domingo, 26 de mayo de 2013

[Crónica Cannes 2013] Todo el pescado vendido

El festival se acaba y todo apunta a que 'La vie d´Adèle' o 'La grande bellezza' se llevarán los premios gordos. Mientras tanto, Alexander Payne ('Entre copas') vuelve a la carretera con 'Nebraska'. Por NANDO SALVÁ

[cronica cannes 2013] todo el pescado vendido

¿De qué se habla en Cannes hoy? Todavía de Adèle, principalmente.
¿Qué hemos visto? 1. Nebraska, de Alexander Payne: una nueva road movie del director de A propósito de Schmidt y Entre copas, que una vez más mezcla con gran delicadeza lo cómico y lo melancólico, y resulta emotiva sin tratar de ser sentimental. 2. Michael Koolhaas, de Arnaud Des Pallières: una historia de venganza que alardea de dar más importancia a la psicología que a la sangre y que, en todo caso, es un sopor.
¿Con quién has hablado? Con Nicolas Winding Refn. Cuenta que el guión de Only God Forgives estuvo influenciado por la habilidad de su hija para ver fantasmas.
¿Qué has comido? Desde el último contacto, bocata vegetal, dos naranjas exprimidas, una pizza 4 quesos y leche con cereales.
¿Qué esperas de la jornada de mañana? Menú americano: por un lado, James Gray, que en The Immigrant se traslada a la Nueva York de principios del siglo XX para contar un triángulo amoroso entre Joaquin Phoenix, Marion Cotillard y Jeremy Renner; por otro, Jim Jarmusch, que en Only Lovers Left Alive cuenta nada menos que una historia de amor entre vampiros. Puede ser cualquier cosa menos un remedo de Crepúsculo.

Cannesometro: A estas alturas se da más o menos por hecho que el jurado ya tiene claro su veredicto. El sentido común dice que la Palma de Oro debería ir a parar o bien a La vie d’Adèle o a La grande bellezza; si Spielberg y los suyos no se ponen de acuerdo y acaban premiando una película que permita el consenso, tal vez Inside Llewyn Davis o incluso Nebraska podrían verse beneficiadas. Y, por último, sigue existiendo la posibilidad de que a Spielberg le encantara esa cursilada llamada Like Father, Like Son y se empeñe en premiarla. Esperemos que Cristian Mungiu, nuestro hombre entre los jueces, le pare los pies.

VIA: CINEMANIA

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