Sus pretensiones declaradas eran filmar unos dos tercios de la secuela en 3D, prácticamente la interpretación de casi todos los actores, escenas dramáticas y demás, y las restantes en el 2D tradicional para luego convertirla, llegando así a un resultado final tridimensional semi-tuneado.
Un apaño, vamos, para no perder el tren ‘del dinero’.
Sin embargo, la compañía ha recapacitado, y el Presidente Rick Ross ha confirmado que el rodaje será íntegramente en 3D, en lo que ellos llaman ‘Disney Digital 3D’.
Al menos, en su anuncio no ha hecho las distinciones que se habían comentado con anterioridad sobre la utilización semi ‘fifty-fifty’ de ambos formatos.
Hay que felicitarse porque la decisión se haya tomado antes de comenzar a rodar y no después sobre la marcha, que en todo caso terminaría siendo el tuneo de siempre.
Así que del recorte rumoreado de presupuesto nada de nada, y ni tampoco el retraso en el estreno por culpa de esta decisión comentada. La película ha sido programada para debutar 20 de mayo de 2011 y así será.
Rob Marshall tendrá bastante curro para tenerla lista en esa fecha, y es que el próximo año viene muy, pero que muy potente, y perder posiciones por unas ‘minucias’ tridimensionales como que no.
Vía:tu blog de cine
Texto:David Cárdenas
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