Julianne Moore no tiene nada de qué avergonzarse: puede que 'La
sombra de los otros' sea un desastre, pero tanto Kate Winslet como Ryan
Gosling y Michael Fassbender, entre otros, también han actuado en algún
truño que otro. Por YAGO GARCÍA
"¡Yo no quería esto, os lo juro!".
Cuando le preguntaron por qué había participado en
Inchon, uno de esos desastres que siempre salen en las listas de "peor película de la historia", un impávido
Laurence Olivier respondió:
"Por dinero, mi querido amigo".
Paul Newman, siempre más apasionado que su colega inglés, publicaba anuncios en los periódicos cuando
El cáliz de plata se
emitía por TV, avisando al público de que el filme era un truño y que
se avergonzaba de protagonizarlo. Como podemos ver, muchos actores
tienen secretos culpables en sus carreras... Y aunque muchos no se
cortan en decir lo de
"¡Esta película es una mierda!", más de uno prefiere guardar sobre ellos un piadoso silencio.
Sin ir más lejos, esta semana se estrena en España
La sombra de los otros, película protagonizada por la habitualmente grandísima
Julianne Moore que
en nuestra revista, pese al carisma de la actriz, no ha caído nada
bien. Como aquí le tenemos mucho cariño a la pelirroja, y no queremos
que se sienta sola, hemos escogido
12 películas infumables protagonizadas por actores que nos encantan. Porque en todas partes cuecen habas, y en Hollywood esas habas son como melones.
Michael Fassbender - Jonah Hex (2010)
¿Por qué fue un error? Hemos escogido este filme como lo peor de la filmografía de 'Fassy', pero lo mismo podría valer para
John Malkovich, Josh Brolin y
Michael Shannon (de
Megan Fox hablaremos luego). Concebido como un vehículo de lucimiento para el hijo de James Brolin, tras su éxito en
No es país para viejos, esta versión de un héroe
western y sobrenatural de DC Comics acabó siendo un clamoroso fracaso, con un
13% en Rotten Tomatoes y nefastas cifras de taquilla. En España no llegó a estrenarse.
Gary Oldman – La letra escarlata (1995)
¿Por qué fue un error? A primera vista, diríamos que un señor que hasido
Drácula, Sid Vicious, el
comisario Gordon, Sirius Black (Harry Potter) y
George Smiley (El topo) no puede dejar de molar ni queriendo… Salvo cuando se embarca en un filme como este. Una
“adaptación libre”, según los créditos, de la novela de Nathaniel Hawthorne, la cinta sentenció la carrera del director
Roland Joffé (ahora sabes por qué pasó de
La Misión a
Encontrarás dragones) y en él Oldman nos mostró la cara mala de su histrionismo junto a una
Demi Moore que se ganó a pulso la nominación al ‘Razzie’.
Adrien Brody - Manolete (2008)
¿Por qué fue un error? Sí, es ella: la película más
gafe de la historia del cine moderno, inédita aún en España y que fuera
de nuestras fronteras se estrenó con el cutre título de
A Matador’s Mistress. Mientras que
Penélope Cruz salió más o menos indemne del batacazo, la carrera de Brody experimentó un durísimo golpe, e hizo falta todo el poder de
Woody Allen, de
Midnight In Paris, y
de un Salvador Dalí adicto a los rinocerontes para hacerle levantar
cabeza. Ahora bien: si hurgamos un poco en su filmografía, nos
encontramos con desastres tales que
Giallo, Cadillac Records la inédita en España
Wrecked y la debacle llamada
Predators, así que el actor de
El Pianista tiene muchos errores de los cuales responder.
Bill Murray – El filo de la navaja (1984)
¿Por qué fue un error? El primero de los dos batacazos
viejunos de
nuestra lista es espectacular, cuanto menos. Porque todos sabemos que
Murray se ha pasado la vida desesperado porque se lo tomen en serio, y
que a primera vista esta plúmbea adaptación de la novela de
Somerset Maugham (todo un
best seller… en
los años 40) debió parecerle un vehículo de lucimiento ideal. Entrar en
la sala en 1984, esperando ver una obra maestra de la carcajada como
Los Albóndigas, El pelotón chiflado y
Los cazafantasmas, para encontrarte con un dramón que aburre a las piedras
debió ser una experiencia terminal.
Ryan Gosling – Frankenstein and Me (1997)
¿Por qué fue un error? Es lo que tiene haber sido un actor infantil:
El creyente te convierte en joven promesa,
El diario de Noa, en
sex symbol, Drive hace que medio mundo quiera llevar tu chaqueta (y tus guantes, y tu martillo),
George Clooney te da el espaldarazo definitivo con
Los idus de marzo… Y,
cada vez que una de estas películas llega a las salas confirmando tu
talento, alguien en alguna parte se acuerda de este trabajo de terror
bufo para niños que rodaste a los 17 años. Lo sentimos mucho por Ryan,
pero ¿no estaba ya algo mayorcito para esta clase de papeles?
Megan Fox – Passion Play (2010)
¿Por qué fue un error? Recién peleada con
Michael Bay a cuenta de quítame unas broncas durante
Transformers: la venganza de los caídos, la neumática Fox se las veía muy felices con este proyecto, que la emparejaba con un
Mickey Rourke recién resucitado
(El luchador) y con nada menos que
Bill Murray. El filme resultante se llevó un
3% en Rotten Tomatoes y la prestigiosa
Salon.com la definió como
“una imitación de David Lynch realizada por alguien que no hubiese visto una sola de sus películas”. Entre esto y
Jonah Hex, está claro que la Fox monta un circo y le crecen los enanos.
Meryl Streep – Música del corazón (1995)
¿Por qué fue un error? De nuevo nos hallamos ante un
filme más prometedor sobre el papel que en la pantalla. Porque la
combinación entre la actriz de las
14 nominaciones (y los tres Oscar) con
Wes Craven puede
resultar golosa, siempre que el par se embarque en aquello que a Craven
se le da bien: el terror. Pero aquí, borracho de éxito tras
Scream, el creador de
Pesadilla en Elm Street decidió ganarse a la Academia contando una historia ‘de interés humano’ sobre una
profe de música en un instituto marginal… Y sólo consiguió que Streep acumulase una más de sus candidaturas infructuosas.
Paul Giamatti – Esta abuela es un peligro (1997)
¿Por qué fue un error? Sí, Paul, lo sabemos: el despegue de tu carrera fue más bien tardío, y con tu papel de realizador en
El show de Truman tampoco te iban a llover las ofertas. De ahí que, cuando te ofrecieron acompañar a un
Martin Lawrence vestido de señora gorda, prefirieses pensar que la comedia es un género muy noble, y que peor que
El planeta de los simios de
Tim Burton no iba a salir. Te lo perdonamos por
Entre copas, y
porque no repetiste en las secuelas de esta abominación, que si no…
Kate Winslet – La vida de David Gale (2003)
¿Por qué fue un error? Siempre tan lista, siempre tan bienhumorada, siempre tan guapa, siempre tan talentosa… Reconozcámoslo: a veces, la actriz de
Sentido y sensibilidad, Titanic y
Juegos secretos (y de tantas otras) da un poco de rabia. De ahí que casi agradezcamos este patinazo tan enorme, hecho a la medida de un
Kevin Spacey que, tras el Oscar por
American Beauty, había comenzado ya a tirar su carrera por la borda. Dirigida por un
Alan Parker ya muy anciano,
La vida de David Gale ostenta un magro
13% en Rotten Tomatoes. “Parker considera que el público es incapaz de llegar a sus propias conclusiones, así que le aporrea con las suyas en la cara”, sentenció el
New York Times.
Sean Penn – Yo soy Sam (2003)
¿Por qué fue un error? Hemos intentado resistirnos, pero aquí es inevitable citar al
Robert Downey Jr. de
Tropic Thunder: para un actor a la caza del Oscar, el peor error es mostrarse ante la cámara
“retrasado del todo”.
Antes de que alguien nos acuse de faltarle al respeto a las personas
con problemas psíquicos, recordar que por sensiblera, por lacrimógena y
por histriónica, la película rayaba lo insultante. Y aun así, Penn se
llevó una nominación: Sean es mucho Sean.
Johnny Depp – La cara del terror (1999)
¿Por qué fue un error? Seguramente, estando Depp en el ajo, el lector esperaría encontrarse aquí con
The Brave, filme dirigido y protagonizado por el futuro
Jack Sparrow y
Marlon Brando en 1997, y que recibió tal somanta de la crítica en Cannes que Depp se negó a estrenarlo en EE UU. O
Don Juan de Marco, la
comedia tirando a floja en la cual se conocieron ambos actores. Pero
entonces deberíamos omitir este productillo de terror, con un
16% en Rotten Tomatoes, que convirtió una perspectiva tan interesante como la reunión de Depp y
Charlize Theron en un desfile de sustos de tercera mano.
Michael Caine – Tiburón: la venganza (1984)
¿Por qué fue un error? Bueno, un error, lo que se dice un error… Está claro que, en esta cuarta entrega, de los méritos de la película de
Spielberg no quedaba ni la sombra, y que el producto resultó aún peor que
Jaws 3D: El gran tiburón, que
ya es decir. También es verdad que ver a Sir Michael en un duelo
interpretativo con un escualo de plástico duele mucho, dado el amor que
le profesamos en esta casa. Pero el propio Caine nos permite rematar
nuestro informe con una frase histórica, que pronunció al ser
interrogado sobre este truño:
“No he visto la película, y dicen que es muy mala, pero la casa que me compré con mi sueldo sí que la he visto, y es magnífica”.
Via:Cinemania