De tal palo, tal fracaso. Hijos de estrellas que se estrellaron

Ser el hijo de una estrella de Hollywood ayuda, pero no garantiza el éxito. Repasamos algunos batacazos. Por JAVIER SÁNCHEZ NAGORE

Cualquiera que haya tenido que buscar trabajo, especialmente en los últimos años, lo sabe. No solo se trata tanto de cuánto vales, que también, sino de a quién conoces. Esta máxima que a todos nos ha tocado vivir en más de una ocasión, para bien o para mal, alcanza cotas inimaginables en Hollywood, capital mundial del amiguismo, del hermanismo y, por supuesto, del hijismo. Váyase usted a las soleadas costas de California a cumplir el sueño americano, que una vez allí, tendrá que hacer cola detrás de los hijos de las estrellas. Unos llevan el talento en la sangre, o tal vez en la tradición familiar, y otros, simplemente, no sirven, pero tendrán unas cuantas oportunidades antes de chocar definitivamente contra la realidad. Hoy nos acordamos de ellos.

Jason Connery

Tampoco podemos decir que la carrera de Jason Connery (hijo de Sean Connery, para los más despistados) haya sido un absoluto fracaso. El chico, que ya ronda el medio siglo, tuvo su momento de gloria con la serie de televisión Robin de Sherwood, alcanzando cierta popularidad en su Inglaterra natal, pero no consiguió salir con éxito de la pequeña pantalla. Su carrera ha transcurrido plácidamente hasta nuestros días por papeles secundarios en telefilmes y películas de serie B como Wishmaster 3 o Alone in the dark 2.

Mike Norris

Teniendo en cuenta que su padre, Chuck, es capaz de contar hasta infinito dos veces, hacer llorar a un Happy Meal o cortar un cuchillo con mantequilla, resulta decepcionante que la carrera de Mike Norris no haya llegado demasiado lejos. Vale, tampoco es que la de Chuck Norris pueda compararse a la de Sean Connery, pero su mito llega más allá. Para el bueno de Mike, sin embargo, el mayor hito de su carrera es haber protagonizado Delta force 3. Aparte de eso, se ha dejado ver en trabajos como Hora punta 3, Rústicos en dinerolandia o incluso en algún episodio de Walker, Texas ranger y Prison break.

Cameron Douglas

Lo de Cameron Douglas, hijo de Michael y nieto de Kirk, tiene delito. Literalmente. El pequeño del clan Douglas va a ser el último eslabón de una exitosa saga de actores por sus problemas con las drogas. Después de varias detenciones por posesión de narcóticos, Cameron terminó por dar con sus huesos en la cárcel para tranquilidad de su padre, que afirmó temer para su primogénito una muerte violenta. Antes de eso, el más joven de la saga Douglas había hecho sus pinitos en el cine junto a Michel y Kirk en la película Cosas de familia.

Kelly Curtis
Otro ejemplo de genes desaprovechados es el de Kelly Curtis, hija de Tony Curtis y Janet Leigh y hermana de la también actriz Jamie Lee Curtis. Como intérprete, uno de sus pocos papeles en la gran pantalla fue en el film de John Landis Entre pillos anda el juego. Después de eso se pasó a la televisión, donde llegó a aparecer en Star Trek: Espacio profundo nueve, pero tras ver que no hacía una carrera demasiado exitosa como actriz, decidió pasarse hace más de una década a labores asistenciales para su hermana Jamie Lee.

Chad McQueen

Con un apellido tan sonoro, recordado y evocador, la carrera de Chad McQueen ha estado ligada a prolongar, con más pena que gloria, los aspectos más característicos de su padre Steve. Uno de sus primeros papeles fue de malote en Karate Kid y llegó a aparecer en el cartel de películas adrenalínicas con olor a gasolina como Firepower o Mercancía peligrosa. Propietario de la envidiada colección de coches de su padre, Chad también ha heredado su pasión por el motor, y a ello ha dedicado parte de su vida. El vástago de Steve fue piloto profesional hasta que un accidente en las 24 horas de Daytona en 2006 le obligó a dejar el pilotaje.

Via:Cinemania