Por no decidirse a dirigir 'Silence', su proyecto jesuítico con
Daniel Day-Lewis, Martin Scorsese podría enfrentarse a una multa
millonaria. Recordamos a otros actores y directores que se han
escaqueado de sus películas (y que han pagado por ello). Por YAGO GARCÍA
"Soy inocente, Señoría".
No es la primera vez que lo decimos: además de la tierra de los
taquillazos de
cine, de los cuerpazos gloriosos y de los productores forrados,
Hollywood también es la tierra de las demandas judiciales (absurdas o
no). Como, sin ir más lejos, la que puede caerle encima a
Martin Scorsese: Vittorio Cecchi Gori, productor de películas como
El cartero y Pablo Neruda, Todos están bien y
La leyenda del santo bebedor, ha demandado al genio de Little Italy por no decidirse nunca a rodar
Silence, la historia de jesuitas en el Japón feudal que habrían de protagonizar
Daniel Day-Lewis, Gael García Bernal y
Benicio Del Toro. Al
parecer, 'Marty' lleva enfrascado en el proyecto desde 1997, pero había
llegado a un acuerdo con Cecchi Gori que le permitía mantenerlo en
suspenso hasta haber terminado otras tres películas:
Infiltrados, Shutter Island y
La invención de Hugo.
Pues bien: dichas películas ya están rodadas y estrenadas (la
primera, de hecho, granjeó un Oscar al director), pero Scorsese ha
encontrado otra distracción: rodar
The Wolf of Wall Street con
Leonardo DiCaprio. Con lo cual el productor exige que el director más cinéfilo se rasque el bolsillo y le pague el
millón de euros (más un porcentaje de sus
royalties por
Hugo) que le debe en concepto de fondo de garantías. Además, claro, de amenazar con una
demanda por incumplimiento de contrato de la cual Scorsese podría salir con el bolsillo bastante perjudicado tras pagar
"una cuantiosa indemnización", informa
The Playlist.
Nosotros, la verdad, entendemos a Scorsese: uno se pone a dirigir
películas sin parar, a sus años la memoria ya no es lo que era, y pasa
lo que pasa. Pero como tenemos un montón de ganas de volver a verle
trabajar con Day-Lewis, y más aún en compañía de dos grandes
hispanoparlantes como Bernal y Del Toro, hemos recopilado estas demandas
por incumplimiento que han hecho historia... O que simplemente nos han
llamado la atención por exageradas, absurdas o peculiares. A ver si así
hay suerte y escarmienta en cabeza ajena.
James Cameron, Stan Winston, Arnold Schwarzenegger y Gale-Anne Hurd (1990)
Demandadas: Hemdale Film Corporation y Orion Pictures
Motivo de la demanda: Lo más habitual, como ya hemos
dicho y veremos a continuación, es que sean los estudios quienes
demanden a cineastas y actores. Pero, hace 22 años justos, los artífices
de
Terminator recorrieron el camino opuesto:
tanto el canadiense como su ex mujer y coproductora, así como su artista
de efectos especiales de cabecera y su
mazas austríaco favorito, llevaron a los tribunales a las productoras del filme por escamotearles el porcentaje de taquilla.
Resultado: El litigio terminó en un acuerdo extrajudicial, suponemos que jugoso. Es de señalar que Cameron y Hurd ya habían demandado a
Warner Bros. por razones similares respecto a
Aliens, el regreso: lo suyo iba a ser por vicio...
John Travolta (1996)
Demandantes: Roman Polanski y Mandalay Films
Motivo de la demanda: Allá por 1996, cuando llevaba
ya dos décadas expulsado de EE UU, el cineasta polaco trató de sacar
adelante un proyecto titulado
The Double. Tras tentar a
Anthony Hopkins, que abandonó el filme en preproducción, Polanski tuvo que conformarse con un Travolta en pleno subidón de popularidad post-
Pulp Fiction. Pero, tratándose de semejantes imanes para el mal fario, la cosa no podía salir bien: el actor de
Grease se
fue por peteneras alegando que el guión no era de su gusto y que la
productora Mandalay le había escamoteado el papel protagonista de
Donnie Brasco. La cosa acabó ante los tribunales.
Resultado: Volvemos a encontrarnos con un acuerdo extrajudicial, que llegó en 2000 tras un larguísimo (y accidentado) proceso.
The Double nunca llegó a rodarse.
Kim Basinger (1993)
Demandantes: Jennifer Lynch y Main Line Pictures
Motivo de la demanda: Aparte de ser un truño infumable, la película
Mi obsesión por Helena es una prueba de que el talento no es hereditario. Lo decimos porque su autora fue
Jennifer Lynch, hijísima de
David Lynch, quien a punto de empezar el rodaje se encontró con que la Basinger (sustituta de
Madonna en
el papel principal) había decidido mandar la película a paseo. Seguro
que la actriz, por mucho que estuviese en horas bajas, se olía el
desastre en el que iba a acabar todo aquello.
Resultado: Tras una sentencia desfavorable, Kim Basinger fue condenada a pagar
9,4 millones de euros de la época (ajustados
a la inflación), lo que la llevó a declararse en bancarrota. Tras
sucesivas apelaciones, Kim 'sólo' se vio obligada a aflojar
cuatro millones y medio.
Roman Polanski (1999)
Demandante: Artisan Entertainment
Motivo de la demanda: "Donde las dan, las toman", debió pensar John Travolta cuando Polanski fue a juicio por incumplimiento. Y no es que el autor de
Chinatown hubiese faltado a sus deberes de filmar la película, sino porque, según la productora, Roman se había apropiado de
un millón de euros (ajustados)
correspondiente al fondo de garantías de la producción y a reembolsos
del IVA. El contrato de Polanski le obligaba a añadir esas cantidades al
presupuesto de
La novena puerta, pero al parecer él decidió que estaban mejor en su cuenta bancaria.
Resultado: No se tiene constancia de una sentencia firme, así que suponemos que la cosa acabó (una vez más) en acuerdo privado.
Bruce Willis (2009)
Demandantes: Foresight Unlimited, Three Stories Pictures y Signature Entertainment
Motivo de la demanda: "¿Un proceso por
incumplimiento contra Willis?", pensarás. "Pues está claro: el bueno de
Bruce estaba en un rodaje, se fue de juerga y se olvidó de volver al
plató". Nada de eso,
cinemaníaco, porque en este caso nuestro calvo favorito no falló a sus obligaciones como actor...
Sino como director. Willis debería haber debutado tras la cámara con
Three Stories About Joan, una película protagonizada por
Owen Wilson cuya producción abandonó sin avisar.
Resultado: Sobre la reluciente cabeza de Bruce planea una demanda por valor de
3,1 millones de euros. Pese a ello, debió llevarse bien con Owen: ahí queda su papel en
Moonrise Kingdom (del buen amigo
Wes Anderson) para demostrarlo.
Michael Madsen (2010)
Demandante: El director Douglas T. Green
Motivo de la demanda: Tras haber rozado el cielo con
Reservoir Dogs, verte confinado al mundillo de las producciones directas a dvd (salvo cuando el amigo
Tarantino se
acuerda de ti) tiene que dar ganas, como poco, de cortarte una oreja
sin anestesia. O de salir corriendo con un anticipo de tu salario sin
molestarte en acudir al rodaje. Según Douglas T. Green, eso fue
exactamente lo que hizo Michael Madsen: tras cobrar cerca de
16.000 euros como fichaje por un
infrafilme titulado
Vigilante, el intérprete se hizo el loco y decidió no participar.
Resultado: Madsen afirma que la producción se
retrasó mucho, y que su contrato le permitía quedarse con el anticipo en
caso de que no se llegara a la fecha prevista de rodaje. Si el juez
falla en su contra, tendrá que pagar
95.000 euros por daños y perjuicios.
Dieter Laser (2012)
Demandante: el director Tom Six
Motivo de la demanda: Al leer los nombres del
demandante y del demandado, caben dos posibilidades: o te has encogido
de hombros preguntándote quiénes son esos tíos, o se te ha revuelto el
estómago. Porque Tom Six es el responsable de la saga
ultragore The Human Centipede (sí, esa de las personas unidas por... bueno, mejor lo dejamos). Y Dieter Laser es el actor que interpreta al
doctor Heiter, el
cirujano responsable de la grotesca creación. Después de ser fichado
por Six para la tercera parte de la saga, Laser exigió incluir sus
propios cambios en el guión, largándose del rodaje cuando el cineasta le
dijo que
"nones".
Resultado: La cosa está todavía muy fresca como para
disponer de una resolución judicial. Te informamos, eso sí, de que si
todo sale bien la nueva entrega nos mostrará un 'ciempiés' formado por
500 personas. Urgh.
Tom Mix (1927)
Demandante: El circo 101 Ranch Show
Motivo de la demanda: Los tiempos heróicos del cine tenían estas cosas: el primer ídolo del
western y
una de las primeras estrellas de Hollywood en tener su propio estudio
se enfrentó a una demanda millonaria... Porque prefería hacer películas
antes que enrolarse en una gira circense. En concreto, el de su antiguo
amigo y mecenas
Zack Miller, quien le presentó ante el tribunal como un borracho irresponsable.
Resultado: El fallo judicial se resolvió a favor de
Tom Mix, pero el actor quedó casi arruinado por las minutas de sus
abogados. Su solución para volver a llenar sus arcas fue... Hacer una
gira por EE UU con otro circo.
Via:Cinemania