Las 10 chicas más sexys del cine de ciencia-ficción

Para conocer a estas heroínas tan sensuales tendrás que viajar a las estrellas... O al cine más cercano a tu casa. Por YAGO GARCÍA

Por lo general, las heroínas del cine suelen ser tan atractivas como inalcanzables. Y las 10 chicas que te presentamos a continuación lo son más todavía. ¿Por qué? Pues porque para encontrarte con ellas tendrás que viajar a otras épocas, otros mundos y otras galaxias. Y, una vez llegado hasta ahí, habrán empezado tus problemas: a fin de conquistarlas, deberás vértelas con otros candidatos tales que Nathan Fillion, Bruce Willis o ese Harrison Ford contrabandista y corelliano. Con todos vosotros, cinemaníacos, las 10 heroínas más sexys del cine de ciencia-ficción: una colección de chicas que te hará ver las estrellas, literalmente.

River Tam (Summer Glau en Serenity, 2005)

¿Por qué nos gusta? Ganarse el puesto de chica más sexy en la tripulación del capitán Reynolds (Nathan Fillion) es un mérito considerable: para figurar en este informe, River ha tenido que competir con la mecánico Kaylee (Jewel Staite), la primer oficial Zoë (Gina Torres), y sobre todo con la 'acompañante' Inara (Morena Baccarin). Pero es que ella, además de sus curvas, tiene unos poderes telepáticos que nos obligan a desearla...

La vampiresa espacial (Mathilda May en Lifeforce, 1985)

¿Por qué nos gusta? Allá por los 80, cuando la ciencia-ficción era una cosa así como para niños, la idea de ver un seno femenino en el espacio exterior era... Pues eso, cosa del futuro. Pero entonces llegó Lifeforce, con Mathilda May luciendo sus poderes, y a muchos les entraron ganas de hacerse astronautas.

Perséfone (Monica Bellucci en Matrix Revolutions, 2003)

¿Por qué nos gusta? Estamos de acuerdo en que la chica más carismática de la saga cyberpunk era Trinity (Carrie-Anne Moss), toda ella mala leche y conjuntos de cuero. Pero en lo que se refiere a dejarnos patidifusos, la modelo italiana se llevó la palma y nos hizo desear un viaje al mundo virtual. ¡Mónica, deja a ese pesao del Merovingio y ven con nosotros!

Princesa Aura (Ornella Muti en Flash Gordon, 1980)

¿Por qué nos gusta? Los años no pasan por ella: Alex Raymond la creó en 1934, para ejercer de contrapunto fatale a la modosita Dale Arden, y esta princesa de Mongo sigue igual de guapa desde entonces, dándole achares por igual al héroe titular y al príncipe Baryn (Timothy Dalton). Lo único que nos desanima a la hora de tirarle los tejos es su papá, que no se ganó por nada el nombre de Ming el Despiadado (Max Von Sydow).

Æeon (Charlize Theron en Æeon Flux, 2005)

¿Por qué nos gusta? Nacida en el mundo de la animación más arty y experimental, Aeon es una chica compleja. Tanto, que hace falta un caracter especial para escribir su nombre propiamente. Y, por más que la película no fuera gran cosa, el personaje sirvió para que la sudafricana de oro luciera sus encantos como nunca.

Ellen Ripley (Sigourney Weaver en Alien, 1977-1987)

¿Por qué nos gusta? Usualmente, la primer oficial de la nave Nostromo luce unos modales capaces de asustar a un estibador portuario, lo cual garantizó su supervivencia durante dos décadas combatiendo a los xenomorfos. Pero, en su primer filme, bastó una fugaz visión de la heroína en braguitas para que el bicho del espacio padeciese un breve (y fatal) momento de duda.

Zhora (Joanna Cassidy en Blade Runner, 1982)

¿Por qué nos gusta? Sabemos que no es humana, sino una replicante producto de la ingeniería genética. Además, como comprueba Harrison Ford, se le dan muy bien los directos a la mandíbula. Todo eso no quita que su escueto atuendo (purpurina corporal e impermeable de plástico) sea un epítome de la elegancia sexy de los 80.

Barbarella (Jane Fonda en Barbarella, 1968)

¿Por qué nos gusta? La agente espacial (y espacial) que más corazones rompió en el cine de su tiempo no sólo estaba dotada con las curvas de 'Hanoi Jane' y con un profuso conocimiento del cosmos, sino también -tenemos que decirlo- con un furor sensual capaz de acabar con un imperio maligno a base de orgasmos. No por nada el doblaje español la llamó "La Venus del Espacio".

Leeloo (Milla Jovovich en El quinto elemento, 1997)

¿Por qué nos gusta? Víctima contumaz del síndrome "mirad lo buena que está mi novia", el espabilado de Luc Besson aprovechó esta película para mostrarnos las curvas de su entonces pareja en múltiples grados de desnudez. Tanto mejor para nosotros y para Bruce Willis, quien pudo comprobar que la chica era toda una fuerza cósmica.

Leia Organa (Carrie Fisher en Star Wars, 1977-1983)

¿Por qué nos gusta? Además de por su inteligencia (que le valió una brillante carrera política) y de una desenvoltura que le permitió llevarse al huerto a Han Solo, el solterón más codiciado de la galaxia muy, muy lejana, la princesa de Alderaan y hermana de Luke Skywalker se encarama a este top de bellezas estelares gracias a dos palabras: "bikini metálico". Cuando la vemos de esa guisa, todos nos sentimos un poco como Jabba el Hutt.


Via:Cinemania