No he tenido la oportunidad de verla, y tendré que recurrir al DVD para hacerlo, pero está claro que a Stiller no le permiten dejar el género con el que ha triunfado. Es un caso parecido al de Adam Sandler, Mike Meyers, Will Ferrell o Eddie Murphy, que no terminan de dar el campanazo a lo drama. Aunque con Tom Hanks o Bill Murray, por ejemplo, sí hubo concesiones, pero estamos hablando de otra categoría de actores.
En fin, que leyendo aquello me acordé justamente de ‘Little Fockers’, y lo que pensé cuando se anunció esta secuela: más de lo mismo, estirando el chicle, para que seguir manteniéndose en la brecha. Y lo digo también por Robert DeNiro.
La sinopsis que ya conocemos del filme me ha dado luego la razón:
Han sido necesarios 10 años, dos hijos con Pam (Teri Polo) y obstáculos innumerables para que Greg finalmente entre en el círculo de confianza de Jack. Sin embargo, ahora Greg pasa por problemas de liquidez y se busca un trabajo clandestino para una empresa farmacéutica. Jack sospecha acerca del regreso al redil de su enfermero favorito.
Cuando Greg y todo la familia, incluyendo ex-novio de Pam, Kevin (Owen Wilson), se reúnen para la fiesta de cumpleaños de los gemelos, Greg, deberá demostrar ante el escéptico Jack que él es totalmente capaz de ser el hombre de la casa. Pero con todos los malentendidos, espionaje y misiones secretas, Greg deberá pasar la prueba final de Jack para convertirse en el siguiente patriarca de la familia … o el círculo de confianza se romperá para siempre.
Motivos taquilleros aparte, aquí yo sólo veo la necesidad de no perder el hueco en Hollywood, y sigo hablando de sus dos estrellas.
Por cierto, con esta película habrá otro capítulo más del maravilloso mundo de las traducciones titulares patrias: en España se llamará ‘Ahora los padres son ellos’. Tócate.
Vía:Tu blog de cineTexto:David Cárdenas
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