Aprovechando el inminente arranque de los Juegos Olímpicos de Londres, hacemos una recopilación de las películas más significativas o curiosas basadas en deportes. Por JAVIER SÁNCHEZ NAGORE
Boxeo: Rocky
Arrancamos con un clásico que representa, por su popularidad, al género deportivo que más juego le ha dado al mundo del celuloide: el boxeo. Rocky puede englobarse dentro de un subgénero propio de este deporte, el drama pugilístico, que ha dado al cine películas realmente brillantes como Toro salvaje o Million Dollar Baby. La lista de dramas basados en el gancho y el directo es interminable, y es que la combinación de lucha y deporte es un caramelo demasiado dulce para emocionar al espectador. The Fighter, Alí, Huracán Carter, Cinderella man o El hombre tranquilo son algunos de los otros pesos pesados del género
Baloncesto: Hoosiers, más que ídolos
La aclamada película protagonizada por Gene Hackman nos adentra en algunos de los tópicos del cine deportivo, más concretamente el baloncestístico. Equipo pequeño, ciudad pequeña, pocas opciones de victoria... y triunfo en el último segundo, cómo no. Desde una perspectiva europea resulta siempre curioso comprobar cómo desde Estados Unidos se le da una trascendencia épica a los torneos universitarios y de instituto, como es el caso. En España, los Hoosiers habrían sido ídolos de sus padres, sus novias y amigos y pocos más.
Atletismo: Carros de fuego
¿Quién no ha corrido alguna vez por la play simulando una cámara lenta mientras entona el tema principal de Vangelis para Carros de fuego? No, yo tampoco lo he hecho, pero lo he pensado.
La historia de Carros de fuego nos habla, como es dogma, de compañerismo, de superación y de cómo el deporte puede estar por encima de clases sociales y religiones. El film, basado en una historia real y ambientado en las Olimpiadas de París de 1924, fue galardonado con el Oscar a la mejor película en 1981.
Fútbol: Shaolin Soccer
El cine norteamericano nunca ha prestado al mundo del fútbol -soccer- la atención que al resto del planeta nos parece que debería merecer al no tratarse de un deporte mayoritario al otro lado del charco. La película más representativa del género, sin lugar a duda, es Evasión o victoria, pero preferimos darle una vuelta y presentar una obra algo más... curiosa. Shaolin soccer es una producción de Hong Kong que da a los seguidores de Oliver y Benji lo que quieren ver, multiplicado por cien y con actores de carne y hueso. Puede que la película no haya por dónde cogerla, pero asegura hora y media de diversión sin complejos. Los fanáticos del balón y el celuloide pueden seguir su lectura a partir de aquí en el blog Fútbol y cine.
Artes marciales: Karate Kid
Con Karate Kid arrancó una moda, muy propia de los ochenta, de admiración por las artes marciales orientales dirigida a una audiencia adolescente. Antes ya estaba Bruce Lee, pero con la llegada del Señor Miyagi y el insufrible Dani Larusso se abrió la veda para el cine de mamporros con una base de justicia y filosofía, donde el débil supera al fuerte con una victoria que empieza en su propia mente. A base de dar cera y pulir cera arrancó una saga cinematográfica con una serie de prescindibles secuelas y varias imitaciones, donde podemos englobar desde Karate Kimura hasta Las tortugas ninja. Curiosamente, el kárate nunca ha sido olímpico, aunque sí lo son el judo y el taekwondo.
Béisbol: Ellas dan el golpe
El béisbol aúna en un mismo deporte los elementos básicos del género con ese toque vintage que dan el traje a rayas y el bate de madera, y que tanto recuerda a los americanos a sus happy days.
En esta línea con sabor añejo nos encontramos con Ellas dan el golpe, una historia que nos habla de uno de los deportes de más calado en Estados Unidos y de cómo un grupo de mujeres lo mantuvieron vivo durante la Segunda Guerra Mundial gracias al tesón de Geena Davis y Madonna, que por aquella época no se perdía una. Eso sí, para esta categoría hay que reconocer una pequeña trampa, ya que el béisbol no ha conseguido cuajar como disciplina olímpica. Después de las Olimpiadas de Beijing, fue retirado y no se disputará en los Juegos Olímpicos de Londres.
Tenis: Match Point
Con Match Point terminamos este heptatlón de cine desde un punto de vista diferente. Woody Allen no utilizó, como en los casos anteriores, el deporte como hilo argumental de la película, sino como referencia de los simbolismos que plantea la historia; el riesgo, el azar y el momento de la vida en que se plantea un punto de partido.
Via:Cinemania
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