El actor irlandés revela el motivo por el que dijo que no cuando le
ofrecieron interpretar al agente 007 en la década de los noventa, antes
de que Pierce Brosnan asumiera el papel. Por CINEMANÍA
Hace aproximadamente dos décadas, durante el hiato entre
Licencia para matar (1989) y
GoldenEye (1995), la saga de
James Bond estaba
inmersa en una de sus recurrentes búsquedas de protagonista para
interpretar al agente secreto más famoso, seductor e implacable del
mundo. Entre los candidatos de aquella ocasión había una serie de
nombres que gritan a los cuatro vientos "¡Años 90!" como
Mel Gibson, Sam Neill, Hugh Grant,
Lambert Wilson y, el favorito del momento,
Liam Neeson, que venía de protagonizar
La lista de Schindler para
Steven Spielberg. Como sabemos, el papel finalmente fue a parar a
Pierce Brosnan, quien
interpretó a 007 en cuatro largometrajes. Pero ahora que Neeson ha
reencauzado su carrera como flamante estrella de acción con los 60 ya
cumplidos, durante la campaña promocional de
Non-Stop (Sin escalas) el actor irlandés ha revelado el motivo real detrás de su negativa para interpretar al espía británico.
"Estaba siendo muy cortejado, digámoslo así, y estoy seguro de que otros actores también", rememora Neeson sonriendo durante su entrevista con el
Hull Daily Mail. "Fue
hace unos 18 o 19 años, y entonces mi futura esposa me dijo: '¡Si
interpretas a James Bond no nos casaremos!'. Y me lo tuve que tomar en
serio, porque realmente quería casarme con ella". Ella era la también actriz
Natasha Richardson, con
quien el actor se casó en 1994 y tuvieron dos hijos juntos. Richardson
falleció trágicamente en 2009 tras sufrir un accidente de esquí en
Quebec, pero seguramente se sentiría muy orgullosa de la forma en que su
marido ha sabido manejar su carrera sin necesidad de ir pidiendo vodkas
con martini agitados por ahí.
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