Ahora que Regreso al futuro II cumple
26 años, es el momento de asumir algo muy importante: aquellos que
fuimos a verla al cine cuando se estrenó en 1989 somos unos viejunos. Bueno, también hay que admitir otra cosa: la visión del año 2015 mostrada por Robert Zemeckis sigue
siendo hoy mucho más interesante que aquella de la que ‘disfrutamos’ en
la vida real. Por lo pronto, nosotros todavía estamos esperando las
marquesinas holográficas en los cines, los coches voladores y el Café de los 80. Pero ojo, porque el futurismo de la película podría haber sido mucho más chiflado, y esta galería (que nos llega vía The Mary Sue) lo demuestra. Además de esos gadgets que todos conocemos, el diseñador de producción Tim Flattery concibió elementos aún más incalificables, como mascotas artificiales, un robot de cocina que deja en mantillas a cualquier thermomix y unas ropas que convierten a las que finalmente vistió Michael J. Fox en el filme en el colmo de la elegancia.
¿Por qué no llegaron a aparecer estos inventos en Regreso al futuro II? Pues, según el propio Flattery (cuyos trabajos más recientes han sido Capitán América: El Soldado de Invierno y la aún inédita Tomorrowland, de Brad Bird) “porque no queríamos que nos tomasen por idiotas cuando pasaran 25 años: sabíamos que películas como Metrópolis, aun siendo espectaculares, se habían pasado de rosca a la hora de predecir el futuro”. Respecto a esto último, podemos decir que el diseñador anda algo equivocado: a veces, cuando salimos a la calle, nos da la impresión de que Biff Tannen logró quedarse con aquel anuario de deportes, después de todo…
Via:Cinemania
¿Por qué no llegaron a aparecer estos inventos en Regreso al futuro II? Pues, según el propio Flattery (cuyos trabajos más recientes han sido Capitán América: El Soldado de Invierno y la aún inédita Tomorrowland, de Brad Bird) “porque no queríamos que nos tomasen por idiotas cuando pasaran 25 años: sabíamos que películas como Metrópolis, aun siendo espectaculares, se habían pasado de rosca a la hora de predecir el futuro”. Respecto a esto último, podemos decir que el diseñador anda algo equivocado: a veces, cuando salimos a la calle, nos da la impresión de que Biff Tannen logró quedarse con aquel anuario de deportes, después de todo…
Via:Cinemania
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