Es negro, es muy poderoso y le sobra la mala leche: te damos información a espuertas sobre la nueva incorporación a la película de Zack Snyder. Por YAGO GARCÍA
¿De dónde viene este chico?
Imaginaos: DC Comics, 1980. Unos tales Marv Wolfman y George Perez, dos de los mayores talentos de la editorial en temas de guión (el primero) y de dibujo (el segundo) se esfuerzan por revitalizar a los Teen Titans (Nuevos Titanes, en España) un supergrupo que lleva dos décadas dando tumbos sin excesiva fortuna. La premisa de la colección había sido hasta entonces juntar a los ayudantes adolescentes de las grandes estrellas de la casa, como Robin (sempiterno discípulo de Batman), Aqualad y Wonder Girl. Pero Wolfman y Pérez, que no son nada tontos, saben que si los X-Men de Marvel están partiendo la pana en las tiendas es debido a su capacidad para conjugar aventuras desaforadas con el drama pubescente. Así que se sacan de la manga personajes tan interesantes como la maciza Starfire, la telépata Raven... Y el paladín metalizado que nos ocupa.
Eso está muy bien, pero... ¿cuál es su historia?
Venga, va, nos dejamos de frikismos y vamos al turrón. Algo moderadamente difícil, porque desde que Perez y Wolfman se la presentaron al público hace 34 años, la historia de Cyborg ha estado marcada por los sucesivos retcons y cambios de continuidad tan característicos de DC, pero en general su base permanece constante: Victor Stone es un chaval con talento para el atletismo cuyo padre trabaja en los exclusivísimos Laboratorios S.T.A.R. Durante una visita al puesto de trabajo paterno, un accidente (bien la invasión de una criatura extradimensional, bien una sencilla explosión de las de toda la vida, dependiendo del guionista) deja a nuestro héroe horriblemente mutilado. Ante semejante papeleta, su progenitor reacciona parcheando su cuerpo serrano con gran número de implantes cibernéticos: cuando recupera el conocimiento y se ve a sí mismo con una pínta híbrida entre una Thermomix y un Cylon de Battlestar Galactica, la respuesta de Victor es "Papá, ¿por qué no me dejaste morir?".
¿Tiene poderes, o qué?
Como ya hemos hecho notar, Cyborg vive profundamente amargado por su condición de engendro tecno-orgánico. Ahora bien, no debería, porque la acumulación de cacharros en su cuerpo es tan grande que sus poderes tienen como único límite la imaginación del guionista de turno: a lo largo de los años, y de las viñetas, hemos visto a Cyborg lanzar rayos destructores, infiltrarse en sistemas informáticos con una soltura propia de R2-D2 y ver en la oscuridad gracias a su visión de infrarrojos, amén de lucir las consabidas superfuerza y supervelocidad. El summum de su poderío llegó a finales de los 90, cuando tomó el nombre de Cyberion tras ser tuneado y potenciado por los Technis, una raza alienígena cuyo origen está en la cópula entre la Cosa del Pantano y un organismo cibernético del tamaño de un planeta (cosas de Alan Moore, claro).
Y con Batman y Superman, ¿qué tal va la cosa?
En principio, Victor Stone no guarda un vínculo especialmente fuerte con ninguno de los astros de DC: su relación con el murciélago de Gotham se queda en haber sido compañero de armas de Robin (como también lo ha sido de Wonder Girl, a todo esto), y con el boy scout de Metrópolis, pues ha tenido sus encuentros como casi todos los superhéroes de la casa. Ahora bien, en la continuidad New 52, el reboot general que tuvo lugar en 2010, nuestro chico metalizado fue uno de los miembros fundadores de la Liga de la Justicia junto a los antedichos Batman y Superman... Y también Aquaman, Flash, Green Lantern y esa Wonder Woman que, sabemos a ciencia cierta, estará en Batman vs. Superman. Bien mirado, su aparición en el filme podría ser el preludio a grandes cosas.
¿Le hemos visto antes?
Nos alegra que nos hagáis esa pregunta, porque Cyborg ha tenido otras apariciones en la pantalla. Eso sí, sólo en formato catódico: aparte de sus intervenciones en títulos animados como miembro de los Teen Titans (¿recordáis aquella serie de dibus tan simpática?), Victor se dejó ver en varios capítulos de Smalville, interpretado por Lee Thompson Young. Por cosas de la estética y el presupuesto, las prótesis cromadas que recubren su cuerpo desaparecieron por completo, mientras que el alcance de sus poderes se redujo bastante, pero aun así pudo desempeñar un rol más que apreciable en la lucha contra Lex Luthor y otras alimañas. Esperemos que, cuando le toque aparecer en el cine, siga resultando digno de nuestra atención.
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