Sí, este proyecto sigue en pie. Hacía tiempo que no sabíamos nada del remake de ‘Los pájaros’ (‘The Birds’, 1963) que cuenta con Michael Bay como productor, pero la esperanza de que jamás saldría adelante una versión moderna del clásico de Alfred Hitchcock se ha desvanecido con el fichaje de un director.
Universal Pictures, Platinum Dunes y Mandalay Pictures han llegado a un acuerdo con Diederik van Rooijen para que se ocupe de la puesta en escena de la nueva ‘The Birds’, cuya última versión del guion firma un tal Jonathan Herman. Van Rooijen
es un realizador holandés de amplia experiencia en cine y televisión,
responsable de thrillers como ‘Taped’ (2012) o ‘Daglicht’ (2013) y
conocido sobre todo por la serie ‘Penoza’ (2010-2013), objeto de un
reciente remake estadounidense titulado ‘Red Widow’ (2013).
Recordemos que hace años
se anunció que el reparto de esta nueva versión de uno de los títulos
más populares de Hitchcock estaría encabezado por dos megaestrellas como
George Clooney y Naomi Watts, sin
embargo, ambos dejaron de estar implicados en el proyecto. A ver a
quiénes eligen, quizá con los protagonistas adecuados no es una terrible
idea después de todo…
Vía | HollywoodReporter
domingo, 2 de marzo de 2014
Oscar 2014 | La cuenta atrás | Mejor actriz protagonista
Se acercan los Oscars…Esta noche, durante la madrugada en España, se celebra la 86ª edición
de la entrega de los premios de la Academia de las Artes y las Ciencias
Cinematográficas de los Estados Unidos de América. Un auténtico
espectáculo de Hollywood, con las estrellas más destacadas y los mayores
talentos del curso cinematográfico 2013, y una cita ineludible para
millones de cinéfilos.
Tras hacer un repaso a los intérpretes nominados en las categorías de mejor actriz de reparto, actor de reparto y actor protagonista, vamos a echar un vistazo a las protagonistas femeninas. Como decía ayer, hay años donde se cuelan trabajos poco meritorios entre los finalistas al Oscar pero no es el caso de esta edición. Tanto en protagonistas masculinos como femeninos se echan en faltan nombres —Emma Thompson, Adèle Exarchopoulos…— pero hay un gran nivel, cuesta señalar a los favoritos. Creo que la estatuilla, al menos en los apartados de roles principales, tiene más valor que otros años.
Amy Adams, Cate Blanchett, Sandra Bullock, Judi Dench y Meryl Streep son las candidatas. ¿Cuál de ellas será la más afortunada?
Amy Adams (<3 39="" a="" all="" apunt="" bailarina.="" bailarina="" bases="" cantar="" colorado="" comenz="" con="" constantemente="" convertirse="" coro="" cri="" cuando="" cuenta="" danza="" decant="" definitivamente="" diferentes="" dio="" donde="" el="" en="" encajaba="" era="" estableci="" familia="" fue="" hace="" italia="" lo="" m="" militares.="" musical="" naci="" no="" ocho="" os="" p="" padre="" personalidad.="" por="" porque="" profesional="" que="" s="" se="" ser="" sintiendo="" soldado="" su="" suyo="" tarde="" teatro="" ten="" trasladado="" un="" vistas="" y="">Su carrera como intérprete comenzó en teatros de cena, donde actuó y ejerció de bailarina, hasta que un buen día hizo una prueba para la comedia ‘Muérete, bonita’ (‘Drop Dead Gorgeous’, Michael Patrick Jann, 1999) y se convirtió en su debut en el cine. Pocos años después, Steven Spielberg la fichó para la cada vez más justamente valorada ‘Atrápame si puedes’ (‘Catch Me If You Can’, 2002), sin embargo, no fue hasta ‘Junebug’ (Phil Morrison, 2005) cuando Adams empezó a llamar la atención; obtuvo con ella su primera nominación a los Oscar.
‘La duda’ (‘Doubt’, John Patrick Shanley, 2008), ‘The Fighter’ (D. O. Russell, 2010) y ‘The Master’ (Paul Thomas Anderson, 2012) le reportaron más nominaciones y forman parte de lo mejor que ha hecho hasta el momento. Con su cautivador papel de timadora dispuesta a todo por sobrevivir en la comedia negra ‘La gran estafa americana’ (‘American Hustle’, David O. Russell, 2013), Adams aspira a ganar su primer premio de la Academia. No tiene verdaderas opciones pero sería un justo reconocimiento a una de las mejores actrices del presente.
Nacida en Australia hace ya 44 años (!!), Cate Blanchett descubrió su vocación a raíz de participar como extra sin tenerlo previsto, en un viaje improvisado a Egipto al expirar su pasaporte en Reino Unido. En 1992 se graduaría en el Instituto Nacional de Arte Dramático y ese mismo año comenzó su carrera en el teatro, realizando en 1993 su primera obra junto a Geoffrey Rush y bajo las órdenes de David Mamet, ni más ni menos.
Tras algunas series de televisión y probar su talento en escenarios teatrales, esta prodigiosa actriz dio el salto al cine con ‘Camino al paraíso’ (‘Paradise Road’, Bruce Beresford, 1997), donde tuvo un papel secundario junto Glenn Close y Frances McDormand. El mismo año compartió protagonismo junto a Ralph Fiennes en ‘Oscar y Lucinda’ (‘Oscar and Lucinda’, Gillian Armstrong) y su interpretación la llevó a conseguir el que se convertiría en uno de los papeles más importantes de su carrera, la reina Isabel I de Inglaterra en ‘Elizabeth’ (Shekhar Kapur, 1998). Con éste último logró su primera nominación al Oscar y el reconocimiento internacional y unánime.
Posteriormente la hemos podido ver encarnando con pasmosa convicción a la mismísima Katherine Hepburn en ‘El aviador’ (‘The Aviator’, Martin Scorsese, 2004), papel con el que lograría la estatuilla en el apartado de mejor actriz de reparto, e incluso a Bob Dylan en ‘I´m Not There’ (Todd Haynes, 2007). Por ‘Blue Jasmine’ (Woody Allen, 2013), donde da vida a una mujer que intenta recuperar el control de su vida tras perderlo todo, Cate Blanchett ha ganado el Globo de Oro, el BAFTA y el galardón del sindicato de actores. Tiene su segundo Oscar al alcance de la mano.
Inglesa de pura cepa, nacida en York hace 79 años, Judi Dench debutó en el teatro en 1951 interpretando a Ofelia en ‘Hamlet’. En su tierra se ganó la reputación como una de las mejores actrices del periodo de la post-guerra, sobre todo por su trabajo en el teatro, que ha sido siempre su pasión. En 1961 se unió a la famosa Royal Shakespeare Company y poco después le vino uno de sus mayores éxitos sobre las tablas interpretando a Sally Bowles en ‘Cabaret’ (1969), papel que hizo célebre Liza Minneli en su versión cinematográfica.
No cesó su trabajo para el teatro en años posteriores, intercalado con papeles para televisión, donde estrenó varias obras importantes. En 1985 dirigió a Emma Thompson y Kenneth Branagh —quien más tarde la contrataría para ‘Enrique V’ (‘Henry V’, 1989) y ‘Hamlet’ (1996)— en la versión teatral de ‘Mucho ruido y pocas nueces’, y le llegó su primer papel importante para el cine en el drama romántico ‘Una habitación con vistas’ (‘A Room with a View’, James Ivory). Fue nombrada Dama del Imperio Británico como reconocimiento a su carrera en 1988. Dench acumula ya siete nominaciones al Oscar, premio que obtuvo por un brevísimo pero memorable papel en la sobrevaloradísima ‘Shakespeare in Love’ (John Madden, 1998).
En ‘Philomena’ (Stephen Frears, 2013), drama basado en hechos reales que acaba de llegar a nuestras carteleras, da vida una enfermera jubilada en busca de un hijo que unas malvadas monjas (ejem) le arrebataron cinco décadas atrás. Es una historia de las que emocionan fácilmente al público y ella ofrece otra interpretación magistral. No parece rival para Blanchett pero todos aplaudiríamos si ganara su segundo Oscar.
De ascendencia alemana, inglesa y suiza, Meryl Streep nació en Nueva Jersey hace 64 años. Mientras estudiaba para el Máster en Bellas Artes en la Escuela de Drama de la Universidad de Yale, actuó en varias obras de teatro. Al acabar, siguió un tiempo en los escenarios realizando obras en Broadway que le reportaron alguna nominación a los premios Tony y otros premios del mundillo. Su debut en el cine llegó con un pequeño pero fundamental papel en ‘Julia’ (Fred Zinnemann, 1977), compartiendo escena junto a Jane Fonda y Vanessa Redgrave.
En la década de los 70 tuvo un par de interpretaciones claves para su carrera. Una de ellas fue en ‘El cazador’ (‘The Deer Hunter’, Michael Cimino, 1978), donde pudo estar al lado de su por entonces pareja John Cazale, diagnosticado de cáncer óseo y fallecido el mismo año de su estreno. Consiguió su primera nominación a los Oscar como actriz de reparto gracias a un film extraordinario que mejora con el tiempo. Un año más tarde, muy entregada en su interpretación de una madre que abandona su hogar en ‘Kramer contra Kramer’ (‘Kramer vs. Kramer’, Robert Benton, 1979), aportó su propia visión haciendo que reconstruyeran por completo su personaje, llegando a escribir dos de los diálogos con más importancia. Levantó su primer Oscar.
En los 80 llegaría su consagración. Desde ‘La mujer del teniente francés’ (‘The French Lieutenant’s Woman’, Karel Reisz, 1981) no paró de cosechar éxitos. Su poderosa interpretación y perfecto acento polaco en ‘La decisión de Sophie’ (Sophie’s Choice, Alan J. Pakula, 1982); las románticas ‘Enamorarse’ (Falling in Love, Ulu Grosbard, 1984) y ‘Los puentes de Madison’ (The Bridges of Madison County, Clint Eastwood, 1995); o el drama con tintes religiosos ‘La duda’ (‘Doubt’, John Patrick Shanley, 2008) son solo algunos de los trabajos más destacados de una actriz fuera de serie. Con ‘Agosto’ (‘August: Osage County’, John Wells, 2013) podría conseguir su cuarta estatuilla, y la merece, está impresionante, pero el triunfo por un film tan convencional como ‘La dama de hierro’ (‘The Iron Lady’, Phyllida Lloyd 2011) está demasiado reciente.
Terminamos con la que sobra. Bueno, mejor dicho, y para ser justo, con la peor actriz y la peor interpretación de las cinco. Y os lo dice alguien que incluyó ‘Gravity’ (Alfonso Cuarón, 2013) entre los mejores estrenos del año pasado. Disfruté el trabajo de Sandra Bullock en un espectáculo asombroso, posiblemente el film con el efecto 3D más logrado hasta la fecha, pero si se la compara con las otra cuatro rivales que tendrá la noche del domingo, sinceramente, no merece estar en la recta final. Mucho menos lograr la estatuilla.
Porque además sería la segunda en su carrera para una actriz limitada, de cine comercial, con una filmografía repleta de tontas comedias y cursis relatos coronada con un inmerecido Oscar por ‘Un sueño posible’ (‘The Blind Side’, John Lee Hancock, 2009), título blandito y olvidable donde los haya.
La primera intención de Bullock —a punto de cumplir los 50—, que toca el piano desde niña, fue estudiar música, pero lo dejó para matricularse en interpretación. Se trasladó a Nueva York, donde trabajó de camarera mientras acudía a audiciones. Su debut llegó con ‘En la cuerda floja’ (‘Hangmen’, J. Christian Ingvordsen, 1987), estrenada directamente a vídeo. Tras varias apariciones en televisión y papeles menores, le llegó la fama con la película ‘Speed’ (Jan de Bont, 1994) junto a Keanu Reeves. Desde entonces no ha mejorado mucho, dejando solo algunas escenas inspiradas de vez en cuando, como en ‘Gravity’, por la que se ha embolsado 70 millones de dólares. Premio más que suficiente.3>
Tras hacer un repaso a los intérpretes nominados en las categorías de mejor actriz de reparto, actor de reparto y actor protagonista, vamos a echar un vistazo a las protagonistas femeninas. Como decía ayer, hay años donde se cuelan trabajos poco meritorios entre los finalistas al Oscar pero no es el caso de esta edición. Tanto en protagonistas masculinos como femeninos se echan en faltan nombres —Emma Thompson, Adèle Exarchopoulos…— pero hay un gran nivel, cuesta señalar a los favoritos. Creo que la estatuilla, al menos en los apartados de roles principales, tiene más valor que otros años.
Amy Adams, Cate Blanchett, Sandra Bullock, Judi Dench y Meryl Streep son las candidatas. ¿Cuál de ellas será la más afortunada?
Amy Adams
Amy Adams (<3 39="" a="" all="" apunt="" bailarina.="" bailarina="" bases="" cantar="" colorado="" comenz="" con="" constantemente="" convertirse="" coro="" cri="" cuando="" cuenta="" danza="" decant="" definitivamente="" diferentes="" dio="" donde="" el="" en="" encajaba="" era="" estableci="" familia="" fue="" hace="" italia="" lo="" m="" militares.="" musical="" naci="" no="" ocho="" os="" p="" padre="" personalidad.="" por="" porque="" profesional="" que="" s="" se="" ser="" sintiendo="" soldado="" su="" suyo="" tarde="" teatro="" ten="" trasladado="" un="" vistas="" y="">Su carrera como intérprete comenzó en teatros de cena, donde actuó y ejerció de bailarina, hasta que un buen día hizo una prueba para la comedia ‘Muérete, bonita’ (‘Drop Dead Gorgeous’, Michael Patrick Jann, 1999) y se convirtió en su debut en el cine. Pocos años después, Steven Spielberg la fichó para la cada vez más justamente valorada ‘Atrápame si puedes’ (‘Catch Me If You Can’, 2002), sin embargo, no fue hasta ‘Junebug’ (Phil Morrison, 2005) cuando Adams empezó a llamar la atención; obtuvo con ella su primera nominación a los Oscar.
‘La duda’ (‘Doubt’, John Patrick Shanley, 2008), ‘The Fighter’ (D. O. Russell, 2010) y ‘The Master’ (Paul Thomas Anderson, 2012) le reportaron más nominaciones y forman parte de lo mejor que ha hecho hasta el momento. Con su cautivador papel de timadora dispuesta a todo por sobrevivir en la comedia negra ‘La gran estafa americana’ (‘American Hustle’, David O. Russell, 2013), Adams aspira a ganar su primer premio de la Academia. No tiene verdaderas opciones pero sería un justo reconocimiento a una de las mejores actrices del presente.
Cate Blanchett
Nacida en Australia hace ya 44 años (!!), Cate Blanchett descubrió su vocación a raíz de participar como extra sin tenerlo previsto, en un viaje improvisado a Egipto al expirar su pasaporte en Reino Unido. En 1992 se graduaría en el Instituto Nacional de Arte Dramático y ese mismo año comenzó su carrera en el teatro, realizando en 1993 su primera obra junto a Geoffrey Rush y bajo las órdenes de David Mamet, ni más ni menos.
Tras algunas series de televisión y probar su talento en escenarios teatrales, esta prodigiosa actriz dio el salto al cine con ‘Camino al paraíso’ (‘Paradise Road’, Bruce Beresford, 1997), donde tuvo un papel secundario junto Glenn Close y Frances McDormand. El mismo año compartió protagonismo junto a Ralph Fiennes en ‘Oscar y Lucinda’ (‘Oscar and Lucinda’, Gillian Armstrong) y su interpretación la llevó a conseguir el que se convertiría en uno de los papeles más importantes de su carrera, la reina Isabel I de Inglaterra en ‘Elizabeth’ (Shekhar Kapur, 1998). Con éste último logró su primera nominación al Oscar y el reconocimiento internacional y unánime.
Posteriormente la hemos podido ver encarnando con pasmosa convicción a la mismísima Katherine Hepburn en ‘El aviador’ (‘The Aviator’, Martin Scorsese, 2004), papel con el que lograría la estatuilla en el apartado de mejor actriz de reparto, e incluso a Bob Dylan en ‘I´m Not There’ (Todd Haynes, 2007). Por ‘Blue Jasmine’ (Woody Allen, 2013), donde da vida a una mujer que intenta recuperar el control de su vida tras perderlo todo, Cate Blanchett ha ganado el Globo de Oro, el BAFTA y el galardón del sindicato de actores. Tiene su segundo Oscar al alcance de la mano.
Judi Dench
Inglesa de pura cepa, nacida en York hace 79 años, Judi Dench debutó en el teatro en 1951 interpretando a Ofelia en ‘Hamlet’. En su tierra se ganó la reputación como una de las mejores actrices del periodo de la post-guerra, sobre todo por su trabajo en el teatro, que ha sido siempre su pasión. En 1961 se unió a la famosa Royal Shakespeare Company y poco después le vino uno de sus mayores éxitos sobre las tablas interpretando a Sally Bowles en ‘Cabaret’ (1969), papel que hizo célebre Liza Minneli en su versión cinematográfica.
No cesó su trabajo para el teatro en años posteriores, intercalado con papeles para televisión, donde estrenó varias obras importantes. En 1985 dirigió a Emma Thompson y Kenneth Branagh —quien más tarde la contrataría para ‘Enrique V’ (‘Henry V’, 1989) y ‘Hamlet’ (1996)— en la versión teatral de ‘Mucho ruido y pocas nueces’, y le llegó su primer papel importante para el cine en el drama romántico ‘Una habitación con vistas’ (‘A Room with a View’, James Ivory). Fue nombrada Dama del Imperio Británico como reconocimiento a su carrera en 1988. Dench acumula ya siete nominaciones al Oscar, premio que obtuvo por un brevísimo pero memorable papel en la sobrevaloradísima ‘Shakespeare in Love’ (John Madden, 1998).
En ‘Philomena’ (Stephen Frears, 2013), drama basado en hechos reales que acaba de llegar a nuestras carteleras, da vida una enfermera jubilada en busca de un hijo que unas malvadas monjas (ejem) le arrebataron cinco décadas atrás. Es una historia de las que emocionan fácilmente al público y ella ofrece otra interpretación magistral. No parece rival para Blanchett pero todos aplaudiríamos si ganara su segundo Oscar.
Meryl Sreep
De ascendencia alemana, inglesa y suiza, Meryl Streep nació en Nueva Jersey hace 64 años. Mientras estudiaba para el Máster en Bellas Artes en la Escuela de Drama de la Universidad de Yale, actuó en varias obras de teatro. Al acabar, siguió un tiempo en los escenarios realizando obras en Broadway que le reportaron alguna nominación a los premios Tony y otros premios del mundillo. Su debut en el cine llegó con un pequeño pero fundamental papel en ‘Julia’ (Fred Zinnemann, 1977), compartiendo escena junto a Jane Fonda y Vanessa Redgrave.
En la década de los 70 tuvo un par de interpretaciones claves para su carrera. Una de ellas fue en ‘El cazador’ (‘The Deer Hunter’, Michael Cimino, 1978), donde pudo estar al lado de su por entonces pareja John Cazale, diagnosticado de cáncer óseo y fallecido el mismo año de su estreno. Consiguió su primera nominación a los Oscar como actriz de reparto gracias a un film extraordinario que mejora con el tiempo. Un año más tarde, muy entregada en su interpretación de una madre que abandona su hogar en ‘Kramer contra Kramer’ (‘Kramer vs. Kramer’, Robert Benton, 1979), aportó su propia visión haciendo que reconstruyeran por completo su personaje, llegando a escribir dos de los diálogos con más importancia. Levantó su primer Oscar.
En los 80 llegaría su consagración. Desde ‘La mujer del teniente francés’ (‘The French Lieutenant’s Woman’, Karel Reisz, 1981) no paró de cosechar éxitos. Su poderosa interpretación y perfecto acento polaco en ‘La decisión de Sophie’ (Sophie’s Choice, Alan J. Pakula, 1982); las románticas ‘Enamorarse’ (Falling in Love, Ulu Grosbard, 1984) y ‘Los puentes de Madison’ (The Bridges of Madison County, Clint Eastwood, 1995); o el drama con tintes religiosos ‘La duda’ (‘Doubt’, John Patrick Shanley, 2008) son solo algunos de los trabajos más destacados de una actriz fuera de serie. Con ‘Agosto’ (‘August: Osage County’, John Wells, 2013) podría conseguir su cuarta estatuilla, y la merece, está impresionante, pero el triunfo por un film tan convencional como ‘La dama de hierro’ (‘The Iron Lady’, Phyllida Lloyd 2011) está demasiado reciente.
Sandra Bullock
Terminamos con la que sobra. Bueno, mejor dicho, y para ser justo, con la peor actriz y la peor interpretación de las cinco. Y os lo dice alguien que incluyó ‘Gravity’ (Alfonso Cuarón, 2013) entre los mejores estrenos del año pasado. Disfruté el trabajo de Sandra Bullock en un espectáculo asombroso, posiblemente el film con el efecto 3D más logrado hasta la fecha, pero si se la compara con las otra cuatro rivales que tendrá la noche del domingo, sinceramente, no merece estar en la recta final. Mucho menos lograr la estatuilla.
Porque además sería la segunda en su carrera para una actriz limitada, de cine comercial, con una filmografía repleta de tontas comedias y cursis relatos coronada con un inmerecido Oscar por ‘Un sueño posible’ (‘The Blind Side’, John Lee Hancock, 2009), título blandito y olvidable donde los haya.
La primera intención de Bullock —a punto de cumplir los 50—, que toca el piano desde niña, fue estudiar música, pero lo dejó para matricularse en interpretación. Se trasladó a Nueva York, donde trabajó de camarera mientras acudía a audiciones. Su debut llegó con ‘En la cuerda floja’ (‘Hangmen’, J. Christian Ingvordsen, 1987), estrenada directamente a vídeo. Tras varias apariciones en televisión y papeles menores, le llegó la fama con la película ‘Speed’ (Jan de Bont, 1994) junto a Keanu Reeves. Desde entonces no ha mejorado mucho, dejando solo algunas escenas inspiradas de vez en cuando, como en ‘Gravity’, por la que se ha embolsado 70 millones de dólares. Premio más que suficiente.3>
Oscar 2014 | La cuenta atrás | Mejor director
No sé si os habéis enterado pero esta noche tiene lugar la entrega de unos premios cinematográficos: los Oscar. Sí, tienen cierta fama, hay una gala y todo eso, alfombra roja, cámaras, autobombo…
Ya sabéis de qué va esta serie de artículos. Tras repasar las opciones de todos los nominados en las categorías de interpretación —actriz de reparto, actor de reparto, actor protagonista y actriz protagonista—, es hora de prestar atención a los directores. Nuevamente, faltan nombres en esta categoría, pero solo caben cinco autores en la recta final hacia la estatuilla.
David O. Russell, Alfonso Cuarón, Alexander Payne, Steve McQueen y Martin Scorsese son los elegidos para competir por el Oscar 2014. ¿Cuál es vuestro favorito?
Este director neoyorkino de 55 años, se graduó en ciencias políticas e inglés en 1991 y empezó a trabajar en el cine tres años más tarde. Después de un par de películas menores en los 90 comenzó a ser conocido por el éxito de ‘Tres reyes’ (‘Three Kings’, 1999) y sus altercados en los rodajes con sus intérpretes, George Clooney —con quien llegó a las manos— y Lily Tomlin pueden dar cuenta de ello. En apenas tres años, David O. Russell ha pasado a ser considerado uno de los cineastas más importantes de la industria norteamericana y ganarse la reputación de excelente director de actores.
Y es que con tres trabajos consecutivos ha conseguido, además de nominación a la mejor dirección, once candidaturas al Oscar para sus repartos: tres con ‘The Fighter’ (2010), cuatro con ‘El lado bueno de las cosas’ (‘Silver Linings Playbook’, 2012) y otras cuatro con ‘La gran estafa americana’ (‘American Hustle’, 2013). Es un récord con el que Russell supera por una candidatura al gran William Wyler, además de un dato espectacular que haya logrado con dos películas seguidas repetir nominación en los cuatro apartados de interpretación tres décadas después de la última en conseguirlo, ‘Rojos’ (‘Reds’, Warren Beatty, 1981). No parece probable que levante su primera estatuilla pero cada vez la tiene más cerca…
El mexicano, hijo de un físico nuclear, estudió Dirección Cinematográfica y Filosofía en la Universidad de México. Comenzó a trabajar en series de televisión, primero como técnico y más tarde como realizador antes de debutar en el cine con ‘Solo con tu pareja’ (1991). El éxito internacional le vendría a Alfonso Cuarón con producciones como ‘Y tu mamá también’ (2001), ‘Harry Potter y el prisionero de Azkaban’ (‘Harry Potter and the Prisoner of Azkaban’, 2004) —considerada casi de forma unánime como la mejor entrega de la saga— y la que para mí es su obra maestra a día de hoy: ‘Hijos de los hombres’ (‘Children of Men’, 2006).
Con ‘Gravity’ (2013), Cuarón consigue su sexta nominación al Oscar, sin embargo, sorprendentemente, es la primera en el apartado de puesta en escena. Y se lo va a llevar. Lo ha ganado TODO hasta ahora. El Globo de Oro, el BAFTA, el premio del sindicato de directores… Sinceramente, ¿alguien pone en duda su triunfo?
Nacido y criado en Londres, Steve McQueen estudió Arte, Arte y Diseño, y Bellas Artes. Fue con la última cuando empezó a interesarse por la dirección —además es escultor y fotógrafo—, filmando cortometrajes desde 1993 a 2002. En 2008 realizó su primer largometraje, ‘Hunger’, su primera colaboración con Michael Fassbender; este debut le reportó varios premios, entre ellos la Cámara de Oro a la mejor ópera prima en el Festival de Cannes. Tres años después presentó ‘Shame’ (2011), de nuevo con Fassbender, que parece haberse convertido en su actor fetiche y quien ganó la Copa Volpi por su interpretación.
Tras el menosprecio a ‘Shame’, McQueen consigue sus dos primeras nominaciones al Oscar, como realizador y como productor, con la adaptación de ‘12 años de esclavitud’ (‘12 Years of a Slave’, 2013). Es el único candidato con opciones de arrebatarle la estatuilla de dirección a Cuarón. Lo merecía más por su segundo film pero ya sabemos cómo funciona esto, a veces se entregan pensando en olvidos o injusticias de años anteriores…
Americano nacido en Nebraska pero de ascendencia griega, estudió Español e Historia, pasando un año de su carrera en Salamanca. Más tarde se graduaría en Bellas Artes por la Escuela de Cine de Los Ángeles. Tras terminar los estudios, Alexander Payne llegó a un acuerdo de guión y dirección con Universal Pictures. Su ópera prima fue con ‘Citizen Rush’ (1996) pero no comenzó a ser conocido hasta ‘Election’ (1999). Más tarde vendrían títulos como ‘A propósito de Schmidt’ (‘About Schmidt’, 2002), que le reportó su primer Globo de Oro, y ‘Entre copas’ (‘Sideways’, 2004), por la que le otorgaron un Oscar como guionista.
Aunque es uno de los directores norteamericanos mejor valorados del momento, curiosamente se llevó una segunda estatuilla por coescribir su penúltima realización, ‘Los descendientes’ (‘The Descendants’, 2011). Con ‘Nebraska’ (2013) vuelve a optar al Oscar pero todo apunta a que volverá a casa con las manos vacías. Si de mí dependiera, se lo llevaría él.
Uno de los dos neoyorkinos más admirados por los aficionados séptimo arte —el otro vuelve a estar nominado al Oscar como guionista—, está considerado como uno de los más geniales directores de la historia. Nacido en 1942, la fama de Martin Scorsese le llegó con ‘Taxi Driver’ (1976) y ‘Toro salvaje’ (‘Raging Bull’, 1980), ambas en colaboración con su primer actor fetiche, Robert de Niro.
En su carrera no ha faltado la polémica, como la que suscitó con ‘La última tentación de Cristo’ (‘The Last Temptation of Christ’, 1988) y ahora con la adaptación de ‘El lobo de Wall Street’ (‘The Wolf of Wall Street’, 2013). En los últimos tiempos, una de sus películas más aclamadas casi por unanimidad fue y sigue siendo ‘Uno de los nuestros’ (1990), tras la cual vinieron títulos que han ido ganando adeptos con el tiempo, como ‘Casino’ (1995), ‘Gangs of New York’ (2002), o un remake, ‘Infiltrados’ (‘The Departed’, 2006), por el que recibiría el que sigue siendo su único Oscar como realizador después de seis nominaciones en esa categoría.
‘El lobo de Wall Street’ supone su octava candidatura a la estatuilla en la faceta de director y aunque nunca se puede descartar que la Academia decida premiarle, porque a sus 71 años sigue siendo un cineasta prodigioso, es más probable que sea su segundo actor favorito, Leonardo DiCaprio, quien consiga el Oscar. Pronto lo comprobaremos.
Via:blog de cine
Ya sabéis de qué va esta serie de artículos. Tras repasar las opciones de todos los nominados en las categorías de interpretación —actriz de reparto, actor de reparto, actor protagonista y actriz protagonista—, es hora de prestar atención a los directores. Nuevamente, faltan nombres en esta categoría, pero solo caben cinco autores en la recta final hacia la estatuilla.
David O. Russell, Alfonso Cuarón, Alexander Payne, Steve McQueen y Martin Scorsese son los elegidos para competir por el Oscar 2014. ¿Cuál es vuestro favorito?
David O. Russell
Este director neoyorkino de 55 años, se graduó en ciencias políticas e inglés en 1991 y empezó a trabajar en el cine tres años más tarde. Después de un par de películas menores en los 90 comenzó a ser conocido por el éxito de ‘Tres reyes’ (‘Three Kings’, 1999) y sus altercados en los rodajes con sus intérpretes, George Clooney —con quien llegó a las manos— y Lily Tomlin pueden dar cuenta de ello. En apenas tres años, David O. Russell ha pasado a ser considerado uno de los cineastas más importantes de la industria norteamericana y ganarse la reputación de excelente director de actores.
Y es que con tres trabajos consecutivos ha conseguido, además de nominación a la mejor dirección, once candidaturas al Oscar para sus repartos: tres con ‘The Fighter’ (2010), cuatro con ‘El lado bueno de las cosas’ (‘Silver Linings Playbook’, 2012) y otras cuatro con ‘La gran estafa americana’ (‘American Hustle’, 2013). Es un récord con el que Russell supera por una candidatura al gran William Wyler, además de un dato espectacular que haya logrado con dos películas seguidas repetir nominación en los cuatro apartados de interpretación tres décadas después de la última en conseguirlo, ‘Rojos’ (‘Reds’, Warren Beatty, 1981). No parece probable que levante su primera estatuilla pero cada vez la tiene más cerca…
Alfonso Cuarón
El mexicano, hijo de un físico nuclear, estudió Dirección Cinematográfica y Filosofía en la Universidad de México. Comenzó a trabajar en series de televisión, primero como técnico y más tarde como realizador antes de debutar en el cine con ‘Solo con tu pareja’ (1991). El éxito internacional le vendría a Alfonso Cuarón con producciones como ‘Y tu mamá también’ (2001), ‘Harry Potter y el prisionero de Azkaban’ (‘Harry Potter and the Prisoner of Azkaban’, 2004) —considerada casi de forma unánime como la mejor entrega de la saga— y la que para mí es su obra maestra a día de hoy: ‘Hijos de los hombres’ (‘Children of Men’, 2006).
Con ‘Gravity’ (2013), Cuarón consigue su sexta nominación al Oscar, sin embargo, sorprendentemente, es la primera en el apartado de puesta en escena. Y se lo va a llevar. Lo ha ganado TODO hasta ahora. El Globo de Oro, el BAFTA, el premio del sindicato de directores… Sinceramente, ¿alguien pone en duda su triunfo?
Steve McQueen
Nacido y criado en Londres, Steve McQueen estudió Arte, Arte y Diseño, y Bellas Artes. Fue con la última cuando empezó a interesarse por la dirección —además es escultor y fotógrafo—, filmando cortometrajes desde 1993 a 2002. En 2008 realizó su primer largometraje, ‘Hunger’, su primera colaboración con Michael Fassbender; este debut le reportó varios premios, entre ellos la Cámara de Oro a la mejor ópera prima en el Festival de Cannes. Tres años después presentó ‘Shame’ (2011), de nuevo con Fassbender, que parece haberse convertido en su actor fetiche y quien ganó la Copa Volpi por su interpretación.
Tras el menosprecio a ‘Shame’, McQueen consigue sus dos primeras nominaciones al Oscar, como realizador y como productor, con la adaptación de ‘12 años de esclavitud’ (‘12 Years of a Slave’, 2013). Es el único candidato con opciones de arrebatarle la estatuilla de dirección a Cuarón. Lo merecía más por su segundo film pero ya sabemos cómo funciona esto, a veces se entregan pensando en olvidos o injusticias de años anteriores…
Alexander Payne
Americano nacido en Nebraska pero de ascendencia griega, estudió Español e Historia, pasando un año de su carrera en Salamanca. Más tarde se graduaría en Bellas Artes por la Escuela de Cine de Los Ángeles. Tras terminar los estudios, Alexander Payne llegó a un acuerdo de guión y dirección con Universal Pictures. Su ópera prima fue con ‘Citizen Rush’ (1996) pero no comenzó a ser conocido hasta ‘Election’ (1999). Más tarde vendrían títulos como ‘A propósito de Schmidt’ (‘About Schmidt’, 2002), que le reportó su primer Globo de Oro, y ‘Entre copas’ (‘Sideways’, 2004), por la que le otorgaron un Oscar como guionista.
Aunque es uno de los directores norteamericanos mejor valorados del momento, curiosamente se llevó una segunda estatuilla por coescribir su penúltima realización, ‘Los descendientes’ (‘The Descendants’, 2011). Con ‘Nebraska’ (2013) vuelve a optar al Oscar pero todo apunta a que volverá a casa con las manos vacías. Si de mí dependiera, se lo llevaría él.
Martin Scorsese
Uno de los dos neoyorkinos más admirados por los aficionados séptimo arte —el otro vuelve a estar nominado al Oscar como guionista—, está considerado como uno de los más geniales directores de la historia. Nacido en 1942, la fama de Martin Scorsese le llegó con ‘Taxi Driver’ (1976) y ‘Toro salvaje’ (‘Raging Bull’, 1980), ambas en colaboración con su primer actor fetiche, Robert de Niro.
En su carrera no ha faltado la polémica, como la que suscitó con ‘La última tentación de Cristo’ (‘The Last Temptation of Christ’, 1988) y ahora con la adaptación de ‘El lobo de Wall Street’ (‘The Wolf of Wall Street’, 2013). En los últimos tiempos, una de sus películas más aclamadas casi por unanimidad fue y sigue siendo ‘Uno de los nuestros’ (1990), tras la cual vinieron títulos que han ido ganando adeptos con el tiempo, como ‘Casino’ (1995), ‘Gangs of New York’ (2002), o un remake, ‘Infiltrados’ (‘The Departed’, 2006), por el que recibiría el que sigue siendo su único Oscar como realizador después de seis nominaciones en esa categoría.
‘El lobo de Wall Street’ supone su octava candidatura a la estatuilla en la faceta de director y aunque nunca se puede descartar que la Academia decida premiarle, porque a sus 71 años sigue siendo un cineasta prodigioso, es más probable que sea su segundo actor favorito, Leonardo DiCaprio, quien consiga el Oscar. Pronto lo comprobaremos.
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Jason Statham y Melissa McCarthy, la extraña pareja de 'Susan Cooper'
Melissa McCarthy se ha convertido, guste más o
menos, en uno de los grandes nombres de la comedia americana. Eso sí,
sus mayores éxitos comerciales han venido de la mano de las dos cintas
que ha rodado a las órdenes de Paul Feig —‘La boda de
mi mejor amiga’ (‘Bridesmaids’, 2011) y ‘Cuerpos especiales’ (‘The
Heat’, 2013)—, por lo que el anuncio de una tercera colaboración juntos
en ‘Susan Cooper‘ (2015) no es algo que vaya a
sorprender a nadie, aunque la cosa cambia si tenemos en cuenta que el
otro gran protagonista de la función va a ser Jason Statham.
Lo cierto es que hace ya varios meses que los productores quisieron contratar a Statham, pero el gran aliado de Sylvester Stallone en cierta saga de la que en breve veremos su tercera entrega quiso probar suerte por si le salía algo mejor. Se ve que no ha sido el caso y en ‘Susan Cooper’ nos mostrará su lado más desenfadado dando vida a un espía que tendrá que formar una extraña alianza con el personaje interpretado por McCarthy, que aquí se convertirá en una improbable agente secreta.
El propio Feig, al que yo prefiero recordar por ser el creador de esa pequeña joya televisiva titulada ‘Freaks & Geeks‘ (1999-2000), ha escrito el guión de la película y en su reparto también está confirmada la presencia de Rose Byrne. Lo que no tiene aún es fecha de inicio de rodaje, pero imagino que no tardarán mucho en ponerse a ello, ya que su estreno está previsto para el 22 de mayo de 2015.
Vía | Variety
Lo cierto es que hace ya varios meses que los productores quisieron contratar a Statham, pero el gran aliado de Sylvester Stallone en cierta saga de la que en breve veremos su tercera entrega quiso probar suerte por si le salía algo mejor. Se ve que no ha sido el caso y en ‘Susan Cooper’ nos mostrará su lado más desenfadado dando vida a un espía que tendrá que formar una extraña alianza con el personaje interpretado por McCarthy, que aquí se convertirá en una improbable agente secreta.
El propio Feig, al que yo prefiero recordar por ser el creador de esa pequeña joya televisiva titulada ‘Freaks & Geeks‘ (1999-2000), ha escrito el guión de la película y en su reparto también está confirmada la presencia de Rose Byrne. Lo que no tiene aún es fecha de inicio de rodaje, pero imagino que no tardarán mucho en ponerse a ello, ya que su estreno está previsto para el 22 de mayo de 2015.
Vía | Variety
Disney: 'La leyenda de Sleepy Hollow y el Sr. Sapo', de James Algar, Clyde Geronimi y Jack Kinney
Hasta que Tim Burton versionó el texto de Washington Irving
en 1999, el icono que era el hombre sin cabeza que aterrorizaba a los
habitantes de Sleepy Hollow en general y a Ichabod Crane en particular,
estaba relacionado de forma íntima en el imaginario colectivo con el que aparecía en este filme que hoy nos ocupa y que cierra, de forma brillante —que todo hay que decirlo— la irregularísima trayectoria que la Disney
mantuvo durante la década de los cuarenta, una década que toca a su fin
con la unión de dos cortometrajes espléndidos que adaptan sendas obras
literarias fundamentales de la lengua inglesa.
‘La leyenda de Sleepy Hollow y el Sr. Sapo’ (‘The Adventures of Ichabod and Mr. Toad’, James Algar, Clyde Geronimi y Jack Kinney, 1949) se eleva pues sin dificultad por encima de la mediocridad que hizo presa de las formas visuales y narrativas de la compañía desde que su máximo responsable decidiera que, para ahorrar costes en los difíciles tiempos de la guerra y la posguerra, lo mejor era centrar objetivos en la realización de filmes compuestos de variados segmentos cuya pobre animación no hacía justicia al nombre que se habían labrado los estudios con sus primeras producciones.
El primero de los dos cortos que abre la función de una hora y pocos minutos que es ‘La leyenda de Sleepy Hollow y el Sr. Sapo’ está dedicado a éste segundo, un personaje salido de la fértil imaginación del escritor inglés Kenneth Grahame que es protagonista parcial de los muchos acontecimientos que el literato nos narró en ese magistral relato que es ‘El viento en los sauces’, un relato que aquí se adapta de forma parcial centrando su atención los cineastas de la casa de Mickey en lo que respecta al curioso anuro, desnudando así al texto de Grahame de toda la compleja parodia del género humano que es su obra.
Pero esto es Disney —tampoco se le pueden pedir peras al olmo— y lo cierto es que, a juicio del que esto suscribe, y considerando que como adaptación hay otras como el espléndido trabajo que hizo en viñetas Michel Plessix, el ritmo y la calidad de la animación de ‘El viento en los sauces’, justifican de sobra el poder señalar con el dedo a este primer segmento del filme como lo mejor que salió de los estudios desde ‘Bambi’ (id, David Hand, 1942), siete largos años atrás.
En esta afirmación tienen mucho que ver, como decía, tanto el tempo de la acción, que no para durante la media hora larga sobre la que se extiende el relato, como una animación que es brillante a cualquier nivel que quiera analizarse, ya sea en los diseños de personajes —muy familiares si atendemos a cintas posteriores de la compañía como ‘Basil, el ratón superdetective’ (‘The Great Mouse Detective’, VVDD, 1986) o ‘¿Quién engañó a Roger Rabbit?’ (‘Who Framed Roger Rabbit’, Robert Zemeckis, 1988)—, ya en unos fondos muy trabajados que destilan cariño por los cuatro costados.
Completando una función que en su primera mitad ha mezclado de forma sabia seriedad y humor, el segundo segmento del filme nos lleva a las casas y calles de Sleepy Hollow, ese pueblecito del norte del estado de Nueva York en el que un peculiarísimo maestro llamado Ichabod Crane, una joven muy bella llamada Katrina Van Tassle y un joven fornido de nombre Brom se convertirán en los tres vértices de una narración que, ahora sí, adapta de forma meticulosa el texto de Irving, extrayendo párrafos enteros del cuento del estadounidense para hacerlos formar parte del transcurso de la acción en boca de Bing Crosby —en versión original, claro—.
Al igual que en ‘Viento en los sauces’, donde el narrador en off del relato era la conocida voz del británico Basil Rathbone —al que los animadores homenajearon en las formas de vestir a lo Sherlock Holmes de Rata—, utilizar aquí la correspondiente del legendario actor y cantante era una apuesta por parte de Walt Disney de atraer a más público al visionado de la cinta en los cines, y hasta la apariencia del desgarbado Ichabod Crane y sus grandes orejotas suponen una simpática broma para con el aspecto físico del protagonista de ‘Un yanqui en la corte del Rey Arturo’ (‘A Connecticut Yankee in King Arthur’s Court’ Tay Garnett, 1949).
Anécdotas simpáticas al margen, en la comparación entre ‘La leyenda de Sleepy Hollow’ y ‘Vientos sauces’ podemos apuntalar muchas de las mismas observaciones que hemos hecho para con las cintas anteriores de la compañía enhebradas a partir de cortos, no existiendo en este filme tampoco ninguna relación más allá de la literaria con respecto a las dos partes de la cinta, y suponiendo la primera a nivel artístico una muestra mucho más sólida que el relato de las desventuras de Crane, cuya animación plana y carente de detalles es heredera directa de sus más cercanas antecesoras.
Y aunque los diseños de personajes vuelvan a ser el fuerte, y a ese imposible Ichabod Crane se unan una Katrina que mucho tiene que ver, por ejemplo, con la Sweet Sue del final de ‘Tiempo de melodía’ (‘Melody Time’, VVDD, 1948) o un Brom que servirá de inspiración, cuatro décadas después, para el Gaston de ‘La bella y la bestia’ (‘Beauty and the Beast’, Gary Trousdale y Kirk Wise, 1991), la poca profusión en los fondos y lo común del resto del “reparto” hacen que, en lo que a cualidades técnicas se refiere, haya un abismo entre la primera y la segunda parte de la cinta.
Un abismo que no sólo se ciñe a lo estrictamente visual, sino que amplia su incursión en lo sonoro, careciendo la adaptación del relato de Grahame de las típicas canciones que no vienen a qué de las cintas Disney, unas canciones que sí aparecen en la segunda mitad y que, a mi parecer, sólo van en aumento de la componente jocosa de la historia de Crane, restando efectividad, aunque no toda, a esos cinco minutos finales en los que el maestro se enfrenta al jinete sin cabeza, momentos de gran expresividad en la animación que rescatan lo terrorífico de la escena en el bosque de ‘Blancanieves y los siete enanitos’ (‘Snowwhite and the Seven Dwarfs’, 1938, David Hand).
Alabado el filme y ambas versiones por igual desde su estreno, y cobrando renovadas fuerzas durante los ochenta y los noventa —gracias a las emisiones por televisión—, no cabe duda de que, aún con sus fallas, tanto ‘Viento en los sauces’ como ‘La leyenda de Sleepy Hollow’ sirven para prefigurar lo que nos encontraremos en nuestra próxima entrega de este especial de Disney, un filme que recupera con autoridad lo mejor que había salido de los estudios y establece un primer paso para una década de los cincuenta plagada de algunos de los mejores ejemplos del cine de la compañía.
Via:blog de cine
‘La leyenda de Sleepy Hollow y el Sr. Sapo’ (‘The Adventures of Ichabod and Mr. Toad’, James Algar, Clyde Geronimi y Jack Kinney, 1949) se eleva pues sin dificultad por encima de la mediocridad que hizo presa de las formas visuales y narrativas de la compañía desde que su máximo responsable decidiera que, para ahorrar costes en los difíciles tiempos de la guerra y la posguerra, lo mejor era centrar objetivos en la realización de filmes compuestos de variados segmentos cuya pobre animación no hacía justicia al nombre que se habían labrado los estudios con sus primeras producciones.
‘El viento en los sauces’, preciosa animación
El primero de los dos cortos que abre la función de una hora y pocos minutos que es ‘La leyenda de Sleepy Hollow y el Sr. Sapo’ está dedicado a éste segundo, un personaje salido de la fértil imaginación del escritor inglés Kenneth Grahame que es protagonista parcial de los muchos acontecimientos que el literato nos narró en ese magistral relato que es ‘El viento en los sauces’, un relato que aquí se adapta de forma parcial centrando su atención los cineastas de la casa de Mickey en lo que respecta al curioso anuro, desnudando así al texto de Grahame de toda la compleja parodia del género humano que es su obra.
Pero esto es Disney —tampoco se le pueden pedir peras al olmo— y lo cierto es que, a juicio del que esto suscribe, y considerando que como adaptación hay otras como el espléndido trabajo que hizo en viñetas Michel Plessix, el ritmo y la calidad de la animación de ‘El viento en los sauces’, justifican de sobra el poder señalar con el dedo a este primer segmento del filme como lo mejor que salió de los estudios desde ‘Bambi’ (id, David Hand, 1942), siete largos años atrás.
En esta afirmación tienen mucho que ver, como decía, tanto el tempo de la acción, que no para durante la media hora larga sobre la que se extiende el relato, como una animación que es brillante a cualquier nivel que quiera analizarse, ya sea en los diseños de personajes —muy familiares si atendemos a cintas posteriores de la compañía como ‘Basil, el ratón superdetective’ (‘The Great Mouse Detective’, VVDD, 1986) o ‘¿Quién engañó a Roger Rabbit?’ (‘Who Framed Roger Rabbit’, Robert Zemeckis, 1988)—, ya en unos fondos muy trabajados que destilan cariño por los cuatro costados.
‘La leyenda de Sleepy Hollow’, humorada a la Disney
Completando una función que en su primera mitad ha mezclado de forma sabia seriedad y humor, el segundo segmento del filme nos lleva a las casas y calles de Sleepy Hollow, ese pueblecito del norte del estado de Nueva York en el que un peculiarísimo maestro llamado Ichabod Crane, una joven muy bella llamada Katrina Van Tassle y un joven fornido de nombre Brom se convertirán en los tres vértices de una narración que, ahora sí, adapta de forma meticulosa el texto de Irving, extrayendo párrafos enteros del cuento del estadounidense para hacerlos formar parte del transcurso de la acción en boca de Bing Crosby —en versión original, claro—.
Al igual que en ‘Viento en los sauces’, donde el narrador en off del relato era la conocida voz del británico Basil Rathbone —al que los animadores homenajearon en las formas de vestir a lo Sherlock Holmes de Rata—, utilizar aquí la correspondiente del legendario actor y cantante era una apuesta por parte de Walt Disney de atraer a más público al visionado de la cinta en los cines, y hasta la apariencia del desgarbado Ichabod Crane y sus grandes orejotas suponen una simpática broma para con el aspecto físico del protagonista de ‘Un yanqui en la corte del Rey Arturo’ (‘A Connecticut Yankee in King Arthur’s Court’ Tay Garnett, 1949).
Anécdotas simpáticas al margen, en la comparación entre ‘La leyenda de Sleepy Hollow’ y ‘Vientos sauces’ podemos apuntalar muchas de las mismas observaciones que hemos hecho para con las cintas anteriores de la compañía enhebradas a partir de cortos, no existiendo en este filme tampoco ninguna relación más allá de la literaria con respecto a las dos partes de la cinta, y suponiendo la primera a nivel artístico una muestra mucho más sólida que el relato de las desventuras de Crane, cuya animación plana y carente de detalles es heredera directa de sus más cercanas antecesoras.
Y aunque los diseños de personajes vuelvan a ser el fuerte, y a ese imposible Ichabod Crane se unan una Katrina que mucho tiene que ver, por ejemplo, con la Sweet Sue del final de ‘Tiempo de melodía’ (‘Melody Time’, VVDD, 1948) o un Brom que servirá de inspiración, cuatro décadas después, para el Gaston de ‘La bella y la bestia’ (‘Beauty and the Beast’, Gary Trousdale y Kirk Wise, 1991), la poca profusión en los fondos y lo común del resto del “reparto” hacen que, en lo que a cualidades técnicas se refiere, haya un abismo entre la primera y la segunda parte de la cinta.
Un abismo que no sólo se ciñe a lo estrictamente visual, sino que amplia su incursión en lo sonoro, careciendo la adaptación del relato de Grahame de las típicas canciones que no vienen a qué de las cintas Disney, unas canciones que sí aparecen en la segunda mitad y que, a mi parecer, sólo van en aumento de la componente jocosa de la historia de Crane, restando efectividad, aunque no toda, a esos cinco minutos finales en los que el maestro se enfrenta al jinete sin cabeza, momentos de gran expresividad en la animación que rescatan lo terrorífico de la escena en el bosque de ‘Blancanieves y los siete enanitos’ (‘Snowwhite and the Seven Dwarfs’, 1938, David Hand).
Alabado el filme y ambas versiones por igual desde su estreno, y cobrando renovadas fuerzas durante los ochenta y los noventa —gracias a las emisiones por televisión—, no cabe duda de que, aún con sus fallas, tanto ‘Viento en los sauces’ como ‘La leyenda de Sleepy Hollow’ sirven para prefigurar lo que nos encontraremos en nuestra próxima entrega de este especial de Disney, un filme que recupera con autoridad lo mejor que había salido de los estudios y establece un primer paso para una década de los cincuenta plagada de algunos de los mejores ejemplos del cine de la compañía.
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Razzie 2014 | Jaden Smith, 'Movie '43' y 'El llanero solitario' son lo peor del año
Hace unas semanas nos enterábamos de que Adam Sandler parecía que iba a volver a arrasar en los Razzie “gracias a” ‘Niños grandes 2‘
(‘Grown Ups 2’, Dennis Dugan, 2013), ya que era la película más
nominada y aún teníamos muy reciente el hecho de que hace dos años
consiguió una victoria histórica al lograr que ‘Jack y su gemela‘
(‘Jack and Jill’, Dennis Dugan, 2011) arrasara con todo. Sin embargo,
este año Sandler no se ha llevado ni una sola estatuilla en una entrega
de premios que ha estado bastante repartida.
Cinco han sido las películas —conviene recordar que este año sólo ha habido nueve categorías en los Razzie, nada que ver con los Oscar que se anunciarán dentro de unas horas— que han conseguido algún reconocimiento por su falta de calidad. Lo primero que conviene destacar es que deberían tener una pequeña alegría al ver que Jaden Smith ha sido elegido el peor actor de 2013 por su trabajo en ‘After Earth‘ (M. Night Shyamalan, 2013).
Los otros grandes vencedores de la noche han sido ‘Movie 43‘ (Varios, 2013), ‘El llanero solitario‘ (‘The Lone Ranger’, Gore Verbinski, 2013) —me cuesta entender el desprecio hacia una película tan entretenida como esta, la verdad— y el cine de Tyler Perry. Sin más que añadir, os dejo con la lista completa de ganadores de los Razzie 2014.
Cinco han sido las películas —conviene recordar que este año sólo ha habido nueve categorías en los Razzie, nada que ver con los Oscar que se anunciarán dentro de unas horas— que han conseguido algún reconocimiento por su falta de calidad. Lo primero que conviene destacar es que deberían tener una pequeña alegría al ver que Jaden Smith ha sido elegido el peor actor de 2013 por su trabajo en ‘After Earth‘ (M. Night Shyamalan, 2013).
Los otros grandes vencedores de la noche han sido ‘Movie 43‘ (Varios, 2013), ‘El llanero solitario‘ (‘The Lone Ranger’, Gore Verbinski, 2013) —me cuesta entender el desprecio hacia una película tan entretenida como esta, la verdad— y el cine de Tyler Perry. Sin más que añadir, os dejo con la lista completa de ganadores de los Razzie 2014.
Peor película
- ‘After Earth’
- ‘Niños grandes 2’
- ‘El llanero solitario’ (‘The Lone Ranger’, Gore Verbinski, 2013)
- ‘Movie 43‘
- ‘Tyler Perry’s A Madea Christmas’
Peor director
- Los 13 directores de ‘Movie 43’
- Dennis Dugan por ‘Niños grandes 2’
- M. Night Shyamalan por ‘After Earth’
- Tyler Perry por ‘Tyler Perry’s A Madea Christmas’ y ‘Tyler Perry’s Temptation: Confessions of a Marriage Counselor’
- Gore Verbinski por ‘El llanero solitario’
Peor actor
- Johnny Depp por ‘El llanero solitario’
- Ashton Kutcher por ‘Jobs’ (Joshua Michael Stern, 2013)
- Adam Sandler, Grown-Ups 2
- Jaden Smith por ‘After Earth’
- Sylvester Stallone por ‘Una bala en la cabeza’ (‘Bullet to the Head’, Walter Hill, 2013), ‘Plan de escape’ (‘Escape Plan’, Mikael Håfström, 2013) y ‘La gran revancha’ (‘Grudge Match’, Peter Segal, 2013)
Peor actriz
- Halle Berry por ‘La última llamada’ (‘The Call’, Brad Anderson, 2013) y ‘Movie 43’
- Selena Gomez por ‘Getaway’ (Courtney Solomon, 2013)
- Lindsay Lohan por ‘The Canyons’ (Paul Schrader, 2013)
- Tyler Perry por ‘Tyler Perry’s A Madea Christmas’
- Naomi Watts por ‘Diana’ (Oliver Hirschbiegel, 2013) y ‘Movie 43’
Peor actor de reparto
- Chris Brown por ‘La batalla del año’ (‘Battle of the Year’, Benson Lee, 2013)
- Larry the Cable Guy por ‘Tyler Perry’s A Madea Christmas’
- Taylor Lautner por ‘Niños grandes 2’
- Will Smith por ‘After Earth’
- Nick Swardson por ‘Paranormal Movie’ (‘A Haunted House’, Michael Tiddes, 2013) y ‘Niños grandes 2’
Peor actriz de reparto
- Lady Gaga por ‘Machete Kills’ (Robert Rodriguez, 2013)
- Salma Hayek por ‘Niños grandes 2’
- Katherine Heigl por ‘La gran boda’ (‘The Big Wedding’, Justin Zackham, 2013)
- Kim Kardashian por ‘Temptation: Confessions of a Marriage Counselor’ (Tyler Perry, 2013)
- Lindsay Lohan por ‘In-App-Propriate Comedy’ (Vince Offer, 2013) y ‘Scary Movie 5’
Peor pareja
- Todo el reparto de ‘Niños grandes 2’
- Todo el reparto de ‘Movie 43’
- Lindsay Lohan y Charlie Sheen en ‘Scary Movie 5’ (Malcolm D. Lee, 2013)
- Tyler Perry y Larry the Cable Guy o sus desgastadas peluca y vestido ‘Tyler Perry’s A Madea Christmas’
- Jaden Smith y Will Smith en ‘After Earth’
Peor guión
- Gary Whitta y M. Night Shyamalan por ‘After Earth’
- Fred Wolfe, Adam Sandler & Tim Herlihy por ‘Niños grandes 2’
- Ted Elliott, Justin Haythe y Terry Rosso por ‘El llanero solitario’
- Tyler Perry por ‘Tyler Perry’s A Madea Christmas’
- Los 19 guionistas de ‘Movie 43’
Peor remake, rip-off o secuela
- ‘Niños grandes 2’
- ‘R3sacón’ (‘The Hangover Part III’, Todd Phillips, 2013)
- ‘El llanero solitario‘
- ‘Scary Movie 5’
- ‘Los pitufos 2’ (‘The Smurfs 2’, Raja Gosnell, 2013)
Todas las películas ganadoras del Oscar, la imagen de la semana
La noticia del día para los cinéfilos es, sin duda, el triste fallecimiento de Alain Resnais, uno de los autores fundamentales de las últimas seis décadas, sin embargo, para la sección de “la imagen de la semana“ resulta inevitable recordar la próxima entrega de los Oscar.
Esta madrugada sabremos cuál es la producción de 2013 que se lleva la estatuilla más preciada en Hollywood, pero mientras tanto podemos echar un vistazo al formidable cartel que os dejo en esta entrada. Se trata de un gráfico formado por 94 iconos que representan a las 85 películas ganadoras del Oscar más las 9 candidatas de esta noche.
Un estupendo y muy divertido repaso a la historia de los Oscars, que llevan premiando las mejores películas desde 1927 a la actualidad —al menos, ésa es la intención—. Arriba tenéis un recorte, la imagen completa la podéis ver a continuación, haced clic en la galería para poder disfrutarla a tamaño completo.
Ver galeria completa » Todas las películas ganadoras del Oscar (1 fotos)
Vía | Shortlist
Alain Resnais (1922-2014)
El bretón Alain Resnais nació hace 91 años en el
municipio de Vannes, pero su cine era tan incansable, tan variado y tan
constante que uno se preguntaba si era posible que Resnais fuera,
efectivamente, un anciano de verdad. Su salud intelectual parecía una
prueba más de un vigor general, invencible.
¿Cómo despedirse de Resnais? Lo diremos alto y claro: el cineasta fue uno de los mejores directores que ha tenido Francia y, seguramente, uno de los talentos imaginativos más poderosos de todo el siglo veinte cinematográfico. Ver a Resnais es ver al cine en su máximo esplendor: como portentoso creador de imágenes, como audacia experimental continuada, como manera incansable de vivir.
Frecuentemente asociado con la Nouvelle Vague, seguramente porque su película también francesa y rompedora coincidió con una de las piezas clave de esa generación, ‘Los 400 golpes’ (Les 400 coups, 1958), Resnais formaba parte del grupo paralelo o adjunto de La Rive Gauche. Allí estaban otros cineastas y escritores, muchos de ellos colaboradores suyos.: Agnés Varda, Marguerite Duras, Alain Robbe-Grillet o Chris Marker. Fue inteligente usando su talento y se rodeó de admirables colaboradores en los libretos y a veces en la dirección.
Con Marker colaboraría en un cortometraje brillante, Les statues meurent aussi (id, 1955) en la que ambos observan con desdén la destrucción de la cultura por parte del colonialismo. Y como la barbarie interesaba mucho a Resnais, firmó otro corto documental, una obra maestra, ‘Noche y niebla’ (Nuit et brouillard, 1955), sobre los efectos del nazismo, rodada sin sentimentalismo, sin sensacionalismo, sin, en fin, los elementos con los que se convertiría en kitsch la catástrofe del siglo veinte.
Y luego llegó Duras, con su primera (E impresionante) película: ‘Hiroshima Mon Amour’ (id, 1958). En esta narración desordenada, Resnais tiene el aliento político que guía sus primeras y grandes películas, y, también, los temas de las siguientes.: la memoria y el amor, y sus difíciles, imposibles de resolver, interrelaciones.
Las grandes fuerzas o temas que Resnais acarició como nadie en su
período alto de los años sesenta fueron la memoria y el amor,
subvirtiendo cualquier intento de narración no ya de manera convencional
sino de manera, digamos, obvia. Porque también una narración
desordenada puede ser obvia.
Así llegaron dos de sus obras maestras, todavía hermosas y radiantes, y tan distintas entre sí que parecen inconcebibles en otro cineasta. ‘El año pasado en Marienbad’ (L’annèe dernière à Marienbad, 1961) sigue siendo una película que provoca todavía las mismas e idénticas divisiones en el público ¡décadas más tarde! Siguen los escépticos, soltando clichés sobre su naturaleza incomprensible.
Y luego estamos los que la amamos, sabedores de que en el misterio de sus imágenes late una manera de mirar. Y también su película posterior, en mi opinión su obra maestra ‘Te quiero, te quiero (te amo, te amo)’ (Je t’aime, je t’aime, 1968), obvia precursora de ‘Olvídate de mi’ (Eternal sunshine of the spotless mind, 2004) y película, en general, libre, romántica e imaginativa.
¡Pero si eso fuera lo único que dejó esa década! ‘Muriel’ (id, 1963) es una injustamente olvidada obra maestra que propone los mismos temas (el recuerdo, el amor, el tránsito entre ambos) pero en una clave más inusualmente apegada a lo real. Y ‘La guerra ha terminado’ (La guerre est finie, 1966) es un valiente y doloroso drama sobre otra memoria: la del franquismo.
Una espléndida obra tardía
A diferencia de otros cineastas, Resnais ya no tenía nada que
demostrar cuando llegó a los noventa. Su obvia y tremebunda aportación
al cine en todas sus disciplinas (composición, montaje, narración) no
solamente era reseñable sino también fresca, difícil de envejecer o
envilecer por el paso de los años, al contrario, parecía que el tiempo
era quien mejor pulía las superfícies misteriosas que él había creado.
Y, sin embago, llegó una nueva etapa en su cine. Una etapa que culmina en la década pasada, en la que Resnais se interesa por formas teatrales y musicales y por seguir bombardeando, a su manera libre y del todo briosa, la misé en scéne tal y como la conocemos. La luz y gracia de ‘On connaît la chanson’ (id, 1997) o ‘Asuntos privados en lugares públicos’ (Coeurs – Petites Peurs Partagées, 2006) probaban que para este Resnais, bien aliado con actores como Lambert Wilson o André Dussolier, solamente dejó pasar el tiempo para que su brío fuera reencontrándose, de nuevo, con la imaginación.
Termino estas líneas y pienso: es hoy inconcebible ser Resnais y tener esa obra tan impresionante tras de sí. Pero él la hizo posible, sin apenas necesitar aspavientos o rudimentarias campañas a su favor. Resnais ennobleió el cine, y lo hizo más bello.
Via:blog de cine
¿Cómo despedirse de Resnais? Lo diremos alto y claro: el cineasta fue uno de los mejores directores que ha tenido Francia y, seguramente, uno de los talentos imaginativos más poderosos de todo el siglo veinte cinematográfico. Ver a Resnais es ver al cine en su máximo esplendor: como portentoso creador de imágenes, como audacia experimental continuada, como manera incansable de vivir.
La Rive Gauche
Frecuentemente asociado con la Nouvelle Vague, seguramente porque su película también francesa y rompedora coincidió con una de las piezas clave de esa generación, ‘Los 400 golpes’ (Les 400 coups, 1958), Resnais formaba parte del grupo paralelo o adjunto de La Rive Gauche. Allí estaban otros cineastas y escritores, muchos de ellos colaboradores suyos.: Agnés Varda, Marguerite Duras, Alain Robbe-Grillet o Chris Marker. Fue inteligente usando su talento y se rodeó de admirables colaboradores en los libretos y a veces en la dirección.
Con Marker colaboraría en un cortometraje brillante, Les statues meurent aussi (id, 1955) en la que ambos observan con desdén la destrucción de la cultura por parte del colonialismo. Y como la barbarie interesaba mucho a Resnais, firmó otro corto documental, una obra maestra, ‘Noche y niebla’ (Nuit et brouillard, 1955), sobre los efectos del nazismo, rodada sin sentimentalismo, sin sensacionalismo, sin, en fin, los elementos con los que se convertiría en kitsch la catástrofe del siglo veinte.
Y luego llegó Duras, con su primera (E impresionante) película: ‘Hiroshima Mon Amour’ (id, 1958). En esta narración desordenada, Resnais tiene el aliento político que guía sus primeras y grandes películas, y, también, los temas de las siguientes.: la memoria y el amor, y sus difíciles, imposibles de resolver, interrelaciones.
Memoria y amor
Las grandes fuerzas o temas que Resnais acarició como nadie en su
período alto de los años sesenta fueron la memoria y el amor,
subvirtiendo cualquier intento de narración no ya de manera convencional
sino de manera, digamos, obvia. Porque también una narración
desordenada puede ser obvia.Así llegaron dos de sus obras maestras, todavía hermosas y radiantes, y tan distintas entre sí que parecen inconcebibles en otro cineasta. ‘El año pasado en Marienbad’ (L’annèe dernière à Marienbad, 1961) sigue siendo una película que provoca todavía las mismas e idénticas divisiones en el público ¡décadas más tarde! Siguen los escépticos, soltando clichés sobre su naturaleza incomprensible.
Y luego estamos los que la amamos, sabedores de que en el misterio de sus imágenes late una manera de mirar. Y también su película posterior, en mi opinión su obra maestra ‘Te quiero, te quiero (te amo, te amo)’ (Je t’aime, je t’aime, 1968), obvia precursora de ‘Olvídate de mi’ (Eternal sunshine of the spotless mind, 2004) y película, en general, libre, romántica e imaginativa.
¡Pero si eso fuera lo único que dejó esa década! ‘Muriel’ (id, 1963) es una injustamente olvidada obra maestra que propone los mismos temas (el recuerdo, el amor, el tránsito entre ambos) pero en una clave más inusualmente apegada a lo real. Y ‘La guerra ha terminado’ (La guerre est finie, 1966) es un valiente y doloroso drama sobre otra memoria: la del franquismo.
Una espléndida obra tardía
A diferencia de otros cineastas, Resnais ya no tenía nada que
demostrar cuando llegó a los noventa. Su obvia y tremebunda aportación
al cine en todas sus disciplinas (composición, montaje, narración) no
solamente era reseñable sino también fresca, difícil de envejecer o
envilecer por el paso de los años, al contrario, parecía que el tiempo
era quien mejor pulía las superfícies misteriosas que él había creado.Y, sin embago, llegó una nueva etapa en su cine. Una etapa que culmina en la década pasada, en la que Resnais se interesa por formas teatrales y musicales y por seguir bombardeando, a su manera libre y del todo briosa, la misé en scéne tal y como la conocemos. La luz y gracia de ‘On connaît la chanson’ (id, 1997) o ‘Asuntos privados en lugares públicos’ (Coeurs – Petites Peurs Partagées, 2006) probaban que para este Resnais, bien aliado con actores como Lambert Wilson o André Dussolier, solamente dejó pasar el tiempo para que su brío fuera reencontrándose, de nuevo, con la imaginación.
Termino estas líneas y pienso: es hoy inconcebible ser Resnais y tener esa obra tan impresionante tras de sí. Pero él la hizo posible, sin apenas necesitar aspavientos o rudimentarias campañas a su favor. Resnais ennobleió el cine, y lo hizo más bello.
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Independent Spirit Awards | Ganadores | '12 años de esclavitud' arrasa
Seguimos con los galardones previos a la culminación de la temporada de premios esta noche con la entrega de los Oscar. Y es que si hace unas horas os comentaba cuáles habían las peores películas del año según los Razzie, ahora ha llegado el momento de echar un vistazo a los Independent Spirit Awards, unos premios muy loables tiempo atrás, pero que con el paso del tiempo cada vez se centran más en dar su opinión sobre los principales aspirantes al Oscar.
Como era de esperar, ‘12 años de esclavitud‘ (‘12 Years a Slave’, Steve McQueen, 2013) se ha proclamado la gran ganadora en la edición número 29 de los Independent Spirit Awards, consiguiendo así su primera victoria holgada ante la ausencia se ‘Gravity‘ (Alfonso Cuarón, 2013) entre las candidatas’. Además, todo me hace pensar que los apartados interpretativos van a ser un clon de los premios de la Academia de Hollywood, pero bueno, mejor no me ando con más rodeos y so dejo con la lista completa de ganadores de los Independent Spirit Awards 2014.
Mejor película
- ‘12 años de esclavitud’
Mejor director
- Steve McQueen por ’12 años de esclavitud’.
Mejor actor
- Matthew McConaughey por ‘Dallas Buyers Club’.
Mejor actriz
- Cate Blanchett por ‘Blue Jasmine’.
Mejor actor de reparto
- Jared Leto por ‘Dallas Buyers Club’.
Mejor actriz de reparto
- Lupita Nyong’o por ’12 años de esclavitud’.
Mejor guión
- ‘12 años de esclavitud’ de John Ridley.
Mejor ópera prima
- ‘Fruitvale station’ de Ryan Coogler.
Mejor guión novel
- ‘Nebraska’ de Bob Nelson.
Mejor documental
- ‘A 20 pasos de la fama’ (‘Twenty Feet from Stardom’) de Morgan Neville.
Mejor película extranjera
- ‘La vida de Adele’ (‘La vie d’Adèle’) de Abdellatif Kechiche.
Mejor fotografía
- 12 años de esclavitud’ de Sean Bobbitt.
Mejor montaje
- ‘Short Term 12’ de Nat Sanders.
Premio John Cassavetes a la mejor película que haya costado menos de medio millón de dólares
- ‘This is Martin Bonner’ de Chad Hartigan.
Premio Robert Altman
- El director de casting y al reparto de ‘Mud’ de Jeff Nichols.
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