Cinco características del cómic original que podrían convertir al filme en una obra maestra... O en un bodrio que malgastaría el talento de Joseph Gordon-Levitt. Por YAGO GARCÍA
El terror
No olvidemos que, cuando DC comenzó a publicarla en 1989, Sandman fue publicitada como una colección de terror. Es más, muchas de sus primeras historias se enmarcaban claramente dentro del género, incluso con subidos tintes gore: los fans recordarán, entre escalofríos, aquella titulada 24 horas. Pero este no es el único elemento de la serie, y (sin renunciar a las saludables influencias de Lovecraft o Clive Barker) Gaiman amplió su abanico de temas y estilos en cuanto los editores le dieron manga ancha. ¿Qué podríamos esperar del filme a este respecto?
Si lo hacen bien... Sandman (la película) será uno de esos trabajos que contienen sustos memorables sin encuadrarse del todo en los tópicos del terror, como esas primeras cintas de M. Night Shyamalan que, a estas alturas, algunos recordamos con tanta nostalgia.
Si lo hacen mal... Los responsables pueden cargar demasiado las tintas en los aspectos tenebrosos de Morfeo y familia, relegando el filme a los amantes del género. Sí, nos encantaría ver un psychothriller con el Corintio como villano, pero creemos que no debería ser el caso.
El mundo insólito
Aparte de la desquiciadísima familia de los Eternos, el mundo creado por Neil Gaiman para Sandman rebosa de criaturas inverosímiles y cosmologías no euclidianas. Basta con recordar a los sueños (y pesadillas) que habitan el reino del protagonista, a Lucifer, a Matthew el cuervo o incluso a las Benévolas (¡uf!). Y, recordándolos a todos ellos, y a los escenarios surrealistas en los que se desenvuelven, nosotros pensamos que este debe ser uno de los aspectos del cómic más difíciles de llevar a la pantalla.
Si lo hacen bien... Además del sinnúmero de cameos que podría propiciar este nutrido censo, se nos hace la boca agua pensando en lo que un director culto y talentoso podría lograr llevándose la iconografía gaimaniana a su terreno. Sí, estamos pensando en Guillermo Del Toro.
Si lo hacen mal... Una de dos: o el filme limita al máximo los componentes surreales de la historia (algo desgraciadamente plausible, porque rebajaría el presupuesto), o se convierte en un despropósito de imágenes digitales que sacrifica el buen ojo del original para la magia cotidiana.
Complejidad laberíntica
Diez arcos argumentales, muchos de ellos fabulosos, publicados a lo largo de siete años y reunidos en tomos recopilatorios que parecen guías telefónicas. Este es el material (rebosante, para colmo, de referencias culteranas) con el que tendrá que lidiar David S. Goyer si finalmente escribe el guión de Sandman. Ante tal avalancha de contenidos, ¿cómo enfocará el escritor su trabajo, o cómo le dejarán hacerlo? A nosotros, que conocemos el percal de Hollywood, se nos ocurren dos alternativas...
Si lo hacen bien... En lugar de pergeñar un omnibus que no llegaría a ninguna parte, Goyer se fijará en una de las historias emblemáticas de la colección para el largometraje, suavizando su densidad pero no anulándola. ¿Es cosa nuestra, o la que más se presta a la jugada es La casa de muñecas?
Si lo hacen mal... Cual un malabarista tratando de mantener demasiadas bolas en el aire, Goyer cortará y pegará un fragmento de aquí y otro de allá, simplificando a más no poder. Tratando de ofrecer una visión global del mundo de los Eternos, este enfoque tendría todas las cartas para desconcertar al público.
¿Hace falta poner la historia al día?
Leído casi dos décadas más tarde de su creación, queda claro que Sandman es un producto nacido a finales de los 80: en las viñetas de dibujantes como Sam Kieth, tanto el look del propio Morfeo como el de ciertos miembros de su familia y los de muchos secundarios humanos nos hacen pensar en un concierto de Siouxsie and the Banshees o, a las malas, de Duran Duran (sí, estamos pensando en Deseo y sus chaquetas con hombreras). Por otra parte, elementos de hoy en día como el auge de las redes sociales podrían resultar muy tentadores para un guionista deseoso de llevarse las historias a su terreno. Lo cual, una vez más, nos pone en una encrucijada entre el cielo y el infierno...
Si lo hacen bien... Afortunadamente, una combinación de talento y sutileza puede resolver esta clase de conflictos. Sólo es cuestión de hacer buenos fichajes para el departamento de vestuario, y de contextualizar la historia a base de pinceladas, y no de brochazos.
Si lo hacen mal... Roguemos a quien corresponda, lectores, para que las malas elecciones y el afán (mal entendido) por atraer al público juvenil no acaben convirtiendo a Sandman en la pesadilla de un quinceañero emogótico.
...Y Muerte
Vale, nos encanta saber que Joseph Gordon-Levitt podría convertirse en Morfeo, pero seamos sinceros: la decisión de casting que más quitará el sueño (ejem) a los fans del cómic será la de la hermana mayor del protagonista. Hablamos de la más simpática de la familia de los Eternos, esa chica pálida que siempre viste de negro y que se cabrea cuando alguien le pregunta dónde se ha dejado la guadaña. Tratándose de un personaje tan popular, la selección de una actriz deberá ser cogida con pinzas, y nos tememos que Helena Bonham Carter ya está algo mayor para el papel...
Si lo hacen bien... Aun sin ánimo de hacer quinielas, señalemos que algunos aficionados internautas consideran a Summer Glau (Firefly, Arrow) y Ellen Page como las mejores opciones, y a nosotros ambas ideas nos parecen de lo más correctas para dar vida a... Bueno, quedémonos conn que estamos muy de acuerdo.
Si lo hacen mal... Muerte es tan emblemática para la serie y tan querida por el fandom que, en caso de una decisión inadecuada, Goyer y su gente se habrían ganado un encuentro con ella misma. Dejemos en el aire si dicha visita debería transcurrir o no en términos profesionales: vosotros nos entendéis...
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