Ni en los cómics, ni en los platós: Peter Parker, también conocido como Spiderman, nunca se ha librado de ese mal fario al que le condenaron sus creadores Stan Lee y Steve Ditko. Si, dentro de las viñetas, la vida del vecino más arácnido de Nueva York está marcada por las tragedias sentimentales, por la psicopatía de sus enemigos y por aquello de “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, la trayectoria de ‘Spidey’ como personaje de cine ha sufrido siempre zozobras que, como bien sabe Andrew Garfield, no hacen sino incrementarse con los años y los reboots. Y, de entre todos esos infortunios cinematográficos, el más (im)popular sigue siendo Spiderman 3: en 2007, tras haber firmado dos películas muy estimables protagonizadas por el Trepamuros, Sam Raimi cayó en desgracia ante los fans con el estreno de una tercera entrega cuestionable por multitud de razones. Ahora, siete años más tarde, el director admite que él es el primero en pensar que esa película es “horrible”.
“Con la tercera película de Spiderman, la cagué a fondo”, reconoció Sam Raimi en una entrevista con el podcast Nerdist (vía Slashfilm). “El público me odió por ello, y aún me sigue odiando”, prosigue el director. Según Raimi, la calidad de Spiderman 3 deja tanto que desear debido a un exceso de ambición, por una parte, y a un cierto desencanto con su trabajo, por otra: “Intenté que la película funcionase, pero no me creía a algunos de sus personajes, y eso saltaba a la vista para la gente a la que le gusta Spiderman”. El cineasta prosigue indicando que el éxito de Spiderman 2 en 2004 hizo que él y su equipo quisiesen morder más de lo que podían masticar. “Creo que ese triunfo fue nuestra condena. Debería haberme quedado con los personajes y con las relaciones que ya estaban ahí, llevándolas a su siguiente etapa, en lugar de sacar las cosas de quicio”, remacha, sin explicar cuál de las líneas argumentales del filme le sobra más: si las quisicosas del simbionte alienígena Venom (Topher Grace), la aparición del Hombre de Arena (Thomas Haden Church) o ese James Franco montado en el planeador del Duende Verde.
En todo caso, Raimi sigue declarándose un fan de Spiderman, admitiendo que se embarcaría en el rodaje de una nueva entrega del serial “en cualquier momento”, siempre que el guión le convenciese. El director también señala que no está demasiado orgulloso de otros trabajos recientes, como Oz, un mundo de fantasía, filme del cual sólo se ve capaz de excusarse con un resignado “lo hice lo mejor que pude”. Nosotros admitimos que reconocer los errores es de sabios, pero nos hubiera encantado oír su opinión sobre el flequillo maligno de Tobey Maguire…
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