema". Aunque todavía queda bastante hasta que sepamos qué películas acompañarán a Ant-Man en la Fase III de Marvel y ya hemos oído rumores sobre candidatos fuertes (y masculinos) como Doctor Extraño, ¿sería mucho pedir que la película de Viuda Negra fuera una de ellas? Total, eso sólo significaría esperar todavía dos o tres años más para tener un blockbuster protagonizado por una superheroína en condiciones... 

#AporelOscar: Almuerzo de nominados

Conoce los detalles de cada ritual de la carrera por los Oscar desde dentro gracias al corto español nominado, 'Aquel no era yo', dirigido por Esteban Crespo. Por JAVIER AGUAYO

#aporeloscar almuerzo de nominados

[Javier Aguayo, integrante del equipo del corto Aquel no era yo, dirigido por Esteban Crespo y nominado al Oscar, nos cuenta de primera mano cómo se viven las distintas etapas que marcan el camino hasta la gala de entrega de los Oscar del próximo 2 de marzo].
Sin duda el día de hoy ha marcado un punto de inflexión en la carrera por el Óscar de Aquel no era yo. Tocaba la famosa Comida de Nominados, en la que los doscientos y pico candidatos son invitados junto con un acompañante a este “Nominees Luncheon” en el hotel Berverly Hilton (Beverly Hills). Llegamos puntualmente a las 11:30am en nuestro coche alquilado, y queriendo sentirnos un poco estrellas, hacemos uso del “valet parking” (aparcacoches), ante la atenta mirada de las decenas de fans y los miembros de seguridad del evento. Nosotros, ante la duda, llevamos muy a la vista el sobre que recibimos unas semanas atrás con las invitaciones al evento, y que luce el bonito logo de los Oscar. Entramos al hall y aparentando normalidad nos acercamos a los mostradores donde los organizadores reciben a los invitados. Sin querer buscar demasiado, nuestras miradas se topan con Ethan Hawke, quien va un poquito delante de nosotros. Enseguida vemos a Raquel, miembro de la organización que nos ha tomado mucho cariño después de tantos emails y llamadas telefónicas, antes de conocernos en persona la semana pasada en las oficinas de la Academia. El sentimiento es mutuo. La saludamos de manera afectuosa, ya que además siempre gusta encontrarse con una cara conocida en un evento así. Nos facilita la recogida de nuestras placas identificativas (la del nominado en amarillo con su nombre y categoría por la que está nominado, la del acompañante sólo con el nombre y el fondo blanco). Además nos adelanta que tenemos una mesa estupenda. Muy, muy buena, dice. Qué nervios.
Nos dirigimos hacia el photocall, donde después de hacer una pequeña cola (donde somos seguidos por algunos nominados de Gravity, gran favorita), pasan a Esteban para saludar a la presidenta de la Academia, y seguidamente le toman unas fotos. Yo me he apresurado a pasar por detrás para robar unas fotos del momento con mi propia cámara. Es emocionante escuchar a los fotógrafos decir “Esteban, aquí Esteban, mira aquí por favor”, como tantas veces hemos visto que les sucede a las estrellas de Hollywood en estas situaciones.
Una vez dentro del salón nos dirigimos a la zona del bar, habiendo previamente localizado visualmente nuestra mesa, la número 12, justo en el centro de la sala. No mentía Raquel, muy buena situación. Pedimos un par de bebidas para brindar por el gran momento que estamos viviendo, y observamos nuestro alrededor, siendo conscientes de lo afortunados que somos. Interactuamos con algunos nominados, como Jason Cohen (buen apellido), nominado a mejor corto documental. Empiezan a desfilar por allí caras conocidas, como Sandra Bullock, o el nominadísimo Alfonso Cuarón. Observamos con respeto, y cotilleamos un poco como buenos españoles. Al cabo de un rato nos piden que vayamos ocupando nuestros asientos. Nos dirigimos hacia la mesa 12, en la cual ya están sentados uno de los gobernadores de los Oscar y su esposa, un par de productoras de documentales, y a mi izquierda John Ridley (guionista de 12 años de esclavitud) y su esposa. Los dos asientos a la derecha de Esteban quedan vacíos por el momento (lo cual sospechamos indica que quien se va a sentar allí es una celebridad de Hollywood, ya que suelen llegar elegantemente tarde). Y no nos equivocamos, ya que Cate Blanchett y su acompañante los ocupan, para alegría nuestra, claro.
Cate Blanchett
Con Cate (así la llamamos nosotros) hablamos sobre Blue Jasmine y Javier Aguirresarobe (director de fotografía), cuyo hijo, Jon, es amigo nuestro, y con el que pasamos el domingo viendo los Goya en casa de Susana Casares con otros veintitantos españoles afincados en LA. Gracias Susana por tu hospitalidad y tortilla de patatas. Cate no tiene más que palabras de alabanza sobre el trabajo y la persona de Javier. Nos cuenta sobre Blue Jasmine, sobre Woody (así le llama ella) y el maravilloso trabajo de Javier. Historias de Hollywood, ya saben ustedes…
Con John Ridley la conversación es también tremendamente fácil. Muy llano y cercano. Nos habla de otras películas que ha escrito como Tres reyes o Giro al infierno. La verdad es que la estampa en la que nos encontramos es de película total. En las mesas de atrás tenemos a David O. Russell, Meryl Streep, Leonardo DiCaprio... Un poco más allá Sandra Bullock, Mathew McConaughey, Christian Bale, Cuarón, Amy Adams (de rojo y espectacular), Bradley Cooper, Bono… y justo delante de nosotros, en nuestra línea visual, la razón por la que Esteban Crespo hace cine, Martin Scorsese. Hay un momento en el que a pocos metros de nosotros se da una espontánea reunión: Leonardo DiCaprio, Martin Scorsese y Harvey Wenstein. Da un poco de vértigo ver a tales pesos pesados de la interpretación, dirección y producción charlar distendidamente tan cerca. Dan ganas de acercarse, ponerle el brazo en el hombro a Harvey, y soltar un “¿De quién estamos hablando?”. Pero no lo hacemos, claro, porque no queremos ser echados a patadas de la ceremonia o de Hollywood (no al menos tan pronto).
Momento tremendamente emocionante cuando en la pantalla que preside la sala aparece el nombre de nuestro corto, Aquel no era yo, entre títulos de largometrajes, documentales, animación… y sin dar más importancia a uno ni otro. Durante toda la ceremonia sobrevuela la elegancia y sencillez. Por momentos se nos olvida que estamos en Hollywood. Qué gran idea no hacer distinciones y mezclar a todos con todos en esta comida, ya que no hay una mesa de “mejores actores”, sino que hay actores sentados con sonidistas, guionistas… Y que estés en un número de mesa alto no quiere decir nada. Jonah Hill o Scorsese estaban sentados más lejos que nosotros, por ejemplo.
Jonah Hill
Hay varias intervenciones durante la comida. La primera de la presidenta, seguida de los productores de la ceremonia. Bromean sobre que la misma será vista por aproximadamente 1 billón de personas, y que los premiados sólo tendrán 45 segundos para su discurso. Una vez transcurrido ese tiempo, la música comenzará a sonar.
El actor y gobernador de la Academia Ed Begley Jr es el encargado de ir nombrando a los más de 150 nominados que están hoy aquí (falta mi querida Jennifer Lawrence, snif), para que vayan subiendo a un estrado donde se les tomará lo que ellos llaman “la foto de clase”. Es divertido ver cómo los que han trabajado juntos se animan unos a otros. Gran emoción para nosotros cuando llaman a Cate, pero aún mayor cuando dicen el nombre de Esteban Crespo.



Sonriente a la par que veloz sube al estrado para posicionarse entre Cate y John, que sube tras él, y Esteban se coloca nada menos que delante de (aguanten todos sentados en sus asientos) Meryl Streep. Durante los próximos 20 minutos la diosa de la interpretación se apoyará repetidas veces en el hombro de Esteban mientras se ríe charlando con O. Russell y Pharrell (el cual lleva si se me permite la expresión, un sombrero de lo más estúpido). Mi dire y yo intercambiamos miradas constantemente. La primera de todas significa claramente “¿has visto dónde me han puesto?”. La segunda “¿pero tú has visto dónde me han puesto chaval?”. El resto de miradas van en la línea de “flipa chaval” y similar, sin terminar de salir de su asombro. Los que se llevaron más aplausos yo creo que fueron DiCaprio, Cuarón y McConaughey. Cuando ya estaban todos en su sitio, se dio la situación que se da en cualquier foto de grupo “Uno, dos, TRES”.



Después de repetir la operación unas cuantas veces, copa de champagne y a celebrar. De nuevo realmente emocionante al estar junto a todos los citados nombres tan cerquita. Nos acercamos a saludar a Alfonso Cuarón, que encantador nos devuelve el saludo y nos desea mucha suerte. Por ahí anda Bullock, McConaughey, Jonah Hill, Jared Leto… y por supuesto, el gran Martin Scorsese.
Martin Scorsese
Nos acercamos y soy testigo de un momento precioso: Esteban, corazón en mano, le dice a Martin “Señor Scorsese, quiero que sepa que yo hago cine por usted. Imagino que esto se lo dirán constantemente”. A lo que el citado director contesta con un “Oh, muchas gracias” y un gesto de “estás exagerando”. Qué maravilla poder conocer a gente tan grande y tan humilde. Accede gustoso a hacerse foto con nosotros. Grande Scorsese.
Steve McQueen
De ahí, estrechamos manos y compartimos fotos con Steve McQueen, Jonah Hill, Jared Leto, y nuestro amigo John Ridley. Vemos cómo las grandes como Meryl y Bullock salen con sus managers o publicistas por una puerta trasera, para probablemente continuar el día con entrevistas y otros eventos. Me paro un momento a pensar cómo hace no mucho tiempo un servidor ponía su primer póster de adolescente con la imagen de Sandra Bullock en la pared de su habitación. Cada vez que hablo con mi madre por teléfono estos días me lo recuerda. La Bullock, la llama ella…
Nosotros salimos por la puerta principal, claro, y nos despedimos de nuestra amiga de la Academia Raquel, para dirigimos a la segunda planta del mismo hotel, ya que Esteban tiene una entrevista para Shorts HD, un festival paralelo a los Oscar que se ocupa primordialmente de la proyección de los cortos de ficción, documental y animación en cines y otras plataformas digitales. Conocemos e interactuamos con otros cortometrajistas. Con quien mejores migas hacemos es con el equipo del corto de ficción finlandés, comedia que pudimos disfrutar en el festival de Palm Springs el pasado mes de junio.
Y de ahí, corriendo a la casa que hemos alquilado en Hollywood para cambiarnos e ir con el resto del séquito español a la fiesta del Hollywood Reporter
Aquel no era yo

Esteban Crespo y Javier Aguayo

'Wolves', tráiler



¿‘Crepúsculo’ (‘Twilight’) con lobos? Eso me ha parecido a simple vista. Ahí arriba tenéis el tráiler de ‘Wolves’ (2014), el debut como director de David Hayter, conocido por participar en los guiones de ‘X-Men’ (Bryan Singer, 2000) o ‘Watchmen’ (Zack Snyder, 2009), entre otras.
Lucas Till, Jason Momoa, Merritt Patterson, Jennifer Hale y Stephen McHattie encabezan el reparto de la película. La historia gira en torno a un muchacho que al cumplir 18 años se transforma en un licántropo. Tras el misterioso asesinato de sus padres, el joven huye mientras busca a los responsables del crimen así como algunas respuestas que aclaren la oscuridad de su pasado…
No pinta demasiado bien, ¿verdad? Sin embargo, tengo curiosidad por descubrir cómo se desenvuelve Hayter al mando de la puesta en escena, y quizá estoy viendo más de lo que hay… pero me ha parecido intuir rastros de ‘Los viajeros de la noche’ (‘Near Dark’, Kathryn Bigelow, 1987), y eso me gusta. Espero que se acerque lo más posible a ese nivel. Por ahora no hay fecha de estreno para España.

Via:blog de cine

'Brick Mansions', tráiler de la última película de Paul Walker



Para el consuelo de sus apenados admiradores, falta ya poco para que el trabajo póstumo de Paul Walker llegue a las pantallas. Con guión de Bibi Naceri y Luc Besson —al que me temo que ya siempre recordaremos por ‘León: El profesional’ (1994) y ‘El Quinto Elemento’ (1997)— y la dirección de la debutante Camille Delamarre, ‘Brick Mansions’ se vende como un thriller trepidante en el tráiler que tenéis arriba. ¿Os ha convencido?
David Belle, RZA, Robert Maillet y Carlo Rota completan el reparto de este remake de la francesa ‘Distrito 13’ (Pierre Morel, 2004) en el que Walker interpreta a un policía infiltrado en una banda criminal. El único fin del protagonista es acabar desde dentro con un tío muy malo que posee una bomba de neutrones. Como si fuera James Bond o algo así. Persecuciones, saltos imposibles y mucha pelea son los ingredientes que la componen, nada nuevo por el frente… pero si entretiene, bienvenida sea.
El estreno de ‘Brick Mansions’ está previsto para el 25 de Abril tanto en España como en el resto del mundo.

Via:blog de cine