domingo, 13 de febrero de 2011

‘J. Edgar’, primeras imágenes de Leonardo DiCaprio en el set de rodaje. Menuda permanente, niño

Al tite Eastwood le hace falta ya, rápidamente, quitarse la espinilla clavada de ‘Más allá de la vida’ y regalarnos su siguiente peliculón.

La taquilla internacional le está salvando del ‘desastre’ (en USA sólo ha recaudado 32,7 millones de dólares con un presupuesto de 50), y llega por el momento a los 83 millones de dólares de recaudación en todo el mundo, pero a prácticamente la mayoría del público y crítica planetaria le ha parecido una cinta menor del maestro.

A mí particularmente me ha decepcionado viniendo del yayo Clint.

La oportunidad de recuperar cariño será con ‘J. Edgar’, biopic de esos que tanto nos gustan en el que se contará el vida del fundador del FBI, J. Edgar Hoover, cuya biografía es carne de celuloide: supuestas manipulaciones en la referida agencia de investigación y otras dependencias federales intentando desestabilizar los derechos civiles de aquellos a los que consideraba un peligro y enemigos de la democracia, amén de los rumores de su homosexualidad.

Dustin Lance Black, un apañao en esto de los biopics, será el que le eche una de las manos, y tendrá que demostrar que su Oscarón 2009 por su trabajo en el script de ‘Mi nombre es Harvey Milk’ no fue una flor en el trasero.

La otra mano se la tendrá que tender el repartazo que Eastwood se ha agenciao: Leonardo DiCaprio, Naomi Watts, Judi Dench, Josh Lucas y Ken Howard, entre otros.

Justamente hoy se publican las primeras imágenes del rodaje y ahí se ve al amigo DiCaprio caracterizado como el susodicho Hoover. Menuda permanente le han hecho.

Aquí sí confío plenamente en el tite, sólo con tener a Leo ya es una pre-garantía de éxito.

Via:Tu blog de cine

'X-Men: Primera generación' ('X-Men: First Class'), teaser tráiler



Antes de ser el Profesor X, fue Charles. Antes de ser Magneto, fue Erik.

Habíamos visto el primer cartel, hoy ya podemos ver el teaser tráiler de ‘X-Men: Primera generación’ (‘X-Men: First Class’), la nueva entrega de la saga. Una cuarta entrega que en realidad, como ya sabéis, es una precuela de la primera ‘X-Men’ (2000), centrada en los orígenes de muchos de los mutantes, en especial de Charles Xavier y Erik Lensherr, que comienzan siendo amigos antes de liderar bandos rivales. En este film, ambientado en los años 60, veremos cómo se produce la división entre ambos.

Dirigida por el inglés Matthew Vaughn (‘Layer Cake’, ‘Stardust’, ‘Kick-Ass’) a partir de un guion de Jane Goldman, Ashley Miller, Jamie Moss, Josh Schwartz y Zack Stentz (basado en una idea de Bryan Singer, que ejerce de productor), ‘X-Men: Primera generación’ se estrena el próximo 3 de junio. James McAvoy, Michael Fassbender, Rose Byrne, January Jones, Nicholas Hoult, Jennifer Lawrence, Caleb Landry Jones, Lucas Till, Jason Flemyng, Oliver Platt, Morgan Lily, Zoë Kravitz y Kevin Bacon, entre otros, protagonizan la película, cuya trama, a tenor del tráiler, está relacionada con la crisis de los misiles de Cuba. Veremos qué tal lo narra todo Vaughn, ojalá la franquicia (a la que también pertenece la nueva entrega sobre Lobezno que va a rodar Darren Aronofsky) recupere el nivel de las dos primeras películas que dirigió Singer. No creo que sea pedir demasiado, ¿verdad?

Vía:blog de cine

Berlinale 2011: 'Margin Call', crítica y rueda de prensa (con Irons, Spacey, Bettany y Quinto)

Irons: “Lo peor fue trabajar con Kevin Spacey”.

Spacey: “¡No se sabía los diálogos!”

Siguen llegando estrellas a la Berlinale 2011. Si ayer tuvimos la oportunidad de asistir a una rueda de prensa con los hermanos Coen y los protagonistas de la poderosa ‘Valor de ley’ (‘True Grit’, 2010), hoy, en la segunda jornada, todo giraba en torno a la visita del espectacular elenco de otra película estadounidense, ‘Margin Call’ (2011), la primera de la sección competitiva que se ha proyectado en Berlín (la anterior se presentaba fuera de concurso); Jeremy Irons, Kevin Spacey, Paul Bettany y Zacary Quinto juntos en la misma sala. Un lujazo.

‘Margin Call’, la tragedia de los tiburones

En una escena de la ingeniosa y tensa ‘Margin Call’, que nos devuelve al año 2008, justo antes de que estalle la crisis financiera, el directivo interpretado por Simon Baker intenta hacerse una idea de lo que está a punto de ocurrir, no solo en su empresa sino en todo el planeta, para calcular las posibles soluciones, y sin terminar de creérselo del todo, suelta en voz alta un pensamiento: “Esto parece un sueño”; otro ejecutivo al que da vida Kevin Spacey le responde de inmediato: “No, creo que acabamos de despertarnos”. En más de una ocasión, el afortunado debutante J.C. Chandor, director y autor del estupendo guion, incide en la idea de un despertar. El de los depredadores que estaban ganando una salvajada, que se sentían los reyes del mundo, y que en un instante descubren que han matado a la gallina de los huevos de oro, que se les ha acabado el chollo. Mientras la firma se prepara para el hundimiento, y los jefazos traman un auténtico saqueo el personaje de Spacey llora por la inminente muerte de su amado perro, enfermo de cáncer. No creo que haga falta explicar el simbolismo.

‘Margin Call’ comienza con el despido de Eric Dale (Stanley Tucci), el jefe del departamento de previsión riesgos de una importante entidad financiera, al que tratan de una manera rastrera, inhumana, como si fuera un objeto que ya no sirve. Antes de abandonar el edificio, Dale deja un pendrive a uno de sus empleados, Peter Sullivan (Zachary Quinto), el único que se muestra afectado por su marcha, para que continúe un importante análisis que estaba llevando a cabo. Mientras sus compañeros se van de copas, Sullivan decide emplear la noche de un viernes (casualidad) para terminar el trabajo de su exjefe y lo que descubre es el abismo al que se dirige la compañía (y todas las demás dedicadas a la inversión); o en palabras de otro de los personajes, anticipa la llegada del silencio, del fin de la música.

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Relato coral, apoyado en un sólido guion y un reparto extraordinario, ‘Margin Call’ es el emocionante retrato de las horas desesperadas que viven unos lobos que entran en pánico, y que deben decidir qué y quién se sacrifica para poder sobrevivir. Un film muy crudo, y crítico con el sistema capitalista. Desde su mismo arranque se representa a (casi todos) los protagonistas como seres egoístas, solitarios y avariciosos, que ganan tanto dinero que no saben qué hacer con él, pero que aun así, lo desean, y cuanto más, mejor, siendo irrelevante a quién perjudique, porque es un juego de supervivencia, y gana el más fuerte. Dicho esto, Chandor no ha escrito personajes simples, tienen alma, son cercanos, creíbles, y claro, están interpretados de manera inmejorable, por lo que no les deseas ningún mal (al menos a los personajes principales), aun siendo los “malos”. Punto flaco de ‘Margin Call’: dura demasiado, se dan demasiadas vueltas sobre los mismos puntos para subrayar las ideas que se quieren transmitir. Aun así, una película notable.

Sobre la avaricia y la moralidad

La rueda de prensa estuvo marcada por el buen humor, pese a que se habló de la crisis, la avaricia y la moralidad (o falta de ella). Por fortuna, aunque hubo alguna pregunta tonta (inevitable), el encuentro resultó más interesante que el de la jornada anterior. El primero en intervenir fue Zachary Quinto, que apenas habló después, siendo eclipsado por sus otros compañeros, visiblemente más experimentados y relajados. El actor, al que le recordaron su trabajo en ‘Star Trek’ (2009), explicó cómo llegó a involucrarse en ‘Margin Call’, que es además su primer film como productor. “Unos amigos comunes me hablaron del proyecto, leí el guion, me gustó y a partir de ahí fue una sucesión de acontecimientos”, respondió, “es todo un honor haber participado y estar hoy aquí en Berlín presentando la película”.

Enseguida se empezó a preguntar por la humanidad de algunos de los personajes, por la visión de Chandor de los responsables de la crisis financiera. Spacey se hizo con el micrófono y dijo que habían intentado eliminar “lo malo”, presentando a los personajes como “gente normal con empleos normales que siguen órdenes”. El realizador le siguió cuando alguien planteó la avaricia de los banqueros e inversores; “No son más avariciosos que el resto, Estados Unidos es un país de avaricia, toda la cultura va enfocada a eso, y de ahí que falle… hablar de maldad es absurdo, no soluciona nada”. Bettany, tras un par de bromas (con una actitud muy similar a la de Brolin ayer), dijo que la gente puede llegar a ser muy hipócrita, que en el fondo todos intentan lo mismo: hacer el mayor dinero posible.

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Irons se ganó los mayores aplausos de la rueda de prensa, si bien creo que se malinterpretaron sus palabras. Lo comento porque he leído en varios sitios que el actor acusó a los bancos de falta de moralidad y que por eso el sistema falla. No fue eso lo que dijo. Sí habló de falta de moral, pero para decir que es algo normal, que no tiene cabida en el mundo de las finanzas, tal como se ve en el film; sin embargo, añadió, seguimos haciendo juicios morales, porque lo necesitamos. Bettany le siguió al decir que como actores no juzgan a sus personajes, solo los interpretan. Un periodista le preguntó cómo había sido capaz de interpretar tan bien a su personaje, logrando que no resultara odioso; Spacey contestó por él diciendo: “Porque es un gran actor, hace muy bien su trabajo”. Tras las risas, Bettany intentó responder, pero no supo, y soltó una de las perlas del día: “La interpretación es como el sexo, es genial hacerlo, pero no hablar de ello”.

Otra cuestión fue sobre cómo está afectando la crisis al cine. Spacey respondió lo que ya sabemos, que es más difícil hacer películas ahora, y que los estudios no quieren arriesgarse. Aclaró que las películas independientes lo tienen muy complicado porque además de contar con menos copias, los cines las retiran a las dos semanas si no tienen buena taquilla. “No estoy en contra de las franquicias, pero por cada una estaría bien que lanzaran diez películas independientes”, sentenció. Por último, me llamó la atención una reflexión del director sobre lo que considera la mayor tragedia del capitalismo. Chador comentó que las empresas financieras se esfuerzan mucho por captar a los estudiantes más brillantes, que pronto quedan atrapados por las jugosas ofertas económicas; hasta que en algún momento resultan inútiles y son despedidos para ahorrar costes o desplazados por otros más jóvenes. Mantiene que todos hablan de un vacío en sus vidas, cómo ese trabajo les quitó tanto tiempo y tantas oportunidades. Todo por el dichoso dinero.

JL Caviaro, 11 de febrero, Berlín.

Vía:Blog de cine

'Jungla de cristal 5' ('Die Hard 5') ya tiene director


Está confirmado, habrá una secuela más de ‘Jungla de cristal’ (‘Die Hard’). Lo cierto es que Bruce Willis lleva tiempo asegurando que todavía tiene ganas de encarnar al detective John McClane, al menos una vez más, y parece que con su bendición, el proyecto de ‘Die Hard 5’ está más cerca de lo que cabía pensar. Con Skip Woods (‘Hitman’, ‘X-Men orígenes: Lobezno’, ‘El equipo A’) rematando el guion, 20th Century Fox ya ha contratado al director que se hará cargo del nuevo film.

El elegido es Noam Murro. Si no os suena de nada, es lógico. De origen israelí, Murro ha destacado como realizador publicitario (por lo que ha sido premiado en Cannes) y hasta ahora solo ha filmado una película, una comedia dramática titulada ‘Smart People’ (2008), que pese a su llamativo reparto no armó mucho ruido y que permanece inédita en nuestro país. Por supuesto, es muy raro que hayan elegido a este tipo para encargarse de una saga que se caracteriza por la acción pura y dura, pero parece que allí piensan que cualquiera puede hacer eso, no necesitas haber demostrado nada en ninguna película del género. Y así pasa luego que nos encontramos mareantes montajes frenéticos y persecuciones donde no se ve nada. Pero bueno, vamos a ver de qué es capaz este Murro, igual nos sorprende.

PD: ‘La jungla 4.0’ (‘Live Free Or Die Hard’, 2007) recaudó más de 380 millones de dólares en todo el mundo.

Vía | Deadline

Vía:Blog de cine

'El hobbit', imagen de los protagonistas

Por fin arranca ‘El hobbit’, la nueva película de Peter Jackson. Tras superar numerosos obstáculos (lo último fue que Jackson tuvo que ser hospitalizado por una úlcera), está previsto que el rodaje comience el próximo 21 de marzo en Nueva Zelanda, y allí están ya los actores protagonistas, que aparecen retratados en la imagen que tenéis arriba. A la derecha tenéis a Martin Freeman, el elegido para dar vida al personaje central, Bilbo Bolsón (Bilbo Baggins en la versión original); los demás son James Nesbitt, Richard Armitage, William Kircher, Peter Hambleton, John Callen, Jed Brophy, Mark Hadlow y algunos más cuyos nombres no he encontrado.

Escrita por Jackson, Guillermo del Toro, Fran Walsh y Philippa Boyens, a partir de la novela de J.R.R. Tolkien, ‘El hobbit’ (‘The Hobbit’), que como sabéis será dividida en dos entregas, narra el viaje de Bilbo y trece enanos a la Montaña Solitaria, para reclamar el tesoro robado por el dragón Smaug. Ian McKellen, Elijah Wood, Andy Serkis, Orlando Bloom y Cate Blanchett han confirmado que figuran en el reparto, repitiendo los personajes que interpretaron en la trilogía de ‘El señor de los anillos’, a los que hay que añadir Saoirse Ronan, el último fichaje de Jackson. Se supone que en diciembre de 2012 se estrenará la primera de las películas, si no hay más problemas.

PD: El presupuesto de esta superproducción asciende a 500 millones de dólares.

Vía | Comingsoon

Vía:Blog de cine

Berlinale 2011: 'Yelling to the Sky' (Victoria Mahoney) y 'Sleeping Sickness' (Ulrich Köhler)

Sentí miedo, pero la directora creía en mí, me llamó y me dijo: ¡¿Qué coño te pasa?!

(Zoe Kravitz)

Las dos chicas de la imagen han sido las protagonistas de la tercera jornada de la Berlinale 2011. La de la izquierda es Gabourey Sidibe, a quien seguro recordaréis por ‘Precious’, y la de la derecha es Zoë Kravitz, hija de Lenny Kravitz y Lisa Bonet, cantante y una de las jóvenes actrices con mayor proyección de Estados Unidos (próximamente la veremos en ‘X-Men: Primera generación’). Ambas han venido a Berlín, acompañadas por el productor Billy Mulligan y la directora Victoria Mahoney, para presentar la estadounidense ‘Yelling to the Sky’ (2011), uno de los títulos que compiten por el Oso de Oro en esta 61ª edición.

‘Yelling to the Sky’, dulzura cabreada

Escrita por Mahoney, que se basó en parte de su adolescencia en un hogar multiracial, ‘Yelling to the Sky’ nos traslada a los suburbios de Nueva York para contarnos la historia de una joven de diecisiete años en plena transición a la madurez, de nombre Sweetness O´Hara (Kravitz). Unas chicas de su instituto la tienen tomada con ella, la insultan y la golpean si la encuentran sola, pero su mayor problema está en casa, con una madre enferma y un padre borracho que no duda en soltar el puño cada vez que se enfada. No es una existencia sencilla la de Sweetness (dulzura en inglés), pero esto no es ‘Precious 2’, no hay más desgracias que las justas, y la protagonista de este relato es una superviviente, está cabreada con todo, y no está dispuesta a dejar que la vuelvan a pisotear. Se introduce en el negocio del tráfico ilegal de drogas y esto le permite cambiar de ambiente, de amigas y de actitud, pero todo tiene su coste, y pronto descubre que no está solucionando nada.

La película es un crudo retrato de las miserias de unos personajes cuyas vidas están marcadas por las adicciones, la violencia, la marginalidad y la falta de oportunidades. Mahoney está inspirada dirigiendo a sus actores, todos muy acertados, muy naturales, destacando en especial Kravitz, que resiste el peso de la narración, y Jason Clarke, que interpreta al brutal padre de la protagonista. ¿Problemas? Dos importantes, relacionados con la realización. El primero, la absurda manía de la directora de querer acercar la cámara al máximo, abusando de los primeros planos y los planos detalle; no se ve criterio en la elección de estos recursos, e interrumpe la acción. El segundo, usar la cámara en mano más de la cuenta, haciendo que sea incómodo seguir varias escenas, la imagen tiembla demasiado y resulta incómodo, por lo que uno no puede evitar desconectar de lo que sucede en la pantalla. Es ese estilo de narración tan típico del cine independiente, imitando al documental, creyendo que así se aporta mayor realismo a la historia. Es una equivocación, a mi parecer.

Rueda de prensa con Kravitz, Sidibe, Mahoney y Mulligan

¿Cuánta gente has conocido que es preciosa por fuera, pero descubres que por dentro está rota, destruida? Eso me interesaba mucho.

(Victoria Mahoney)

A diferencia de lo que ocurrió con las presentaciones de ‘Valor de ley’ (‘True Grit’) y ‘Margin Call’, no hubo prisas ni problemas para encontrar un buen sitio en la rueda de prensa de ‘Yelling to the Sky’. La primera pregunta fue para Kravitz, a la que le preguntaron si había algo de su vida personal en el personaje del film; la chica respondió lo obvio, que no ha tenido que pasar por todas las experiencias traumáticas que vive Sweetness, pero que comparte con ella las dificultades que conlleva hacerse adulta. Alguien preguntó a la directora si había querido retratar los problemas de los afroamericanos, a lo que Mahoney contestó que no: “Quiero pensar que la película no va sobre una gente concreta, no creo que los componentes que se tratan estén restringidos a una raza”. También se le comentó que el film se centraba demasiado en el dolor, pero ella volvió a rechazar la idea. “Es una persona que está en vía de transformación, y el dolor es una parte del proceso de descubrimiento”.

Enseguida se mencionó ‘Precious’, algo inevitable. Sidibe no encuentra muchas similitudes entre ambas películas, solo que “no es una historia perfecta, que es lo que siempre hace Hollywood… es honesta, y no está hecha para que guste, es la vida real, una chica y su lucha”. Mahoney siguió a la defensiva y replicó que su película es solo una de tantas historias que tienen algún punto de relación con el drama que hizo famosa a Sidibe, pero que la gran mayoría no salen adelante porque no interesan. A raíz de una cuestión sobre la credibilidad de la evolución de uno de los personajes, la directora comentó que le resultaba curioso cómo las partes que son totalmente inventadas, pura ficción, no crean problemas a los espectadores, mientras que las situaciones reales sí resultan conflictivas; “Conozco historias de gente que un día se despertaron, dijeron: ¡se acabó!, y cambiaron por completo”. Es una buena excusa para los guionistas vagos.

‘Sleeping Sickness’, ciudadanos de ninguna parte

La primera película del día (a una hora tan magnífica para ver cine, las 9 de la mañana) incluida también dentro de la sección competitiva, fue la alemana ‘Schlafkrankheit’, titulada internacionalmente ‘Sleeping Sickness’ (2011). A diferencia de la anterior, aquí se consigue que la cámara pase totalmente desapercibida, algo que cada vez es más difícil de encontrar en el cine actual. De este modo, el relato resulta más auténtico, parece que todo surge de manera espontánea y que no hay nadie allí filmando, que la gran pantalla es simplemente una ventana fantástica que te permite observar lo que está ocurriendo en otro lugar y otro momento. El mérito es del realizador Ulrich Köhler y el fotógrafo Patrick Orth, que solventaron con gran ingenio las muchas dificultades que planteó el rodaje en Camerún, logrando unas imágenes bellísimas; y la escena final es impresionante, mágica, casi justifica todo el film.

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El título de la película, ‘La enfermedad del sueño’, hace referencia a una epidemia africana que uno de los protagonistas está intentando controlar. En realidad, ya lo ha hecho, hace tiempo, pero se resiste a abandonar el país. El veterano doctor Ebbo Velten (Pierre Bokman) debía volver a Alemania, pero no se ve capaz, lleva tanto tiempo en Camerún que siente que pertenece a esa tierra, y que se sentiría un extraño en su país de origen; así que se deja llevar por esta sensación y se separa de su familia, quedándose a realizar una labor que realmente no tiene ningún sentido. Por otro lado, el joven Alex Nzila (Jean Christophe-Folly), francés que ha heredado de su padre africano el color de su piel, llega a Camerún para informar sobre la evolución del trabajo de Velten, descubriendo que como apenas hay enfermos, su viaje ha sido en vano, tampoco tiene un propósito. Los actores (en los que se nota un ápice de fingimiento), el interesante contraste de los protagonistas (el alemán se siente africano, el africano se siente europeo) y la sutil realización son los puntos fuertes de una película que dura demasiado para lo poco que cuenta, siendo este uno de los males endémicos del cine europeo.

JL Caviaro, 12 de febrero, Berlín.

Vía:blog de cine