Ahora que la instalación-'performance' de la actriz vuelve a estar de actualidad gracias al MoMa, nos fijamos en el lado más artístico y fuera de lo común de su carrera. Por DANIEL DE PARTEARROYO
Pese a que la actriz ha alcanzado fama mundial por su participación en películas comerciales como la saga Las crónicas de Narnia, Michael Clayton (por la que ganó el Oscar), Quemar después de leer o El curioso caso de Benjamin Button, así como colaborando habitualmente con cineastas estrella del indie como Jim Jarmusch (también está en su nueva Only Lovers Left Alive) o Wes Anderson (después de Moonrise Kindgom, repetirá en The Grand Budapest Hotel), desde el inicio de su carrera Swinton también ha demostrado un gran interés por trabajar alejada de Hollywood (por ejemplo, a las órdenes de cineastas como Béla Tarr y Erick Zonca) o en sus propios proyectos, como el homenaje al melodrama Yo soy el amor que realizó en 2009 junto a Luca Guadagnino. Por si eso fuera poco, cuando descansa del cine encuentra tiempo para mantenerse ocupada en proyectos multidisciplinares de lo más variado. Recordemos algunos de los más curiosos:
Trabajos con Derek Jarman
Que tu carrera en el audiovisual empiece bajo la tutela de un cineasta como Derek Jarman tiene que marcar de alguna forma. Desde Caravaggio (1986) hasta Wittgenstein (1993), Jarman y Swinton colaboraron en ocho largometrajes y dos cortos, llevándose la palma las prácticamente mudas War Requiem (1989) —una ilustración narrativa del Réquiem de Guerra de Britten— y The Garden (1990), donde la actriz interpreta a una Madonna con bebé. En el vídeo de arriba tienes la intervención de Swinton y Jarman en el filme colectivo Aria (1987), en su caso dedicada a la ópera Louise de Gustave Charpentier.
Man to Man, de Manfred Karge
Antes de subvertir todas las preconcepciones sobre apariencia física y género en Orlando (1992), de Sally Potter, Swinton ya expandió los límites de su androginia en las representaciones de esta obra de teatro de Manfred Karge. Es la única protagonista de un largo monólogo ininterrumpido en el que interpreta a una mujer alemana que adopta la identidad de su marido, muerto en la Segunda Guerra Mundial, y pasa el resto de su vida comportándose como un hombre.
Musa fashion
La relación de Swinton con los diseñadores holandeses Viktor Horsting y Rolf Snoeren, es decir, Viktor & Rolf, creó un movimiento sísmico en su colección de 2003. Entonces utilizaron a la actriz como modelo en el desfile y no sólo eso, sino que convirtieron al resto de modelos en clones de Swinton para su paso por la pasarela. Desde entonces, la actriz ha sido tomada como percha y fuente de inspiración para estrellas de la moda como Stefano Pilati de Yves Saint Laurent o Phoebe Philo de Céline. Este mismo año, Karl Lagerfeld la ha escogido como nueva cara de Chanel para su próxima colección.
Creadora de festivales de cine molones
En 2008 fundó el efímero Ballerina Ballroom Cinema of Dreams en Nairn, una localidad de las Highlands escocesas donde solía veranear Charlie Chaplin. Swinton alquiló un antiguo edificio victoriano con salón de baile (que había albergado conciertos de Pink Floyd y The Who en los 60 y 70) y, en colaboración con Mark Cousins, montaron un festival de cine de 8 días y medio de duración (sí, ambos estaban locos por Fellini en aquella época) en los que proyectaron películas escocesas, clásicos británicos, videoclips de Björk, surrealismo checo, cortos de Norman McLaren, un Polanski, un Ozu... Otro proyecto en la línea, también con Cousins, fue un festival de cine independiente itinerante que tenía lugar en un camión que llevaron alrededor de Escocia durante 2009. La experiencia quedó recogida en el documental Cinema is Everywhere.
Colaboraciones musicales
Después de tantos comentarios humorísticos por internet y memes comparando el habitual look andrógino de Tilda Swinton con el de David Bowie en El hombre que vino de las estrellas, la actriz y la estrella musical callaron bocas con el estreno del videoclip de The Stars (Are Out Tonight), dirigido por Floria Sigismondi, donde Swinton actúa interpretando el papel de la mujer de Bowie. La actriz también colaboró recitando en algunos temas del disco The Bachelor de Patrick Wolfe.
Actriz de performance
The Maybe no es la única performance que ha tenido a Swinton como protagonista. El año pasado, coincidiendo con la Semana de la Moda de París, en el Museo Galliera de la ciudad francesa se pudo ver The Impossible Wardrobe, un desfile-performance en el que la actriz desfilaba portando (no llevándolos puestos) diversos vestidos de la colección histórica del museo, desde las telas blancas básicas que utilizaba Yves Saint Laurent en su taller hasta corsés y vestimenta de las épocas de Napoleón Bonaparte o Madeleine Vionnet.
Lectura de clásicos de la literatura
Si siempre has encontrado que las páginas de Moby-Dick se te hacían cuesta arriba, ahora puedes darle otra oportunidad a la obra maestra de Melville gracias al proyecto Moby-Dick Big Read. En él encontrarás archivos de audio con fragmentos de la novela leídos por personalidades como Benedict Cumberbatch, John Waters, el Primer Ministro briánico David Cameron o, por supuesto, Tilda Swinton, que, además, se ocupa de la lectura del primer capítulo. ¡Mejor comienzo imposible!
Via:Cinemania
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