'Misión: Imposible 5' se estrenará en Navidad de 2015

Tom Cruise no le teme a nada, ni siquiera a 'Star Wars'. Christopher McQuarrie dirigirá la quinta misión imposible de Ethan Hunt: enfrentarse a la saga galáctica en la taquilla. Por CINEMANÍA

No sólo el verano de 2015 será una olla a presión de blockbusters, sino que el final de año también se está caldeando para tener unas Navidades de despiadada batalla por la taquilla. Paramount ha anunciado que Misión: Imposible 5 estrenará la nueva misión del agente secreto Ethan Hunt el día de Navidad. La película que dirigirá Christopher McQuarrie (Jack Reacher) llegará sólo una semana después de Star Wars: Episodio VII (y Warcraft, si no cambia su fecha), por lo que veremos si el empuje de Tom Cruise (único regreso confirmado, aunque suponemos que Jeremy Renner, Paula Patton y Ving Rhames no tendrán inconveniente) es suficiente como para cortar la inercia de la saga galáctica en manos de J.J. Abrams. ¡Está claro que le gustan los retos!

Luc Besson, ¿genio o mercachifle?

El director de 'El quinto elemento' vuelve con 'Malavita' para convencernos de que sigue siendo el más 'hollywoodiense' de los cineastas europeos. ¿Lo conseguirá? Por YAGO GARCÍA

Besson (dcha.) junto a Robert De Niro en el rodaje de 'Malavita'.

En 2000, poco después del estreno de Juana de Arco, Luc Besson anunció que sus dos próximos largometrajes serían los últimos. Pues bien: trece años más tarde estamos en disposición de afirmar que el cineasta y productor francés mentía como un bellaco. Al Besson del cambio de siglo le ilusionaba la idea de legar una filmografía de sólo diez títulos ("Como los mandamientos", bromeó entonces), pero Malavita, que se estrena este viernes en España, es el decimocuarto largometraje con su firma, sin contar los documentales. ¿Contradictorio? Pues sí. Como casi todo en la carrera de un señor detestado por muchos críticos, pero que ha aportado al thriller francés una pujanza inigualada desde los días de Jean-Paul Belmondo, Lino Ventura y Alain Delon.



Por supuesto, lo anterior admite muchas objeciones. Y no, no nos olvidamos de que Besson es también el autor de El profesional y El quinto elemento. Pero, dado que la primera de esas películas cumplirá dos décadas el año que viene, y que la segunda ya arrastra 16 tacos de calendario, es de ley preguntarse si el parisino sigue teniendo futuro como director, y si a sus trayectorias paralelas (y mucho más prolíficas) como guionista y en los despachos de sus productoras pueden aportarnos más que trabajos muy solventes en lo técnico, pero también muy formulistas. En suma, cabe preguntarse si a Luc Besson le sigue interesando hacer cine, o si a estas alturas sólo le preocupa vaciar nuestras carteras.

El 'look' y los delfines

Para analizar algo, conviene remontarse a sus orígenes. Y los de Luc Besson son muy interesantes: tras iniciarse en la industria a los 18 años (después de que un accidente truncase su carrera como buceador), nuestro hombre se encuadró en el denominado 'Cinéma du Look'. Un nombre muy pintón y muy ochentero para los cineastas franceses que, distanciándose de una Nouvelle Vague ya ancianita, apostaban por el cine de género, la modernidad a ultranza y, bueno, el look, en definitiva. Aquí encontramos el primer punto crucial: mientras que Léos Carax (Holy Motors), también asociado al movimiento, se ha quedado con el respeto de los expertos, Besson es el único de sus compañeros de quinta en gozar de éxito comercial a gran escala. Y todo ello pese a que sus filmes primerizos, El último combate (1983, también conocida como Kamikaze 1999) y Subway (1985) han envejecido francamente mal, sobre todo la segunda.


Aunque, ateniéndonos a las cifras, podemos considerar que el Luc Besson que todos conocemos y amamos (de aquella manera) debuta en 1988. Ese es el año en el cual El gran azul se estrenó abriendo el Festival de Cannes, siendo abucheada por la prensa... Y ganándose, acto seguido, la categoría de blockbuster con todas las de la ley, al menos en su país de origen: las acusaciones de vacuidad argumental y los malos resultados en EE UU (donde se estrenó muy recortada) no impidieron que esta epopeya de submarinistas y delfines se convirtiese en uno de los mayores éxitos de taquilla del cine francés. A este pistoletazo de salida le siguieron Nikita, dura de matar (1990) y las ya mencionadas El profesional y El quinto elemento. Películas que hicieron correr entre la cinefilia joven una inesperada novedad: había un director en cuyos trabajos se combinaban una esencia más francesa que el Beaujolais con las trepidaciones de Hollywood. Y que molaba mucho.

Los despachos, Milla y la venganza

La broma era tan escatológica que resultaba difícil pasarla por alto: durante los primeros minutos de Adéle y el misterio de la momia (2010), un personaje secundario descargaba ruidosamente su vejiga junto a una estatua de Juana de Arco, y nosotros aprendíamos que el director seguía guardándole cierto rencor a su ex esposa y ex musa, Milla Jovovich. No sabemos si la susodicha se enteró de ello, o si le importó, pero es cierto que Juana de Arco (1999) supuso un punto de inflexión en muchos sentidos. Tal vez si dicho filme no hubiera sido un batacazo (entre otras razones, porque a la actriz le venía grandísimo el papel) estaríamos contando una historia distinta. El caso es que, con la entrada del siglo actual, Besson comenzó a distanciarse de la cámara para encarar una carrera que, según admite, le resulta mucho más satisfactoria: la de productor.
"Me encanta producir películas, porque cada una sólo te ocupa una hora al día", comentaba por entonces nuestro protagonista. Y, si eso es cierto, Besson sabe organizarse muy bien: su carrera en los despachos abarca nada menos que 116 películas (según IMDb), la mayoría de ellas estrenadas de 1999 en adelante. El francés participa como guionista o coguionista en al menos la mitad de ellas, y en cuanto a su calidad... Pues digamos lo siguiente: en la parte positiva, tenemos títulos tan elogiables como Venganza (con la molonez de Liam Neeson convertida en axioma), o tan inesperados como Philip Morris, ¡te quiero! y Los tres entierros de Melquíades Estrada. En la negativa, por su parte, no sólo se hallan cintas tan execrables como Bandidas, sino también una tendencia a la proliferación de secuelas a destajo (Taxi Express ya va por la cuarta, y Transporter promete convertirse en una franquicia de seis películas) y de títulos muy menores que, en gran parte de los casos, no han llegado a estrenarse fuera de Francia. Sintomas de una labor más centrada en la cantidad que en la calidad, factor este último que (según es sabido) deja pocos dividendos en la hucha.
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¿Se merece Luc Besson perder nuestro aprecio? Sin ánimo de lanzar un veredicto agresivo, deberíamos preguntarnos si, tras todos estos años, lo sigue teniendo. Más preocupado en esta década por rematar la trilogía de animación que inauguró Arthur y los Minimoys, y por realizar proyectos 'de prestigio' que no acaban de convencer a nadie (The Lady, su biopic de la Premio Nóbel Aung San Suu Kyi), su carrera como director parece un caso -casi- perdido. Habrá que esperar a Malavita y a Lucy, el filme que prepara con Scarlett Johansson, Morgan Freeman y Choi Min-sik (Oldboy) para saber si merece un segundo voto de confianza. En cuanto a su trabajo financiero, harán falta productos mucho mejores que Colombiana para convencernos que que en él hay más que una fórmula saturada de esteticismo y desprovista de riesgo. En todo caso, queda probado que, pese a los años, todo sigue siendo cuestión de look.

La maldición del superhéroe

Interpretar a un aventurero disfrazado puede lanzar una carrera, y también puede hundirla. Eric Bana ('La huída') lo sabe, y estos actores y actrices, también. Por YAGO GARCÍA

Piensa en Robert Downey Jr., Christian Bale y Mark Ruffalo: ¿qué te sugieren sus nombres? Exacto, se trata de tres intérpretes cuyas carreras han sido propulsadas al infinito gracias a sus papeles como superhéroes. En el tercer caso, además, sin haber protagonizado su filme. Pero adquirir poderes en la pantalla tiene un lado malo, como bien sabe Eric Bana: el australiano, toda una celebrity en su país, fue reclutado por Ang Lee para su Hulk (2003) y su carrera sufrió por ello. Es cierto que Bana supo remontar, y que esta semana llega a nuestros cines con La huída. Pero también es verdad que su trayectoria no ha tenido ese perfil meteórico profetizado por algunso hace diez años. Al igual que él, los actores y las actrices que te presentamos a continuación conocen las tristes consecuencias que un uniforme de saldo, unos efectos especiales cutres o un blockbuster venido a menos pueden tener sobre  una carrera en Hollywood.

Helen Slater

Fue una superheroína en... Supergirl (J. Swarzc, 1984), pionero spin-off de las aventuras del Hombre de Acero. El cual resultó un fracaso rotundo, pese a contar con Mia Farrow y Faye Dunaway (esta última haciendo de villana). Tal vez si Christopher Reeve hubiese hecho el cameo prometido, o si los efectos especiales hubieran resultado más dignos...
Y después... Tras debutar en cine con Supergirl, Slater prodigó su ochentera belleza en títulos tales que Por favor, maten a mi mujer y El secreto de mi éxito. También ha intervenido en docenas de telefilmes y series, generalmente apareciendo en un solo capítulo, además de grabar tres álbumes como cantautora. Parece que su carrera se ha estabilizado con la madurez: actualmente coprotagoniza la serie de ABC The Lying Game.

Billy Zane

Fue un superhéroe en... The Phantom. El Hombre Enmascarado (S. Wincer, 1996), adaptación de un héroe muy ilustre que pasó con mucha, muchísima más pena que gloria. Irónicamente, tanto Sergio Leone como Joe Dante habían mostrado su interés por adaptar al personaje a la gran pantalla.
Y después... Zane había aparecido como secundario en Regreso al futuro y perseguido a Nicole Kidman en el thriller Calma total, así que no era un desconocido cuando rodó The Phantom. Ahora bien, ponerse en la piel del 'Fantasma que Camina' dejó su carrera en los huesos: su papel más memorable fue el del prometido pijo de Kate Winslet en Titanic, y en su filmografía posterior hallamos títulos tales que BloodRayne (dirigida por el incomparable Üwe Boll) y El Rey Escorpión 3. Sí, rodaron una tercera parte: qué cosas.

Lynda Carter

Fue una superheroína en... Wonder Woman (serie, 1977-1979). Parece que la heroína helénica de DC Comics arrastra consigo una maldición propia. Sin ir más lejos, la carrera de Adrianne Palicki (intérprete de la versión de 2011 que no llegó a emitirse) parece ir cuesta abajo desde que vistió su uniforme.
Y después... Interpretar a Wonder Woman sirvió para que Carter fuese proclamada "la mujer más bella del mundo" y para granjearle un papel en Apocalypse Now, de cuyo infernal rodaje salió escopetada (no la culpamos). Ahora bien: el encasillamiento, por un lado, y un alcoholismo del que tardó décadas en curarse le impidieron salir adelante como actriz. Últimamente sus papeles más recordados han sido como actriz de voz en los videojuegos de la saga The Elder Scrolls.

Val Kilmer

Fue un superhéroe en... Batman Forever (J. Schumacher, 1995). En su momento, algunos fans agradecieron la mirada colorista y delirante de Schumacher al justiciero de Gotham City. Si hubieran sabido lo que se avecinaba (es decir, Batman y Robin) lo mismo no se hubiesen reído tanto.
Y después... Vale, la carrera de Michael Keaton tampoco ha sido para tirar cohetes. Pero es que, tras sustituirle en el papel de Bruce Wayne, la presunta carrera de Kilmer como superestrella internacional no hizo más que ir cuesta abajo, salvando honrosas excepciones tales que Heat y Kiss Kiss, Bang Bang. Tal vez su papel en la próxima película de Terrence Malick (en la cual, para más INRI, comparte encuadres con Christian Bale) pueda remontar su perfil.

Matt Salinger

Fue un superhéroe en... Capitán América (Albert Pyun, 1990). No, no nos hemos equivocado de fecha ni de director: hablamos de una producción de serie B tan infiel a los cómics como escandalosamente cutre.
Y después... Cuando un rol superheroico sale mal, puede truncar una carrera prometedora, mandar al garete a un actor consagrado... O hundir aún más en la miseria a un currante de la serie B, como en el caso que nos ocupa. Tras debutar en 1984 con La revancha de los novatos, Salinger desarrolló una poco prolífica trayectoria en producciones de bajo presupuesto, con alguna escapada a Hollywood que no llegó a cuajar. Pero mucho ojo, porque este año le veremos (como secundario) en Learning to Drive, la nueva de Isabel Coixet.

Dean Cain

Fue un superhéroe en... Lois y Clark (serie, 1993-1997). Con su humor desprejuiciado y su perspectiva de sitcom romántica, esta serie se ganó el cariño de los fans del Hombre de Acero en una época en la que su regreso al cine parecía poco probable.
Y después... Mientras que su partenaire Teri Hatcher logró recuperar los laureles haciendo de Susan en Mujeres desesperadas, Dean Cain tuvo que recorrer (y no volando, precisamente) la tenebrosa senda de los rodajes a destajo y las películas directas a dvd. Salvo por una aparición en Perdidos y su papel en la serie Las Vegas, el grueso de su filmografía está formado por títulos tales que Una fortuna muy perruna. Y eso por citar una de sus películas que llegó a proyectarse aquí. En 2007, Cain apareció en Smalville, resurrección catódica de Superman mucho más longeva, y a cuyo héroe (Tom Welling) tampoco ha sonreído la fortuna.

Shaquille O'Neal

Fue un superhéroe en... Steel, un héroe de acero (K. Johnson, 1997), filme inspirado en uno de aquellos héroes con los que DC trató de relevar a Superman. Y que nos hizo preguntarnos si de verdad nos merecíamos todo aquello.
Y después... Cuando le dio por ponerse frente a una cámara, el entonces pívot de los Lakers demostró unas aptitudes abismales: recordemos que Carmen Electra se choteaba a su costa en la introducción de Scary Movie. Pero él no se daba por enterado, de modo que, tras Ganar de cualquier manera y la incalificable Kazaam, trató de hacerse un hueco en un mercado (el del cine de superhéroes) que atravesaba horas muy bajas. La película era cutre con avaricia, y 'Shaq' demostraba en ella que su verdadero talento estaba en la cancha.

Brandon Routh

Fue un superhéroe en... Superman Returns (Bryan Singer, 2006). El director abandonó la saga X-Men para devolver a los cines al último kryptoniano, y años después reconoció que la idea tal vez no había sido buena. En todo caso, Superman Returns queda como un intento loable y con muchos aspectos positivos, pero que no cayó bien ni entre el público ni entre los críticos.
Y después... Routh se las apañó muy bien dando vida al puñetero boy scout de Metrópolis, y su posterior intervención en Scott Pilgrim contra el mundo dio pruebas de un apreciable talento para la comedia. Pero su carrera posterior le deparó trabajos fallidos (¿Hacemos una porno?) y truños tales que Dylan Dog: Los muertos de la noche. En TV no parece haberle ido mejor: tras haber tenido un papel en Chuck, coprotagonizó Partners, que fue suspendida tras una única temporada. A ver si va a ser verdad que los intérpretes de Superman llevan la negra...

Ioan Gruffud

Fue un superhéroe en... Los Cuatro Fantásticos (T. Story, 2005) y Los Cuatro Fantásticos y Silver Surfer (T. Story, 2007). Las adaptaciones del cuarteto estrella de Marvel tenían buenos mimbres, pero se quedaron a medio camino de muchas cosas y no llegaron a triunfar. ¿Tendrá más suerte el reboot de Josh Trank?
Y después... Guapetón él, pero poco carismático y tan blando como Reed Richards tras pasar un mes en la Zona Negativa, este actor ha desarrollado una carrera de esas con más limonada que chicha. En su curriculum encontramos películas sin fuste (el dramón histórico Amazing Grace), múltiples trabajos como actor de voz y la inevitable serie cancelada (Ringer), más algunos papeles secundarios en Castle y Glee.

Jennifer Garner

Fue una superheroína en... Elektra (Rob Bowman, 2007). La asesina más sexy de Marvel recuperó su tradicional traje rojo, pero ni eso bastó para convencernos de que no habíamos tenido bastante con Daredevil.

Y después... Garner llegó al papel de Elektra Natchios estando en lo más alto, gracias a J. J. Abrams y a la serie Alias. Después, y pese a un memorable papel en Juno, su carrera se enfrió notablemente. Aparte de Historias de San Valentín, Increíble pero falso y el malhadado remake de Arthur, el soltero de oro, en su filmografía reciente encontramos demasiadas películas que, o bien no se estrenaron en España, o que todavía esperan una fecha de lanzamiento aquí.

Vídeo del día: El metraje perdido de 'El retorno del Jedi'

Esta escena fue utilizada por George Lucas para presentar un sistema de montaje basado en el laserdisc. Ahora, un fan de 'Star Wars' la ha subido a internet. Por CINEMANÍA

No es ningún secreto que George Lucas es un señor muy tecnófilo, y propenso a enamorarse de las innovaciones tecnológicas como un niño de sus juguetes. Las 'remasterizaciones' de la primera trilogía de Star Wars (y esos reestrenos 3D de las precuelas, cancelados por Disney) lo demuestran. Y también lo prueba una anécdota que tuvo lugar en 1983: preparando El retorno del Jedi, Lucasfilm probó un sistema pionero en el montaje digital de películas llamado EditDroid, que reemplazaba el celuloide de toda la vida por el laserdisc. Para demostrar las posibilidades de su nueva técnica, Lucas presentó una demostración en Las Vegas, consistente en 30 minutos de metraje bruto de El retorno del Jedi. Concretamente, hablamos de una versión alternativa del último diálogo entre Luke y Yoda, acompañada de algunas tomas falsas, que jamás volvió a exhibirse en público.
El laserdisc de marras fue subastado en eBay por cerca de 520 euros, y hasta ahora sólo habían podido verse algunos fragmentos de su contenido. "Hasta ahora", decimos, porque vía Slashfilm nos llega su versión completa: Charlie Owen, su propietario, lo ha subido a YouTube (tras restaurarlo y convertirlo a alta definición) para regocijo de la comunidad warsie. El propósito de este fan es, según explica él mismo, "recordarle a la gente que Star Wars no es sólo el Episodio VII". Y, aunque nosotros ya sabíamos eso último, no podemos sino agradecérselo: aquí tenéis el vídeo.

Exposición: ¿Las mejores fotos de rodaje del mundo?

Del 21 al 23 de noviembre, la legendaria fotógrafa Mary Ellen Mark expondrá en Madrid instantáneas tomadas durante su trabajo junto a Coppola, Buñuel, Burton y otros genios. Por CINEMANÍA

El rodaje de Apocalypse Now (1979) fue un desmadre legendario en el que se mezclaban locos de atar, honestos currantes y un director (Francis Ford Coppola) perdido en la jungla de Filipinas con demasiado dinero y demasiado equipo. Metida en dicha pesadilla psicodélica, una joven fotógrafa disparó algunas de sus mejores instantáneas: se trataba de Mary Ellen Mark, periodista y directora de fotografía que ya había trabajado con Luis Buñuel, François Truffaut y Tim Burton, entre otros grandes. Esta profesional, en cuya obra se resumen cuatro décadas y muchas leyendas del cine, podrá verse en Madrid del 21 al 3 de enero en el espacio cultural La Fábrica (Alameda, 9, Madrid).
En la muestra se expondrán imágenes capturadas durante la producción de Apocalypse Now, Tristana, La sirena del Mississippi y Big Fish, además de retratos de estrellas como Johnny Depp y Jeff Bridges. Mark, ganadora del premio Infinity de periodismo, entre otros galardones, impartirá un taller de fotografía documental en la Escuela PIC.A Photoespaña de Alcobendas del 21 al 23 de noviembre. A continuación te ofrecemos algunos ejemplos de su trabajo.

Rumor: Santiago Segura, ¿dejará de engordar para 'Torrente 5'?

Harto de ganar peso para encarnar al detective impresentable, Santiago Segura podría aparecer hecho una sílfide en su quinta aventura. Por CINEMANÍA

Cuando a las estrellas de Hollywood les da por perder o ganar peso a lo bestia para un papel, todo el mundo se deshace en elogios: ahí están las leyendas sobre Robert De Niro en Toro Salvaje, o las reacciones alucinadas ante Christian Bale y su 'dieta yo-yo'. Pero en el cine español también hay casos así, y el más emblemático debería ser Santiago Segura. Para cada entrega de la saga Torrente, el madrileño se ha visto obligado a engordar entre 20 y 30 kilos, algo que ha tenido su recompensa en forma de planos contundentes (recordemos Torrente 4: Lethal Crisis y ese barrigón en 3D), pero que estaría a punto de llegar a su fin.
Según rumores que han llegado a la redacción de CINEMANÍA, Segura ha dicho "basta", anunciando al equipo de Torrente 5 que no piensa ganar peso para esta entrega. Algo que, bien mirado, tampoco debería extrañarnos: desde el estreno del primer filme en 1998, el actor y director siempre ha reconocido que acumular kilos le cuesta lo suyo. "Me gusta que Torrente esté gordo porque es un tío seboso, excesivo, pero a mí no me gusta estarlo: me duelen las rodillas y las articulaciones", confesó en 2012 a hoyCinema. En aquella ocasión, según Suite 101, el actor se decidió a asumir de nuevo las lorzas de José Luis Torrente tras una sugerencia de la productora, según la cual Juan Echanove (otro insigne orondo de nuestro cine) podría relevarle en el papel.

Por supuesto, sólo hay un Torrente, y esta quinta parte (en la que aparecerán Jesulín de Ubrique, Julián López, Angy Fernández y puede que Mel Gibson) nos servirá para comprobarlo una vez más. Y, si Segura interpreta el papel con su peso normal, seguro que el guión sabrá justificarlo, posiblemente de una forma que nos hará reír a la par que estremecernos de repugnancia. Además, como reconoce el propio Segura, tanto jugar con la báscula no ha sido bueno para su salud: "Cuando eres joven, el cuerpo lo aguanta todo, pero ahora me he dado cuenta de que comer menos es vivir más", explicó antes de dejar claro que sus cambios de peso habían sido totalmente caseros, sin recurrir a los consejos de un dietista. Quién sabe, a lo mejor en Torrente 5 le vemos luciendo el aspecto esquelético que ya mostró en La máquina de bailar (2006).