El principio del fin de las gafas 3D

Científicos surcoreanos diseñan un sistema de estereoscopia barato, sencillo y que no obliga a calzarse unos lentes. ¿Cuándo podremos verlo en salas de cine? Por CINEMANÍA

Además de por el incremento en el precio de la entrada, y por los pobres resultados que da en algunas películas, el formato 3D no cae bien entre muchos espectadores por la obligación de usar gafas especiales. Algo que, si todo va bien, podría acabarse dentro de no mucho tiempo: la revista Optics Express ha publicado el estudio de unos científicos surcoreanos, los cuales afirman haber encontrado un sistema para un 3D sin gafas. El cual, para colmo, podría ser llevado a la práctica de forma sencilla y con un desembolso mínimo para los propietarios de las salas.
¿En qué consiste este sistema? Empecemos con un poco de técnica: si el 3D obliga al espectador a calzarse las lentes, es porque la ilusión de volumen se consigue mediante la proyección de dos imágenes simultáneas. De este modo, las gafas actúan como un filtro de color, haciendo que dichas imágenes sean percibidas como una sola. Según recoge Slashfilm, el sistema sin gafas resolvería esta situación poniéndole las gafas al proyector y a la pantalla. Es decir, explican los creadores, "situando un dispositivo óptico frente al proyector, para polarizar su haz de luz" y empleando "un filtro que cubre la pantalla en franjas verticales, como una persiana". De este modo, prosiguen, "los ojos [del espectador], situados en ángulos distintos, perciben el contenido izquierdo y derecho de la imagen de forma alternativa". Y, concluyen, el truco consiste en que "la luz perceptible por el ojo derecho contiene los píxeles del lado izquierdo de la imagen, y viceversa".
¿Complicado? Pues un poco, la verdad. Aun así, repetimos que lo más tentador de la idea es que esta tecnología no obliga al exhibidor a adaptar sus materiales al formato. Si todo sigue adelante según lo previsto, la implantación del 3D sin gafas sólo conllevaría la instalación de dos aparatos (para el proyector y la pantalla) que, además, no obligarían a grandes desembolsos. Eso sí: según la fuente, por ahora este sistema sólo es utilizable en proyecciones de muy baja resolución, y su aplicación en las salas de cine es todavía muy lejana. Parece que las distribuidoras (quienes, por otra parte, sí tendrían que rascarse el bolsillo para adaptar sus copias al nuevo formato) podrán seguir licenciando gafas 3D de coleccionista durante bastante tiempo.