En la pantalla dan miedo, pero estas estrellas de cine destacan en
la vida real por su trato fácil. Si te las encuentras por la calle, no
tengas miedo de pedirles un autógrafo. Por YAGO GARCÍA
En un mundo tan lleno de cabezas locas como el de
Hollywood, hay actores y actrices que destacan, precisamente, por todo
lo contrario: no van de divos, son buenos compañeros de trabajo y dejan
siempre un buen recuerdo tras terminar un rodaje. ¿Un ejemplo? Pues
dicen que, cuando no está metido en su papel,
Daniel Day-Lewis es
de esos. Luego hay otra especie de intérpretes: los que, más allá de su
conducta personal, son ideales para dar vida a un villano perfecto, de
esos que siguen provocando pesadillas entre el público años después del
estreno de la película. El caso paradigmático sería el
Jack Nicholson de
El resplandor. Lo
que realmente destaca, sin embargo, es cuando ambas cualidades se
reunen en una sola persona. Estamos hablando de señores y señoras que
pueden ser
tan terroríficos frente a la cámara como encantadores lejos de ella. En esta selecta categoría se han citado titanes como
Boris Karloff, Vincen Price, Ernest Borgnine... Y como los protagonistas de este informe: si te los encuentras por la calle, no tengas miedo de pedirles un autógrafo.
Alan Rickman
Delante de la cámara... ¿Es suficiente con decir que Rickman fue
Severus Snape en la saga de
Harry Potter? De no ser así, recordemos sus papeles de
Hans Grüber en la primera entrega de
La jungla de cristal, del sádico
Turpin en
Sweeney Todd y, en general, a todos los villanos que se han beneficiado de su voz grave y retumbante.
Detrás de ella... La historia personal de Alan
Rickman resulta emocionante por muchos motivos. Sin ir más lejos, porque
se lanzó a la interpretación a los 26 años, renunciando a una
productiva carrera como diseñador gráfico. O porque su relación con la
político
Rima Horton ha durado la friolera de
46 años (y
los que le quedan). También podemos señalar que Rickman debe ser el
único tipo del mundo que ha suspendido un examen de conducir
"por cruzar un semáforo en verde con demasiada prudencia". Pero lo que nos convence de que es un sujeto encantador es releer su carta abierta a
J. K. Rowling y al reparto de
Harry Potter, agradeciéndoles la experiencia.
Jack Gleeson
Delante de la cámara... Con un sólo papel, Gleeson se ha convertido en uno de los villanos más populares de la TV. Pero qué papel: nada menos que
Joffrey Baratheon, el inaguantable y maníaco rey adolescente de
Juego de tronos. Si no gozas viéndole sufrir
las bofetadas de Tyrion (Peter Dinklage), o no has visto la serie, o no eres humano.
Detrás de ella... Tras la primera temporada de
Juego de tronos, Gleeson recibió una carta del escritor
George R. R. Martin que rezaba:
"Felicidades por tu interpretación, todo el mundo te odia". Por supuesto, el autor de las novelas se refería al personaje, porque Gleeson (el actor) goza de mucha popularidad entre el
fandom de la serie. Este inglés de 21 años se rió a gusto del
show y de sus cosas en su cuenta de Twitter (hasta que la canceló), tiene una gran amistad con
Sophie Turner (la intérprete de
Sansa Stark) y,
en general, el reparto de la serie coincide en que es un chaval
majísimo. Gleeson comenta que seguramente dejará de actuar cuando
terminen sus temporadas de
Juego de tronos para centrarse en sus estudios de filosofía: por lo pronto, ha obtenido un premio extraordinario en el
Trinity College de Dublín.
Danny Trejo
Delante de la cámara... Bueno, vale, el primo lejano de
Robert Rodríguez no siempre hace de malo, pero incluso en sus momentos más heróicos
(Machete) demuestra su sobrada capacidad para darle un susto al miedo.
Detrás de ella... Durante los 60 y los 70, antes de
encontrar un hueco en el cine de serie B, Danny Trejo era un boxeador
amateur con un serio problema de drogadicción. Sus roces con la ley, de
hecho, le llevaron a pasar temporadas en cárceles como
Folsom (lade la canción de
Johnny Cash), Soledad y
San Quintín. Pese
a haber pisado algunos de los centros penitenciarios más duros de EE
UU, el actor tuvo fuerzas para rehacer su vida, lo cual es digno de un
aplauso enorme. Y no sólo eso: desde que salió por última vez del
talego en 1972,
Trejo asesora a delincuentes juveniles en proceso de rehabilitación. Suponemos que, si alguien con esa cara te invita a seguir en el buen camino, desoír el consejo debe ser difícil.
Christopher Lee
Delante de la cámara... Los más mayores recordarán a Lee como intérprete de un
Drácula muy señorial y un
Fu Manchú muy taimado en las producciones de
Hammer Film. Para la chavalada, a su vez, este señor de
81 años es el malvado mago
Saruman de
El Señor de los anillos. En todo caso, su nombre es sinónimo de villanos megalómanos, con o sin colmillos.
Detrás de ella... La reputación de Lee como
caballero de modales intachables no es nada raro tratándose de un actor
de la Hammer: recordemos que su colega
Peter Cushing (el
Moff Tarkin de
Star Wars) dejó
también un bello recuerdo. Pero el caso de este señor es especial,
porque en su biografía se combina lo épico (trabajó para el servicio
secreto británico durante la II Guerra Mundial) con lo entrañable (ha
actuado gratis en producciones de bajo presupuesto, a fin de que su
presencia les diera un empujón en taquilla) y con lo abiertamente
friki. Porque, además de haber conocido personalmente a
J. R. R. Tolkien y de ser primo de
Ian Fleming, el creador de
James Bond, Lee es un amante confeso de la literatura de fantasía y del
heavy metal, género en el que ha hecho sus pinitos grabando varios discos.
Glenn Close
Delante de la cámara... Una de nuestras actrices favoritas, Close saltó a la fama encarnando a dos grandísimas bastardas: la psicópata acosadora de
Atracción fatal y la maligna marquesa de
Las amistades peligrosas. Desde entonces, sus papeles más populares han oscilado entre lo maligno y lo ambiguo, como la inenarrable
Patty Hewes de
Daños y perjuicios.
Detrás de ella... ¿Te imaginas a la villana de
101 dálmatas escribiendo
un blog sobre perros? Pues hazte a la idea: Glenn Close no sólo es una
experta en mascotas caninas, sino que mantuvo un blog al respecto
(LivelyLicks) durante cuatro años. Por otra parte, Close tiene una hija aquejada de
desorden bipolar, con
lo que en 2002 fundó una ONG contra la discriminación hacia las
personas con problemas mentales. Sumemos a eso su premio GLAAD ese mismo
año por su apoyo manifiesto a la causa de gays y lesbianas, y
concluiremos que la leona (o, más bien, la loba) es menos fiera de lo
que la pintan.
Robert Englund
Delante de la cámara... Dos palabras:
Freddy Krueger. Actor
de formación clásica, pero amante confeso del cine de terror, Englund
se ganó su lugar como leyenda del género encarnando al asesino de la
saga
Pesadilla en Elm Stret.
Detrás de ella... Al parecer, más que a la de Freddy (¡menos mal!), la personalidad de Robert Englund se parece a la de
Willie, su amable 'visitante' de la serie
V. Sin
ir más lejos, cuenta la leyenda que caracterizarle como el requemado
personaje era un tormento, pero no debido a lo laborioso del proceso ni a
que el actor se portase como un quejica, sino a que Englund se pasaba
las sesiones de maquillaje
contando chistes y charlando amigablemente con el personal. Por otra parte, y más allá de su amistad con
Wes Craven y de lo majete que se muestra en las convenciones de
fans, resulta entrañable saber que su mayor afición es el surf. ¿Alguien se lo imagina subido a una tabla?
Frank Langella
Delante de la cámara... El veterano Langella le debe
más alegrías a su carrera en el teatro que a sus trabajos en cine. Aun
así, señalemos que películas como
La novena puerta, Lolita de Adrian Lyne y, sobre todo,
El desafío: Frost contra Nixon le han consagrado como un experto en encarnar a personajes siniestros que, en ocasiones, dan mucha grima.
Detrás de ella... Con la larga e ilustre carrera que
Frank Langella lleva a sus espaldas, ¿cuál dirías que es la película
favorita de todas las que ha rodado? Pues ni
El desafío, ni
Buenas noches y buena suerte, sino
Masters del universo. Según comenta, el actor se lo pasó pipa interpretando a
Skeletor, y
en general guarda recuerdos muy entrañables del rodaje. Por otro lado,
Langella tiene fama de ser un señor muy cortés y con un gran sentido del
humor, hasta el punto de que una crítico del
New York Times describió su libro de memorias como
"pasarte toda una fiesta flirteando con el invitado más interesante y más sexy".
Tom Hardy
Delante de la cámara... ¿Necesitas que un actor
borde un papel de tipo duro, brutal y con un punto psicótico? Pues Hardy
es tu hombre. Y no lo decimos sólo por el
Bane de
El caballero oscuro: La leyenda renace, sino también por
Bronson, Warrior y
Layer Cake.
Detrás de ella... Al igual que en el caso de Danny
Trejo, Hardy tuvo sus rifirrafes con las drogas y el delito durante su
juventud. Pero su presencia aquí no se debe a que las haya superado hace
tiempo (ser británico y de buena familia, en vez de un latino sin
dinero en Los Ángeles, debió ayudar), sino más bien a
cierto vídeo que, tras filtrarse en YouTube, nos convenció de que, además de ser un tipo bastante simpático, es todo un padrazo.
Christopher Walken
Delante de la cámara... Vale que es un titán de la comedia y que, cuando pensamos en él, solemos recordar primero cierto monólogo de
Pulp Fiction. Pero
también es cierto que en la larga, larguísima trayectoria de Walken ha
habido lugar para varios personajes muy tenebrosos: valgan de ejemplo
sus trabajos en
El rey de Nueva York, El cazador, Panorama para matar y tantas, tantísimas otras...
Detrás de ella... La pregunta siempre está ahí: ¿por qué un tipo tan talentoso como Christopher Walken ha rodado
121 títulos entre
películas y series de televisión, algunos directamente infames? Pues,
según dice él, no por el dinero (aunque sospechamos que algo de eso
hay), sino porque sencillamente su vida diaria es muy normalita y rodar
películas le resulta divertido, así que
nunca rechaza ningún papel. Casado desde 1969, amante de los gatos y con un miedo patológico a las armas de fuego (
"cuando el director dice 'corten', lo primero que hago es soltar la pistola"), lo único terrorífico de su personalidad real es ese
pelazo que se gasta.
Heath Ledger
Delante de la cámara... Versátil hasta el delirio,
el difunto actor australiano podría haber dado mucho más de sí si
hubiese aguantado unos años en este planeta. Pero reconozcamos que la
mayor parte de su fama póstuma se debe (y con razón) al
Joker de
El caballero oscuro.
Detrás de ella... Después de su muerte en 2008, muchos de los que se habían relacionado con Ledger durante su carrera
(Christian Bale, Christopher Nolan, Jake Gyllenhaal, Terry Gilliam, y
también bastantes periodistas) reconocieron que no sólo se había
perdido un talento enorme, sino también una persona de trato agradable y
con la que daba gusto trabajar. Hablar bien de los muertos es muy
fácil, cierto, pero cuando alguien tan fogueado como
Gary Oldman describe la noticia del fallecimiento como
"una tormenta de mierda cósmica", cabe sospechar que los elogios van en serio.