Del lunes al miércoles, más de un millón y medio de personas asistieron a los cines. 'Gravity', 'Zipi y Zape' y 'El mayordomo', entre las películas más vistas. Por CINEMANÍA
Mientras seguimos preguntándonos qué podemos aprender de la Fiesta del Cine, nos atenemos a los datos proporcionados por sus organizadores en el comunicado de rigor. Según el escrito, la asistencia a salas durante los tres días del evento supuso un incremento del 663% en relación al mismo período de la semana anterior. Recordemos que (aun contando con costumbres que parecen en extinción, como el día del espectador) los primeros días de cada semana son momentos pochos para la exhibición de cine, más aún en fin de més y con la actual coyuntura económica.
Sobre la cantidad total de dinero recaudada durante la Fiesta no se dice nada aún, aunque estimaciones extraoficiales apuntaban el martes a un millón de euros amasado durante el lunes. Lo que sí se comunica son las películas preferidas del público acreditado: se trata de Capitan Phillips, Gravity, Turbo, El mayordomo, Una cuestión de tiempo, Las brujas de Zugarramurdi, Prisioneros, Zipi y Zape y el club de la canica, Runner Runner y El Quinto Poder. Es decir, las tres películas españolas actualmente mejor situadas en taquilla, más los títulos estrenados el viernes anterior y por ello más tentadores para los asistentes.
Cabe señalar la presencia en la lista de Turbo (compensando con ganancias internacionales su regular resultado en EE UU), de El mayordomo (uno de esos caza-Oscar que no paran de triunfar) y, sobre todo, de Gravity. Pese a las dudas de algunos sobre sus posibilidades comerciales, la cinta de Alfonso Cuarón se ha llevado de calle a los cinéfilos españoles, con una recaudación de 4,8 millones de euros (y subiendo) tras sus primeras tres semanas de exhibición.
A la espera de datos más concretos (cuánto ha recaudado cada filme, por ejemplo, o cuáles han sido los incrementos en sus ganancias) sólo cabe alegrarse por unos resultados tan espectaculares. No tanto por la inyección de capital que suponen para la industria, o por la confirmación de que en España el cine sigue levantando pasiones, sino porque pueden servir de acicate para debates muy necesarios que se demoran desde hace ya demasiado. Aquí, seguimos esperándolos.
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