Martin Scorsese verá cumplido su sueño de rodar la durante largo tiempo anunciada 'Silence',
adaptación de la novela de Shusaku Endo sobre dos jesuitas portugueses
del siglo 17 que arriesgaron sus vidas para introducir el cristianismo
en Japón. El guión lo firma el propio realizador junto a el crítico y
guionista Jay Cocks, con quien ya había colaborado previamente en 'La edad de la inocencia' y 'Gangs of New York'.
El realizador, que tiene pendiente de estreno a finales de este año la potencialmente oscarizable 'The Wolf of Wall Street',
podrá concretar al fin este proyecto que tiene entre sus manos desde
hace más de 20 años gracias al apoyo económico de Emmett/Furla Films ('Lone Survivor', '2 Guns'),
mientras que se aprovechará la celebración del inminente Festival de
Cannes para intentar cerrar el mayor número posible de acuerdos de
distribución.
Su rodaje se prevé que tenga lugar el próximo verano de 2014 en
localizaciones de Taiwán, si bien de momento es pronto para hablar de
quienes podrían ser sus protagonistas. Aunque no quiera decir nada
necesariamente a lo largo de estos años han sonado nombres como los de
Daniel Day-Lewis, Benicio Del Toro o Gael Garcia Bernal, a quienes
habría que sumar el ahora habitual de Scorsese, Leonardo DiCaprio, como
teóricos y potenciales candidatos.
Momentos de apocalipsis, de terror o de pura épica: en este montaje
de Zach Prewitt, volverse contra el espectador no es signo de mala
educación, sino todo lo contrario. Por CINEMANÍA
Imagina que eres un director de cine, y tienes a tu
disposición un escenario grande. Muy grande, incluso épico. A lo mejor,
quieres señalar la indefensión de un personaje ante una situación que le
sobrepasa, o estudias la mejor forma de representar ese momento de
destrucción masiva en el que te has gastado más de la mitad de tu
presupuesto. ¿Cómo resuelves la situación? Según Zach Prewitt(el artista que nos ofreció ese inolvidable megamix de apocalipsis de cine), es muy sencillo: mostrando al actor de espaldas a la cámara. Con fragmentos de filmes como El aviador, Watchmen, Origen, Malditos bastardos y El imperio contraataca, entre muchos otros, Prewitt nos ofrece una exposición de su teoría en un supermontaje titulado, sencillamente, The View.
Es decir, Electro (aunque antes de su transformación) y Harry Osborn
en la nueva película del hombre araña protagonizada por Andrew
Garfield. Por CINEMANÍA
Hemos visto a Jamie Foxx con su sorprendente maquillaje de Electro en instantáneas captadas durante el rodaje (y, por lo tanto, sin efectos digitales), pero en una nueva foto oficial de The Amazing Spider-Man 2 tenemos ocasión de ver el lado más mundano de su personaje, Max Dillon. Es
decir, ese lado en el que es un ingeniero miope y con problemas de
alopecia normal y corriente, antes de que un fatídico encuentro con un
rayo cambie su aspecto y le aporte superpoderes eléctricos con los que
hacer el mal.
Además, la película que dirige Marc Webb y cuenta con Andrew Garfield y Emma Stone como protagonistas también ha publicado la primera imagen oficial de uno de sus nuevos personajes: Harry Osborn, que en esta ocasión está interpretado por Dane DeHaan (Chronicle).Recordemos que su padre, Norman Osborn, será encarnado por Chris Coopery que en su momento hubo rumores acerca de una posible aparición del Duende Verde en esta secuela; no obstante, si tenemos en cuenta que el rol de supervillano ya está ocupado por Electro y Rhino (Paul Giamatti),lo
más probable es que haya que esperar a una tercera entrega. Pero no
os preocupéis, porque seguro que en la película los Osborn hace mucho
más que subir a un coche echando la vista atrás...
The Amazing Spider-Man 2 se estrenará el 16 de abril de 2014.
El reencuentro entre Jane Foster y el Dios del Trueno promete echar
chispas en la nueva aventura individual del héroe nórdico de Marvel.
Estas son las primeras fotos oficiales. Por CINEMANÍA
Además del primer póster con Thor empuñando todopoderoso su Mjolnir, Marvel también nos ha dejado ver dos imágenes procedentes de Thor: El mundo oscuro, la nueva película del dios nórdico que dirige el juegodetronesco Alan Taylor y cuenta con Chris Hemsworth, Natalie Portman, Tom Hiddleston, Stellan Skarsgard, Kat Dennings, Ray Stevenson, Idris Elba y Anthony Hopkins de vuelta en sus papeles. En la foto de arriba (vía USA Today)puedes ver a los dos primeros, es decir, Thor (Hemsworth) enseñándo a Jane Foster (Portman)
los lujos de su planeta de residencia, mientras que aquí debajo tienes
al dios del trueno en una nueva pose luchadora con su inseparable
martillo bien agarrado.
Thor: El mundo oscuro se estrena el 31 de octubre.
Muchos de ellos ya te suenan, y todos darán mucho que hablar.
Nicholas Hoult ('Memorias de un zombie adolescente') encabeza nuestra
lista de promesas masculinas. Por YAGO GARCÍA
Sobre Memorias de un zombie adolescente, el estreno más teenager de esta semana, puede decirse lo que se quiera. Pero sobre Nicholas Hoult, su
protagonista, tenemos que reconocer algo: si pese a ser un zombie
putrefacto sigues teniendo gancho para las chicas, sobre todo si las
chicas son como Teresa Palmer, es que estás llamado al
estrellato. Constatar esto nos ha llevado a seleccionar un conjunto de
actores de Hollywood (con nutrida representación de importaciones made in United Kingdom) que,
a nuestro juicio, darán mucho que hablar. Incluso es posible que muchos
de ellos, por no decir la mayoría, te suenen mucho más de lo que
piensas.
Nicholas Hoult
Edad: 23 años Le hemos visto en... Skins (serie), Un hombre soltero, X-Men: Primera generación, Jack el caza gigantesy (por supuesto) en Memorias de un zombie adolescente Y le veremos en... X-Men: Días del futuro pasado, Young Ones, Mad Max: Fury Road, Dark Places ¿Por qué nos gusta? Debutó en el cine a los 7 años (Relaciones íntimas), paseó de la mano de Hugh Grant en About A Boy, y tras destacar en el submundo adolescente de la serie Skins, le dio achares a un Colin Firth armarizado en la que sigue siendo su interpretación más aplaudida (hasta ahora). Pero ha sido su amistad con Bryan Singer, quien le echó el ojo en X-Men: Primera generación, la que ha hecho más por propulsarle a la fama. Sus próximos estrenos le harán compartir encuadres con Elle Fanning (Young Ones) y Charlize Theron (Dark Places). Y, por si fuera poco, ocupa un lugar especial en el corazón de Jennifer Lawrence. Es como para tenerle envidia, ¿verdad, chicos?
Sam Claflin
Edad: 26 años Le hemos visto en... Los pilares de la Tierra (serie), Piratas del Caribe: En mareas misteriosas, Blancanieves y la leyenda del cazador Y le veremos en... Los juegos del hambre: En llamas, The Laureate, Love: Rosie ¿Por qué nos gusta? El futuro rival de la Lawrence y de Joshn Hutcherson en la secuela de Los juegos del hambre es
un veterano en comparación con muchos de sus compañeros de lista. Pero
también es un objetivo digno de seguimiento, y no sólo por lo bien que
le quedan las mallas de tributo. Tras haberse disputado a Kristen Stewart con Chris Hemsworth en Blancanieves y la leyenda del cazador, y después de su ordalía distópica y futurista, el británico Claflil dará vida al poeta Robert Graves en The Laureate, junto a Imogen Poots. Además, se codeará con Lily Collins (Blancanieves: Mirror, Mirror) en la romántica Love: Rosie, y con Emilia Clarke (Juego de tronos) en Overdrive.
Jamie Campbell Bower
Edad: 25 años Le hemos visto en... Sweeney Todd, La saga Crepúsculo, RocknRolla, Anonymous, Harry Potter y las reliquias de la Muerte, Camelot (serie) Y le veremos en... Cazadores de sombras: Ciudad de hueso, Overdrive ¿Por qué nos gusta? Miembro del National Youth Theatre cuando era (todavía) más joven, este otro ejemplar de talento british parece haberse especializado en sagas romántico-fantásticas. Tras asomarse a los fotogramas de la última entrega de Harry Potter e interpretar a un miembro del clan Volturi, Campbell Bower será uno de los protagonistas de Cazadores de sombras, el serial que más posibilidades tiene de tomar el relevo a los vampiros y licántropos de Stephenie Meyer. Por cierto, Lily Collins (su compañera de reparto en esta última película) es también su pareja.
Douglas Booth
Edad: 20 años Le hemos visto en... Los pilares de la Tierra (serie), LOL Y le veremos en... Romeo And Juliet, Noah ¿Por qué nos gusta? Vale que aparecer en un filme como LOL, acompañando a Miley Cyrus, no es un pasaporte hacia el prestigio crítico. Pero este londinense, salido como Sam Claflin de la cantera de Los pilares de la Tierra, ha acudido a la siempre socorrida carta shakespeariana para ganar credibilidad: él será el Romeo de la Julieta Hailee Steinfield (Valor de ley) en la nueva versión fílmica de la tragedia de los amantes de Verona. En 2014 visitará Tierra Santa como uno de los hijos de Russell Crowe, patriarca con arca, a las órdenes de Darren Aronofsky.
Kodi Smit-McPhee
Edad: 16 años Le hemos visto en... Déjame entrar (Let Me In), La carretera Y le veremos en... The Congress, The Wilderness of James, Romeo And Juliet, A Birders Guide To Everything, Young Ones ¿Por qué nos gusta? Hacernos derramar lágrimas a mares recorriendo La carretera de la mano de Viggo Mortensen y ejercer como amiguito humano de la vampiresa Chloë Moretz han
supuesto un entrenamiento de choque para Kodi, el más joven de nuestros
seleccionados. Las seis películas, seis, que tiene pendientes de
estreno le permitirán codearse con Paul Giamatti y Harvey Keitel (The Congress), Ben Kingsley (A Birder's Guide To Everything) y sus compañeros de lista Douglas Booth (Romeo and Juliet) y Nicholas Hoult (la postapocalíptica Young Ones).
Logan Lerman
Edad: 21 años Le hemos visto en... El tren de las 3:10, Los tres mosqueteros, Gamer, Percy Jackson y el ladrón del rayo, Las ventajas de ser un marginado Y le veremos en... Percy Jackson y el mar de los monstruos, Noah, The Only Living Boy in New York, Glimmer ¿Por qué nos gusta? Tratándose de un chaval que se inició en el cine de la mano de Mel Gibson, a quien acompañó (con ocho años escasos) en El patriota y En qué piensan las mujeres, es
natural que la carrera de Logan sea un poco, digamos, esquizofrénica:
por un lado, le hemos visto en batacazos con aspiraciones comerciales (Los tres mosqueteros, la primera entrega de Percy Jackson) y, por otra, es un ídolo de chicas soñadoras y chicos sensibles gracias a Las ventajas de ser un marginado. Sus futuras apariciones le harán subirse al arca de Noah y viajar en el tiempo con Glimmer, pero también sufrir mucho en The Only Living Boy in New York, el regreso de Mark Webb (The Amazing Spider-Man) al cine romántico tras (500) Días juntos.
Ezra Miller
Edad: 20 años Le hemos visto en... Tenemos que hablar de Kevin, Las ventajas de ser un marginado Y le veremos en... Madame Bovary ¿Por qué nos gusta? Cultiva un atractivo poco convencional, se define como queer (es
decir, ni gay ni hetero, sino todo lo contrario) y parece rehuir el
cine convencional como la peste, según demuestra su grimosa y
espectacular intervención en Tenemos que hablar de Kevin. Todo parece indicar que, si Logan Lerman (su compañero en Las ventajas de ser un marginado) aspira
a la imagen de yerno un poco raro, pero perfecto, Ezra podría ser un
referente para el público más transgresor y a la última. Por lo pronto,
en Madame Bovary le veremos como amante aristócrata de la insatisfecha Mia Wasikowska, en compañía de (otra vez) Paul Giamatti.
Jeremy Irvine
Edad: 23 años Le hemos visto en... War Horse (Caballo de batalla), Grandes esperanzas Y le veremos en... The Railway Man, A Night In Old Mexico, The World Made Straight ¿Por qué nos gusta? Cuando Spielberg nos lo presentó en Caballo de batalla, muchos
nos preguntamos "¿Quién es ese tipo?". Resulta que el tipo, otro de los
británicos de nuestro informe, había formado parte de la Royal Shakespeare Company y
fue seleccionado por el 'Rey Midas' tras un maratoniano proceso de
cásting. Próximamente veremos a Irvine dando vida a la versión juvenil
de Colin Firth en The Railway Man (donde también participa Nicole Kidman), compartir encuadres con Haley Joel Osment en The World Made Straight y actuar en compañía de Robert Duvall y Luis Tosar en A Night In Old Mexico, segundo largometraje del inigualable Emilio Aragón. Sí, de ese mismo.
Dave Franco
Edad: 27 años Le hemos visto en... Supersalidos, Mi nombre es Harvey Milk, Infiltrados en clase, Memorias de un zombie adolescente Y le veremos en... Ahora me ves..., Townies ¿Por qué nos gusta? Efectivamente: Dave, además de ser el más veterano de nuestros chicos, es el hermano pequeño del actor más hipster de Hollywood. Antes de que comiencen las odiosas comparaciones, señalemos varias cosas: su trabajo añadió muchos enteros a Noche de miedo e Infiltrados en clase, y sus futuros trabajos le reunirán con compañías de empaque. En Ahora me ves..., sobre una banda de ilusionistas ladrones, participan también Mark Ruffalo, Morgan Freeman, Michael Caine y Jesse Eisenberg, entre otros, mientras que Townies supondrá su reencuentro con Seth Rogen y Christopher Mintz-Plasse. A este último seguramente le recordarás si te decimos que fue McLovin y Bruma Roja.
Dane DeHaan
Edad: 25 años Le hemos visto en... Chronicle, Lincoln, En terapia y True Blood (series) Y le veremos en... Sin ley, Jack and Diane, Cruce de caminos, Kill Your Darlings, The Amazing Spider-Man 2 ¿Por qué nos gusta? Otro de nuestros 'abueletes' (en
un sentido muy relativo), Dane no ha tenido suerte con la distribución
de sus filmes en España: Sin ley y Jack and Diane, dos
de las películas que rodó en 2012, siguen inéditos aquí. Aun así, y
confiando que dichos trabajos lleguen a nuestras pantallas o a nuestras
televisiones, recordamos lo nerviosos que nos puso en Chronicle, y señalamos que en Cruce de caminos aparecerá junto a Ryan Gosling y Eva Mendes. También es destacable su aparición en Kill Your Darlings, la película sobre la Generación Beat protagonizada por Daniel Radcliffe. Ah, y también será Harry Osborn en la nueva aventura de Andrew Garfield como Spiderman. Via:Cinemania
Dale a una estrella una cámara (y una conexión a internet) y estos serán los resultados. Por CINEMANÍA
Los asesores de imagen de los grandes estudios dirán lo
que quieran, pero la realidad es como es: las redes sociales no sólo han
cambiado la forma de vender el cine al gran público, sino que también
han caído como una bomba sobre la imagen pública de las estrellas. ¿A
qué nos referimos? Pues a eso que en el mundo anglosajón se llama "hacer un selfie": tomar una foto de ti mismo, generalmente haciendo el ganso, y postearla en
internet. A continuación puedes ver a algunos de los rostros más
conocidos de la pantalla practicando esa bonita costumbre en imágenes
tomadas de Buzzfeedy Heatworld. Te aseguramos que te llevarás más de una sorpresa: aquí nadie (ni las actrices más venerables) se libran.
¿Hemos
tocado suelo? Si la taquilla de cine fuera la audiencia de un programa
de televisión las cifras de este pasado fin de semana hubieran provocado
la cancelación por parte de la cadena.
Del viernes 19 y el 21 de abril según los datos estimados de Rentrak
pasaron por las salas de cine poco más de 520.000 espectadores (lo que
supone poco más de 3,7 millones de €). Comparando con el mismo periodo
hace un año – cuando llegaba además Los juegos del hambre – supondría una caída del 47,3%. De hecho, lo que recaudó en ese momento Los juegos supondría casi el 77% de lo que se ha ingresado este fin de semana y el 82% de la audiencia.
Todo esto hace pensar que estamos seguramente es el peor fin de
semana de la historia, especialmente valorando elementos de competencia
externa. Los tres fines de semana que coincidían con la final o
semifinal del Mundial de fútbol o la Eurocopa. En estas ocasiones,
respectivamente en 2008, 2010 y 2012 se tocaron datos de entre 3,5 y 3,9
millones de €, pero con mayor número de espectadores. El IVA en este
momento no era el de ahora pero la competencia y sobre todo la oferta
era mucho más escasa que este fin de semana. La presencia del evento
deportivo “empobrecio” el número y cantidad de estrenos, pero esta
semana no. De la comedia de zombies Memorias de un zombie enamorado al romance de Un lugar donde refugiarse, el drama Tierra Prometida
– todas ellas con más de 200 copias, presencia mediática, casting y
cierta ambición. Pero en ninguno de estos casos eran macro estrenos ni
cintas de enorme prestigio, resultado: cifras de nula relevancia, ningún
vencedor y muchos vencidos.
La situación de las cifras globales del box office español ya empieza
a ser grave. Dominada en exclusiva por los grandes productos, pero en
tamaños mediáticos elevados y en ningún caso con las cifras que antaño
hubieran provocado estos cines. Ahora son muchas las preguntas que
asaltan a exhibidores y distribuidores.
¿Demasiadas salas? ¿campañas poco efectivas que no tienen clara su
audiencia? ¿nulo interés por gran parte de la audiencia nacional?
¿precios? ¿atención a los clientes y situación de las salas? Todas
parecen ser más que preguntas, razones que muchos aficionados y
habituales a las salas indican desde tiempo.
La crisis obliga a revisar los precios, pero el IVA, la
infraestructuras de las cadenas de cine, la poca fiabilidad de qué
bajando los precios esto vaya a mejor hace que casi nadie mueva pieza,
al menos de una manera destacable. El jueves la triste noticia sobre el
cese de la actividad como distribuidora de una de las grandes empresas
de nuestro país, Alta Films, y la reducción de su platea de salas en
casi un 90% evidencia una situación que invita a sentarse y meditar.
España y sobre todo la industria de la exhibición tiene que tomar la
delantera y cambiar muchos criterios. Uno interesante, que se está
viendo en algunos circuitos es traducir el modelo de VOD de suscripción
aplicado a las salas de cine. Suscripciones prácticas para una serie de
aficionados pero lo más importante sería crear de nuevo el habito de
acudir a las salas.
Está claro que la situación actual ya no permite discutir sobre cual
es el pastel que se pierde o se deja de ganar si se crean acciones o
variaciones del precio. Ya no hay casi pastel, de hecho lo que hay no
será más grande que un Donette.
La
taquilla norteamericana le da la bendición a Tom Cruise dándole un
potente número uno en un fin de semana que, con todo, queda por debajo
del pasado año un 19%. Era de esperar ante la sola presencia de Oblivion y los datos de los de los grandes estrenos de la pasada semana, 42 y Scary Movie 5.
Con todo, los 110,3 millones de $ se quedan como un dato poco más que
decente – en especial valorando los malos datos que estamos viendo en
España. Con todo, las diferencias con 2012 no llegan a ninguna gravedad
especialmente valorando la potencia que se vio el pasado año y las
diferencias de producto.
Universal se puede sentir más que satisfecha de los sólidos 38,2 millones de $ recaudados este fin de semana por Oblivion,
la nueva superproducción con Tom Cruise. El proyecto de 120 millones
que su director movió de Disney a Universal – reduciendo los costes
finales – finalmente pasa la prueba norteamericana después de pasar la
internacional.
Las dudas comerciales que habían con Oblivion eran elevadas ante los regulares datos y recuerdo de Tron: Legacy,
la anterior cinta del director y la inseguridad de una estrella como
Tom Cruise de asegurar elevadas afluencias de espectadores. Pero el
acertado momento del calendario le ha permitido a la película llegar a
buen puerto. El sector adulto y masculino ha sido el más presente y los
comentarios no han sido muy positivos – se queda con un B- según
CinemaScope. La llegada cercana de Iron Man 3 es importante, pero el negocio de Oblivion
se centra en estos 10 primeros días cuando fácilmente cruzaría los 60
millones de $, para andar hacia un dato de 90-100 millones.
Las contras que podía tener la película están cerca del concepto extravagancia – como en su momento John Carter y también en parte Oz
– pero en este caso el film se movía más hacia un sector maduro, donde
la combinación acertada de ciencia-ficción, acción se ha entremezclado
bien entre su potencial de productor clásico de efectos especiales.
Sobrevive aunque no con nota.
La película ya acumula 150 millones en todo el mundo, 112 de los
cuales fuera de Estados Unidos, lo que indica una solidez internacional
como para superar en breve los 200 millones, y colocarse en la línea
global de entre 350 y 400 millones, suficiente como para dejar
satisfechos a sus artífices.
Sin más estrenos, la taquilla esta semana se centraba en los aguantes
de muchos film fuertes de pasadas semanas y es en este punto donde el
fin de semana deja un regusto algo amargo, ya que pocas dejan una cifra
satisfactoria, seguramente porque las que tenían más a aguantar tenían
en Oblivion un fuerte contrincante.
En el caso de 42, la cinta no es tan fenómeno como
podía parecer en su inicio, seguramente muy marcado con el aniversario
de la muerte del jugador el pasado fin de semana de estreno. Su
notoriedad se quedó en eso y el film no logra viajar más allá aunque su
caída del 34% es más que decente ante el tamaño del proyecto. Suma 18
millones de $ – le añadían 247 pantallas – y coloca su total en 54
millones de $. Sigue aspirando a los 70-75 millones.
La cosa para 42 es que todo se quedará ahí con pocas opciones de lograr mejorar cifras a nivel de todo el mundo.
El otro estreno de la pasada semana, Scary Movie 5,
cae un 55% hasta los pobres 6,3 millones de $ y solo acumula una cifra
de 23 millones de $. Todo muy pobre para un saga acostumbrada a cifras
millonarias. Veremos como le irá en el resto del mundo, aunque en esta
ocasión no llega vía Disney sino de forma independiente en cada país (en
España sus responsables son DeA).
Mejor le van las cosas a Dreamworks con Los Croods – muy bien si valoramos el traspiés que les supuso El origen de los Guardianes.
La cinta animada suma este fin de semana otros buenos 9,5 millones de
$, solo una caída del 27% y manteniendo una buena media por sala de
2.766$ tras cinco semanas en cartel. Su total es de ya 154,8 millones de
$. En el resto del mundo ya supera los 272 millones de $, por lo que
junto con Oz, un mundo de fantasía, son ya los dos grandes éxitos de lo que llevamos de año. Oz sumaba esta semana otros 3 millones de $ cerrando
ya el top10 con un total de 223 millones de $ y rozando los 500
millones en global.
En el puesto quinto encontramos G.I. Joe 2 que desciende un 47%,
perdiendo 360 cines y acumulando unos poco más que decentes 111,2
millones de $. Como muchas otras cintas ya mencionadas su gran negocio
ha estado en los mercados fuera de USA donde ya ha amasado casi el
doble, 212 millones haciendo el proyecto más que beneficioso para
Paramount. La cinta tiene por delante el negocio en DVD, VOD y
televisión para dar buenos ingresos finales.
En esta línea de gran producto, Film District sigue con buenas noticas con su ambiciosa propuesta Olympus Has Fallen.
La película cae un 38% hasta los 4,5 millones de $ acumulando en cinco
semanas unos excelentes 88,8 millones de $. En breve llegará a los 90 y
seguramente los 95 millones serán su excelente techo, cifra muy por
encima de las previsiones más optimistas.
En el sexto puesto se coloca esta semana The Place Beyond the Pines
que Focus ampliaba de los 500 cines a los 1.542, pero si el aumento
hasta ahora había sido importante en sus primeras tres semanas, la
ampliación ha llevado la película a un puñado de circuitos donde los
ingresos no han sido tan espectaculares. Crece un 23% quedándose en una
media por sala algo ajustada, 3,080$ pero un buen monto total de 11,4
millones. Tiene mucho camino por delante, y Focus está dando mucha
visibilidad a la película aunque quizás la ha colocado en demasiados
cines. De momento, recaudando esta semana 4,76 millones de $, es de
esperar que supere de largo los 20 millones y veremos si su boca-oreja y
apoyo le permite llegar a los 30, lo que sería un negocio más que
rentable.
En la parte baja del top10 están dos películas como Evil Dead (Posesión infernal) y Jurassic Park 3D.
La primera cae un 57%, de nuevo un descenso muy agudo, para recaudar
4,1 millones y alcanzar ya los 48,4 millones para TriStar (Sony).
Universal coloca el reestreno del clásico de Steven Spielberg en los
38,4 millones de $, por lo que llegará a los 45 millones. La película
está a la espera de ver como seguirá este éxito en el resto del mundo,
por de bien seguro que cruzando la barrera de los 60 millones debería
dejar más que satisfechos a todos sus responsables.
Más allá del top10 toca resaltar los pobres 622.000$ que recauda el film de terror The Lord of Salem,
nueva cinta de Rob Zombie, que apenas emociona. Su media por sala es de
unos malos 1.757$ de la mano de Anchor Bay. No tenía una presencia ni
un apoyo de la crítica muy destacado como para hacerse un hueco más allá
de un sector muy particular de los aficionados al género.
El estreno reducido de esta semana era En la casa
(Dans la mason) que después de su importante éxito europeo llegaba al
mercado americano de la mano de Cohen Media. Con solo tres salas la
película recauda 35.200$ y parece tener por delante un buen tirón como
para llegar lejos. Es un film de fuerte apoyo de la crítica y que como
se ha visto en otros países, con tirón entre la audiencia.
A todo esto, Blancanieves (también distribuida por
Cohen) aumentaba esta semana en 10 cines colocando sus ingresos otra vez
en los 28.200$ y ya 156.000$ hasta la fecha en un número muy reducido
de salas. Los 200.000$ parecen garantizados y veremos hacia donde llega.
¿Cómo podemos examinar el cine actual de gran
presupuesto? ¿Nuestras postulaciones críticas clásicas son válidas para
enfrentarnos a un análisis de las películas que dominan las taquillas de
todo el mundo? ¿Hasta qué punto podemos trazar un mapamundi del cine
popular si somos incapaces de comprender las corrientes audiovisuales
por las que nos movemos? En definitiva, ¿Se puede definir el blockbuster moderno? Tomando como ejemplo las conversaciones entre Adrian Martin y Jonathan Rosenbaum en el libro Movie Mutations
y a raíz de una serie de artículos consecutivos que se alargarán en el
tiempo, desde Miradas de cine pretendemos analizar más allá de la
reducción a la mera crítica informativa un fenómeno cinematográfico tan
masivo como normalmente desprestigiado por postulados críticos y
teóricos lo que demuestra cierto clasismo e inmovilismo cultural.
En tiempos de una cinefilia más viva y orgánica que nunca, se hace
imprescindible intentar analizar desde un punto de vista cuanto menos
teórico pero sobretodo analítico, una parte de la industria cuyas
ramificaciones afectan a cualquier otra expresión. No hace falta echar
la vista muy atrás para comprobar que en el último festival de Cannes,
la mayoría del cine norteamericano a competición tenía fuertes
vinculaciones con el mainstream más popular y que películas como Cosmópolis (David Cronenberg, 2012) y En la carretera (On the Road, Walter Salles, 2013) sólo han podido ser financiadas gracias al éxito económico de una saga como Crepúsculo
y la participación de sus actores protagonistas en un cine de un
supuesto mayor calado intelectual. Aceptando como válidos los postulados
de Martin y Rosenbaum que señalan el cine como un ente vivo y mutante y
apostando por la misma narrativa en curso que cuestiona determinados
estados de la crítica actual, no sólo pretendemos analizar el estado de
la imagen audiovisual destinado al gran público sino intentar responder a
preguntas como ¿Hacia dónde se dirige el cine popular? ¿Podemos hablar
de políticas de autor referidas a conglomerados industriales que amasan y
mueven millones de dólares? ¿Existe un estado consciente de autoría en
sagas y directores como Peter Berg, Stephen Sommers o Justin Lin? ¿Hasta
qué punto se retuercen y difuminan los géneros en la actualidad? La
necesidad de intentar trazar un mapa del audiovisual contemporáneo
también abarca la obligatoriedad del análisis riguroso de las películas
de gran presupuesto.
Con el motivo del reciente estreno de Oz, un mundo de fantasía (Oz, the Great and Powerful, Sam Raimi 2013) trataremos de desempeñar el papel de Disney como estudio y fuerza creativa del nuevo blockbuster.
Hacia un Disneyworld cinematográfico
“Here you leave today and enter the world of yesterday, tomorrow, and fantasy.” Walt Disney
Si nos basamos en lo que cuentan algunas historias, Walt Disney
decidió construir DisneyWorld después de comprobar en Disneyland como
un vaquero de Frontierland, una zona temática dedicada al Oeste
fronterizo americano, caminaba tranquilamente por Tomorrowland, la
tierra enfocada hacia la visión del futuro que tenía el propio Walt. Un
hecho, que podría parecer gratuito, pero que sin embargo tiraba por
tierra toda la filosofía empresarial y filosófica que el creador de
Mickey Mouse tenía pensado para su gran proyecto. El verdadero proceso
de Disneyficación diseñado por el padre de Mickey Mouse pasaba por crear
sensaciones completamente reales dentro de entornos virtuales
artificiales que o bien estaban basados en los activos de la compañía o
bien emulaban ciertas ensoñaciones del modo de vida americano.
A medida que el cine contemporáneo mainstream ha ido
sustituyendo una narrativa más centrada en la narración de historias por
una totalmente audiovisual, la creación de mundos independientes como
entidades vivas y autónomas ha ido teniendo cada vez más importancia. El
motivo es simple, cuando los argumentos fueron agotándose entre sí y
dejaron de involucrar al espectador emocionalmente por su poca capacidad
de renovarse, la creación de nuevas atmósferas audiovisuales donde
desarrollar las historias pasó a ser una prioridad tanto como para los
grandes estudios como para los creadores y directores por la simple
conexión escapista y emotiva que puede tener para con el espectador
moderno. De ahí que la proliferación de sagas y personajes comunes
dentro de cosmologías únicas sea un factor común en el tejido
cinematográfico industrial de nuestros días y que Walt Disney Studios
esté a la cabeza de este movimiento.
Desde la llegada de Bob Iger como CEO de la compañía, Disney no ha
cesado en su empeño de comprar franquicias, sagas literarias o
cinematográficas, productoras o incluso compañías para desarrollar
nuevos espacios cinematográficos. La compra de compañías punteras como
Pixar, Marvel o Lucasfilms responde a la necesidad de dotar a la
división cinematográfica no sólo de unas marcas establecidas en el
mercado cultural contemporáneo sino de cosmologías propias reconocibles
para el gran público. El hecho de que independientemente de la saga Toy Story,
Pixar haya decidido dar luz verde a secuelas de algunas de sus
películas no responde tanto al agotamiento creativo de la compañía sino a
la necesidad de satisfacer una demanda de visitar de nuevo algunos de
los universos creados anteriormente por la empresa de San Francisco. No
es ninguna casualidad que pese a la variedad de resultados en taquilla y
de aceptación del público, los títulos elegidos para tener continuación
y convertirse en franquicia hayan sido Monstruos S.A (Monsters Inc, Pete Docter, Lee Unkrich, David Silverman 2001), Buscando a Nemo (Finding Nemo, Andrew Stanton, 2003) y Cars (John Lassetter, 2006)
por ser las únicas de la compañía que contienen un mundo creativo
propio alejado absolutamente del humano y donde si este interviene,
tiene un papel casi marginal en la ficción. En el caso particular de Cars
estamos hablando directamente de la primera película del estudio donde
el factor humano es eliminado de la ecuación en beneficio de la creación
de una mitología propia.
Disney, por otra parte, no ha tenido tampoco reparos en mirar su
propio pasado a la búsqueda de adaptar antiguos materiales de la
compañía a gusto de las nuevas tendencias audiovisuales atendiéndonos a
los casos de Alicia en el país de las maravillas(Alice in Wonderland, Tim Burton 2010) o las reinterpretaciones que está preparando de La bella y la bestia, La cenicienta o La bella durmiente
basadas siempre en sus precedentes cinematográficos Disney y no en las
orígenes literarios. Es obvio que para comprender el presente de la
compañía como productora e interpretar su pasado reciente no hace falta
más que echar un vistazo a su futuro inmediato y sus proyectos más
cercanos para establecer un patrón significativo, Disney está creando un
nuevo parque temático cinematográfico con distintas lands
interrelacionadas entre sí donde cada película no es más que un ticket
para un viaje en una atracción dentro de un proyecto más ambicioso. De
ahí y que inmersos de lleno en un mundo transmedia, proyectos como Tomorrowland de Brad Bird y Damon Lindelof y el videojuego Disney Infinity se
establezcan como una prioridad absoluta para la compañía. El primero
por ejemplificar la recuperación de un pasado, en este caso referente a
una de las zonas temáticos más populares de los parques temáticos Disney
e integrarlas en un nuevo cosmos cinematográfico que dará pie a nuevas
películas relacionadas con ella, ya sea mediante secuelas o mediante
proyectos paralelos que tengan que ver con ella, como la rumoreada
película que “resucitará” a Mickey Mouse y Roger Rabbit para la gran
pantalla y que estará directamente relacionada con los sucesos que
ocurrirán en la película de Brad Bird. Por si fuera poco, la cartera de
proyectos anunciados de Disney también cuenta con Magic Kingdom de Jon Favreau, que seguramente será el culmen de la plasmación cinematográfica del universo temático propio de la compañía.
Por su parte, el videojuego Disney Infinity simboliza la apuesta por
la erradicación de la narrativa argumental en beneficio de una
narrativa cosmológica con formato sandbox donde los personajes
más conocidos de las sagas más famosas de Disney irán interactuando en
su propio universo creado gracias a la realidad aumentada y a unas
figuras que irán saliendo a un módico precio para llenar aún más las
arcas de la compañía.
A través de una serie de películas, ya sea distribuidas por los
estudios Disney o bien creadas desde la propia compañía, este artículo
tratará de desarrollar de qué manera la compañía está afianzado su
creación de universos y entornos cinematográficos propios y construyendo
un nuevo tipo de blockbuster y como configuran a su vez parte del panorama audiovisual contemporáneo.
Marveland
Mr Stark, you´ve become part of a bigger universe. You just don´t know it yet
Las similitudes entre Disney y Marvel no residen únicamente en la
reciente adquisición de la editora de comics por parte de la productora
de cine, sino que se extienden mucho más allá del campo empresarial
llegando a la cosmología creada durante los últimos años por su filial
cinematográfica.
En la escena de apertura de Iron Man 2 (Jon Favreau, 2010)
asistimos a la inauguración de la Expo Stark, una suerte de recreación
de la Exposición internacional de New York del 64 donde no sólo Walt
Disney presentó alguna de sus más famosas creaciones como el muñeco
animatrónico de Abraham Lincoln, sino que se sirvió de la experiencia
para crear Disneyworld. Una grabación de Howard Stark nos introduce los
orígenes de la feria; el parecido es incuestionable, es imposible
dividir la imagen analógica del creador de las Industrias Stark con la
de Walt Disney en su programa Disneyland. El fantasma del padre
de Tony Stark y lo que significa su legado acechará durante toda la
película a su protagonista. La imposibilidad de comprender los logros
del hijo sin aprehender los del padre. ¿Dónde empieza la creación de uno
y donde acaba el legado del otro?
El paralelismo entre Walt Disney y Marvel como estudio
cinematográfico no es ninguna baladí, al fin y al cabo ambas parecen
priorizar la creación de universos propios e integrados por delante de
las propias ficciones individualizadas. Es imposible pensar en una
película como El capitán América (El primer vengador) (Captain America. The First Avenger, Joe Johnston, 2010) sin tener en cuenta su condición de hilo argumental precursor de Los vengadores (The Avengers, Joss Whedon 2012). A diferencia de otras sagas y universos recientes como Star Wars, Harry Potter o El señor de los anillos,
las ficciones o los personajes no devienen en la creación de
cosmologías, sino que es el universo creado lo que facilita sin ir más
lejos la aparición de nuevas ficciones o caracteres dentro de él. La
atención al detalle temático acerca la virtualidad del proyecto a la
realidad. El hecho de que superhéroes e historias estén conectados entre
sí potencia la sensación de un cosmos que si bien tiene relación con el
mundo cotidiano acaba por tener una identidad propia.
Por lo tanto, podríamos declarar que las historias y personajes tan
sólo son pequeñas modulaciones que modifican y configuran un ente
narrativo de una mayor envergadura. Marvel como determinado cine autoral
también aísla sus personajes y ficciones para favorecer el espacio
virtual y cinematográfico.
The Grid
The Grid. A digital frontier. I tried to
picture clusters of information as they moved through the computer.
What did they look like? Ships? motorcycles? Were the circuits like
freeways? I kept dreaming of a world I thought I’d never see. And then,
one day, I got in
La aceptación del fracaso del personaje de Kevin Flynn en su intento
mesiánico por construir un mundo digital y su posterior sacrificio
durante el clímax final de Tron Legacy (Joseph Kosinski, 2010)
representan el simbólico naufragio de su director a la hora de
configurar un universo único e inherente dentro de la propia película.
Director y creación se entregan a una inteligencia artificial carente de
humanidad para la edificación de la utopía virtual. La apropiación y
suplantación de la obra frente al creador acaba estructurando el
microcosmos de Legacy, un entorno irreal tan inhumano donde las empatías
y emociones son eliminadas para favorecer la experiencia implícita.
Los conocimientos previos de Kosinski en el campo de la arquitectura y
el diseño delimita la narración a favor del espacio narrativo. No
cuenta tanto el guión o la trama sino el universo sensorial donde esta
se desarrolla. La configuración de la experiencia sensitiva pasa por la
creación de una atmósfera única y diferenciada donde las formas, los
volúmenes, espacios o sonidos sustituyen a la habitual configuración
emocional del cine más puramente narrativo. De ahí por ejemplo que la
inclusión de Daft Punk como creadores del microcosmos sonoro de la
película no sea un elemento simplemente decorativo sino que sea
utilizado como una herramienta más de narración del audiovisual de Tron Legacy.
Desgraciadamente la capacidad de abstracción de una narrativa a favor
de la recreación de un universo virtual todavía es un paso a afrontar
dentro de un cine mayoritariamente mainstream. Los siglos de
tradición y prejuicios de buena parte de público y crítica hacen
imposible de afrontar este gran salto de fe. En palabras del propio Walt
Disney: “Puedes diseñar, crear y construir el sitio más maravilloso del
mundo pero se necesita a las personas para conseguir que los sueños se
hagan realidad”. El trabajo de Kosinski es la evolución y traición del
sueño disneyano.
Barsoom
La creación de universos virtuales no sólo responde a las inquietudes
audiovisuales de un público más moderno expectante de nuevas formas
narrativas sino que también está enfocado al fin primigenio del blockbuster:
la evasión. La aplicación del término evasivo no se debería entender
como un mero vehículo de entretenimiento sino por su condición de fuga.
En el fondo, la creación de muchos de estos universos virtuales responde
a la necesidad filosófica de escapar de la realidad cotidiana en ese
sentido tanto John Carter (Andrew Stanton, 2012) como Avatar (James Cameron, 2010) son ejemplos perfectos de este mainstream.
La diferenciación entre los dos diferentes planos de realidad es un
aspecto vital para la identificación con el nuevo creado, si en las
películas de Stanton y Cameron se nos presenta a unos protagonistas
lastrados por su presencia o pasado en la tierra, ya sea físico o
emocional, frente a las nuevas oportunidades que se le abren con sus
nuevas identidades no es por cuestiones argumentales sino por la
reafirmación existencial del universo virtual creado.
La importancia espiritual de la creación no sólo radica en la
necesidad humana por evadirse de la rutina diaria sino porque mediante a
ese mismo escape el cineasta puede utilizar la narrativa de los géneros
de una manera mucho más libre sin tener que estar anclado a una
filosofía contemporánea. El género de aventuras resucita en los últimos
años en gran medida porque la tecnología permite crear estos universos
virtuales alternativos donde se dejan suspendidos los valores actuales
para la recreación de géneros, narrativas o argumentos en desuso que en
cualquier otro contexto no serían aceptados. Su triunfo es conseguir
trascender la evasión como mera sensación de entretenimiento y llevarla
hacia nuevos niveles sensoriales, estéticos o incluso éticos.
Oz
Apenas 4 años después del fiasco de Oz, un mundo fantástico (Return to Oz,
Walter Murch,1985), Disney abría en MGM Studios (actualmente conocido
como Disney Hollywood Studios) The Great Movie Ride, una atracción que
mediante la interacción de actores y animatrónicos recreaba un viaje a
través de algunas de las películas más famosas de la historia del cine
que a su vez incluía una parada en el Oz de Victor Fleming. Lo que
podría parecer una anécdota, no es lo tanto si tenemos en cuenta que la
evolución de la narrativa dentro del blockbuster contemporáneo y
como los planes empresariales de los grandes grupos mediáticos buscan
maximizar sinergias fusionando diferentes vehículos de entretenimiento o
la búsqueda constante de audiencias y estudios por productos que
permitan una mayor interacción audiovisual con el espectador. No es
casualidad que el sistema actual de 3 dimensiones se fuera forjando en
parques temáticos antes de su aceptación global en las salas de cine, de
la misma manera que no es extraño que una vez finalizado el ciclo vital
en los parques de atracciones de la exhibición de estos pequeños cortos
en 3D se haya optado por una nueva narrativa más enfocada hacia la
inmersión total del espectador eliminando cualquier barrera entre su
posición y la imagen. Oz, un mundo de fantasía (Oz, the Great and Powerful,
Sam Raimi, 2013) representa la perfecta hibridación entre la narrativas
cinematográfica y el audiovisual de los parques temáticos Disney. Es
significativa la manera en que el mundo de Oz se muestra por primera vez
en los ojos del espectador. Tras ser transportado en un accidentado
viaje en globo con tornado de por medio, Oz aterriza en un río, la
cámara cambia a primera persona y personaje e imagen caen por una
cascada, tras unos breves insertos del rostro asombrado del personaje de
James Franco, la perspectiva cambia radicalmente y abandona por primera
y única vez la visión del realizador o del personaje para situarnos en
el punto de vista de un hipotético viajero del globo. Raimi establece
una sensación paralela de sense of wonder entre personaje y
espectador, pero es este el que establece su visión. Se deja atrás la
perspectiva panorámica para utilizar una visión de 360º para establecer
una conexión emocional con la imagen. La interacción lo es todo, el cine
no es capaz de ofrecer libertad narrativa pero durante los apenas 3
minutos que dura esa escena es lo más cerca que llega a estar de esa
sensación. Es la misma sensación transmitida en la narrativa de las
rides (atracciones), existe un argumento, se narra una
historia, pero es el consumidor el que decide su propia visión. Si bien
podríamos argumentar que la dirección de Raimi que no es del todo libre y
guía al espectador mediante raíles, la experiencia es lo más cercana a
montar cinematográficamente en Piratas del Caribe.
La simulación disneyana no acaba en la simulación del proceso narrativo de una ride sino que se completa en el clímax final de la película que parece recrear el propio final de una visita a un theme park. La utilización de la pirotecnia y las ilusiones ópticas como grand finale de Oz, un mundo de fantasía
no deja de ser una recreación casi exacta de los habituales finales de
fiesta ofrecidos por la compañía a la hora de cerrar los parques. De
nuevo la filosofía de Disney acaba colándose por las rendijas de la
narrativa y el audiovisual de sus películas convirtiendo a la película
de Raimi en un sintomático híbrido de la nueva política de blockbuster del estudio.
Tras coincidir brevemente en la divertidísima ‘El reportero’ (‘Anchorman: The Legend of Ron Burgundy’, Adam McKay, 2004), Will Ferrell y Jack Black van a encabezar el reparto de la comedia ‘Tag Brothers’,
un proyecto basado en la historia real de un grupo de amigos que
dedican un mes al año a jugar al “corre que te pillo”. No, la versión
adulta no, la infantil. Suena absurdo, pero el Wall Street Journal le
dedicó un artículo y varios estudios de Hollywood se disputaron los
derechos así que imagino que es material de éxito en taquilla. Si lo fue
‘Niños grandes’ (‘Grown Ups’, Dennis Dugan, 2010) supongo que esto
también puede serlo.
New Line Cinema se quedó el proyecto y ha contratado a Mark Steilen para que se ocupe de escribir el guion. La trama de ‘Tag Brothers’ se centrará en cuatro amigos (Ferrell, Black
y dos por contratar) que a sus cuarenta años aún siguen dedicando el
mes de febrero a perseguirse como eran niños jugando en el patio del
colegio, solo que ahora son capaces de cruzar todo el país con tal de no
terminar el mes siendo el último “pillado”. De momento no hay director
ni fecha para el comienzo del rodaje pero debería arrancar este año. Veo
a John C. Reilly sumándose al reparto…
PD: Ferrell vuelve a encarnar a Ron Burgundy en ‘Anchorman: The Legend Continues’ (Adam McKay, 2013), cuyo estreno está previsto para diciembre.