miércoles, 12 de febrero de 2014

[Berlín 2014] Aladag, Aïnouz, Economides (y Adrià), jinetes del Apocalipsis

La celebración del paso del ecuador de la 64ª Berlinale se ceba con el personal, avasallándolo a través de tres platos cocinados con la peor de las intenciones. A cada cual más indigesto. Con ustedes, Feo Aladag, Karim Aïnouz y Yannis Economides. Por VÍCTOR ESQUIROL

[berlin 2014] aladag ainouz economides (y adria) jinetes del apocalipsis
¿Qué es el “Día infernal”? Es la jornada festivalera en la que los programadores de la organización, con toda la mala saña del mundo, se conjuran para hacer que las películas más potencialmente peligrosas (es decir, aquellas con mayor capacidad para despertar más rabia / ira / incomprensión / frustración / indignación... entre los miembros de la crítica) compartan parrilla. Sucede en prácticamente cualquier certamen que se precie. Debe entenderse, entonces, como una especie de broma interna entre los distintos equipos que hacen posibles estas grandes celebraciones dedicadas al carácter malsano del séptimo arte. La lógica, si es que hay alguna detrás del sadismo, nos habla de la gracia implícita en cualquier torturilla que no tenga mayores implicaciones más allá de alguna que otra pataleta. Ya saben, “Es gracioso... si no me pasa a mí.” En cualquier caso, queremos creer que al otro lado de las cámaras ocultas que seguro (segurísimo) que están instaladas por todo el Palast, alguien se estaba partiendo de la risa con nuestras reacciones ante esta prueba de fuego sólo apta para los más fuertes.

¿Cómo ha empezado la masacre? Sin piedad. Inbetween Worlds, primer martirio del día, nos habla, como insinúa el título, del espacio en el que coexisten dos mundos que poco o nada tienen que ver el uno con el otro. Es un eufemismo totalmente válido (suponemos) para referirse (sin referirse directamente) a una de esas muchas razones para perder la fe en la humanidad entera. El conflicto de Afganistán salta de nuevo a la palestra, sólo que esta vez lo hace desde Europa. El cine alemán, para ser más exactos, se sube al carro de las chuminadas bélicas, y escudándose en el logo de la 20th Century Fox (seguimos en la Competición de la Berlinale, no lo olvidemos), nos habla del papel de los nobles y valerosos soldados teutones en la lucha armada contra los viles y malvados talibanes. La brocha gorda toma el mando, y la idiotez se encarga del resto. Resultaría gracioso (la ineptitud de Feo Aladag a la hora de acercarse verazmente al conflicto es tal que a veces parece que estemos ante una nueva entrega de Hot Shots) si no nos hablara de una guerra tan real como la abucheada que, gracias a Alá, se ha registrado en el Palast al final de la proyección. Recepción más que merecida para una cinta tramposa, no sólo en el plano sentimental, sino en la aplicación de las reglas de un territorio reinventado a la conveniencia de occidente. Todos tan amigos, como si esto fuera Resacón 4: ¡Ahora en Afganistán!. Haciendo felizmente simple lo que exige ser (porque lo es) terriblemente complejo, quedando en evidencia por su ignorancia; por su ingenuidad que, para colmo de males, puede desembocar en interpretaciones intolerablemente perversas. Y a nadie de la película parece importarle lo más mínimo... Y así le va al mundo. Para llorar y empezar a arrojar zapatos. Como mínimo.




¿Cómo ha seguido el martirio? Con grandes -y falsas- esperanzas. En una inmensa y desértica playa brasileña, dos motoristas saltan dunas y se zambullen poco después en el Océano Atlántico. A ritmo de rock duro. A todo volumen. Con unos títulos de crédito impresionantes... y con una terrible muerte a las primeras de cambio. ¿Qué puede salir mal en Praia do Futuro? Pues casi todo. Karim Aïnouz hace acopio de un portentoso estilo visual para hablarnos del amor (gay, en este caso), las raíces y la incansable búsqueda de la libertad. Todo esto a caballo entre Brasil y Alemania... y con un sentido de la narración (y ahí está el problema) exageradamente fragmentado y elíptico. Se trata, obviamente, de que el espectador sea parte activa de la experiencia; de que reconstruya el fuera de campo. Pero el reto pasa a no interesar antes de que haya terminado el primer acto. Pasa a irritar antes de llegar a la mitad del segundo. Hagan las cuentas para el tercero. Una cosa es dejar que la audiencia tenga espacio para respirar, otra muy diferente es abandonarla muerta de hambre. Aïnouz se siente demasiado cómodo en lo segundo, y así todo se hace incomprensible. Desesperantemente impenetrable.


Breve pausa. ¿Cómo nos hemos recuperado? Regodeándonos en uno de los pocos placeres sobre los que la organización, afortunadamente, todavía no ha logrado poner sus manazas: el comer. Como los efectos de El sueño (irregularísimo documental multidisciplinar y afectadamente sinestésico, firmado por Franc Aleu en que se demuestra que los hermanos Roca, de el Celler de Can Roca, viven en una esfera a años luz de nuestro planeta) estaban todavía latentes en mi subconsciente, he decidido arriesgarme y probar suerte con la cocina molecular. Resulta que ayer me olvidé, en el congelador del hostal, una lata de aquel refresco que tantas pesadillas le causa a Fernando Alonso. Este mediodía, el descuido había estallado. Literalmente. Lejos de admitir mi culpa y pedir perdón por el desaguisado, he asegurado a los encargados del establecimiento que aquello era el resultado de un experimento totalmente premeditado y controlado. La nouvelle cuisine, a veces, requiere de mucha caradura. De modo que, tirando de maña y -mucha paciencia- he separado los trocitos de líquido solidificado del metal de su recipiente original, los he servido en un bol y lo he aderezado todo con un poco de la nieve de la esquina que. Hasta le he puesto nombre a la monstruosidad: “Hielo nuclear en fase REM”. Ideal para impresionar a los invitados... y para aguantar, lo más dignamente posible, el maldito Día infernal.

¿Qué reacciones ha suscitado la famosa creación? Por desgracia, ha llegado a mis oídos que a Ferran Adrià (invitado de honor en aquella apoteósica sesión de onanismo colectivo patrocinada por los Roca) mi experimento no le ha hecho ni puta gracia. Me cuentan que le ha ordenado a su paje que me haga llegar un mensaje, escrito por él mismo, e impregnado de su mismísima cólera. Me han adelantado ya que si es necesario, piensa a recurrir a los tribunales, que a ver qué coño me he creído, que cuando yo llevaba pañales él ya había escrito tres tesis doctorales sobre los efectos del nitrógeno líquido en las bebidas energéticas, que cuando yo iba al cole él ya cobraba sumas millonarias por un platito de cacahuetes en vinagre y nocilla, que la patente de la esferificación de la torina es suya y solo suya, que cuando me ponga las manos encima va a hacerme vomitar cada trocito congelado y que lo que salga de mi boca irá directito a su laboratorio, para facturárselo, algún día, al primer cretino que se siente en su mesa. Demoníaco...

¿Dónde ha reaparecido el infierno? En la Sesión del Diablo. Todos los caminos llevaban ahí. Programada a la hora de la digestión (¿se acuerdan de la mala saña?), Stratos ha sido la traca final del horror. Dos horas y cuarto en las que la rabiosísima (y por esto imprescindible) cinematografía griega del post-apocalipsis económico tenía la ocasión de lucirse... pero en las que se ha estampado tan contundentemente que hasta parecía que ésta fuera su intención desde el principio. Yannis Economides nos presenta a un atípico asesino a sueldo que aparte de no errar nunca un solo tiro, intenta reconciliarse con lo que nosotros entendemos por “normalidad” trabajando en una fábrica de galletas. Hay mucho más, pero en realidad no. Las miserias humanas salen a la luz en una jungla urbana que supuestamente cobija un relato criminal con vocación de -devastadora- denuncia social. Ni por asomo. Las vivencias de este sicario tristón son un aburrido y reiterativo mosaico de la amenaza vacía, del insulto inofensivo, del intento-de mirada fulminante... de la nada. La teoría de la relatividad se pone a prueba. Da la sensación de que ha pasado un día entero... y todavía no hemos llegado ni a la mitad de la película. Para cortarse las venas. Y los programadores, descojonados. Volviendo a Stratos, en el mejor de los casos, y gracias a sus diálogos de ameba, es una sesión intensiva de lengua griega moderna. A lo “Big Muzzy”, pero en versión adulta. Por ejemplo...

¿Qué palabra griega he aprendido hoy? “Malakas” Es como el verbo “pitufar”, puede emplearse en casi cualquier frase / situación. Significa “tío”, “colega”, “hombre”, “gilipollas”, “cabrón”... lo que sea. Al gusto del consumidor.


Osómetro: Pasapalabra. Desterradas y enterradas las posibilidades de mojar tanto para Aladag, como para Aïnouz, como para Economides. Adiós. No vuelvan, no se molesten.

Via:Cinemania

[Berlín 2014] ‘Güeros’: Tomás, su sombra y la ciudad

O cómo las películas de tu vida aparecen, como el amor, cuando menos andábamos buscándolas. O cómo Alonso Ruizpalacios conquistó la Berlinale desde Panorama. Por VÍCTOR ESQUIROL

[berlin 2014] ?gueros? tomas su sombra y la ciudad
Sucede, a menudo, que tienes la ocasión de ir a ver una película. Ya te has desperezado, has puesto orden en la mochila y has comprobado que la entrada, efectivamente, sigue estando en su sitio. Cierras la cremallera y la vuelves a abrir por última vez. La entrada no se ha movido. Ya has empezado a moverte en dirección al cine... Todo a punto, pero te falta algo, o para ser más exactos, algo te retiene.
Y es que en los festivales de cine, sucede muy a menudo que a partir del cuarto día (incluso antes), las fuerzas empiezan a fallar. Al mismo tiempo, el pánico se va imponiendo. Miras el calendario y la parrilla de los próximos días, haces recuento de provisiones, autoevalúas tu salud mental y te pones en el peor de los escenarios: “A este ritmo no llego a la línea de meta...” Entonces te curas en salud: “Quizás deberíamos empezar a reservar, que esto es una carrera de fondo, no los 100 metros lisos.” Acto seguido, vuelves a abrir la cremallera de la mochila y miras con recelo la dichosa entrada. “No deberías...”, te dice el angelito que se ha posado en tu hombro derecho.
“¡Por supuesto que sí!”, contesta inmediatamente el diablillo del hombro izquierdo. “Debes... y lo harás” Y efectivamente. Porque al fin y al cabo eres un yonqui perdido. ¿A quién vas a engañar? En el fondo adoras este agotamiento; muy en el fondo, te encanta la perspectiva de que, algún día, alguien, pueda decir de ti: “Se le secó el cerebro. Fue a demasiados festivales de cine.” Y vas. Porque también temes que la película que estás a punto de ver, no llegue nunca a las salas comerciales (cosas de los certámenes), y porque sabes que en este mundo cruel, muy de vez en cuando, las películas de tu vida llaman a la puerta cuando menos las esperabas.
Por lo que más quieran, jamás desperdicien la oportunidad de descubrir una nueva película.
Y fui. A la sesión de las 22:45, hora en la que el cuerpo pensaba más en la cama que en cualquier otra cosa. En el Cinestar 3, por suerte, el ambiente era más festivo. Cosas de, precisamente, estos horarios en la Berlinale. Cosas de la Sección Panorama, donde la euforia colectiva acostumbra a ser la tónica dominante. Ahí, en aquel momento, estaba a punto de empezar la película.
Y empezó. La pantalla y la sala se iluminaron con la elegancia del blanco y negro y la contención del formato 4:3. En un terrado, las manos de unos pequeños cabroncetes se abalanzaron sobre un cubo lleno de globos (más bien bombas) de agua. Cambio de escenario: en un cuchitril, una madre agobiadísima por poco no estrangula a su bebé. Finalmente contiene la furia y se lanza a la calle con su hijito. No ha dado cuatro pasos cuando... el sistema se convierte, con un estridente y acuoso estallido, en una sola ecuación.
Tan fácil y a la vez tan complicado (cosas del cine; cosas del arte en general), pero en ocasiones sucede que con tan “poco” (nótense las comillas) basta para que el corazón se pare por una milésima de segundo... y siga latiendo, perfectamente sincronizado con el nuevo objeto de deseo. Lo llaman flechazo.
Lo que pasa es que ese “objeto de deseo” no es tal, sino que es un ser vivo. Respira, reacciona ante los estímulos, se mueve... y se muestra tan imprevisible como la vida misma. Sorprende. Sabes que lo hará. Una y otra vez. Siempre de forma positiva.
Güeros
El autor de la gamberrada de antes, por cierto, se llama Tomás, y su madre está hasta el gorro de él. No aguanta más, así que lo empaqueta y lo manda al “Sur”. Ahí, en México D.F., le espera el que será su nuevo cuidador oficial: su hermano mayor (apodado “Sombra” entre sus amigos), estudiante universitario que vive, por así decirlo, hundido en el síndrome de la pre-jubilación. La reunión familiar no empieza precisamente con buen pie, y los implicados, por alguna u otra razón, se verán obligados a moverse. Ponen rumbo a “Poniente”, pero ahí una noticia inesperada les obligará a dirigirse a la “Ciudad universitaria”, casilla que irremediablemente les llevará, tarde o temprano, al “Centro”. De ahí, por supuesto, irán a “Oriente”.
La tartana en la que cabalgan los protagonistas irá de un sitio para otro y acogerá (o echará) a otros muchos personajes. Esto es, efectivamente, una road movie. Pero su acción ocurre en una sola urbe. En México D.F. LA ciudad. Convertida en catalizador perfecto de todo aquello que marca la(s) etapa(s) vital(es) más relevante(s) de nuestra vida; en reflejo del estado del alma. Y en alta definición. Que no se emocione la administración local, pues esto es también cine anti-turístico... lo cual no quita que a uno le entren unas ganas tremendas de dejarse atraer por el -irresistible- magnetismo del escenario, que a pesar de todo, no deja de emitir cantos de sirena. Auténticos, cuidado.
El telón de fondo de dicha odisea lo pone una huelga universitaria basadísima en hechos reales y que paralizó medio país. Pero esta no es una película de calado social / comprometido. Es cine humanista, que trasciende las convulsiones del momento y se postula en eterno canto de amor a la amistad, a los lazos fraternales, al propio amor, claro... a casi todo aquello que hace que la vida merezca ser vivida, nunca mejor dicho. Es cine pequeño en su ficha técnica / artística (aunque denle tiempo...), pero inmenso en sus formas, en sus intenciones, en su sinceridad y en su ejecución. Mayúsculo, tanto que no hay fuente lo suficientemente grande para referirse a él en un texto.
Esto no es una película, es un nuevo mejor amigo.
Cuando el blanco y negro recoge todo el espectro cromático; cuando el cuadriculado 4:3 adquiere la forma híper-panorámica del Cinerama. No hay límites. Todo puede pasar (hasta la búsqueda de un nuevo Sugar Man) y, en poco más de hora y media, todo pasa. De forma tierna, cómica, triste, nostálgica y modernísima (atención a cómo lleva la batuta la música de Agustín Lara). Cada elemento en su justa proporción. Moviendo los hilos no está un director cualquiera, ni un genio (o quizás sí). Está un alquimista, capaz de convertir, con su inventiva desbocada, una sesión a priori poco atractiva, en una de las experiencias cinematográficas más gratificantes de los últimos tiempos. Oro. Está el campeón mundial de los surfistas, pues su trabajo está atiborrado de la nouvelle vague, pero la ola, convertida de repente en tusnami, se doma como si se hubiera parido. Está un chamán, capaz de adueñarse de nuestro cuerpo y nuestra mente... y hacer con ellos lo que le venga en gana.
No hay que sufrir, pues estamos en buenas manos. Éstas se mueven con la precisión de un cirujano y la pasión de un maestro pianista. Su dueño responde al nombre de Alonso Ruizpalacios, y éste es su primer largometraje. Una vez más: esta obra maestra; este milagro, es su ópera prima. Su título es Güeros, y está dirigida por Alonso Ruizpalacios. Es mexicano, pero tiene un poco de británico (es decir, es continental e isleño a la vez). Que conste: se llama Alonso Ruizpalacios y ha dirigido Güeros, una de estas películas que justifica, ella solita, un festival entero. El certamen es la Berlinale, y ni por asomo va a entregarle el Oso de Oro... porque ni se le ha concedido la oportunidad de participar en la Sección Oficial a Competición. Clama al cielo, pero contentémonos, que no es poco, con las ovaciones volcadas en Panorama, por el propio descubrimiento y por el hecho de haber conocido a un talento destinado a marcar al cine... y a la gente que se deja la salud por su culpa. Lo llaman amor, sí.

Y por lo que más quieran, jamás le cierren la puerta a una oportunidad de descubrir una nueva película.

Via:Cinemania

John Travolta quiere ser el próximo villano de James Bond

Todavía tiene que convencer a Sam Mendes, claro, pero el actor asegura en una entrevista que pasar a formar parte de la mitología del agente 007 es su gran objetivo. Por CINEMANÍA

john travolta quiere ser el proximo villano de james bond

John Travolta no dejará de interpretar a tipos malos y despreciables en el cine hasta que consiga un papel de villano en una película de James Bond. El actor de 59 años, que tiene en su currículum de malvados papeles en Operación Swordfish, el remake de Asalto al tren Pelham 1 2 3 o Salvajes, confiesa en una entrevista reciente para The Telegraph que "no cerrará el capítulo de interpretar villanos" hasta que se vea en una película como némesis del agente 007. No es que no lo haya intentando, pues ya ha llegado a ofrecer sus servicios a la productora de la saga Barbara Broccoli. "Me encantaría. Van a ir en una dirección distinta con la próxima película, pero he hablado con Barbara Broccoli sobre el tema y a ella le encanta la idea, así que sería fabuloso", cuenta el actor.
Por lo tanto, si bien no parece que vayamos a ver a la estrella de Pulp Fiction en la próxima película de Bond tras Skyfall, de nuevo dirigida por Sam Mendes y con Daniel Craig en el papel del agente con licencia para matar, ¿es posible que Travolta forme parte del futuro de Bond a medio plazo? Puestos a dar ideas, sólo queremos recordar que Blofeld, el temible director de SPECTRA, tiene vía libre para volver a la saga una vez resuelta la disputa sobre los derechos del personaje. Y, de cara al cásting, Travolta ya demostró en Desde París con amor que su calva puede imponer mucho respeto...
John Travolta

Bond 24 se estrenará el 6 de noviembre de 2015.

Escucha la hipotética banda sonora de Quentin Tarantino para 'The Hateful Eight'

Mientras seguimos lamentando que el cineasta abandonase su proyecto de 'western', aparece 'online' una lista de canciones que podría haber acompañado al guión filtrado. Por CINEMANÍA

escucha la hipotetica banda sonora de quentin tarantino para the hateful eight

La lista de canciones de arriba apareció publicada en el foro 4plebs por un usuario que asegura haberla sacada del e-mail con el que se inició la circulación del guión de The Hateful Eight, el western en el que Quentin Tarantino estaba trabajando como su próxima película hasta que, enfadado por la filtración, decidió cancelar el proyecto. Desde entonces hemos ido conociendo algunos detalles sobre el argumento, pero no la selección de canciones que nos lleva a hacernos una idea de la atmósfera musical del filme, siempre tan importante en las películas del director de Jackie Brown. Aunque la caligrafía parece coincidir con la de Tarantino, por supuesto la autenticidad de la lista no ha sido oficialmente verificada (ni esperemos que lo sea, teniendo en cuenta lo sensible que ha sido este asunto para Quentin). Sea auténtica o no, desde luego se trata de una recopilación de canciones muy bien medida, en la que no faltan varios temas de Ennio Morricone, junto a otros favoritos del cineasta como Johnny Cash o Bob Dylan e inclusiones más sorprendentes como la de Sixto Rodriguez.

Gracias a la gente de Screen Crush puedes escuchar todas las canciones de la selección con la siguiente lista de YouTube:

La LEGO película se conforma con un estreno “decente” en España


Semana de cifras discretas, 6,2 millones de €, pero cerca de 925.000 espectadores, lo cual comparando con el pasado año según datos de Rentrak, la caída de recaudación es del 22% pero los espectadores se mantienen en el 17,7%. La diferencia principal está en la respuesta que tuvo Mama hace un año, 2,68 millones, versus los 1,5 millones que ha generado La LEGO película. El resto de la cartelera en si ha generado buenos datos.
Warner coloca la cinta animada La LEGO película en lo más alto con 1,5 millones de € ocupando 427 salas. El Estudio ha controlado bien el número de copias ya que esa cantidad de pantallas no suele ser el habitual de los macro lanzamientos del género. Era de esperar que por el tono y estilo la cinta iba a moverse más cerca del universo de Lluvia de albóndigas antes que de Frozen. El impacto de la promoción y la seducción del sector adulto suele ser muy complicado con este tipo de productos – todo lo contrario que en Estados Unidos con cierta cultura del sector maduro a aceptar este género más cerca de ellos.
Con todo, una media por sala de 3.510€ ha sido mejor que la vista con Epic (1.634€), Turbo (1,988€) o Lluvia de albóndigas 2 (1.620€) y todas ellas terminaron entre los 4,5 y los 5,5 millones de €. Es probable que en esta ocasión Warner tenga que sudar algo más, aunque tampoco tiene una gran cantidad de competidores.
El siguiente gran estreno de la semana era Nebraska, mucho más singular pero que Vértigo estrenaba en 154 salas pese a ser un producto claramente de audiencias más limitadas. Sus seis nominaciones y una importante visibilidad no le han dado un mal resultado, aunque Vértigo sí que ha pecado de algo de exceso a nivel de copias, y tocará ver si el efecto boca-oreja le va a la contra o los 297.000€ de su estreno son cosa de un día como pasó con Moneyball o The Fighter hace unos años. En ambos casos sus caídas fueron importantes.
De momento, el mercado actual en España ha dado más espacio a la recomendación, así como los buenos precios entre semana permiten a un gran número de espectadores a “arriesgarse”. De aprovechar los días de entre semana, Nebraska llegaría al millón, mientras que si la cosa se desploma la semana que viene quizás se queda más en torno a los 750.000€.
Si se observan los mantenimientos generales de lo que hay de año, así como los totales de audiencia de algunos de los grandes títulos, hay motivo para Vértigo de tener algo de esperanza. Esta semana las dos películas oscarizables más destacadas, El lobo de Wall Street y La gran estafa americana, descendían un 33 y un 37% respectivamente, sumando 978.000€ la primera y 947.000€ la segunda.
El lobo sigue sin apenas despeinarse ante los estrenos y su total es de 9,56 millones de € tras un mes en cartel y suficiente como para esperar al menos llegar a los 12 millones. La gran estafa por su cuenta acumula 2,95 millones en sus primeros 10 días, y sigue apuntando a los 6 millones con total facilidad e independiente de si se hace o no con los Oscar. Si logra llevarse el gato al agua entonces podría colocarse sobre los 8-9 millones.
Mucho mejores son las caídas de Jack Ryan y La ladrona de libros, que caen un 23 y un 20% cada una. La primera sigue con cifras bastante pobres en su conjunto, con solo 1,05 millones de € pero la cinta de Fox se va ya a los 4,16 millones de €, demostrando que el factor “novela” es muy rentable en España ya que la otra cinta similar, El médico, descendía un 22% para un total de 6,35 millones.
La ladrona puede aún alcanzar los 4,6-4,7 millones y El medico rozar los 6,7-6,8 millones. Grandes éxitos para sus respectivas distribuidoras.
En la séptima posición se coloca Mr. Banks que cae un 33% hasta los 295.000€ y acumula 863.000 para Disney. No es un gran éxito, pero el Estudio salvará los muebles ya que el conjunto de las cifras mundiales son excelentes.
Disney cierra el top10 con Frozen que esta semana sí se ha visto afectada con LEGO y desciende un 38%. Con todo, sus 15,3 millones son grandes datos para el Estudio.
Más allá del top10 toca destacar como Tres bodas de más esta semana aumentaba un 1% gracias a su nombre, eco en algunos premios y efecto boca-oreja. Roza los 6 millones de €, que es cosa de unos días que lo supere.
DeA Planeta ha seguido generando esta semana buenos ingresos con sus varios títulos. Agosto alcanza los 2,8 millones y en breve superará los 3 y 12 años de esclavitud llega a los 4,55 millones con la vista puesta en los 5,5 o incluso 6. Los Oscar la llevarían aún más lejos, seguramente a los 7-8 millones.
La película de Polanski, La venus de las pieles, cae un 19% y suma ya 146.000€ en 10 días.

Via:box office

Texto:Pau Brunet

'Under the Skin', tráiler final y cartel de la esperada película con Scarlett Johansson

Hace ya varios meses que os hablamos de ‘Under the Skin‘ (Jonathan Glazer, 2013) con motivo del lanzamiento de su primer avance. Quizá convenga recordar que se trata de la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Michael Faber que tiene su mayor atractivo para el gran público en la presencia de Scarlett Johansson liderando su reparto. Pues bien, hoy hay que volver a dedicarle un momento, pues ya están disponibles el sugerente tráiler final y el cartel definitivo de ‘Under the Skin’.
‘Under the Skin’ es una cinta condenada a que cierto sector del público vaya a recordarla únicamente como la película en la que Scarlett Johansson aparece desnuda. El resto deberíamos ver más allá de esa anécdota y disfrutar de la protagonista de ‘Scoop‘ (Woody Allen, 2006) dando vida a una alienígena que se apodera de un cuerpo humano para seducir a incautos autoestopistas con la finalidad de enviarlos a su planeta natal, donde la carne de los terrestres está considerada como un auténtico manjar.


Seguro que algunos de vosotros os habéis acordado de la entretenida ‘Species‘ (Roger Donaldson, 1995) al leer el argumento de ‘Under the Skin’ y no puedo culparos por ello, pero el tráiler deja bastante claro que estamos ante una película muy diferente. El gran responsable de ello es Jonathan Glazer, el singular director de títulos como ‘Sexy Beast‘ (2000) o ‘Reencarnación‘ (‘Birth’, 2004) que lleva prácticamente una década sin estrenar largometraje alguno. Eso cambiará en breve, pues ‘Under the skin’ se estrenará en Reino Unido el próximo 14 de marzo, mientras que en Estados Unidos tendrán que esperar tres semanas más. En España aún ni siquiera tiene distribuidora.

Via:blog de cine

'Transcendence' con Johnny Depp, tráiler final

Hace unos años jamás hubiera imaginado que Johnny Depp iba a acomodarse protagonizando casi exclusivamente grandes producciones como la reivindicable ‘El llanero solitario‘ (‘The Lone Ranger’, Gore Verbinski, 2013), sobre todo porque en su momento llegó a estar considerado como un veneno para la taquilla. Eso sí, pocos ha liderado tan apetecibles a priori como ‘Transcendence‘ (2014), la ópera prima de Wally Pfister de la que ahora os traigo su tráiler final —a finales del pasado mes de diciembre pudimos ver el primero— y su atractivo cartel.
Depp interpretará en ‘Transcendence’ al Doctor Will Caster, la mente más destacada del planeta en lo referente a la inteligencia artificial, lo cual le llevará a querer crear una máquina que tenga la misma capacidad que las personas para pensar y sentir. No faltarán los que se opongan a que pueda completar su reto, pero acabarán jugando un papel esencial para que Caster logre su objetivo, pero no de la forma que él esperaba… Una premisa muy interesante y mucha valentía por parte de Pfister, principalmente conocido hasta ahora por ejercer como director de fotografía en casi todas las películas de Christopher Nolan, para debutar con algo así de ambicioso.


La presencia de Johnny Depp ya será atractivo más que suficiente para muchos, pero lo cierto es que ‘Transcendence’ cuenta con un gran reparto en el que también podremos ver a Morgan Freeman, Cillian Murphy, Paul Bettany, Rebecca Hall, Kate Mara, Clifton Collins Jr., y Cole Hauser. Eso sí, tengo una mala noticia para todos vosotros, y es que aún no tiene fecha de estreno en España, aunque su llegada a los cines de Estados Unidos está previsto para el próximo 18 de abril.
Via:blog de cine

Alexander Skarsgård, Margot Robbie, Samuel L. Jackson y Christoph Waltz protagonizarán la nueva película de Tarzán

Ya está todo listo para el regreso de Tarzán a la gran pantalla. Tras el maloliente largometraje animado con voz y movimientos de Kellan Lutz, el héroe creado por Edgar Rice Burroughs volverá al cine en carne y hueso de la mano de Warner Bros., que ha puesto en marcha una superproducción con Alexander Skarsgård como protagonista.

Después de meses de rumores sobre el reparto, se confirma que Samuel L. Jackson, Christoph Waltz y Margot Robbie —la explosiva rubia de ‘El lobo de Wall Street’ (‘The Wolf of Wall Street’, Martin Scorsese, 2013)— acompañarán a la estrella de la serie ‘Sangre fresca’ (‘True Blood’, 2008-2014) en esta nueva adaptación de la historia de Tarzán. Como ya os adelantamos, David Yates, conocido por dirigir las cuatro últimas entregas de la saga ‘Harry Potter’, se ocupará de la puesta en escena.
Pese a no haber comenzado todavía el rodaje ni contar aún con un título oficial, en Warner ya han fijado una fecha para el estreno: 1 de julio de 2016. No sé a vosotros pero a mí me interesa este proyecto. En realidad, cualquier cosa en la que actúe Waltz me interesa.


Vía | HollywoodReporter