En contra de lo que pudiera pensarse, ser feminista no es nada difícil: para considerarse como tal, una persona sólo necesita saber que una mitad de la especie humana tiene los mismos derechos que la otra media. Ateniéndonos a esa realidad, podemos extraer una conclusión valiosa, según la cual los hombres también pueden ser feministas. De hecho, muchos hombres lo son. Y si algunos de esos hombres cuentan, además, con una fama que les permite promover ideas progresistas entre el público, pues miel sobre hojuelas. A fin de demostrarlo, nosotros hemos reunido aquí 10 selectos ejemplos de estrellas (masculinas) de Hollywood para las cuales el patriarcado es un problema que urge solucionar, tanto en la teoría como en la práctica.
Mediante sus palabras, y a veces también mediante sus actos de militancia, estos iconos del cine confirman aquello que Joss Whedon (Los Vengadores: La era de Ultrón) nos recordaba hace unas semanas: que la misoginia y el machismo no molan nada, y que, para luchar contra ese estado de cosas, un chico sólo necesita tener las ideas claras y comportarse en consecuencia. Por otra parte, el hecho de que muchos integrantes de nuestra lista tengan un currículum tan esplendoroso como su atractivo nos indica que la inteligencia es sexy… y que la lucha por la igualdad de género también puede serlo.
Joseph Gordon-Levitt
Mientras promocionaba Don Jon, su debut como director y guionista, Gordon-Levitt tuvo muchas ocasiones para hablar de la falocracia, la igualdad de derechos y todas esas cosas. Cosas sobre las que, como reconoció en una entrevista con Ellen DeGeneres, había tenido ocasión de ilustrarse desde pequeñito: “Mi madre [la político y activista Jane Gordon] nos enseñó a mi hermano y a mí que nuestra cultura trata a las mujeres como objetos”, comentó, para después ofrecer un ejemplo: “En casa siempre veíamos los partidos de los Lakers en familia, y cuando salían las animadoras, ella decía: ‘Mirad, esto es lo que quieren haceros creer: que los tíos pueden ser heroicos atletas, pero las chicas sólo pueden ser guapas”. En septiembre de este año, Joseph fue más allá, publicando en YouTube un vídeo en el que explicaba a fondo sus convicciones: “Según algunos, el feminismo tuvo sentido en el pasado, pero ahora ya no lo tiene porque los hombres y las mujeres son iguales en todo. Yo no soy ningún experto, pero creo que los hechos indican más bien lo contrario”.
Ryan Gosling
Mientras la crítica y el público se aclaran sobre si Lost River (su primera película como director) es un debut estimable o un truño sin paliativos, hay que recordar que Gosling no sólo le debe ese masivo fandom a su talento dramático, su percha o sus ojazos: el hecho de que sea uno de los divos de Hollywood más propensos a opinar acerca de cuestiones de género también ayuda. Criado por una madre soltera y en la compañía de su hermana (a la que describe como “mi héroe”) y de las amigas de ésta, Ryan destapó el tarro de las esencias cuando la MPAA calificó a Blue Valentine para mayores de 18 años debido a cierta escena de sexo con Michelle Williams. Para el actor, la decisión de la entidad censora no era sólo un atentado contra la libertad de expresión, sino también “un producto de esta sociedad patriarcal que quiere mantener su dominio sobre cómo aparecen las mujeres en la pantalla”. “Querer controlar la forma en la que una mujer expone su sexualidad es misoginia”, añadió Ryan tras recordarnos que los capitostes de la MPAA nunca han puesto reparos ante “películas en las cuales las mujeres aparecen en situaciones violentas o de tortura sexual”. Así las cosas, no nos extrañan nada que la escritora Danielle Henderson crease esos memes de internet titulados Feminist Ryan Gosling, uno de los cuales puedes ver en la foto de arriba. Cabe señalar que nuestro hombre los conoce, y que le encantan.
Daniel Craig
Cuando el intérprete de James Bond se vistió de mujer en un spot en pro de la igualdad de género, con la voz en off de Judi Dench recordándole al mundo las razones por las que la lucha feminista sigue siendo necesaria, quedó claro que los días de ese Sean Connery tan políticamente incorrecto eran cosa del pasado: “Las mujeres formamos dos tercios de la población activa del mundo, pero sólo recibimos un 10 por ciento de los ingresos y un uno por ciento de la propiedad”, indicaba la aún jefa del MI6 en el anuncio. En 2006, cuando presentaba Casino Royale, Craig causó cierta polémica entre los fans señalando que el personaje de 007 le parecía “un cerdo sexista”, y que su interacción con la contundente M encarnada por doña Judi contribuía a poner eso de relieve.
Terry Crews
Antes de ponerse frente a la cámara en su doble faceta de actor y modelo, Terry Crews fue un notable jugador de fútbol americano. Algo que, señala, le llevó a familiarizarse los aspectos más desagradables del culto a la testosterona: según declaró recientemente en una entrevista con el reportero Steve Paikin (vía The Mary Sue), este compadre de Stallone en la saga Los mercenarios ha visto actitudes“dignas del ISIS o de los talibanes” en muchos deportistas estadounidenses de élite, a quienes describe como poseídos por el machismo y la afición a coleccionar mujeres-trofeo. Crews, que acaba de publicar un libro de memorias (Manhood) sobre su toma de conciencia como feminista, admite haber caído en la misma trampa durante su juventud: “Yo también he llegado a creerme más importante que mi mujer o mis hijas [tiene cuatro, además de un chico]. Y he oído a otros hombres decirme que eso está bien, porque forma parte de un ‘código masculino’. Pero, ¿de verdad vale la pena ese código cuando violan a tu hija, o cuando alguien le hace daño a tu madre?”.
Jon Hamm
En la vida real, afortunadamente, el protagonista de Mad Men se parece tanto a Don Draper como un huevo a una castaña pilonga. Y esas diferencias abarcan también su punto de vista sobre las relaciones de género. “La gente mira al pasado a través del prisma de la nostalgia, ignorando lo dura que era entonces la vida para cualquiera que no fuese un hombre blanco, rico y poderoso”, comentó el actor, tras señalar cómo pueden cambiar esas prácticas con el tiempo: “El hecho de que una mujer trabajadora fuera un individuo de segunda clase era visto como una ley de vida [durante los 60], en el contexto de una sociedad dominada por los hombres. Pero ahora esa actitud resulta intolerable, algo que está completamente de acuerdo con mis ideas”. Hamm, que trabajó como profesor durante esos años en los que las pasó canutas antes de hacerse famoso, ha señalado también la importancia de la educación para prevenir el machismo y, muy especialmente, una de sus consecuencias más terribles: la violencia sexual. “Desde el parvulario hasta la universidad, pasando por la primaria y la secundaria, los niños y jóvenes son tremendamente maleables”, indica, “así que llegar a ellos desde el principio, haciéndoles saber la realidad sobre la violación, es la clave”.
Mark Ruffalo
Además de ser el mejor Hulk de la historia fílmica de Marvel (lo sentimos, Eric Bana y Edward Norton, pero es lo que hay), Mark Ruffalo es un actor con los redaños suficientes como para participar en una película tan polémica, a priori, como Los chicos están bien. Y también posee el valor necesario para hablar sin tapujos sobre el derecho al aborto. ”Mi madre se vio obligada a someterse a un aborto ilegal cuando era muy joven”, contó Ruffalo en un comunicado que firmó en agosto de 2013. “Aquello costó 600 dólares. La dejó traumatizada. Fue vergonzoso, sórdido y degradante. Cuando ella me contó esa historia, yo me quedé aterrado ante la ignominia de una sociedad capaz de obligar a una mujer a hacer eso”. El actor, padre de dos hijas, proseguía en su texto señalando que privar a las mujeres del derecho a decidir equivale a considerarlas individuos de segunda clase: “Yo confío en las mujeres que conozco, y en sus decisiones”, declaraba Ruffalo. ”Ellas saben qué decisiones tomar sobre sus vidas, sobre sus cuerpos y sobre su prole. Creo que tienen la fibra moral, la sabiduría y el valor para asumir el derecho al aborto, y para que el ejercicio de ese derecho no se convierta en un crimen que conlleva el riesgo de morir, o de ir a la cárcel”.
Patrick Stewart
Es el capitán Picard de Star Trek: La nueva generación. Es el profesor Xavier de X-Men. Es el mejor amigo de Ian McKellen. Y, además de ser esas tres cosas (y un consumado intérprete de teatro clásico, por si alguien lo había olvidado), Patrick Stewart también es alguien que conoce la violencia machista, y sus consecuencias, de primera mano, puesto que creció en un hogar marcado por las palizas que su padre le propinaba a su madre. Esa dolorosa experiencia le llevó a convertirse en impulsor de Refuge, una ONG que ayuda a mujeres maltratadas en el Reino Unido, y también a formular estremecedores discursos sobre el asunto: “Hago lo que hago en nombre de mi madre, porque no pude ayudarla cuando era pequeño”, declaró en una charla celebrada en 2013. Acto seguido, Stewart puntualizó que el abuso contra las mujeres tiene su origen en un orden social injusto: a su juicio, su padre no se hubiese convertido en un maltratador de no haber sido por el estrés postraumático que sufrió durante la II Guerra Mundial. Y si pudo desatar sus frustraciones pegando a su mujer, añadió el actor, fue gracias a voces como la de “esos médicos y esos conductores de ambulancia que decían: ‘Señora Stewart, usted debe de haber hecho algo para que él se haya puesto así’. Y eso no era cierto. Y, aunque lo fuese, la violencia nunca debería haber sido una opción aceptable para un hombre de verdad”.
Matt Damon
Tras la intensa y emocionante parrafada sobre Patrick Stewart, el hombre que fue (y volverá a ser) Jason Bourne nos permite incluir un apartado mucho más breve, pero también muy emocionante. En 2010, tras el nacimiento de su cuarta hija, el actor dejó claro cual era el mayor deseo de su vida: “Educar a mis chicas para que sean mujeres buenas y fuertes”. Y punto.
Ashton Kutcher
Algunos le aman, otros le odian, pero el actor de Dos hombres y medio ha soltado verdades como puños acerca de otro tema que aún sigue poniendo nerviosos a muchos: la educación sexual. Y, más concretamente, la educación sexual que se le dispensa a las chicas. “[En los institutos] sólo les enseñan las consecuencias de quedarse embarazadas, y cómo evitar eso, pero nunca les dicen nada acerca del lado placentero del sexo”, señaló Ashton en 2011 durante la promoción de Sin compromiso. ¿Dónde está el problema en esa actitud? Pues anoten, señores: “Así se crea un estado de cosas en el que las mujeres no se consideran al mando de su propia sexualidad, ni de la manera en la que la viven. Por eso, desde el punto de vista del entretenimiento, una película cuya protagonista femenina se ve a sí misma como sexualmente empoderada es algo muy poderoso”. Y si esa protagonista es Natalie Portman, entonces ni te contamos.
Ben Stiller
Ahora que estamos a la espera de Zoolander 2, debemos recordar que Ben Stiller siempre ha alzado su voz en contra del machismo, no ya en Hollywood, sino en un mundo que también conoce a fondo: el de los comediantes de escenario. Admirador de ilustres colegas como Gilda Radner y Tina Fey (“No hay nadie, hombre o mujer, que sea más gracioso que ella”, dice acerca de esta última), Stiller reconoce que entre los cómicos reina la actitud de un “club para chicos”, algo que se lo pone muy difícil a las mujeres que quieren abrirse camino en el stand up. Y que, precisa, no se debe sólo a ese viejo prejuicio según el cual las mujeres no saben contar chistes o hacer monólogos, sino también a que “los hombres quieren ver a las mujeres sólo de una determinada manera: es algo subconsciente, de lo que ellos no se dan cuenta, y que tiene que ver con su punto de vista sobre la feminidad”. ”Con suerte, esto acabará cambiando”, confía Stiller. Y nosotros esperamos que tenga razón.
Via:Cinemania
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