La deuda del cine estadounidense con la animación nipona es más grande de lo que parece. Aquí te ofrecemos unos ejemplos para que lo compruebes. Por YAGO GARCÍA
Ojo, aun así, porque realizando este reportaje no hemos querido acusar a nadie de latrocinio creativo: los tribunales de propiedad intelectual están para algo. Sólo pretendemos ofrecer a nuestros lectores una guía que les permita descubrir joyas de la animación japonesa a partir de similitudes con filmes de éxito. Ahora bien, buscarle los cuatro pies al trípode es inevitable, y al final de cada apartado ha sido inevitable centrarnos en si esas similitudes son intencionadas, evidentes... O reconocidas. Disfrutad del viaje.
Si te gusta Gravity tienes que ver... Planetes
¿De qué va? Si, en el aclamado filme de Alfonso Cuarón, George Clooney y Sandra Bullock se ven perseguidos por una nube de chatarra espacial, los astronautas que protagonizan Planetes se dedican ellos mismos a perseguir a esa chatarra. Porque, por mucho que vistan trajes de vacío y habiten en una estación espacial, los héroes de esta serie no son sino basureros del cosmos. Piénsatelo dos veces antes de reírte de esa premisa: estamos ante una de los relatos de ciencia-ficción más realistas y documentados jamás vistos en una pantalla. Y también ante uno de los más divertidos.
¿Homenaje, plagio o coincidencia? Pues, a priori, coincidencia: por su ambientación y su realismo (y por otras cosas que no desvelaremos) Planetes es un postre perfecto para Gravity, pero en general no resulta lo bastante similar como para señalar a nadie con el dedo. Además, ni el director ni el guionista Jonás Cuarón parecen estar al tanto de su existencia.
Si te gusta Cisne negro tienes que ver... Perfect Blue
¿De qué va? El llorado director Satoshi Kon (quédate con su nombre: lo volverás a leer por aquí) se marcó un debut de excepción con este largometraje. Su protagonista, una antigua cantante pop metida a actriz, se ve atrapada en una trama siniestra por culpa de un fan obsesivo y un estado mental tambaleante. Las fronteras entre la realidad y la alucinación se difuminan, llevando a la chica a situaciones de esas que no se pueden contar sin caer en spoilers.
¿Homenaje, plagio o coincidencia? Los fans de Kon y de Perfect Blue cayeron como buitres sobre Aronofsky tras el estreno de Cisne negro, acusando al canadiense de haber rapiñado la obra del japonés. El director ha admitido haber visto el anime antes de rodar su filme de 2010 (aunque no lo reconoce como influencia) y lo cierto es que él y Satoshi Kon se conocían en persona y se admiraban mutuamente.
Si te gusta Pacific Rim tienes que ver... Evangelion
¿De qué va? Decir que Neon Genesis Evangelion (su título completo) es una serie de robots gigantes es un tímido eufemismo. Digamos que la triste historia de Shinji Ikari, Rei Ayanami y compañía es lo que te sale si juntas a un director (Hideaki Anno) aquejado de depresión clínica con un género que se regodea en los escenarios apocalípticos. Por si el marasmo nihilista en el que acabó desembocando la serie original no hubiera sido suficiente, Anno estrenó en cines un muy mareante epílogo (The End of Evangelion) y lleva desde 2007 enfrascado en Rebuild of Evangelion, un remake de cinco entregas en pantalla grande que concluirá el año que viene, y que aspira a darle un tono (lévemente) más accesible al relato.
¿Homenaje, plagio o coincidencia? Aunque Guillermo Del Toro no ha visto Evangelion (tratándose de él, nos fiamos), el guionista Travis Beacham sí que reconoce su deuda con la serie de Hideaki Anno. La cual, todo sea dicho, es bastante leve: Pacific Rim se dejó de existencialismos para ofrecer un cóctel de chatarrería y quincallería en el que también había lugar para guiños a Mobile Suit Gundam, Macross, Gurren Lagann y otros clásicos de lo mecha.
Si te gusta Origen tienes que ver... Páprika
¿De qué va? Vaya, otra vez Satoshi Kon por aquí... Efectivamente: lo único malo de la obra de este genio es que terminase demasiado pronto. En Páprika, su cuarto trabajo para el cine, Kon nos contó la historia de una psicóloga cuyo método de terapia es poco usual: utilizar una máquina que le permite introducirse en los sueños de sus pacientes. A base de escarceos oníricos, la heroína cruzará fronteras de esas que no deben ser atravesadas, provocando con ello incidentes a veces cómicos, a veces terroríficos y siempre surrealistas. Wolfgan Petersen lleva ya cuatro años hablando de hacer un remake en Hollywood...
¿Homenaje, plagio o coincidencia? Desde 2010, Páprika no se libra de la coletilla "el filme que inspiró Origen", y lo cierto es que Nolan ha reconocido su débito en alguna ocasión, sobre todo en lo que respecta al personaje de Ellen Page. Venga, Christopher, ¿seguro que sólo en eso?
Si te gusta Monstruos S.A. tienes que ver... Mi vecino Totoro
¿De qué va? Atención, damas y caballeros: pónganse en pie y aplaudan, porque ahora toca hablar de Hayao Miyazaki. En 1988, cuando manga era aún una parte de la camisa para la mayoría del público occidental, el archimaestro comenzó a llamar la atención fuera de Asia gracias a este cuento sobre la entrañable relación de dos niñas con un monstruo gigante y peludo. Curiosamente, la primera distribución de la película en EE UU (de 1993, y sólo en vídeo doméstico) obtuvo críticas tirando a regulares: hizo falta un reestreno en 2006, con Dakota y Elle Fanning poniendo voz a las protagonistas, para que la prensa yanqui la aclamase como la obra maestra que es.
¿Homenaje, plagio o coincidencia? El hecho de que (a veces, y sólo a veces) Sulley y Boo nos recuerden a Totoro y a su amiguita Mei es un homenaje asumido y clarísimo. No es sólo que Miyazaki y John Lasseter sean amigos, sino que cierto bicho de los bosques japonés le devolvió el favor a Pixar haciendo un cameo en Toy Story 3.
Si te gusta Matrix tienes que ver... Ghost in the Shell
¿De qué va? Encargarle a un tipo tan serio como Mamoru Oshii una versión del muy descontrolado (en lo violento, y en lo carnal) manga de Masamune Shirow era como pedirle a Michael Haneke que dirigiese una entrega de Los Vengadores. Siempre que Haneke estuviese obsesionado con las armas de fuego y la realidad virtual, claro. Y así salió la película de Ghost in the Shell: un thriller tecnológico y críptico, con una tremenda detective cyborg moviéndose en un mundo donde las diferencias entre humanos y máquinas son cada vez más ténues.
¿Homenaje, plagio o coincidencia? Las (enormes) similitudes entre Matrix (sobre todo, la primera entrega) y Ghost in the Shell han sido muy discutidas y comentadas. A diferencia de otros cineastas occidentales, eso sí, los Wachowski siempre han reconocido que tomaron multitud de detalles del filme de Mamoru Oshii, desde la lluvia de caracteres en los créditos hasta la planificación de algunas escenas. Y eso les honra, qué duda cabe.
Via:Cinemania
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