Diez directores actuales que están aportando frescura, pericia,
autoconsciencia y diversión al terror y merecen ser conocidos más allá
del nicho del género. Por DANIEL DE PARTEARROYO
Hoy llegan dos películas de terror:
Los huéspedes (Ti West, 2011), el quinto largometraje de un director ya venerado por fans acérrimos del género, y
El heredero del diablo (Radio
Silence, 2014), debut en el largo de un colectivo de cineastas
incubados en el mundo de los vídeos de internet. Tanto el estreno tardío
como el que llega en su año de producción reflejan el aperturismo y
capacidad de renovación del género de terror en el cine de EE UU, hogar
natural de autores con visión personal consagrada y escaparate de nuevas
promesas. A continuación señalamos algunas de las apariciones más
interesantes de los últimos años dentro de la industria del terror;
quién sabe si alguno de estos nombres terminará convirtiéndose en el
nuevo
James Wan, ejemplo reciente de cineasta de género que pasa a dirigir un
blockbuster con presupuesto multimillonario como
Fast & Furious 7.
Ti West
Película emblemática: La casa del diablo (2009).
La incorporación al canon terrorífico más autoconsciente y respetada
de los últimos años empezó a llamar la atención con la sequedad de
The Roost (2005) y
Trigger Man (2007), pero alcanzó la consagración absoluta con
La casa del diablo (2009).
En ella se trata con máxima pureza su propósito de deconstrucción de
los resortes y clichés del género de terror alargando el suspense y
generando tensión sólo con un manejo casi médico de los engranajes. El
viaje conceptual nunca está exento de gratificaciones puntuales, como el
clímax de ese título o los toques de humor de
Los huéspedes. Después de que su intento de hacer algo más comercial en
Cabin Fever 2 (2009)
no quedara muy lucido por problemas durante la producción, West parece
haber asumido su condición de voz independiente y en
The Sacrament intenta abrirse a nuevos caminos formales, aunque una vez vista algunos pensamos que es mejor que siga buscando.
Adam Wingard
Película emblemática: A Horrible Way to Die (2010).
Responsable de que haya gente empeñada en utilizar la etiqueta
mumblegore para
designar a algunos de los miembros de esta recopilación. Wingard
efectivamente puede recordar al estilo de sus homólogos del cine de bajo
presupuesto —como su amigo
Joe Swanberg, con quien suele contar como actor— en su película revelación
A Horrible Way to Die (2010), aunque tanto antes como después ha demostrado que sólo es una particularidad secundaria de su cine. Con
Simon Barrett como
indispensable pareja artística al guión, el dúo demostró talento para
dar una ligera vuelta de tuerca sin renunciar a las esencias a un
subgénero como la
home invasion en
Tú eres el siguiente (2011). Su último trabajo tras las incursiones en las sagas colectivas
V/H/S y
The ABCs of Death se titula
The Guest (2014), gira hacia el
thriller violento y fue presentado en Sundance.
David Bruckner
Película emblemática: Amateur Night (V/H/S, 2012).
Esta semidesconocida promesa debutó en el largometraje colectivo
The Signal (2007) y después aporto la mejor pieza de otro filme colectivo más visto, el primer
V/H/S (2012). Su segmento, titulado
Amateur Night, destacó por el uso que hacía de la cámara subjetiva y el partido que aún lograba sacar al sobado dispostivo del
found footage. Los detalles realistas de su historia conseguían poner los pelos de punta. En
Platinum Dunes tomaron buena nota de su destreza y ya piensan en él
como director del nuevo reboot de Viernes 13.
Scott Derrickson
Película emblemática: Sinister (2012).
El director de
El exorcismo de Emily Rose (2006),
interesante híbrido entre drama judicial y película de exorcismos,
salió escaldado de una incursión en la liga de mayores presupuestos con
el olvidado
remake de
Ultimátum a la Tierra (2008), pero recuperó el ímpeto gracias a la feliz alianza con
Blumhouse Productions en
Sinister (2012). El éxito que consiguió dar pánico a
Ethan Hawke con unas cintas caseras de Super 8 ya tiene la producción de una secuela en marcha, que será dirigida por...
Ciaran Foy
Película emblemática: Citadel (2012).
Sinister 2 será el segundo largometraje de este irándés, que después de firmar unos cuantos cortometrajes debutó en el largo con
Citadel (2012). Filmada en una periferia pesadillesca de Glasgow donde las bandas de chavales y jóvenes delincuentes imponen su ley,
Citadel es una aventura de supervivencia modélica y dotada de un enorme brío.
Adam Green
Película emblemática: Hatchet (2006).
Pasamos a una vertiente más festiva y desinhibida del género, donde
Adam Green tiene el privilegio de ser responsable de uno de los escasos
iconos de terror de reciente creación con vistas a aumentar la alegre
familia de los
Michael Myers, Jason Voorhees, Freddy Krueger y compañía. Se trata del deforme
Victor Crowley, un rabioso asesino con hacha que desde su presentación en la multirreferencial
Hatchet (2006) ha dado pie a dos secuelas (2010, 2013), cada una más bruta que la anterior.
Marcus Dunstan
Película emblemática: The Collector (2009).
De gamberradas hemoglobínicas y sano cachondeo con los límites del
dolor humano también sabe un rato Marcus Dunstan, que junto a su
compinche
Patrick Melton se han encargado de escribir las últimas cuatro entregas de
Saw (de la cuarta a la séptima, 2007-2010), parir la saga
Feast (2005-2009) y dar a luz al discutible Coleccinista. Otro hombre del saco con ambiciones de inmortalidad —nació en
The Collector (2009) y en pocos años ya tenía la secuela
The Collection (2012), bastante más floja— que, aunque tenga un
modus operandi difícil de racionalizar, puede dar pie a momentos memorables de
slapstick gore.
John Gulager
Película emblemática: Feast (2005).
Director de las tres entregas de la muy festiva saga
Feast, Gulager prolongó su alianza con la dupla Dunstan/Melton en
Piraña 3DD, la secuela neumáticamente cachonda del
remake ya pasado de vueltas de
Alexandre Aja.
Franck Khalfoun
Película emblemática: Maniac (2012).
Precisamente Khalfoun debutó con un guión que venía firmado por el francés —que le dirigió en
Alta tensión (2003) como actor— y su colaborador habitual
Grégory Levasseur, la navideña
Parking 2 (2007). En ella
Rachel Nichols demostró una gran fuerza como
scream queen de
armas tomar y el director la cantidad de partido que era capaz de sacar
a un escenario tan limitado como el aparcamiento de un edificio de
oficinas. Ahora se está encargando de la tercera versión de
Amytville —qué se le va a hacer— para Blumhouse, pero viene de marcarse un
remake de calidad y firma personal con
Maniac (2012), la variación con cámara subjetiva y
Elijah Wood del clásico brutal de
William Lustig.
Mike Flanagan
Película emblemática: Oculus (2013).
Todavía no hemos visto
Oculus (2013), pero
si hacemos caso a las reacciones entusiastas y aterradas que ha
despertado entre crítica y público tras su paso por las últimas
ediciones de los festivales de Toronto y SXSW estamos ante un nuevo
nombre a seguir dentro del género —y no porque sus anteriores
largometrajes no hayan cosechado premios en festivales especializados—.
La inquietud que, según dicen, logra con la ayuda de un espejo en
Oculus hace que sea uno de los estrenos de terror más esperados del año.