Si Ridley Scott no le devuelve su papel de Rachael, la actriz opina que los 'fans' deberían hacer caso omiso de la secuela (o precuela, o 'remake', o...). Por YAGO GARCÍA
"Me puse en contacto con Alcon [la empresa propietaria de la franquicia] y ellos me dijeron que no estaban interesados en contratarme", declara Young. "Después, llamé a la oficina de Ridley, y él no me devolvió la llamada". La intérprete, de 53 años, se tomó el feo tan mal como cabe esperar: "Mi opinión es que, si no salgo en la película, todo el mundo debería boicotearla. Porque no contar conmigo es una estupidez", prosigue. Y concluye: "Intenta decirle algo sensato a la gente de Hollywood, y a veces no te escucharán. Y muchas veces pagan el precio, claro, porque allí todo el mundo es un experto".
La carrera de Sean Young ha estado llena de tropiezos, y su forma de aspirar a algunos papeles ha sido, cuanto menos, peculiar: ahí queda su visita a Tim Burton, vestida de Catwoman, para conseguir el papel que finalmente acabaría a cargo de Michelle Pfeiffer en Batman vuelve. Pero, aun así, hacía tiempo que no se mostraba tan agresiva hacia la industria, si no contamos con el incidente vivido tras la gala de los Oscar del año pasado. Finalmente, recordemos que la cantante Katy Perry se ofreció recientemente para encarnar a la nueva Rachael: ¿acabará viéndose las caras Young y la chica de Last Friday Night?
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