Del momento bailongo de Pharrell Williams con la primera fila del Dolby Theatre al discurso de Matthew McConaughey que aún tratamos de descifrar. Recupera los 'highlights' de la gala. Por CINEMANÍA
El selfie
Por delante del triunfo de 12 años de esclavitud, de Alfonso Cuarón recogiendo su Oscar de Mejor dirección o de cualquier premio, en realidad la imagen con la que esta gala pasará a la historia fue retuiteada por más de 1,3 millones de personas a la hora de haberse publicado. Récord total en la historia de la red social. La aglutinación de estrellas por pixel cuadrado (el product placement más rentable de la historia de Samsung, seguro) no era para menos. ¡Y eso que los brazos de Bradley Cooper no daban más de sí!
Pharrell Williams pone a bailar al respetable
Probablemente el momento más movido y marchoso de una gala bastante raquítica en lo espectacular. El cantante consiguió que el número psicodélico de su hitazo Happy levantara del asiento a Lupita Nyong'o y Amy Adams, mientras que el contoneo de Meryl Streep seguramente sea merecedor de una nueva nominación para el año que viene.
Bill Murray se acuerda de Harold Ramis
El grande, enorme, Bill, se saltó el guión para acordarse del cineasta recientemente fallecido. Un genio del humor rindiendo homenaje a un icono de la comedia: no hay nada que nos haga llorar más de emoción.
Las lágrimas de Lupita Nyong'o
Ganadora del galardón de Mejor actriz de reparto por 12 años de esclavitud, la actriz mexicana de origen kenieta dio el discurso de agradecimiento más genuinamente emotivo de la noche. Ha llegado a lo más alto con su primera película como actriz, así que su futuro se espera portentoso.
El discurso de Matthew McConaughey
Más cerca de los monólogos de Rusty Cohle en True Detective (aunque diametralmente opuesto en contenido) que del pragmatismo descarado de Ron Woodroof, el protagonista de Dallas Buyers Club que le había brindado el Oscar de Mejor actor, el agradecimiento de Matthew McConaughey, con sus extraños saltos temporales ("mi héroe es mi yo de dentro de diez años, aunque nunca lo alcanzaré", más o menos), logró darnos la vuelta a la cabeza una vez más. Como sucede últimamente siempre que lo vemos. ¡Bien por él!
Idina Menzel
Y que cada decida quién resolvió mejor la papeleta. Eso sí, para nosotros la voz cantante de la noche la llevó la siguiente artista.
Darlene Love se luce
La artista se marcó el que, a la postre, sería el momento musical más memorable. Una interpretación a epiglotis abierta de His Eye is on the Sparrow, un himno soul para celebrar el triunfo del documental A 20 pasos de la fama.
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