La Noche de Difuntos se acerca, y el musical 'stop motion' de Tim
Burton y Henry Selick cumple 20 años. ¿Te animas a volver con nosotros a
Ciudad Halloween? Por YAGO GARCÍA
La verdad es que los años no pasan por él, y que su pálido rostro no presenta ni una sola arruga. Pero lo cierto es que
Jack Skellington ya lleva
20 años proporcionando sustos deleitosos a chicos y grandes:
Pesadilla antes de Navidad, la película de un joven
Tim Burton (que ni se planteaba
remakear su
Bitelchús) y el mago del
stop motion Henry Selick tuvo su primer estreno (limitado) en EE UU el
13 de octubre de 1993. De modo que, ahora que la Noche de Brujas está al caer, en
CINEMANÍA nos
hemos animado a visitar de nuevo la siempre pasmosa Ciudad Halloween,
con escala en un lugar aún más aterrador llamado Hollywood para
ofreceros doce datos que resuenan como las campanadas de la medianoche.
Venced vuestros miedos, venid con nosotros, y descubriréis una lista de
secretos que os harán exclamar
"¡Truco o trato!".
Los versos perversos del joven Tim
Dice Tim Burton que su fascinación por las fechas señaladas del
calendario nació cuando era un niño más bien solitario en Burbank
(California):
"Cuando se acercaban las navidades, o Halloween, de pronto salías de casa a comprar adornos, y era como si todo cambiase",
recordó en 1993. El cineasta en ciernes, por entonces trabajando como
animador en Disney, condensó esos recuerdos en un poema escrito tras el
rodaje de su cortometraje
Vincent (1982), y que se tituló... Pues sí:
Pesadilla antes de Navidad. En dicha obra literaria, inspirada por cuentos como
El Grinch y por las ilustraciones de
Edward Gorey, nacieron nuestro querido
Jack Skellington y su perro
Zero.
Disney no quiere pesadillas
¿Cómo sacaría partido Tim Burton a su poema? Su primera idea fue editarlo como libro para niños, pero dado que
Vincent Price y
él habían hecho buenas migas, decidió que la historia daría de sí en
forma de especial televisivo, realizado con marionetas y con el actor de
La caída de la casa Usher ejerciendo una vez más como narrador. Lástima que Disney considerase el proyecto
"demasiado raro" y
acabase desechándolo, lo cual no haría sino propiciar la marcha de
Burton dos años más tarde. Ahora bien, durante la preparación del nonato
cortometraje, nuestro héroe tuvo tiempo de enseñarle su guión y sus
diseños a un colega del trabajo llamado
Henry Selick...
Los cameos del hombre cráneo
Aunque tuviese que esperar a 1993 para aparecer como marioneta
protagonista, Jack Skellington debutó en el cine en 1982, como parte de
uno de los decorados de
Vincent. En 1989, además, su cabeza se asomaría a
Bitelchús, como parte de un sombrero del
bioexorcista Michael Keaton. Burton
y Selick deben estar muy encariñados con su personaje, puesto que este
ha hecho más apariciones por sorpresa (algunas tan breves que apenas se
las distingue) en
James y el melocotón gigante (vestido de pirata),
Los mundos de Coraline (un reflejo en la yema de un huevo) y
Alicia en el País de las maravillas, donde su silueta forma parte de los bordados en el sombrero de
Johnny Depp. A lo cual habría que sumar el momento de
Tiana y el sapo en el que vemos su sombra.
Los amos de Ciudad Halloween
En 1990, ya en la cumbre de su fama gracias a
Bitelchús, Eduardo Manostijeras y
Batman, Burton decidió afrontar por fin
Pesadilla antes de Navidad. Pero
(mira tú por dónde) resulta que los derechos del proyecto seguían
estando en manos de Disney. La situación, lejos de desembocar en un
conflicto, dio lugar a un acuerdo amistoso: el estudio estaba deseoso de
seguir luciendo su músculo técnico tras
¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Selick aspiraba a debutar como director y Burton no podía hacerse cargo del filme por estar liado con
Batman vuelve y
Ed Wood. De modo que Disney financió la cinta, y sus ex empleados se hicieron cargo de ella como productor y director, respectivamente.
Producción de pesadilla
Como corresponde a un título en
stop motion, Pesadilla antes de Navidad trajo consigo una terrorífica carga de trabajo: se construyeron
230 decorados que ocuparon
19 platós, e hicieron falta
siete días de rodaje por cada minuto del filme, en el cual se emplearon
227 marionetas. A fin de dotarle de una expresividad a la altura de su importancia, Jack Skellington tuvo
400 cabezas intercambiables. En
total, hicieron falta dos años para tener lista la película, y durante
todo ese tiempo Tim Burton sólo se pasó nueve o diez veces a ver cómo
iba la cosa.
"Tim puso el huevo, y yo lo empollé",
declaró cortesmente Henry Selick, pero lo cierto es que su antiguo
compañero y él no han vuelto a trabajar juntos desde entonces.
¡Alerta, monstruos!
Para no volverse locos del todo durante el rodaje, los participantes en
Pesadilla antes de Navidad desarrollaron
dos artilugios imprescindibles. El primero fue la 'alarma de luces',
que se disparaba cada vez que uno de los diminutos focos del
set no
llegaba a encenderse. El segundo, un sistema para reemplazar las
marionetas que fallaban o se rompían sin necesidad de interrumpir una
toma. Dichos inventos se mostraron muy útiles en escenas como aquella en
la que Jack busca la entrada a Ciudad Navidad: según Selick,
ese momento fue el más difícil de toda la película.
El hombre del "lalalalala"
Además de Burton y Selick, otro individuo más bien tenebroso desarrolló un papel crucial en el rodaje de
Pesadilla... Se trató, como ya estarás imaginando, de
Danny Elfman: Tim
Burton dio carta blanca a su amigo para que compusiera la música y las
canciones con sólo una breve sinopsis del argumento, sin necesidad de
atenerse al guión o a una lista de canciones.
"Ha sido el trabajo más fácil de mi carrera", sentenció Elfman,
"porque me parezco mucho a Jack Skellington". Además, el compositor acabó poniendo voz a Jack Skellington durante los números musicales, ya que
Chris Sarandon (doblador
del personaje en inglés) no sabía cantar. Y, como recompensa a tanta
dedicación, Danny acabó teniendo un cameo en el filme: la cabeza que se
ve dentro del contrabajo de la banda de Ciudad Halloween es una
caricatura suya.
Tim y Danny parten peras
Está claro que Elfman se lo curró durante el rodaje de
Pesadilla...,
pero no todo fue tan bonito: el músico y el director tuvieron una
sonada bronca a cuenta de las canciones, y ese fue el motivo de que la
música de
Ed Wood corriese finalmente a cargo de
Howard Shore. Por suerte para sus
fans, Tim Burton se reconcilió con su compositor de cabecera tres años más tarde, cuando rodó
Mars Attacks!
¿Quién es el más malo?
Lector, ¿te entran escalofríos cuando mencionamos el nombre de
Oogie Boogie? A nosotros sí, y no nos da vergüenza admitirlo. El caso es que, en el guión original, este ente primigenio era en realidad el
Profesor Finkelstein, el creador de la monstruita
Sally. Por cierto, en los créditos de la película este
mad doctor no aparece citado por su nombre, sino con un mucho más genérico
"Científico loco".
El misterio de las voces desaparecidas
Antes de rodar
Pesadilla antes de Navidad, Burton quería contar con Vincent Price para poner voz a
Santa Clavos (¿o era 'Santa Claus'?), pero desgraciadamente no pudo cumplir su sueño: el actor (a quien había dado su último papel en
Eduardo manostijeras) estaba
ya muy enfermo, y fallecería en octubre de 1993, poco antes del estreno
de la película. A quien sí reclutó el cineasta fue a
Patrick Stewart para
que ejerciese como narrador, leyendo su poema. El británico recitó el
texto, que puede oírse en el disco de la banda sonora, pero su
aportación no llegó al montaje final.
¿Un éxito? Pues más bien no
Disney echó el resto con la promoción de
Pesadilla antes de Navidad en
EE UU, con los personajes del filme apareciendo en la Casa Embrujada de
Disneylandia. Pero, una vez llegada a los cines, la película rindió
menos de lo esperado: la recaudación internacional fue de
56 millones de euros, una bicoca, pese a todo, si se tiene en cuenta su presupuesto de
20 millones (todas las cifras ajustadas a la inflación). Claro que los ingresos debidos a su edición en vídeo doméstico, más ese
merchandising tan
querido por esa amiga medio gótica que todos tenemos, redondearon las
ganancias. A estas alturas, sumando la taquilla de los sucesivos
reestrenos, se considera que la película ha recaudado
85 millones de euros.
¡Las manos quietas, Disney!
A lo largo de estos 20 años, Disney ha tratado de persuadir a Tim Burton para rodar una secuela de
Pesadilla..., algo
a lo que siempre se ha negado el director. Sin ir más lejos, cuando el
estudio trató de resucitar a Jack Skellington en 2001 (proyectando,
además, cambiar el
stop motion por animación 3D), su creador vetó la idea afirmando que el filme original
"tiene una pureza difícil de encontrar en la era del márketing".
Por la misma razón, Tim tampoco quiere que haya una atracción con sus
personajes en Disneylandia. Lo que no ha podido evitar, pese a todo, es
que nuestro esqueleto favorito se asome a otros productos del estudio,
como la saga de videojuegos
Kingdom Hearts.
Via:Cinemania