Secundario inconfundible, fetiche de Michael Mann y toda una
institución detectivesca de la televisión, el actor ha fallecido a los
69 años a causa de una embolia pulmonar. Por D. DE PARTEARROYO
Antes de trabajar en
Hollywood,
Dennis Farina fue agente de policía en Chicago durante 18 años. De hecho, fue su trabajo como asesor policial para
Michael Mann durante la preparación de
Ladrón (1981)
lo que marcó su entrada en el mundo de la interpretación. El director
le dio un pequeño papel en su ópera prima y después contó con él como el
mafioso
Albert Lombard en
Corrupción en Miami (1984-1989) y como protagonista de la serie policial
La historia del crimen (1986-1988).
Así quedó fijada la nueva carrera artística de Farina, que falleció
ayer en Scottsdale, Arizona, tras sufrir una embolia pulmonar. Tenía 69
años y se había convertido en uno de los secundarios más reconocibles de
las últimas décadas.
Además de volver a trabajar con su director de cabecera en
Manhunter (1986) y
Luck (2011-2012), la última serie de
Mann, Farina colaboró con grandes directores como
Steven Spielberg en
Salvar al soldado Ryan (1998),
John Frankenheimer en
Operación Reno (2000),
Steven Soderbergh en
Un romance muy peligroso (1998) o
Barry Sonnenfeld en
Cómo conquistar Hollywood (1995), estas dos últimas adaptaciones de
Elmore Leonard. Pero, aunque su innegable vis cómica era un aspecto muy requerido en sus actuaciones (cómo olvidar su intervención en
Snatch: cerdos y diamantes (2000), de
Guy Ritchie), la
experiencia que tenía como policía le hacían especialmente indicado
para impartir justicia o quebrantarla (era el inolvidable y malhablado
jefe mafioso
Jimmy Serrano de
Huida a medianoche, 1988). De ahí que el detective
Joe Fontana de la serie
Ley y orden (2004-2006)
quede para el recuerdo como su papel más característico junto a esa
buena docena de veces que volveremos a reconocerlo, con una mezcla de
sorpresa y satisfacción, al fondo del plano. Y tributos como este,
claro:
Via:Cinemania