Stanley Kubrick, considerado por muchos como uno de los más influyentes cineastas del siglo XX, su precisión técnica, la gran estilización de sus películas , su marcado simbolismo, su perfeccionismo y el ser un adelantado a su tiempo ha hecho que algunas de sus largometrajes como ‘Lolita’, ‘La naranja mecánica’, ‘El Resplandor’ o ‘La chaqueta metálica’ hoy puedan ser consideradas como piezas de culto para muchos de los que amamos el séptimo arte.
Ahora gracias a una nueva edición del libro ‘Stanley’s Kubrick’s Napoleon: The Greatest Movie Never Made’, publicada por la editorial Taschen, y cuyo prólogo de Alison Castle está disponible para leer en Internet, conoceremos mucho más de uno de sus grandes proyectos inacabados: llevar a la pantalla la vida de Napoleón.
Un intento fallido recogido en esta obra de más de 100 páginas que contiene sus cuadernos, anotaciones y fotografías recopiladas por el director, una compleja labor que incluye todos los elementos que Kubrick recopiló con la intención de poner en marcha la filmación de una cinta que hubiera tenido una duración de tres horas y que iba a ser rodada en Reino Unido, Francia y Rumanía.
La obsesión de Napoleón Bonaparte por la que fuera su primera esposa, Josefina de Beauharnais, es bien conocida.
La de Kubrick por la figura de Napoleón comenzó en 1967, cuando empezó a acumular información con el objetivo de realizar el que iba a ser su mayor trabajo cinematográfico con David Hemmings como Bonaparte y Audrey Hepburn como Josefina.
Pero en este largo y tortuoso camino se cruzó ‘La naranja mecánica’, lo que, unido a los serios problemas que estaba encontrando para lograr financiación para su historia napoleónica, le hizo posponer por primera vez una producción que sería retrasada mil veces más y que se quedaría para siempre en la mente del extraordinario cineasta sin poder concluirse.
Y es que Kubrick estaba convencido de que Napoleón era el hombre más interesante que jamás había pisado la tierra, su pasión desmedida por la figura del francés (leyó 500 libros sobre el tema) es palpable a través de las cartas, anotaciones y reflexiones recopiladas en este libro.
A nivel cinematográfico, exhaustivas notas de producción, la cuidadísima planificación del rodaje o la completa base de datos en formato de fichas escritas a mano realizadas por un grupo de estudiantes de Oxford contratados para la ocasión por el cineasta.
Sin olvidar por supuesto el guión, que comienza con un Napoleón de cuatro años que sostiene un oso de peluche en brazos y que finaliza con el general en su destierro de Santa Helena, dictando sus memorias y recordando por supuesto a su amada Josefina.
Una pena lo que pudo ser y no fue. Un interesante proyecto que desgraciadamente supone una oportunidad perdida para el mundo del cine.
Al menos con iniciativas editoriales como ésta permanecerá viva semejante empresa inacabada en la memoria de multitud de fieles seguidores del genial Kubrick.
- Vía | EFE | Taschen
- Vía.tu blog de cine
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