La reputada actriz y escritora británica es una maestra en el arte de
fastidiar las fotos de alfombra roja de otras estrellas. Nos enseña su
depurada técnica.
Cuando se piensa en Emma Thompson suelen venir a la memoria sus extraordinarias interpretaciones en películas de Kenneth Branagh (Enrique V, Morir todavía, Los amigos de Peter, Mucho ruido y pocas nueces) y James Ivory (Regreso a Howards End, por la que ganó su primer Oscar, y Lo que queda del día), o trabajos de guión como Sentido y sensibilidad (otro Oscar), además de actuaciones más recientes y populares en la saga Harry Potter o haciendo de P.L. Travers en Al encuentro de Mr. Banks. Sea
cual sea la faceta de su filmografía que más tengas asociada a Thompson
—habrá quien celebre por encima de todo su saga infanitl La niñera mágica, quién
sabe—, lo que no debes olvidar es que, pese a la respetabilidad
profesional y flema británica, la actriz es una auténtica bromista —Meryl Streep lo sabe bien— que empezó su carrera formando parte del grupo cómico Footlights de Cambridge.
Así que no debe tomarse como ninguna sorpresa que una de sus
actividades favoritas durante los últimos años haya sido perfeccionar el
photobombing de alfombra roja como una de las bellas artes. Principiantes como Jared Leto y Benedict Cumberbatch tienen mucho que aprender de la dama británica de las muecas en fotos ajenas. Su sabotaje de las poses de Lupita Nyong’o, Will Ferrell o Hugh Grant fue objeto de análisis en el show de Graham Norton, donde la actriz demostró delante de Grant y Luke Evans cómo se comporta cuando le toca pasar por una alfombra roja con otras estrellas posando. Así es la técnica depurada:
Via:Cinemania
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