Este fin de semana se estrena en España Insidious, uno de los sleepers de la temporada en la taquilla americana y uno de esos pocos fenómenos que de vez en cuando aparecen en el género del terror.
Insidious es una vuelta de tuerca a la clásica historia de la casa encantada pero enmarcada en esta nueva tendencia de los films de microbudget –presupuestos por debajo de los 2-3M$, cifras casi ridículas en la industria americana. El film nace de las mentes que ya diseñaron Paranormal Activity, Jason Blum y Oren Peli, el gran fenómeno que está marcando el camino del cine de terror de estos últimos dos años y que dio el pistoletazo al concepto “micro-budget”.
Con una idea muy sencilla, la casa encantada, y un guión enormemente eficaz los responsables consiguieron involucrar el grupo canadiense Alliance Films (grupo al que pertenece la española Aurum) para levantar el film apenas presupuestado en 1,5M$ (1,1M€). Ante la eficacia de la historia, el buen acabado (no es un film de imagenes de archivo) y los éxitos en ese momento de films como Paranormal y El último exorcismo, Insidious fue distribuida por IM Global a nivel internacional, logrando importantes ventas en todo el mundo.
En Estados Unidos su responsable fue la distribuidora debutante FilmDistribution, que decidió elegir Insidious como su primer film para saltar a la taquilla. La elección tenía sentido: un film potente y con cierta seguridad de espectadores y sobretodo sin excesivos costes (se dice que pagaron 1M$ por los derechos) más allá de la promoción (estimada por debajo de los 20M$). Estrenada el 1 de abril, la cinta logró estrenarse con unos sólidos 13,27M$ en 2.408 cines dejando una media por sala de 5.511$. No eran cifras mareantes y se alejaban de otros debuts fuertes como los 23M$ de Exorcismo en Connecticut o los 20M$ de El último exorcismo, pero es que en este caso Insidious –quizás en honor a su título– escondía una serie de ganchos singulares.
Sus responsables apostaron por una promoción que presentaba los elementos clásicos del terror, potenciando el aspecto de un film “espeluznante”, con sustos y fantasmas, pero a la vez se le dio mucho bombo a un estilo clásico del cine de terror, casi esencial y con una presencia en medios muy cuidada. La apuesta de sus responsables no era ir directos a una carta ganadora del sector de 18 a 25 años, sino que se apostaba por una audiencia amplia y seguramente la menos habitual al género, los más jóvenes y los adultos.
La cinta tenía el gancho de abrir las puertas a los menores de 17 años, no siempre “invitados” a ver este tipo de cine ya que muchas películas son calificadas R y una crítica bastante entusiasta que mezclada con la campaña invitaba a un sector de audiencia “acojonado” con Paranormal Activity y que en estos casos no eran tan habituales al cine de género. Los pases de medianoche funcionaron muy bien pero más lo fue la misma película que en seguida generaba buenos comentarios.
A los fieles al cine de género no se les dejaba de lado. Se creo una campaña repleta de elementos virales, se potenció la presencia en festivales, pases previos y una fuerte presencia de spots que mostraban este concepto de terror sobrenatural que rápidamente caló en su fanbase y donde el megáfono de los buenos comentarios era aún más potente.
El comportamiento de Insidious en la taquilla americana es totalmente atípico, quizás más que en el caso de Paranormal Activity. La cinta salía de forma masiva en el número de salas (pero sin saturar), y de los primeros 13,2M$ el ritmo de descensos de las siguientes tres semanas fue del 29, 28 y 20%, algo atípico en un tipo de cine pensado para un sector de audiencia que rápidamente se quema y que no encuentra vías de afianzar la audiencia en otros perfiles. Otros films similares como Paranormal 2 recaudaba 40M$ en su primer fin de semana y descendía un 59% en el segundo, Exorcismo en Connecticut lo hacia un 58% en la segunda semana y El último excorcismo lo hacia un 64%, ambas estrenadas por encima de los 20M$. Otros films con estrenos más cercanos al de Insidious, El rito y La cuarta fase, descendían un 62% en los dos casos. Incluso cuando la película empezó a perder salas de forma importante, 546 en la quinta y 583 en la sexta, su promedio por sala apenas descendía un 20-30%, manteniendo salas llenas compitiendo con un film como Scream 4.
La película empezó con 13,2M$ y lleva hasta ahora casi 54M$, multiplicando por 4,1 veces las cifras iniciales cuando el dato habitual de este cine se mueve entre 1,9 y 2,2.
Insidious fue una sorpresa de puro terror para unos y para otros un homenaje al cine clásico de terror de los ’70 y ’80. La cinta de James Wan (director y creador de la saga Saw II) funciona al mismo nivel que hacía El Orfantanto, seduciendo con la efectividad de una historia competente entre varios perfiles de espectadores, una fórmula difícil de encontrar pero que cuando se encuentra da grandes sorpresas. De hecho, Insidious se comió gran parte del negocio de Scream 4, estrenado con muchísimos más medios pero no pudiendo llegar a generar el mismo interés. La cuarta película de la saga logró 19M$ en su estreno (seis más que Insidious pero en muchos más cines) pero no llegó a los 37M$, quemándose a la misma velocidad que otros films del género.
Seguramente Insidious es la demostración que hay un tipo de cine de género de terror que puede llegar a las audiencias adultas y generar un enorme respeto entre los grandes fans del género. También el film, junto con los otros ya mencionados como la saga Paranormal o El último Exorcismo son film que están destacando en este concepto mencionado de “micro-budget” algo que ha existido siempre y que bien podría haber despertado en la época de La maldición de la Bruja de Blair, pero es en esta momento socio-económico que un tipo de cine así no solo despierta la fantasía de sus responsables sino que despierta el interés de la industria que ve un producto barato, vendible y con el que poder “jugar” en su estreno.
Texto:Pau Brunet
Vía:Boxoffice
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