Promocionando, 'Django desencadenado', el genio de la gran mandíbula afirma que en sus proyectos se hallan una miniserie televisiva y un filme para los 'peques' de la casa. "El problema será que los padres lleven a los niños a verla", reconoce. Por CINEMANÍA
"Aún no he encontrado una buena historia [para niños], pero estoy muy interesado", apuntó Quentin antes de lanzarse con una parrafada en su estilo. "Un ayudante de dirección que trabajó en una de mis pelis había estado en el equipo de Somos los mejores 2", explicó, refiriéndose a un filme protagonizado por Emilio Estévez y un montón de chavales en 1992. "Y el tipo decía que, cuando hicieron los pases privados de la película, llevaron a un montón de niños que habían visto la primera parte. Y la primera parte les había gustado tanto que estaban locos de ganas por ver la segunda". ¿A qué viene todo esto? Pues, según remacha Tarantino sin ni siquiera molestarse en tomar aire, en esto: "Me gusta que el público de mis películas esté loco de ganas". Eso sí, según reconoce, "lo más difícil de la película sería convencer a los padres de que llevaran a sus hijos a verla". Cría fama y échate a dormir, dice el refrán.
Sin parar de pontificar sobre su amor por los westerns y los spaghetti westerns, sobre lo mucho que le gusta "ver a un negro cabreado matando blancos" y tras confundir a Michael Fassbender con Rainer Werner Fassbinder (o, según le llama él, "el tío Rainer") Tarantino se explica sobre sus proyectos televisivos. Según confiesa, el proyecto de Malditos bastardos nació como una miniserie, pero el cineasta decidió convertirla en largometraje siguiendo un consejo de Luc Besson. Y, prosigue, el éxito de Hatfields & McCoys (la serie protagonizada por Kevin Costner, nominada a dos Globos de Oro) le ha animado a buscar otras salidas para "esos guiones tan larguísimos que escribo, y que siempre tengo que cortar". "Puedo verme a mí mismo escribiendo una historia muy guay, muy novelística, sin pensar en qué punto tengo que detenerme", remacha.
A continuación, os ofrecemos la entrevista en vídeo: Quentin aparece en la pantalla en el minuto 19.08, y no para de hablar desde entonces hasta el final. Ojo, porque si tratáis de seguirle el hilo, podeis agarrar un mareo de aúpa.
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