Recopilamos algunos de los planos secuencia más espectacuares de los últimos tiempos, desde Uno de los nuestros hasta Hijos de los hombres. Por JAVIER SÁNCHEZ NAGORE
Teóricamente, un plano secuencia es una secuencia completa tomada en un solo plano, sin cortes de cámara, sin edición. Algunos de los que presentamos en esta lista son planos secuencia al uso académicamente hablando, de pedigree, mientras que otros son planos muy largos que, por su complejidad o virtuosismo, merecen ser mencionados, aunque no constituyan una secuencia en sí mismos.
Posiblemente la obra más célebre en este campo es el plano con el que arranca Sed de mal, de Orson Welles, aunque si hablamos de complejidad técnica, los retos planteados en Hijos de los hombres son un desafío a la lógica.
[atención, spoilers]
Ojos de serpiente, Brian de Palma
Algunas películas son conocidas más por uno solo de sus detalles que por la obra completa. Este es el caso de Ojos de serpiente, un thriller protagonizado por Nicholas Cage que va perdiendo miga a medida que pasan los minutos, pero que arranca con un plano secuencia de doce minutos y medio que da sentido a la película.
La complejidad de esta toma, por la cantidad de gente implicada (y por tener que aguantar a Nicholas Cage en plano durante casi un cuarto de hora), ha llevado a muchos a sospechar que hay truco, que se hacen cortes cuando algún personaje pasa por delante de la cámara. ¿Qué creéis?
Uno de los nuestros, Martin Scorsese
Lorraine Bracco, que unos años más tarde tendría que aguantar los desvaríos de James Gandolfini en Los Soprano, se sumerge ojiplática en el mundo del hampa de la mano de Ray Liotta en Uno de los nuestros.
El plano secuencia, además de suponer una proeza para el operador de steady cam que sigue a los protagonistas, consigue meter al espectador de lleno en el ambiente turbio que rodea a Henry Hill. Ojos de serpiente y su plano secuencia deben mucho a esta escena de Scorsese.
Boogie nights, Paul Thomas Anderson
La terna de planos secuencia al estilo nos metemos en ambiente molón subidos a la chepa del cámara siguiendo a uno de los personajes se cierra con el plano secuencia que da inicio a Boogie nights, de Paul Thomas Anderson.
Nótese, para lucimiento del equipo técnico de la película, que el plano comienza desde una grúa que se desplaza hasta fijarse en la puerta del local, por la que entra el steady para después ir danzando por toda la pista, presentando uno a uno a casi todos los personajes de la película.
Los intocables de Eliott Ness, Brian de Palma
Brian de Palma gusta de hacer ejercicios de estilo estéticos en sus películas, ya sea en grandes obras como Los intocables de Eliott Ness o en otras más prescindibles como la mencionada Ojos de serpiente.
Los intocables es sobre todo recordada por la escena del tiroteo en la estación a la llegada del contable de Al Capone, pero no podemos dejar pasar la escena en que uno de los sicarios de Robert De Niro acecha a Sean Connery para mandarlo a dormir con los peces. No se trata de un plano secuencia como tal ya que la secuencia en sí termina unos planos más tarde, pero el modo en que se utiliza este recurso para narrar el acecho furtivo del asesino es digno de mención.
Hijos de los hombres, Alfonso Cuarón
Dejamos lo mejor para el final. Hijos de los hombres no sólo es una de las mejores películas de la última década (esto es opinión), sino una obra maestra en el plano técnico (esto es información).
La escena con la que se inicia el film es sólo un pequeño aperitivo de lo que viene a continuación, y aún así resulta espectacular por su salvaje realismo. Clive Owen compra un café mientras la televisión anuncia la muerte de la persona más joven del mundo. Poco después, la cafetería vuela por los aires en una explosión sin trampa ni cartón. Apenas un minuto que deja al espectador clavado a la butaca. Por cierto, ¿qué es eso que lleva en la mano la mujer que sale de la cafetería?
La complejidad va en aumento en el segundo plano secuencia que hemos extraído de Hijos de los hombres. El equipo técnico debió quedarse boquiabierto cuando Alfonso Cuarón reveló lo que pensaba hacer para la escena en que muere el personaje interpretado por Julianne Moore. Sugerimos que veáis primero la secuencia completa y luego intentéis enteraros un poco de cómo demonios se hizo con este vídeo. No todas las preguntas que os haréis serán resueltas, avisamos.
Terminamos con una de las escenas finales de la película, un reto que hace del rodaje del film una obra de ciencia ficción en sí misma. Durante seis minutos, Clive Owen y el operador de cámara corren por en medio de un campo de batalla con disparos, muertos, explosiones, tanques, gallinas y hasta un niño pequeño, por completar la proeza. Por lo menos no hay demasiado diálogo, pero habría estado gracioso que alguien olvidase su frase al final de la toma.
Via:Cinemania
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