Clase. Saber estar. Elegancia. Virtudes todas ellas que uno, en principio, no asociaría con Jeff Goldblum: vale que el actor de La mosca y Parque Jurásico no anda precisamente falto de talento, pero de ahí a considerarle como un playboy internacional dispuesto a fascinarnos con su charme, como que media un trecho. Sin embargo, aquí le tenemos en este anuncio de General Electric, convertido en su álter ego Terry Quattro (no estamos seguros de que dicho nombre esté basado en un grupo español de nombre similar, pero podría) y dispuesto a vendernos al por mayor una mercancía muy glamourosa: bombillas. ¿Sorprendidos? Pues no deberíais. Según nos explica Jeff/Terry en el spot, una buena iluminación es tan imprescindible para un seductor como el pecholobo con cadenas de oro, la sonrisa profidén o los movimientos lúbricos en el jacuzzi. Algo que él demuestra sobradamente en el marco incomparable de su mansión, rodeado de chatis con lentejuelas y de un ayudante personal que, juraríamos, no se lo está pasando demasiado bien. Aun así, cualquier descripción es insuficiente para este anuncio: dadle al play, ya mismo, porque hay que verlo para creerlo.
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