El hecho de que hayas sido un nominado a un Oscar no te garantiza el futuro en la industria del cine, aunque parezca que te lo allane.
Si no que se lo digan a Henry-Alex Rubin, que alcanzó en 2005 la gloria en su incipiente carrera como director con su nominación a la estatuilla dorada por su documental ‘Murderball’, sobre el mundo del rugby en silla de ruedas, co-dirigido con Dana Adam Shapiro, luchando con los mejores de ese año.
En aquellos 365 días también le llovieron otros premios por la misma obra, entre ellos el del público del Festival de Sundance.
Ya había estado calentando motores en Hollywood con sus trabajos como director de segunda unidad en ‘Inocencia interrumpida’ y ‘Copland’, y se le auguraba un presente prometedor como savia nueva del negocio.
Sin embargo, a partir de entonces Rubin ha estado cotizando a la baja. Le salió un anuncio para T-Mobile y un trabajillo en un programa de la ABC Family llamado ‘Schooled’, pero poco más para desarrollarse potencialmente como realizador durante los últimos 6 años.
Pero parece que resurge con fuerzas para abordar su primera narrativa cinematográfica, un drama de título ‘Disconnect’.
La película seguiría las historias relacionadas de un grupo de personajes contemporáneos en busca de la conexión humana en un mundo conectado por la red. Vamos, como una mezcla entre ‘Crash’ y ‘La red social’.
Si miramos de quién es el guión leeremos el nombre de Andrew Stern, que tiene aún menos créditos en IMDb que Rubin. Pero lo gordo está en quién les respalda: tendrán a Marc Forster (’Quantum of Solace’ y ‘Monster’s Ball’) como uno de los productores ejecutivos.
Ya está programado que empiece la producción en otoño de este año, así que Rubin pronto intentará ‘conectar’ de nuevo con Hollywood. A ver si el ‘apadrinamiento’ con el que cuenta le ayuda a hacer ese click.
- Vía | /Film
- Vía:tu blog de cine
- Texto:david Cárdenas
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