Concretamente, de uno de los nuevos ojos 'grandes' que tendrá el
renovado traje arácnido de Andrew Garfield en la secuela del héroe
trepamuros que dirige Marc Webb. Por CINEMANÍA
El director Marc Webb está publicando cada día fotos misteriosas y poco reveladoras del rodaje de The Amazing Spider-Man 2 a través de su cuenta de Twitter.Así
que si te gustan las naturalezas muertas con focos de luces, cromas,
monitores y asistentes de dirección, te recomendamos que le sigas. Eso
sí, ayer cambió un poco de técnica y, en vez de una foto, lo que
compartió es un pequeño vídeo en el que se podía ver durante un parpadeo
la imagen que tienes arriba (captura vía Collider).Se trata del primer vistazo a la nueva máscara (o, al menos, a uno de los ojos) que llevará Andrew Garfield en la secuela del héroe arácnido cuando desempeñe las tareas de Spider-Man, que serán lidiar con unos tales Electroy Rhino que andan por Nueva York...
En omeletehan hecho la siguiente comparativa entre el tamaño de los nuevos ojos del traje respecto a los del reboot del año pasado. ¿Necesita Spidey lentes progresivas o es que no se quiere perder ni un detalle de Emma Stone, Shailene Woodleyy Felicity Jones?
Más noticias de cine, próximos estrenos y series de
Don Cheadle aparece embutido en el traje armadura de Iron Patriot,
dispuesto a unirse a Tony Stark en la tercera entrega de las aventuras
individuales del superhéroe de Marvel. Por CINEMANÍA
Saoirse Ronan lucha contra la entidad alienígena instalada en su
mente mientras inicia una odisea en busca del hombre al que ama en la
adaptación del libro de Stephenie Meyer. Por CINEMANÍA
Así es como una determinada manera de elaborar un tráiler puede cambiar la percepción de una película. Mientras que los anterioresavances de The Host (La huésped),adaptación de la nueva novela de romance ciencia-ficción de Stephenie Meyer después de Crepúsculo, se centraban en el componente romántico de la historia protagonizada por Saoirse Ronan en lucha contra la entidad alienígena que se ha hospedado en su mente, el último tráiler de la película dirigida por Andrew Niccol pone mucho más el acento en las escenas de acción. Con todo, a la temible Buscadora interpretada por Diane Kruger todavía le da tiempo a verbalizar dos veces en apenas dos minutos y medio el plan de los aliens invasores, así que aún no sabemos muy bien qué esperar de todo esto... Mira el nuevo avance y dinos lo que opinas.
El cortometraje de Saschka Unseld sobre amor entre paraguas,
que acompañará a 'Monstruos University' en los cines, tiene su propio
cartel. Por CINEMANÍA
'Dark Blood', la película incompleta que River Phoenix protagonizaba
cuando murió, decepciona, mientras Emir Baigazin asciende a la gran
liga del cine de autor. Por NANDO SALVÁ (Berlín)
¿Qué pudo llevar al director holandés George Sluizer, que en 1993 se encontraba rodando Dark Blood junto a River Phoenix justo cuando éste murió entre vómitos a las puertas de The Viper Room
–ay, las drogas—, a completar y estrenar la película justo ahora? Él
dice que no busca el beneficio económico, que ha pagado de su bolsillo
este trabajo de recuperación y ni siquiera posee los derechos para
distribuir la película fuera del circuito de festivales de cine, que
tampoco le empuja el objetivo de reavivar el interés por Phoenix. En
todo caso, visto lo visto, podría haberse ahorrado el esfuerzo.
Que a la película en realidad le falten varias escenas clave que nunca llegaron a rodarse, resulta extremadamente problemática. Para cubrir los considerables vacíos existentes en el metraje, Sluizer recita en off diálogos
y descripciones cortas de las escenas ausentes. Si explicada así la
idea puede parecer una marcianada hasta curiosa, no lo es: es una
chapuza. Asimismo, los personajes se perciben incompletos y, peor aún, unos cretinos. Pero lo peor de todo es lo aburrida que Dark Blood
es, lo narrativamente monótona y dramáticamente inerte que resulta.
¿Habría sido distinta de haberse completado en su momento en lugar de
pasar a la historia como la última película de River Phoenix? Eso nunca lo sabremos.
El director Emir Baigazin no tiene aún 30 años y, a
pesar de ello, tras la presentación en la Berlinale de su ópera prima
podría ascender inmediatamente a las grandes ligas del cine de autor. Dotado
de una cruel poesía, de una deslumbrante disciplina formal, de un
avasallador poder psicológico, este relato que combina elementos de
drama existencial, de rito de paso adolescente, de thriller de venganza y de macabra fantasía mágico-realista. Harmony Lessons
habla del proceso de ostracismo, humillación e intimidación por el que
los chicos más listos de la clase pueden ser transformados en figuras
marginadas capaces de cometer actos de violencia. En buena medida
gracias a su fragmentada narrativa –especialmente cuando Baigazin
empieza a poner en cuestión cuánto de lo que vemos sucede dentro de la
cabeza del joven protagonista –, Harmony Lessons es una obra cruda y severa, extraña y surrealista, y demoledoramente hermosa.
Via:Cinemania
El gorila gigante con debilidad por las rubias cumple 80 años, y
nosotros lo celebramos con esta colección de anécdotas enormes y
peludas. Por YAGO GARCÍA
Todos conocemos la historia: un director de cine (Robert Armstrong) con pocos escrúpulos ficha a una belleza espectacular (Fay Wray) para rodar un filme de aventuras en un remoto rincón de África. El nombre del lugar es Isla Calavera, y
en él aguardan una tribu nativa poco amistosa, un montón de dinosaurios
y un secreto prehistórico muy grande, muy antropoide y con muchas malas
pulgas llamado King Kong. Este gorila gigante, con cierta debilidad por las chicas rubias y curvilíneas, rugió por primera vez en una pantalla en 1933 (el
7 de marzo en EE UU, y en España un 9 de octubre), aportando un pilar
especialmente sólido, y peludo, al cine fantástico y a los efectos
especiales. Y, de paso, creando un mito del cine cuya última
encarnación, dirigida por Peter Jackson, data de 2005.
Dados estos méritos, y lo mucho que nos identificamos con él algunos redactores de CINEMANÍA (básicamente,
porque las chicas también huyen despavoridas cuando nos ven) hemos
decidido dedicarle uno de nuestros repasos llenos de anécdotas, datos
poco conocidos y trivialidades en general, como ya hiciéramos con American Beauty,La Sirenita,La princesa prometiday Ciudad de Dios,entre otras. ¿Os subís con nosotros a la azotea del Empire State, lectores?
La franquicia que nunca fue
Dice la leyenda que Merian C. Cooper estaba
fascinado por los grandes simios desde jovencito, algo que se acentuó
cuando viajó a África en 1929 para rodar su versión de Las cuatro plumas. Así que, cuando su jefe David O. Selznick (todo un elemento, responsable de Lo que el viento se llevó y
otros clásicos) le permitió dar rienda suelta a sus propios proyectos,
el productor y director no se lo pensó dos veces: llevaría a la pantalla
esa historia sobre un gorila gigante que nadie hasta el momento había
querido financiar. Cooper, todo hay que decirlo, se portó aquí como un
auténtico visionario, concibiendo lo que ahora llamaríamos una franquicia multimedia:Edgar Wallace, por entonces el escritor más leído de EE UU, escribiría una novela basada en su guión, que a buen seguro se convertiría en un best seller y
que propulsaría la taquilla del filme. Por desgracia, Wallace pasó a
mejor vida sin haber escrito una palabra, lo cual no impidió que Cooper
incluyera su nombre, con letras bien grandes, en los créditos iniciales.
'Stop motion' y dinosaurios
Vale, Merian C. Cooper adoraba a los gorilas, pero... ¿Y los
dinosaurios que conviven -o así- con Kong en la Isla Calavera, de dónde
salieron? Pues de Creation, una
película que nunca llegó a completarse por falta de presupuesto, y que
debería haber mostrado un 'Mundo Perdido' anclado en el Jurásico. Tras
mandar a la porra el rodaje cuando sólo se habían rodado veinte minutos
de este, Cooper decidió contratar a su director, el artista del stop motionWillis H. O'Brien, para que se encargase de los efectos especiales de King Kong. Cooper
y el animador acabarían llevándose de maravilla, hasta el punto de que
el primero (antiguo luchador profesional) sirvió de modelo al segundo
para los movimientos del gorila. Ah, y un dato más: allá por 1940,
O'Brien recibiría la visita de un chaval a quien King Kong le había cambiado la vida, y que insistió en trabajar con él y aprender sus secretos. El nombre del chico era Ray Harryhausen, el futuro director de El monstruo de tiempos remotos y Furia de titanes.
Un galán sin igual para una estrella en ciernes
Aunque llevaba actuando desde los 16 años, y había aparecido en películas de Erich Von Stroheim, entre otros maestros, Fay Wray no gozaba aún de la enorme popularidad que le depararía King Kong. Una historia apócrifa pero sabrosa afirma que Merian C. Cooper, con quien ya había trabajado en El malvado Zaroff, la persuadió para seducir al simio gigante con una frase que ha pasado a la historia: "Tendrás al galán más alto, más moreno y más viril de Hollywood". La actriz, prosigue el cuento, pensó que el director se refería a Clark Gable hasta que le entregaron su copia del guión. Con el paso de los años, Wray ("La bella que acabó con la bestia") siempre sostuvo que King Kong era la mejor de las 116 películas que había rodado durante su carrera, hasta el punto de declinar una oferta de Peter Jackson para aparecer en su remake. Cuando falleció en 2004, las luces del Empire State se apagaron durante 15 minutos en su memoria.
Aprovechando las sobras
Con tanta animación stop motion (un procedimiento que resulta caro aún hoy) es obvio decir que el presupuesto de King Kong se disparó. Y, dado que la productora RKO andaba
ya con un pie en la tumba financiera, Merian C. Cooper tuvo que hacer
malabares con los dólares de los que disponía: además de rodar todo el
filme en Los Ángeles y no en África, como él hubiese querido, el
cineasta y su equipo tuvieron que reciclar decorados construídos para
producciones tan dispares como Rey de reyes (la original muda de 1927) y la cinta de aventuras exóticas El ave del paraíso. Y David O'Selznick, que tampoco era de los que desaprovechan nada, recicló a su vez otros decorados de King Kong para la escena del incendio de Lo que el viento se llevó. Lo cual nos hace pensar en lo chulo que estaría ver un filme sobre la Guerra de Secesión con simios gigantes...
El director odiaba los trenes (y el gorila, también)
Antes de la legendaria ascensión al Empire State, King Kong nos
obsequia con otro de sus momentos más impactantes cuando, buscando a su
amada Wray, el simio protagonista hace añicos un tren elevado. Pues
bien, esa escena también tiene su historia: procedente (como tantos
otros pioneros del cine) de una familia muy humilde, Merian C. Cooper
había pasado su infancia en una casa construída junto a una vía férrea
cuyo traqueteo no le dejaba dormir. Así que, puestos a hacer que su
gorila dejase Nueva York hecha un solar... ¿Por qué no usar al gorila
como álter ego para ajustar las cuentas?
Una orquesta para un gorila
Otra de las razones del incremento presupuestario de King Kong fue su banda sonora: en ella, el gran Max Steiner (futuro autor de la música para Lo que el viento se llevó, Casablanca, El sargento York, Sombrero de copa y muchos otros filmes memorables) se convirtió en el primer compositor de Hollywood que trabajó con una gran orquesta. Algo
que, por supuesto, iba que ni pintado para una película de esta escala.
A fin de ahorrar gastos, Merian C. Cooper había pensado en reutilizar
música de otros filmes, pero el temperamental Steiner se negó en redondo
a caer en un truco tan bajo: la escritura y grabación de su partitura,
tremendamente innovadora para la época, acabó generando unos gastos de 655.000 euros (ajustados)
El gran 'blockbuster' simiesco
Habiéndose gastado casi 9 millones de euros en producir King Kong, la tambaleante RKO se lo jugaba todo a una carta estrenando el filme. Algo que sabían sus rivales de Metro Goldwyn Mayer cuando
se ofrecieron a comprar la película. Pero Selznick y Cooper decidieron
seguir adelante, algo que les deparó una recompensa inimaginable: en su
primer fin de semana en Nueva York, King Kong recaudó nada menos que 117.000 euros, una cantidad que ahora da risa pero que, en la época, batió todos los récords. El filme acabó amasando 24,2 millones de euros en su primer estreno, salvando a RKO de la ruina. Y eso era sólo el principio: King Kong volvió a las pantallas en 1938, 1941, 1952 y 1956, convirtiéndose en la primera película de la historia reestrenada a gran escala.
Kong contra el Código Hays
Incluyendo la friolera de 40 muertes violentas y una historia de amor (no correspondido) inquietante cuanto menos, es normal que King Kong atrajera
sobre sí las iras de los censores. Pero, contrariamente a lo habitual,
los numerosos cortes que sufrió la película no tuvieron lugar antes de
su estreno, sino después: el Código Hays (las normas de
autocensura de las productoras de Hollywood) había sido publicado en
1930, pero sólo comenzó a aplicarse en todo su rigor a partir de 1934,
tras el estreno del filme, de modo que King Kong iba quedando
más y más mutilada en cada uno de sus reestrenos. Entre las escenas
censuradas, algunas de las cuales se han perdido para siempre, destaca
una en la que un marinero era devorado por unas arañas gigantes,
recreada por Peter Jackson en su película de 2005.
Ah, ¿pero hubo una secuela?
Sí que la hubo, sí: se tituló El hijo de Kong, se
rodó en el mismo 1933 (estos chicos de RKO no perdían el tiempo) y
ahora está casi olvidada, ya que su calidad no puede competir con la de
la original. Una lástima, porque aunque nos muestre a un simio gigante
(llamado Kiko) algo menos carismático que el del filme
de Merian C. Cooper, este segundo viaje a Isla Calavera es muy
entretenida y añade agradecidos toques de comedia. Según la guionista Ruth Rose, que ya había trabajado en la primera parte, "ya que no podía hacer una historia mejor, decidí hacer una historia más divertida". Señores del Hollywood moderno, aplíquense el cuento...
La dinastía de los reyes gorila
En un gesto de generosidad raro en él, David O. Selznick reconoció
que King Kong (el personaje) era una creación de Merian C. Cooper, y le
cedió los derechos en unos documentos... Que el cineasta perdió allá por
los años 40. ¿Cuál fue el resultado del despiste? Pues una batalla
legal que, además de mucho gasto en los tribunales, generó un total de cuatro películas sin contar ni la original ni el remake de Peter Jackson. La productora japonesa Toho decidió
que, si un lagarto gigante y radioactivo era algo bueno, un lagarto
gigante y radioactivo dándose de tortas con un gorila gigante debía ser
la repanocha, así que produjo en los 60 King Kong contra Godzilla y King Kong escapa, dos desparrames made in Japan muy reivindicables. En 1976, Dino De Laurentiis embarcó a Jeff Bridges y Jessica Lange en su propio remake, recibido con críticas pésimas pero que se llevó el Oscar a los Efectos Visuales. Y el colmo llegó en 1984 con King Kong 2, enorme
despropósito en el cual, tras sobrevivir a su batalla final, nuestro
simio favorito es sometido a una operación de cadera por parte de la
veterinaria Linda Hamilton. Y eso por no hablar de exploitations como The Mighty Kong y la británica Konga, o del obligatorio tributo en un especial de Halloween de Los Simpson, cuyo título (¡faltaría más!) era King Homer.
Parece que David Ayer ha terminado de hacerse un hueco en Hollywood tras el éxito conseguido con ‘Sin tregua‘ (‘End of Watch’, 2012), cinta que costó apenas 7 millones de dólares y ha recaudado casi 50. Hace casi un año se confirmaba que iba a liderar ‘Ten’, nuevo vehiculo de acción para el lucimiento de Arnold Schwarzenegger – aquí
podéis echar un vistazo a la primera imagen oficial- , y ahora acaba de
saberse que ha sido el director elegido para encargarse de ‘Fury‘ (‘Furia’).
Al contrario que sucederá con ‘Ten’, Ayer no sólo se encargará de la
puesta en escena de ‘Fury’, sino que también ha sido contratado para
redactar el guión, especialidad en la que empezó a destacar, ya que
suyos son los libretos de cintas como ‘Training Day‘ (Antoine Fuqua, 2001) o ‘A todo gas‘
(‘The Fast And The Furious’, Rob Cohen, 2001). En esta ocasión, Ayer se
alejará del cine más urbano, y con un policía en el papel protagonista,
para dar el salto al género bélico contando la historia del pelotón de
cinco soldados a bordo del tanque Fury que en 1945 quedaron atrapados en
una batalla contra el ya desesperado ejército alemán.
Está previsto que el rodaje de ‘Fury’ comience a lo largo de este
2013, pero antes tendrá que acabar con ‘Ten’, cuyo estreno está fijado
para el 24 de enero de 2014. Bill Block, el mandamás de la productora que financiará la película, no ha tardado en asegurar que no nos esperemos la típica película bélica.
Espero que el cambio de género le sienta bien a Ayer, porque ha llegado
un punto en el que empezaba a saturar con sus relatos policíacos.