La crisis no perdona, y nuestros cineastas favoritos corren el riesgo de verse sin empleo. En caso de que eso ocurra, les ofrecemos estas profesiones alternativas. Por YAGO GARCÍA
Martin Scorsese
Si se quedase en paro sería... DJ
¿Por qué? Pese a que su ya avanzada edad le ha convertido en un señor algo sentimental y pureta, admitamos que la forma en la que el genio de Little Italy introduce la música rock en sus películas ha creado escuela. ¿Alguien puede recordar Late for the Sky de Jackson Browne sin pensar en Taxi Driver, por ejemplo? ¿O Satisfaction de Devo sin evocar el tiroteo de Casino? Sumemos a ello que nuestro hombre tiene un envidiable sentido del ritmo, obligatorio para guiar los montajes de Thelma Schoonmaker, y conexiones en el mundillo musical (ahí queda El último vals para probarlo) y descubriremos que, incluso a sus años, tendría una carrera de lo más prometedora si se pusiese tras un par de giradiscos. ¡Temblad, Skrillex y Daft Punk, que aquí llega DJ Marty!
Quentin Tarantino
Si se quedase en paro sería... Director de una web de vídeo bajo demanda
¿Por qué? Al principio, pensamos en recomendar a Quentin que volviera a sus orígenes y gastase sus millones en montar un videoclub: al fin y al cabo, fue trabajando en uno de estos establecimientos donde adquirió su devastadora erudición cinéfila. Pero los tiempos han cambiado, y ahora que el mundo del alquiler y la venta directa está en crisis, animamos al cineasta de la gran mandíbula a competir con Netflix y Filmin en su propio terreno. Piénsalo: un servicio de VOD administrado por Tarantino no sólo tendría un catálogo repleto con las cintas más raras del mundo (incluyendo todas las de Jess Franco), sino que también se beneficiaría de los comentarios de su máximo responsable. Porque, como sabemos, si hay algo que le gusta a Tarantino más que hacer cine es escribir, y hablar, hasta marearnos.
Baz Luhrmann
Si se quedase en paro sería... Empresario de discotecas y clubes nocturnos
¿Por qué? Desde Romeo y Julieta hasta El gran Gatsby, pasando (claro está) por Moulin Rouge, al cineasta de Nueva Gales del Sur se le ha reprochado que en sus filmes todo parece una disco, empezando por la ambientación y terminando por las bandas sonoras. Así pues, en el caso de que Baz escuchase aquello de "nunca volverás a trabajar en esta ciudad", ¿por qué no dejar de filmar fiestones para organizarlos él mismo? A su favor citamos factores como el gusto en la decoración (algo excesiva, pero para según qué ambientes eso acompaña), una selección musical de lujo y la posibilidad de que amigos como Leonardo DiCaprio y Nicole Kidman se pasasen por el lugar, con el ambiente que da eso. En su contra: seguro que muchos de sus clientes acabarían en el hospital con ataques de ansiedad, ahogos y palpitaciones. Cosas de la sobredosis de estímulos.
Pedro Almodóvar
Si se quedase en paro sería... Decorador de interiores
¿Por qué? Vale que es una gran película, con actrices enormes y un Oscar a su nombre, pero seamos sinceros: cuando pensamos en Todo sobre mi madre, lo primero que nos viene a la cabeza es ese sofá en el que Marisa Paredes, Cecilia Roth y Penélope Cruz pronunciaban una y otra vez la palabra que empieza por "p". Y es que, desde sus comienzos, el manchego universal ha destacado por lo bien que se le da vestir habitaciones, amén de por un ojo infalible a la hora de localizar muebles, utensilios y adornos vintage. Ojo: si quienes contraten sus servicios se encuentran su casa convertida en uno de los ambientes suburbanos (e infernales) de ¿Qué hecho yo para merecer esto!, que no se nos queje.
Christopher Nolan
Si se quedase en paro sería... Arquitecto
¿Por qué? Meticuloso, perfeccionista y detallista como su adorado Kubrick, el director de El caballero oscuro ha sido acusado no pocas veces de preocuparse más por los edificios que por las personas. De ahí que, en caso de que el mundo del cine le diese la espalda, Nolan nos parezca el hombre perfecto para llenar el mundo de proyectos monumentales que dejarían chicos a los de Moneo o Calatrava. Su versatilidad está probada, además: el hombre es capaz de coger una caverna llena de caca de murciélago y convertirla en toda una Batcueva. Si alguna vez, haciendo turismo, descubres que la calle por la que caminas se pliega sobre sí misma (como en Origen), entonces sabrás que Christopher nos ha hecho caso.
David Fincher
Si se quedase en paro sería... Director de una web de actualidad
¿Por qué? El panorama del periodismo en internet parece anquilosado de un tiempo a esta parte, sobre todo debido a una forma de presentar la información demasiado heredera de la prensa en papel. Pero, si David Fincher entrase en el negocio, la cosa cambiaría. Vaya que sí: hipervínculos a montones, noticias estructuradas de una forma aparentemente caótica, pero que acaba cobrando sentido (exacto, como en El club de la lucha), un ojo muy fino para los temas de actualidad y la buena mano como redactor jefe de Aaron Sorkin, ese señor que conoce El ala Oeste de la Casa Blanca mejor que su propia casa. Quién sabe, lo mismo a Mark Zuckerberg se le acaba pasando el cabreo provocado por La red social e invierte unos milloncejos en el proyecto...
Steven Spielberg
Si se quedase en paro sería... Empresario de parques temáticos
¿Por qué? Empecemos por el principio: en una traducción aproximada, el apellido "Spielberg" significa "montaña de juegos" en alemán. Además, por mucho que ahora vaya de serio y trascendente, al hombre de la gorra se le nota todavía un sentido lúdico que reapareció de forma memorable en Las aventuras de Tintín. Por eso, y porque sabe entretenernos mejor que nadie, Steven tendría una salida profesional fabulosa creando un parque de atracciones. Y ni siquiera tendría que exprimirse la mollera para encontrar temas para las rides, sino que ya los tendría hechos: un animatronic de Daniel Day-Lewis como Lincoln recibiendo a los visitantes, una carrera de bicicletas aéreas en plan E. T., montones de ingenios basados en las películas de Indiana Jones... Vamos, que ya tarda en reciclarse.
Michael Bay
Si se quedase en paro sería... Experto en demoliciones
¿Por qué? El director más estruendoso, que nos debe unas cuantas disculpas, está siempre a un paso de que le den la patada debido a sus malos modos en el plató. Pero tranquilos, porque ya sabemos cuál sería su profesión si eso llegase a ocurrir. Primero, imagínate un edificio en ruinas. Y, después, imagínate ese mismo edificio sitiado por una tropa de modelos de Victoria's Secret que, tras apearse de inmensos todoterrenos, lo llenan de cargas de alta potencia, para después hacerlo estallar con una explosión divisable desde Marte (desde Júpiter, en los días claros). Finalmente, a fin de hacerse cargo de los escombros, qué mejor que unos cuantos robots gigantes dispuestos a hacerlos gravilla. El presupuesto de una operación así puede ser difícil de sobrellevar, por no hablar de los modales del capataz, pero los habrá que prefieran esta posibilidad a la de que Bay siga rodando filmes.
Via:cinermania
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